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MARTE - por Amparo Rouanet Moscardó
MARTE
Estamos en el campamento base: el comandante Peter, el profesor Spencer, el físico Michael, la doctora Stella y yo, un poeta. Llegamos hace quince días a Marte, somos los primeros humanos en pisar esta tierra roja y árida. Se nos seleccionó de entre un numeroso grupo de voluntarios. Yo, desde pequeño, soñaba con verlo; tenía mí habitación repleta de fotografías pegadas en las paredes. Por las noches, linterna en mano, para que mis padres no me riñeran y me hicieran apagar la luz, iluminaba cada cráter y valle y me imaginaba subiendo y bajando por ellos. Cuando crecí, mi curiosidad aumentó, y leí cuanto se había dicho y publicado sobre él. Cada noticia del telediario que anunciaba un nuevo adelanto para llegar hasta allí, hacía que mi corazón se acelerase, y por fin, llegó el día tan anhelado: se iba a viajar a Marte, y me presenté voluntario. La suerte o quizás el destino hicieron que me eligieran, y he llegado junto a mis compañeros a este planeta. No sé, si podré regresar o si moriré aquí, pero cuando piso este suelo, todos los miedos se disipan, y los recuerdos de la Tierra se empequeñecen. ¿Cómo podría explicar la grandeza de este paraje desolado? Solo sé, que me siento pequeño, como cuando lo iluminaba con mi linterna, y me entran ganas de llorar.
Hemos empezado a trabajar, Michael está muy ocupado recogiendo rocas y analizándolas en el laboratorio; la doctora Stella se encarga que los embriones humanos se desarrollen a la temperatura adecuada; de aquí a nueve meses, tendremos nuevas criaturas que poblaran esta tierra. El profesor Spencer está plantando semillas en el invernadero, que pronto darán su fruto. El comandante Peter con mi ayuda, hacemos objetos con la impresora para la ciudad que hay que construir.
En mi tiempo libre, escribo poesías y salgo al exterior con mi equipo de supervivencia y las recito en voz alta por si alguien me escucha. Las puestas de sol son grandiosas, y cuando aparecen las lunas, porque aquí tenemos dos: Fobos y Deimos, se respira una paz increíble. Lo que más me sobrecoge, es el silencio; te invade por dentro, y te hace pensar en la inmensidad del Universo, y la pregunta clave. ¿Qué hacemos aquí?
Hoy vamos a reconocer una parte, donde el robot Curiosity no llegó. La doctora y el profesor se han quedado al cuidado del campamento. No atino a ponerme el traje, las manos me tiemblan y los dientes me castañean igual que la noche de Reyes. Mi espíritu infantil me hace preguntarme: ¿Encontraremos marcianos? Me sonrío por pensar tamaña tontería.
Llevamos una hora de marcha. Resulta pesado andar con estos trajes, me gustaría quitármelo y sentir el viento sobre mi cara y poder oler… ¿A qué olerá este planeta? Los colores, esos sí, que los distingo. Hay tantas gamas de marrones, rojos y grises que los voy a poner en un soneto.
─Poeta. No te quedes atrás.
─Sí, Peter. Ahora os sigo, me ha parecido ver algo.
─Este chico siempre tan ensimismado. No sé, por qué lo reclutaron ─comentó Michael.
─¡Venid, venid! He descubierto unas escaleras que bajan hacia el interior de la tierra.
─No nos hagas perder el tiempo ─gritó el comandante.
Se acercó seguido de Michael, con cara de pocos amigos. Se paró en seco al ver el perfil de un escalón que desaparecía para internarse en las profundidades del terreno.
─¿Veis, lo que os decía? Hay una escalera.
Los otros dos lo confirmaron con un movimiento de cabeza, y todos comenzaron el descenso. Llegado a un punto, su detector de atmósfera les indicó que el aire que les rodeaba era respirable, y se quitaron los trajes. Más ligeros, continuaron bajando; al llegar al final, sus ojos se agrandaron al contemplar millares de cúpulas iluminadas. Pronto se vieron rodeados de unos seres parecidos a ellos que sin mediar palabra, los condujeron hasta allí, a la presencia del que parecía ser la máxima autoridad.
─¿Quién es el poeta? ─preguntó.
Éste, se adelantó.
─Tú, puedes quedarte. Los demás, volver a la Tierra. Vuestros antepasados, ya destruyeron una vez este planeta, y no queremos que vuelva a suceder.
Hola Amparo:
Apenas dejar constancia de mi paso por tu relato.
La lectura me ha parecido entretenida pero comentarios mas concretos te hare cuando llegue a mi casa y tenga mi ordenador. Ahora estoy con el movil y no me manejo bien. Faltaran comas y tildes.
Felicidades.
Hola. Soy M.L.Plaza, del relato 79.
Me ha parecido una historia original, que se lee muy bien. Me ha encantado la pregunta sobre el olor de Marte.
Lo que yo he visto en el texto es lo siguiente:
“se encarga que los embriones..” falta de y en “comandante Peter con mi ayuda, hacemos…” es hace.
En el párrafo que empieza “Los otros dos…” desaparece el narrador en primera persona y pasas a la tercera persona. Creo que destruye la unidad del texto.
“¿Quién es el poeta?” Ahí te saltas el reto. “Volver…” es volved.
Me ha gustado mucho leer tu texto.
Feliz Navidad
Hola, Amparo, te comento que me ha enganchado el título porque , por pura coincidencia, hay un libro y una película de ciencia ficción que se llama igual que tu propuesta “Marte”, tal vez eso haya estropeado la lectura porque de alguna forma fui comparando o esperando encontrar elementos de la película en tu texto. Por lo demás está bien narrado aunque podría ser mejor. La ciencia ficción me encanta, pero siempre es un género difícil y poco reconocido. Si no fuera por Isac Asimov y Ray Bradbury no tendría tantos lectores. Además está la polémica de la aventura ficción Harry Potter y demás historias y la ciencia ficción. ¿Qué tal si le cambias el título y le pones algún elemento de tecnología? Bueno, de todas formas esta muy bien tu cuento Un abrazo.
Hola Amparo Rouanet Moscardó, muchas gracias por leer mi historia e indicarme dónde tengo que mejorar, es verdad, alguno de los diálogos son muy largos y casi parece un monólogo(^_^). Bueno, ahora voy yo a comentar el tuyo.
Me gusta como has cerrado la historia, a mí me resulta muy difícil decir algo escueto que sirva de fin para todo un relato, tú lo has hecho, y muy bien, además, dándole un giro a la historia en el último momento.
Además, la historia está relatada como si fuese un cuaderno de Bitácora y eso le da un punto muy interesante a la narración.
Lo que sí creo que deberías tener en cuenta son los párrafos, en el primero cuentas diversas cosas y no las separas: quiénes estaban en Marte con el protagonista, cómo desde pequeño ya tenía claro que quería viajar hasta allá, y cómo, finalmente, lo había conseguido presentándose voluntario. Igual contar eso en distintos párrafos le hubiese dado más fluidez a la lectura.
Por otro lado, me gustaría saber cómo logro el protagonista ser aceptado para ese viaje, todos los demás tienen unas facultades concretas que les capacitan para estar ahí, pero del protagonista sólo sé que es una persona que le gusta la poesía. No sé si es astronauta, o si se preparó de forma intensiva para la expedición.
Pues nada, espero volver a leerte, saludos y a seguir creando.
Maca.
M.L. Plaza. Te agradezco mucho tus correcciones.No me había dado cuenta del cambio de narrador. Igual que no poner “de”, y lo demás. Se nota que te has tomado interés. Gracias. Felices Fiestas.
Maca gracias por tus sugerencias, las tendré en cuenta. Al protagonista lo aceptaron por ser poeta. Luego los prepararon para la aventura. Nos leeremos. Felices Fiestas.
Hola Lapdog. No he leído la novela ni visto la película de Marte.Solo soy una aprendiz de escritora, pero una entusiasta del planeta rojo. Podría ponerle ese título,sin embargo prefiero seguir llamándole “Marte”. De todas formas gracias por tus sugerencias.
Hola Amparo:
Gracias por leer mi trabajo, siempre sirven las apreciaciones positivas y las negativas.
Me gusta tu trabajo, la ciencia ficcion me ayuda a imaginar vidas imposibles. Avanza bien con ritmo pero el uso del pasado y presente, aunque supongo intencionado, me ha hecho tener que leer algunos párrafos dos veces.
El final de tu trabajo me ha confundido un poco ya que de la lectura interpretó que quien cuenta la historia es el poeta que se queda mirando como sus compañeros avanzan escaleras abajo y como llegan al lado de los extraterrestres y cuando preguntan por el poeta da un paso y se sitúa a su lado cuando se supone que se ha quedado arriba. Quizá no he sabido leer lo.
En general bien escrito quizá un final más contundente si el relato ha terminado salvo que lo hayas querido dejar abierto para continuar la historia.
Buen trabajo amparo seguiremos practicando y mejorando y por supuesto leyéndonos.
Hola Amparo:
Estoy aquí de nuevo para decirte que tu relato me ha parecido entretenido.
La ciencia ficción no es un género que me apasione, pero tu historia me ha parecido coherente y probablemente dentro de unos años estos viajes puedan ser realizados.
Lo que más me ha gustado ha sido el final. Has lanzado un mensaje denuncia de cómo nos comportamos los humanos en cualquier parte del universo.
Te comento algunas cosas que he visto un poco raras.
“Mi espíritu infantil me hace preguntarme. ¿Encontraremos marcianos?”
Creo que quedaría mejor así: “Mi espíritu infantil me hace pensar: ¿Encontraremos marcianos?”
─¿Veis, lo que os decía? Hay una escalera.
A continuación hay un cambio de narrador que suena extraño. Debería ser:
“Los dos lo confirmaron con un movimiento de cabeza, y todos comenzamos el descenso. Llegado a un punto, nuestros detectores de atmósfera nos indicaron que el aire que nos rodeaba era respirable, y nos quitamos los trajes. Más ligeros, continuamos bajando; al llegar al final, nuestros ojos se agrandaron al contemplar millares de cúpulas iluminadas. Pronto nos vimos rodeados de unos seres parecidos a nosotros que sin mediar palabra, nos condujeron hasta allí, a la presencia del que parecía ser la máxima autoridad.
─¿Quién es el poeta? ─preguntó este.
Yo me adelanté.
─Tú, puedes quedarte. —sentenció— Los demás, “volved” (Imperativo) a la Tierra. Vuestros antepasados, ya destruyeron una vez este planeta, y no queremos que vuelva a suceder.
Te deseo unas felices fiestas de Navidad y un estupendo Año Nuevo.
Gracias Vespasiano por tus correcciones, siempre son útiles. Lo del verbo te diré, que cuando lo escribí, me dije:”lo consultaré luego”, porque me sonaba mal, y se me olvidó. Lo del cambió de narrador es garrafal, y no me dí cuenta. Gracias por hacérmelo ver. Aprovecho para desearte unas Felices Fietas. Nos seguiremos leyendo en el Año Nuevo.
Vespasiano, gracias por tus correcciones. No me dí cuenta del cambio de narrador hasta que me lo habéis indicado. Tendré más cuidado de ahora en adelante.Lo del verbo.Te diré que cuando lo escribí, me dije:”lo consultaré luego”, pero se me olvidó. Siempre vienen bien las criticas positivas. Aprovecho para desearte unas Felices Fiestas. Nos seguiremos leyendo el año que viene.