Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Larga vida al Rey - por Raopin Johnson

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. Yo era muy parecido ciertamente: nariz aguileña, frente ancha, y luego una peluca, un poco de maquillaje, una verruga en la barbilla y algo de imaginación.

Disculpad, querido público que no salga, como merecéis tras tan rotundo éxito, pero las circunstancias…

¿Cómo empezó?… En aquella representación imité al Rey, hubo risas y aplausos, como tantas veces, y cuando aquellos hombres, Hastings a la cabeza -con su parche en el ojo, pero no de atrezzo, un hombre con un solo ojo, pero que todo lo ve- dijeron que venían de parte de Su Majestad, quise morir en ese mismo instante. Porque pensaba que lo que iba a venir era la muerte o peor aún, quinientos latigazos.

Lejos de sospechar estaba que lo que se pretendía de mí era que hiciera de doble de Su Graciosa Majestad, como había hecho ya sobre el entarimado, pero no me quitaría la peluca al saludar, luciendo mi maravillosa calvicie, después de cada obra.

"No tengo pelo", dije buscando cualquier excusa. "Su Majestad tampoco", contestó Hastings, con su voz grave.

"Tu pais te necesita. Serás ampliamente recompensado . Tu familia jamás pasará penalidades". "Y no tienes elección", añadió sin decir palabra su ojo sano.

En efecto, mi familia no sufrió más. Debí explicar antes, no obstante, que sí, mi esposa era la madre de cinco hijos míos, pero de mis otros siete vástagos había que localizar a las suyas, sí, abandonadas por mí, y con las que quise cumplir como no había hecho. Y sé que el dinero llegó a su destino.

Así que con Hastings y su equipo, aprendí a reírme estupidamente, a mandar con una sola mirada, a enfadarme sin ningún motivo (aunque yo todo esto ya lo dominaba).

"Eres el mejor que hemos tenido", mascullaba Hastings ufano. Jamás pregunté que había ocurrido con los otros dobles.

Acudí a recepciones de príncipes, reyes, hombres de negocios…Al principio era entretenido, luego no tanto. Firmé un tratado de paz con Francia. Mi francés era perfecto, y tuve que permanecer callado "mon dieu", porque Su Majestad no hablaba "rien de rien". Eso era casi una humillación para mí. Mientras, me preguntaba: "Y el Rey, ¿dónde está el Rey?". Le hacía de viaje con alguna de sus amantes en un remoto país.

En la Corte son muy dados a matar, y por cualquier minucia un hombre es ajusticiado. Hay que dar ejemplo. ¿De qué? Esa parte no me gustaba. Cuando quería intervenir, una marea de consejeros, además de Hastings, caían sobre mí. El Rey pintaba poco.

No todo eran sinsabores. Se come bien y el amor, ay el amor. La Reina, qué decir de la Reina. Qué belleza, No hablábamos mucho, supongo que tampoco lo hacía con el auténtico Rey, si es que lo había visto alguna vez. Tampoco conocía nuestro idioma, provenía de una monarquía eslava.

De su boca sólo escuché su risa, y sus gemidos durante nuestros encuentros amorosos. Recuerdo con gozo que estos eran sublimes, y puedo asegurar, y no por falta de oportunidades, ya que en la Corte son muy proclives al zorreo, que es la única vez en mi vida que he sido fiel. A la mañana siguiente de haber pasado la noche juntos, sus mejillas sonrosadas y nuestras miradas cómplices eran la envidia de todos.

Después llegaron las revueltas. El pueblo no estaba contento con su Rey. Lógico, yo tampoco estaba contento con el Rey. Subía los impuestos sin apenas darse cuenta y las ejecuciones segúian sucediéndose . Luego, la Revolución.

Cuando hace unos minutos subí al patíbulo, reconocí en una cesta la cabeza de la Reina, pobre chiquilla, y en otra la de Hastings, con su ojo sano abierto queriendo amedrentar a todo el mundo. Me quité la peluca, la verruga, alguien entre la multitud gritó: "Farsante, impostor". Por supuesto que lo era. Quería mostraos que yo no era el Rey. Pero , ¿no lo era?. Llevaba tanto en este papel. Y si el Rey es un monigote al que todos mangonean, una imagen, un símbolo que no sirve para nada.. entonces, no hay duda: yo había sido ese.

Os hice una reverencia, no como burla. Recuerdo de mis años como actor. Así que esos tomates no eran necesarios. Considerando la magnitud de los abucheos, creo que hice bien mi papel, así que los tomaré como mis últimos aplausos.

Y ahora, amado público, disculpad una vez más que no me levante, pero dadas las circunstancias… es difícil hacerlo con la cabeza separada del cuerpo.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

20 comentarios

  1. 1. Ocitore dice:

    Hola, Rapoin, soy tu vecino el Nº 171 y como es obligatorio comentar los tres siguientes textos al nuestro te comento.Me ha gustado mucho la historia. El actor o doble del rey no se imagina al principio que ha caído en una emboscada, tal vez el tonto rey que describe el actor no lo era tanto y por eso planeaba su fuga, en situaciones comprometedoras, buscándose un actor. Haz elegido bien la voz del narrador y se lee el texto sin dificultad. Enhorabuena. Hasta pronto.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 08:56
  2. 2. Ratopin Johnson dice:

    Gracias Ocitore,

    Tuve que recortar bastante y se que perdió algo de chispa, humor que creo que era lo mejor del relato. Pero hay que ajustarse.
    Por cierto suelo firmar como Ratopin Johnson, pero se me han ido los dedos esta vez.

    Saludos

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 10:46
  3. 3. campanula dice:

    Hola Ratopin, por acá haciéndote la visita desde el 170.

    Creo que la idea de tu texto es buena y que uno no se percata de lo que sucederá luego, me gusta el espacio que le das a los detalles por ejemplo al ojo de Hastings, pero sobre la forma creo que hay varias comas que sobran, eso hizo que mi lectura al menos se hiciera menos fluida.

    La sensación que da el cuento es buena, el final genial, esa última frase me ha gustado bastante, para mi sobraba por ejemplo lo de los hijos bastardos, creo que no le aportó nada a la historia y en el parrafo donde se pregunta sobre el rey, sobre donde esta, creo que aunque se entiende tiene cierto punto de confusión, sin embargo vuelvo y lo repito ha sido una buena historia.

    Que tengas un feliz día

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 13:52
  4. 4. SBMontero dice:

    La historia es buena y el tono general del relato también. Me he reído, quiero dejarlo claro.

    Una vez dicho esto…

    Es evidente que tienes problemas de forma, comenzando por el inexistente uso del guión de diálogo, seguido por una querencia excesiva a la conjunción “y” y terminando por un derroche de puntos y seguidos que sonrojaría al propio Cela.

    Mi consejo es que te apropies de unos cuantos libros sobre forma y reglas literarias. Sé que la forma no esconde el fondo, pero si brilla por su ausencia dificulta encontrarlo, eh.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 18:57
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Hola campanula, hola SB Montero:

    Respecto a vuestros comentarios acerca de la forma. Quiero decir que intenté hacer el texto un poco “teatralizado”, no una prosa digamos “clásica”. Es decir, el narrador no es un narrador al uso. El protagonista se siente como en su última actuación, podríamos decir que está improvisando. Se dirige al público. E intenta explicar la historia. Se dirige a ellos muerto ya, está claro.
    Por eso, lo de las comas en algunos párrafos, y el uso de “y”, para darle un aspecto más atropellado, incluso más vivaz, que seguramente no habré conseguido. En otros párrafos el actor hila mejor, o va cogiendo el aire de lo que quiere decir,por eso parecen más sólidos (creo).
    En cuanto al exceso de puntos y seguidos, es decir al elevado número de párrafos, según me señalas SB Montero, sonrojado incluso, me gusta que el aspecto del relato sea despejado. No me molesta que haya muchos párrafos normalmente. Tampoco creo que haya muchos. Pero lo hago por eso, no es que pretenda que el lector sufra continuos saltos abruptos en la narración que le impidan seguirla con normalidad. Ni que el cuento quede como una colección de telegramas.
    Y sí, sigo escribiendo, más mal que bien, pero desde hace un par de años por aquí

    Saludos y gracias por la visita

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 20:51
  6. 6. Ratopin Johnson dice:

    Ah otra cosa SB Montero, que se me ha pasado. No hay guión de diálogo porque no hay diálogos.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 20:53
  7. 7. Ratopin Johnson dice:

    Estoy bien yo. Comentabáis acerca de los punto y seguidos. Y yo pensando en párrafos y puntos y aparte.
    Intentaré justificarme, aunque no es excusa. Cuando terminé el relato tenía 950 palabras. ¿Cómo recorto? Creo que tengo la cómoda y mala costumbre de separar las frases que tenía escritas más largas en varias, y poner un punto y seguido entre ellas. Con eso probablemente me cargo palabras que enlazan como, por poner ejemplos, “además”, “amén de”, o substituir un “así como” por un fácil “y”, etc. Supongo que así me cargo el estilo, pero no demasiado el sentido del texto, la historia en sí. Y como siempre ando con prisas, pues al final, a lo cómodo…

    Gracias, saludos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 22:58
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Ratopin.

    Me ha gustado el cuento. A mi no me han “molestado” los puntos y seguido. Si que denota cierta velocidad que puede agobiar, pero ya digo, no me han entorpecido demasiado. Al revés, en algunos parráfos los he echado de menos, como en el del principio cuando aprece Hastings y los hombres con el parche en el ojo. Desde que aparecen hasta que dicen que vienen de parte del Rey (el complemento de la misma acción) hay demasiadas acotaciones o una muy larga, de manera que pierdes el hilo de la frase principal. Sucede lo mismo con la frase que empieza, “Recuerdo…” y acaba bastante después con “…he sido fiel”.

    Por otro lado no veo que las mujeres y los hijos del doble tengan una función en el relato. Con poner, si se quiere, que el doble atiende a su familia, ya basta.

    El relato esta bien. Es divertido, ingenioso y está adecuadamente estructurado. tal vez un poco larga la presentación.

    Me ha gustado leerlo.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 19:43
  9. 9. Marazul dice:

    Hola Ratopin
    Me gusta el tono jocoso en que escribes el relato. Tiene un punto humorístico muy de acuerdo con nuestro cómico antagonista…Entiendo que el protagonista es el auténtico Rey. Es una historia muy entretenida con un final que no podría ser de otra manera. Pero parece que se lo toma con mucha resignación. Al fin y al cabo, ¡qué le quiten lo bailado! jajajajaj…….
    Me ha gustado mucho, Ratopin, y se lee de un tirón. Lo volveré a leer, pero esta vez que sea por placer.
    Un saludo

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 21:47
  10. 10. Ratopin Johnson dice:

    Hola Demetrio,

    Gracias por tus comentarios. Como campanula, tú también piensas que la información acerca de los hijos bastardos, las otras mujeres, que no aporta nada. Yo quise, en el tono cómico que quería darle a la historia, que se viera que el protagonista era un poco golfo, un poco “jeta”. Además después cuando comenta sobre su relación con la Reina que “es la única vez en mi vida que he sido fiel” creo que entonces adquiere sentido el párrafo referente a sus diferentes familias, y a su promiscuidad.

    Gracias Marazul, por pasarte por aquí.
    Me alegra que hayas reído. Mi primera versión creo que tenía más humor. Tengo que aprender a recortar mejor (o a reescribir, esto último me cuesta más)
    Después de mucho tiempo, quizá es el autémtico Rey, sí. En cuanto a la resignación, el hombre está ahí como en su última actuación, y como ya comenté todo el relato es con él ya muerto ( es decir con su cabeza en la cesta)

    Saludos, gracias a los dos

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 13:12
  11. 11. Juana Medina dice:

    Hola Ratopin,
    Debo decir que no concuerdo con casi ninguna de las sugerencias que te han hecho. El estilo, para un actor especializado en imitaciones, es perfecto.
    El fondo nos lleva a historias tremendas o edulcoradas (las más de las veces tremendas o tragicómica) de dobles de reyes, príncipes o dictadores. Pensé en Chaplin, en Kurosawa, en una película española con el doble de Franco (lamento no recordar al director) y varios más.
    No me molestó la mención a esposas e hijos, creo que le da volumen al personaje.
    Me encantó. Te felicito. Nos leemos

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 17:06
  12. 12. Escritores Anónimos dice:

    ¡Hola Ratopín!
    Te devuelvo tu siempre agradable y acertada visita a mi relato. El tuyo me ha producido sentimientos contradictorios. Me explico, al principio, si te soy sincera, no me estaba enterando de nada, no había por dónde cogerlo, poco a poco he ido situando y he terminado con una sonrisa en los labios.

    Has logrado darle significado propio a la palabra “doble” con reflexión sobre los reyes incluída. Una historia surrealista, tratada con un tono socarrón y en ocasiones irónica y por qué no decirlo, un protagonista con mucho morro: simplemente todo esto en conjunto me ha encantado.

    No te voy a poner pegas de ningún tipo, porque aunque he visto alguna frase un poco extraña (refiriéndome al orden de las palabras o alguna que no sabía adónde querías llegar) me he dado cuenta de que si estas oracione las cambias le quitas parte del encanto a esta loca obra.

    Nada más que felicitarte y mandarte un beso enorme

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 18:03
  13. 13. Ratopin Johnson dice:

    Hola Juana,
    Encantado de que te haya gustado. De las referencias que has citado, la película española es “Espérame en el cielo”. Sí que me vino a la cabeza cuando empecé a escribir el relato, y es más, Hastings tiene mucho (al menos en mi cabeza) del hombre (José Sazatornil es el actor) que adiestra al pobre señor que va a ser el doble de Franco, no en nada físicamente, sino por la figura, el rol que representa. Aunque según iba avanzando y viendo el resultado final, el cuento casi parece más cerca de las primeras películas, bastante locas, de Woody Allen.

    Hola Escritores Anónimos,
    espero que en los sentimientos contradictorios, se hayan impuesto más los de un tipo que los del otro :).
    Más en serio, entiendo que en algún momento algún párrafo puede parecer caótico. Yo quería que fuera un poco así, era el monólogo interior de este hombre (bueno, de la cabeza en la cesta), dirigiéndose a la multitud que le había abucheado, pero que para él era su público. El siempre se sintió actor. Un tipo un poco pícaro, pero digno a su manera.

    Gracias, un placer como siempre.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 21:54
  14. 14. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Ratopin, de verdad que tu historia es una mini novela que con trabajo se puede convertir en una novela monarquica. Delas muchas que se han escrito y que contienen ese sabor a dominio, a castigos y a amores arreglados. ademas le inyectas una dosis humorista que ayuda en el desenlace. Te Felicito.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 00:52
  15. 15. gaia dice:

    Saludos: Yo soy más directa, un cuento me gusta o no me gusta y el tuyo me ha gustado mucho. Te felicito. Estoy en el 162

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 18:42
  16. 16. Peter Walley dice:

    Hola Ratopin,

    Un relato muy bueno, aunque dices que has recortado bastante no parece que se resienta el resultado. La idea es un poco parecida a la de El prisionero de Zenda, pero tú le has dado un tono socarrón que le viene bien a la historia.

    Para mí no sobran detalles, de hecho son los detalles los que hacen este relato. Mis felicitaciones.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 19:35
  17. 17. María Kersimon dice:

    Ratopin, un aplauso, me has entretenido y hecho reír, y eso que es más difícil hacer reír que llorar. Me situé como en la época medieval y visualicé los trajes y las maneras tal cual, como en las películas. Lo haces gracioso, jocoso, y divierte. Ojo que a veces saltas a un lenguaje más contemporáneo que me chirría frente a la ambientación general. Por ejemplo “proclives al zorreo” y “todos mangonean”. Sería “proclives al libertinaje” y “contra quien todos maquinan/conspiran/confabulan”… Por lo demás, tienes un estilo muy vivo y traes los personajes a la vida y ala vista del lector. Saludos.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 22:48
  18. 18. Ratopin Johnson dice:

    Gracias a todos por pasaros, por vuestros comentarios, críticas y sugerencias.

    Gracias Osvaldo por tus palabras. Tus comentarios siempre tienen algo “especial”. Da gusto como escoges las palabras.

    Muchas gracias gaia, celebro que te haya gustado.

    Gracias Peter, buen apunte, no había recordado El prisionero de Zenda hasta que lo has dicho, creo que hay una parodia también, a lo mejor de Mel Brooks. Y pensando pensando, me viene a la mente una comedia de una carrera de coches (me parece que luego sacaron la serie animada Wacky Races, en España se llamó Los autos locos, basada en ese film). La película se llamó La carrera del siglo, con Jack Lemmon, Tony Curtis, Natalie Wood y Peter Falk. Y he caído en ella, a raíz de tu comentario, porque si no me equivoco, al pasar la carrera por un país europeo inventado, a Jack Lemmon, que participa en la carrera, lo secuestran porque es la viva imagen del Rey o tirano del lugar, y quieren utilizarlo. Bueno, lo cierto es que si me pongo a discurrir, encuentro referentes aquí y allá 🙂

    Gracias María Kerminson, me alegro que te haya entretenido mi relato. Sí que tuve en cuenta lo que me comentas de esas palabras, “zorreo” y “mangonean”. Me daba cuenta que se podían salir del contexto, y estuve pensando un poco qué es lo que quería. Al final, concluí que lo que quería era hacer una mezcla de género histórico y parodia, no sé si me ha salido, con lo que decidí que las dejaba. Pensé en Woody Allen o Mel Brooks diciéndome, “déjalas, déjalas”.

    Escrito el 4 diciembre 2016 a las 13:31
  19. 19. Marcelo Kisilevski dice:

    Ratopin, mi estimado!
    Menos mal que encontré tiempo sobre la hora para devolverte la generosa visita que me hiciste y leerte. Me pareció una historia estupenda de punta a punta. Más de acuerdo con la amiga Juana: no hacen falta ni putos y aparte ni guiones. Por un momento deliré que lo habían dejado hablar en el patíbulo y su alegato lo salvaba (o no) pero así está también excelente!
    Felicitaciones compañero!

    Escrito el 12 diciembre 2016 a las 13:23
  20. 20. Marcelo Kisilevski dice:

    Por supuesto me referí a “puntos” y aparte, no a lo otro… 😉

    Escrito el 12 diciembre 2016 a las 13:24

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.