Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Tú, Misifú - por Anima Kuro

Hoy, como ayer, miras por la ventana y suspiras: tu aliento se convierte en una suave neblina y empaña el cristal; ello hace parecer aún más triste el paisaje exterior. Marta dice que sólo quieres ver los coches pasando, que su sonido te llama la atención, pero yo sé la verdad: tus ojos de oro líquido buscan el campamento. Lentamente, con la calma que me han dado los años, tomo asiento en el propio alfeizar de la ventana, sintiendo el frío cristal de esta. Tú no lo piensas y te subes a mi regazo. Juntos vemos más allá de la montaña, detrás de las laderas nevadas, donde una vez nos conocimos.
― Me preguntó qué recuerdo atesorarás hasta el último momento, amiguito. ― Te digo en voz baja, deslizando mis dedos por tu sedoso pelaje gris ― Seguro que tiene que ver con aquel día en que nos conocimos. ¡Pesabas tan poco! Creí que no pasarías de aquella primera noche. Lo recuerdas, ¿,verdad? Estábamos en la cabaña 13 y hacía tanto bochorno… ― Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras me pierdo en mis memorias ― No debí haberte metido en la cabaña porque iba en contra de las normas y yo era el monitor. ¡Pero me diste tanta pena! Luís, el chico que quería ser poeta, no dejaba de quejarse: que si se lo diría a la directora, que si me iban a expulsar…. ¡Jamás dijo nada! Y ahora míranos… los dos viejos y solos, pero juntos, siempre juntos… Ah, que bonito recordar cuando ya no se puede hacer nada más.
Yo vuelvo la mirada al interior de la casa, tú saltas al suelo con elegancia y agilidad impropias de alguien de nuestra edad. Ruedas sobre la mullida alfombra burdeos, persigues una polilla voladora… Me haces reír.
― ¿De dónde sacas tanta energía, Misifú? ― Te pregunto aún cuando sé que no puedo esperar respuesta. Agotado, vuelvo mis viejos ojos a la nada exterior. “Que bellos los bellos recuerdos…” Pienso con melancolía en aquellos grandes días pasados en el campamento Lago Verde, esos días saturados de luz del verano del 43. Mi primo Rafa me había convencido para que trabajara allí durante las vacaciones de verano, él llevaba tres años como monitor para aquel entonces. Accedí, al principio con dudas, pero nunca me he arrepentido de ello. A veces, los niños podían resultar molestos, pero la paga venía bien para la universidad. Además, estaba Lorena…. Oh, Lorena. El brillo de sus ojos castaños competía con la luz del sol y su risa dejaba el ridículo al canto del ruiseñor. No he visto criatura más bella… y tampoco con mejor trasero. Su madre, la cocinera, no la dejaba salir del edificio principal excepto para ir a misa los domingos. Me enamoré desde que nuestros ojos se encontraron por primera vez. Durante aquellos meses traté de camelarla, ¡incluso le recité un poema que Luís me ayudo a componer y le pedí matrimonio tres veces! Pero fuiste tú quien obró el milagro y consiguió que aquella bella flor saliera de su retiro resignado. ¡Con qué claridad veo sus oscuros cabellos a los lados de su rostro, su pálida mano de pianista sobre tu lomo, la sonrisa pura en sus labios! Gracias a ti empezamos a hablar. ― Tengo tanto que agradecerte, Misifú. ― Te digo, buscándote con la mirada por el salón.
Cuando te encuentro una chicha desconocida, de pie junto a la puerta, te sostiene. Es bella y joven, de unos treinta años, y por su rostro resbalan gruesas lágrimas saladas. Tú ronroneas entre sus brazos. Su voz tiembla cuando habla:
― Papá, Misifú murió hace más de cuarenta años.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. 1. Tarquino dice:

    Te comento que no se mucho de literatura, o de escritura, mejor dicho. Pero no puedo dejar de felicitarte por el cuento. Me conmovió hasta las lágrimas, y no llore de puro reprimido.
    En otra entrada, tratare de analizarlo mas “profesionalmente”, por ahora solo pude disfrutarlo.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 22:53
  2. 2. Vagabundo DeMente dice:

    Qué golpazo de final, y lo digo en serio. Es de esos giros que te pegan tan duro que casi duele de verdad.

    Muy raros son los que se aventuran a usar segunda persona, y son más raros aún los que lo hacen bien. Este relato es uno de los mejores ejemplos que me he topado. El lector se vuelve Misifú de una manera tan vívida como fácil, casi sin darse cuenta.

    En mi lectura no noté ningún error de ortografía o gramática excepto por “chicha” ya al final (asumo que lo correcto es ‘chica’; pero qué diantre, un desliz de dedo lo tiene cualquiera y el relato lo compensa sobradamente), ni quiero meterme a buscarlos. Me quedé con tan buen sabor de boca que no pienso estropeármelo por simple afán de disección.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 19:53
  3. 3. Otilia dice:

    Hola Anima Kuro,
    Me ha gustado tu relato y se lee con fluidez.
    En cuanto a la forma,es solo mi opinión, hubiera puesto más punto y aparte. No utilizaría tantos, “su”, “sus”,”tu”.
    En “Me preguntó…” sobra la tilde.
    El reto casi cumplido, se coló “Es bella..
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 19:03
  4. 4. MT Andrade dice:

    Hola Anima Kuro
    Expléndido relato. No me resulta clara la frase “Me preguntó qué recuerdo atesorarás hasta el último momento” Interpreto atesoraste??
    Tuve que pensar durante la lectura, en cuántos años tendría el protagonista durante el campamento. Lo aclaras muy bien al final, de forma sorpresiva. Felicitaciones.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 18:00
  5. 5. beba dice:

    Hola, Ánima Kuro:
    Aunque no presentas más conflicto que el de haber metido el gato en la carpa, logras un desenlace efectivo, inesperado.
    En “Me preguntó qué recuerdo… no se interpreta bien porque sobra el acento: “Me pregunto”.
    Se coló una “h” en chicha; debe de ser “chica”
    Excelente manejo gramatical; muy firme la construcción en segunda persona.
    Felicidades.

    Escrito el 27 diciembre 2016 a las 01:03

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.