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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El gorrino maligno - por Lapdog

Salgo del campamento del terror, olvido al poeta pervertido y los recuerdos diabólicos. Abandono mi madriguera, refugio de muchos años. Voy a enfrentar las miradas curiosas y los rostros compasivos que llorarán al verme. Después de contar lo que he sufrido y visto me dirán que tengo visiones, sin embargo, cualquiera en mi lugar habría claudicado.

Para mí, para mis hermanas y para mucha gente hubo sólo horror. El temor causado por dos seres maléficos, bestias crueles, no se borra tan fácil. Primero mi padre, cerdo pestilente que se masturbaba a todas horas y, luego, mi madre, que desde que alcanzó la pubertad abrió las piernas para que se la fornicaran a su antojo todos los hombres. Pido disculpas por la sinceridad, pero es inevitable referirme a ellos con cariño. ¿Se puede sentir respeto por quienes te han usado toda la vida como objeto sexual? No. Tal vez, tuve mucha suerte de que conmigo no rebasaran los límites de tortura y no me enterraran en el jardín de nuestra tétrica casa.

Por todas partes había objetos que mi padre traía en su vieja camioneta, no le importaba lo que fuera, ruedas viejas, toldos, mantas, bolsas de plástico, costales de harina podridos, le daba igual. Vivíamos en un chiquero. Además, la gente que no tenía dónde pasar la noche hacía parada en las habitaciones de nuestra casa. Pronto sentían interrumpida su intimidad por la presencia de mi madre, quien entraba casi desnuda a provocar a los inquilinos. Si el huésped era una chica mi padre la violaba y la castigaba por ser una vagabunda, prostituta o estudiante prófuga. La penetraba hasta el hartazgo y la golpeaba. Cuando sangrando de sus partes por el hostigamiento de objetos demasiado grandes para las cavidades de su cuerpo se desmayaba o empezaba a agonizar, con una cuerda, le apretaban el cuello y la asesinaban. Paraba en el jardín en una fosa.

Nadie reclamaba los cadáveres, las pocas jóvenes que lograron salvarse denunciaron todo en la comisaría, pero nadie les creyó. La indiferencia de los agentes y la deficiencia de la prevención de crímenes era tan obsoleta en esa época, que mi padre se sintió un dios al quedar inmune, al convertirse en un monstruo perverso con licencia para violar y matar. A mis padres les encantaba la cámara fotográfica, hacían fotos de todas sus maldades. Podría decir que actuaban como dos niños traviesos jugando a ser malos, pero en realidad dejaban salir sus instintos más bajos y no existía regla moral, ética o religiosa que los pudiera detener, sólo existía la lujuria animal guiada por mentes diabólicas. Cuando nos bautizaban, es decir, cuando nos mutilaban el alma con una violación brutal, decían:

“Tenéis suerte de haber nacido en esta casa, de otra forma hubierais sido abortadas y quemadas junto con la basura”.

Uno nunca se acostumbra al sufrimiento. Sientes todos los días que te penetran, sean tus familiares u otros hombres o tu propia madre que por aburrimiento te martiriza con palos u objetos de plástico o botellas. Odié mucho tiempo, quise escapar, pero me sentía enjaulada. Me habían dicho desde la cuna que lo que me pasaba ahí no era nada en comparación con lo que me esperaba afuera.

Fue estúpido no fugarme y comprobarlo por mí misma. Me quedé hasta que cumplí los veinte años, sufrí el abuso cada noche. Me espanta la cifra de intromisiones en mi cuerpo que es más grande que cualquier dolor. Al final, las cosas cambiaron. El descubrimiento de tres víctimas que no pertenecían al bajo mundo llevó la ley hasta nuestra casa. Se descubrió el cementerio de nuestro jardín porque un día se desbordó el río que pasa cerca y al removerse la tierra surgieron los huesos, cuerpos descompuestos y algunas momias.

La gente los vio, no podían creerlo. De pronto, en las cabezas del colectivo, las bromas crueles de mi padre en los bares, todas esas historias de violencia que habían escuchado cual visiones de un loco ebrio, se hicieron reales. Ahí estaban los cuerpos de la evidencia de la locura, de la perversión y la descomposición del género humano. Luego, revisaron las denuncias y las desapariciones de personas en los archivos policíacos. Todo cobró sentido, el monstruo fue hallado, estaba en compañía de su compinche. Los cogieron antes de que fueran linchados por el vecindario. Caminaron hasta la jefatura de policía con el rostro alto por el orgullo que les daba su fama. Sonreían recordando una a una todas las fechorías cometidas hasta ese día.

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19 comentarios

  1. Hola, Lapdog.
    Como mínimo hay que decir que se trata de una historia truculenta. Al margen de la anomalía ética y moral, simples asesinos sádicos y degenerados, tal vez haya más de los que normalmente uno cree, que presentan los personajes, a mí me ha quedado la duda de si el personaje principal, narrador en primera persona, es hombre o mujer, porque te refieres a él en ambos términos: “Uno nunca se acostumbra al sufrimiento”; luego dices: ”odié mucho tiempo, quise escapar, pero me sentía enjaulada”. Es evidente que la historia trata de dos seres monstruosos sin ningún tipo de regla moral que han abusado y sometido a tortura a sus hijas y han asesinado a cuanto visitante a su antro han podido.
    Desde el punto de vista formal, creo que escribes bien, tal vez se te vaya la mano en la afectación y los adjetivos, pero bueno, es el tipo de historia que has escogido.
    En cuanto al contenido, pienso que el escritor jamás debe verse limitado por la censura, propia o ajena, Lo que cuentas puede ser más o menos creíble pero es una historia que el autor se imagina y estructura de una determinada manera, y todas las historias son igual de respetables. Seguramente debo felicitarte por escribir lo que has escrito, aunque se me haga un poco fuerte. Si al Marqués de Sade lo hubiesen censurado, hoy desconoceríamos el término sádico. Lo de los visitantes atreviéndose a dormir en esa pocilga nauseabunda, creada por esos dos seres monstruosos que además cargaban sobre sus lacras con el síndrome de Diógenes, se me hace difícil de entender, pero bueno, es la historia.
    En todo caso te felicito porque creo que escribes bien, aunque tal vez si rebajaras el tono enfático que utilizas la historia sería más verosímil.
    Felicidades

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 21:30
  2. Hola, Lopdog:
    Gracias por leerme y por haberte gustado mi relato. En realidad me alegra el entusiasmo que sientes al pensar que podamos ser paisanos, pero la realidad es otra. Soy español y vivo en España, eso sí, con una larga experiencia en Sudamérica. Lo único físico que conozco de México es la ciudad de Veacruz, lo que pude conocer un día a principios del año 71, como pasajero de un buque que hacía la ruta entre España y América.
    Mi narración está enfocada en el largo período de violencia que ha sufrido Colombia y que por fin, parece, después de muchos intentos, se va a lograr la paz. Así sea. No he querido dar pistas ni nombres porque situaciones similares han afectado a tantas naciones que el tema encierra características universales. En muchas partes ha pasado lo mismo o casi lo mismo, entonces pongámosle fantasía y que cada cual lo entienda su manera.
    Gracias.
    Voy a interesarme por la guerra de los cristeros

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 22:03
  3. 3. Lapdog dice:

    Hola, Manuel, muchas gracias por tu crítica, bastante extensa, y muy acertada. Te comento que el personaje es mujer. Una chica que sufrió el abuso de sus padres. Sí, puse la forma impersonal, “uno nunca…” en masculino cuando tenía que haber puesto una nunca… El tema es duro, no quería tocarlo mucho pero leí varias noticias sobre un suceso parecido y me pareció que escribir algo así serviría para denunciar el abuso sexual. Gracias y nos seguimos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 22:05
  4. 4. amparo rouanet moscardó dice:

    Hola Lapdog. Se me ha quedado encogido el corazón después de leer tu relato, que por desgracia no solo es ficción.También pasa en la vida real.Está muy bien escrito, y me ha resultado fácil visualizar la historia ,tal como la describías.¡Fuertecita!

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 21:12
  5. 5. Vespasiano dice:

    Hola Lapdog:
    Despues de leer tu relato, me pareve que te faltado identificarlo como,+18 y con alto porcentaje de terror.
    Bueno, ahora mi situacion personal, no me deja espacio para hacer comentarios extensos. El estado de salud de mi hermana no me da tranquilidad para comentar las historias que debo por recomendacion realizar.
    No obstante, he leido tu historia que me ha parecido de una perversion y de un sadismo de primer nivel.
    Cuando este en mi casa y con mi ordenador volvere para comenterte con mas detalles.
    Ahora con mi telefono movil, no me manejo muy bien y me faltan comas, tildes y otras faltas gramaticales.
    Felicidades.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 21:48
  6. 6. Maca dice:

    Lapdog antes que nada gracias por tomarte la molestia de leer mi historia; ahí va mi granito de arena:

    La historia me parece muy interesante, en si misma lo que has contado bien podría ser una historia para desarrollarla en una novela porque da para mucho. Pero, precisamente por eso, el relato me ha parecido que trataba de contar mucho en muy poco tiempo, no dando espacio para apreciar la historia en si misma.
    En vez de narrar un hecho se ha descrito una serie de acontecimientos, como si la protagonista describiese lo que había vivido y no contase, desde el punto de vista del narrador en primera persona, lo que había sufrido. Puedo ver lo que hacen su madre y su padre, pero ninguno interfiere en un diálogo para que me haga una idea de como hablan, de como se comportan, etc. es verdad que le dicen una frase a la protagonista pero con esa frase no soy capaz de verlos.
    Por otro lado, apenas se comenta quien habla, no sé si es hombre o mujer hasta el párrafo séptimo, si no me equivoco.

    Una vez más te comento que la historia esta genial, y si la desarrollases en una novela tendría mucho que contar, como por ejemplo por qué las personas paran en su casa, cómo ha evolucionado su dependencia psicológica hasta el punto de que sea incapaz de escapar, qué ha sido de sus hermanas, el juego de la policía cuando empiezan atar cabos etc.

    Bueno, espero que mi critica te haya sido útil, mucha suerte y a seguir creando.

    Saludos, Maca.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 00:49
  7. 7. M.L.Plaza dice:

    Hola.
    Soy M.L.Plaza, del relato 79.
    Tu historia me parece interesante pero la primera frase no me encaja con el resto de la historia. “Salgo del campamento del terror, olvido al poeta pervertido y los recuerdos diabólicos. Abandono mi madriguera, refugio de muchos años.” No entiendo cómo la narradora puede olvidar lo que cuenta a continuación y, menos aún, considerar ese antro un refugio. No sé si es que no has elegido bien las palabras o es que la narradora sufre una forma de síndrome de Estocolmo.
    He leído que querías denunciar el abuso sexual. Personalmente creo que tu historia va mucho más lejos. A mí los padres, como poco, me parecen unos asesinos en serie para los que el tema sexual es un simple detonante.
    Pese a todo lo anterior, quiero que sepas que me ha gustado leerte porque escribes muy bien.
    Feliz Navidad.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 05:11
  8. 8. Lapdog dice:

    Hola, Vespasiano, creo que tienes razón en lo que comentas de ponerle a este texto la categoría de +18. espero que tengas mejores condiciones para la lectura y, también, que se mejore tu hermana.

    Si recuerdas, Edgar Allan Poe seguía de cerca las publicaciones relacionadas con los asesinatos.Su famoso cuento El misterio de Marie Roget fue estudiado de forma tan minuciosa por el escritor, que algunos críticos, llegaron a culparlo del asesinato. En este caso, mi cuento está basado en la noticia de una pareja inglesa: Rosemary y Fred West que son los padres de la protagonista y que fueron condenados a cadena perpetua. Fred se suicidó y Rosemary, que era más cruel que su marido, murió en la cárcel.
    Bueno, creo que esa frasecita de que la realidad rebasa a la ficción, por desgracia, siempre es verdad. Un abrazo y gracias por leerme.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 07:00
  9. 9. Lapdog dice:

    Hola L M Plaza, gracias por dedicarle un tiempecito a esta horrorosa historia. Te comento que la frase que comentas habría quedado muy clara si la hubiera puesto al final, ya que la chica se sentía en una madriguera porque sus padres le habían dicho que el mundo era más cruel y que sólo podía estar protegida en su casa. ¿Irónico? Ja ja. Bueno, ya le he comentado a Vespasiano de dónde salió la idea.
    Muchas felicidades y a leer y comentar, que el año se va a acabar.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 07:06
  10. 10. CARMELILLA dice:

    Hola Lapdog:
    Gracias por molestarte en leer mi trabajo a pesar de que no te haya gustado. Que no guste, también está bien, eso se sabe porque se ha leído. Creo que independientemente del contenido del texto, hay que pararse en la forma del mismo y eso creo, que al menos te ha gustado. Bueno es un comienzo.
    Sobre tu trabajo, creo que está bien escrito, se pretende mostrar la dureza de unas vidas y se consigue muy bien.
    En mi caso la violencia o sexo muy explícito no me engancha, sin embargo, comparto la libertad de escribir sobre ello o sobre cualquier cosa y la libertad de que te guste o no.
    Tu trabajo muestra claramente un mundo vil y deshumanizado, consigues que el lector sienta repulsa por los hechos y por los personajes causantes de los mismos. Textos como el tuyo tocan la “fibra” y hacen aflorar muchos sentimientos.
    ¡Buen trabajo! Seguimos leyéndonos.
    Saluditos.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 17:19
  11. 11. Lapdog dice:

    Hola, Carmelilla, jamás dije que no me gustara tu texto. Lo que no me gusta es el género romántico. Soy mucho más aficionado a la ficción y veo todo a través de la lente surrealista. Por otro lado,si has leído los comentarios anteriores sabrás que este cuento está inspirado en un caso real. La noticia la encontré en El País (el diario español), pero es muy cruda. Gracias a dios he participado con un seudónimo porque con mi nombre no lo firmaría. Bueno, estamos en contacto y seguimos leyendo. también te recomiendo que leas a mi amigo Ocitore. Gracias.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 08:04
  12. 12. SBMontero dice:

    Pues no sé por qué no lo firmarías con tu nombre.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 00:40
  13. 13. Lapdog dice:

    Gracias, por pasarte por aquí SB Montero. Espero que te haya gustado este escrito. Un abrazo y mucha surte. Hasta pronto.

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 12:47
  14. 14. Rosalia DS dice:

    Hola Lapdog.
    Una historia totalmente aterradora y que da que pensar en el genero humano hasta que punto puede llegar a ser degradante.
    Tu relato esta escrito con todo lujo de detalles y descripciones muy valientes, por tu parte, sobre el trato inhumano de la persona narradora y su vinculo con esos “monstruos”.
    Se me ha echo difícil leerlo , no porque no entienda la historia, sino por la crueldad que hay reflejada en ella.

    Gracias por esta lección de coraje y valentía por mostrarnos este relato

    Después de sobreponerme un poco del tema quisiera desearte felices fiestas y un prospero año nuevo.
    Nos vamos leyendo

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 07:26
  15. 15. Lapdog dice:

    Roasalía, igualmente te deseo lo mejor de lo mejor para el año próximo. Ojalá escribas y leas mucho. Te comento que es la primera vez que trato este tipo de asuntos delicados. Creo que hay que tener un poco de sangre fría para narrar cosas crueles. Por lo regular escribo con las tripas, por eso elijo otro tipo de temas, lo que si traté de manifestar con este cuento es una denuncia al maltrato y abuso tanto de genero como infantil. Bueno, un abrazo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 10:45
  16. 16. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Lapdog! ¡Menuda historia! Hay de todo… Te felicito por llevarla tan bien y con tanta intensidad. A pesar de alguna cosilla en la forma que puede haber, no lo veo nada mal. Te felicito por ello y por las Fiestas en las que ya andamos metidos. ¡Mis mejores deseos para el Nuevo Año! Un saludo y ¡hasta la próxima! ¡Buenas tardes!

    Escrito el 25 diciembre 2016 a las 20:34
  17. 17. Lapdog dice:

    Hola, Oda a la cebolla, te agradezco que te hayas pasado por aquí y aprovecho para desearte una feliz Navidad y muy próspero Año Nuevo. Un abrazo.

    Escrito el 26 diciembre 2016 a las 05:35
  18. 18. Vespasiano dice:

    Hola Lapdog:
    Vuelvo a tu relato porque desde que lo leí me extrañó la forma en la que escribes:
    “Pido disculpas por la sinceridad, pero es inevitable referirme a ellos con cariño”.

    Cuando creo que quisiste decir: “Pido disculpas por la sinceridad, pero es “imposible” referirme a ellos con cariño”.
    Voy al diccionario y leo:

    “inevitable”

    1. adj. Que no se puede evitar.
    Es decir: “Que no se puede evitar hablar bien” y no es el caso que describes.

    Por eso creo que encajaría mejor:

    “imposible”

    1. adj. No posible.

    2. adj. Sumamente difícil. U. t. c. s. m. Pedir eso es pedir un imposible.

    Bueno, ya te dije en su momento que tu historia contiene un sadismo y una perversión máxima.
    Pero eso no quita para que la hayas muy bien escrito.
    Feliz Año Nuevo.

    Escrito el 28 diciembre 2016 a las 15:53
  19. 19. Lapdog dice:

    Hola, Vespaniano, muchas gracias por la corrección. te agradezco que te lo hayas tomado tan enserio, pues me ha servido muchísimo de ayuda. Un abrazo y felices fiestas. Hasta el 2007.

    Escrito el 28 diciembre 2016 a las 17:06

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