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EL MISTERIO DE LOS BALSEROS. - por Tarquino

EL MISTERIO DE LOS BALSEROS.
Lo que a continuación cuento sucedió, es real, y, es lo que hace que sea por lo menos extraño.
Fue cuando viajamos al sur, muy al sur de américa. Me acompañaba un grupo de científicos, para estudiar en la pequeña isla, dentro de un enorme rio, la flora, la fauna, la topografía, ciertas características de las rocas y sedimentos volcánicos. Las preguntas científicas tuvieron respuesta, otras no.
Llegar al lugar elegido no fue fácil. Desde una ciudad del interior del país, partimos por caminos relativamente transitables, hasta el pueblo más cercano a nuestro destino final. Desde este, solo con camionetas o camiones 4 x 4 hasta un embarcadero donde por intermedio de una balsa maniobrada por maromas, se cruza a la isla. Debido a las condiciones climáticas, esta travesía solo es posible cinco meses al año.
El lugar, al pie de las montañas es extremadamente húmedo. Llueve casi todo el año, lo que hace que la vegetación sea por momentos abrumadora.
Todo el trayecto se hace bordeando el rio, de un lado la montaña, del otro, el majestuoso, cambiante y sinuoso rio.
Helechos gigantes creciendo en la copa de los árboles, flores de una belleza imposible. Cada recodo del camino ofrece un paisaje distinto, hilos de agua o pequeñas cascadas, plantas, flores, arboles como no vi en ninguna parte del mundo. Y permanente, al costado nuestro, por momentos visible, la mayoría de las veces oculto, pero siempre presente, con su sonoro torrente, el rio. Lamento no ser poeta para poder describir adecuadamente la belleza del lugar. Recuerdo que pensé en su momento: Si el paraíso existe, debe ser parecido a este territorio.
Luego de tres horas de marcha, sin encontrar ningún ser humano, llegamos al embarcadero, para cruzar a la isla, donde emplazaríamos nuestro campamento de estudio.
El cruce se hace por medio de una balsa, enganchada a unos cables de acero o maromas, que cruzan de lado a lado el rio, y utilizando la misma fuerza de la corriente la embarcación, llevando nuestras dos camionetas, en 20 o 30 minutos atraviesa el rio.
Para esta maniobra, hacen falta dos hombres. Sabíamos que el gobierno provee del personal para esto, por lo que cuando llegamos, descubrimos al costado del muelle una pequeña casilla de madera. Tres o cuatro perros nos saludaron antes que saliera el operario, uno solo. Nos pidió que esperáramos a que buscara a su compañero para la maniobra.
Se marchó por entre la espesura y unos minutos más tarde apareció con su compañero. Ya en el medio del rio, comprobamos que existían dos casillas, separadas unos cien metros una de otra. ¿Por qué dos?
No pudimos contener la curiosidad y preguntando, con mucha dificultad, pues eran muy parcos, silenciosos hasta la exasperación, nos enteremos que el gobierno les proveía de un vehículo para ir y volver diariamente a su hogar, y que les proporcionaba una casilla en el lugar, para guarnecerse de las lluvias o el frio mientras esperan los posibles viajeros. Debían prestar servicio durante seis horas. También nos comentaron que vivían en la misma cuadra del pequeño pueblo, cada uno con su familia.
Por lo tanto, los dos hombres, todos los días, viajaban en un mismo vehículo, tres horas para venir, y tres horas para volver, luego por seis horas debían estar disponibles para cruzar a quien se aventuraba por estos lugares, ellos mismo nos cementaron que esa temporada por el momento éramos los únicos, y que la temporada anterior solo una pareja cruzo.
Puede parecer trivial, a lo mejor lo es, pero uno de los dos, o juntos, de común acuerdo, decidieron que no podían estar ambos, en un mismo lugar, a menos que fuese por obligación. Si bien las mismas casillas, eran bastantes precarias, cada una, como mínimo, tendría techo, paredes, piso, una estufa alimentada a leña, algún mueble. Los dos, compartiendo, tal vez la última tarea no obligada, construyeron por lo menos una.
Luego prefirieron estar la mayor parte del día solos, sin nada qué hacer, nadie con quien compartir un mate, un juego de naipes o un comentario, ¡aunque más no sea una discusión!
¿Qué paso entre estos dos hombres? ¿Qué suceso, traición u ofensa, los separo? La mayor parte del día están solos, cada uno en una casilla distinta, días semanas y hasta meses, en dos casas separadas 100 metros.
Lo que sucedió, para ellos, fue lo suficientemente grave, que decidieron que la soledad, era la mejor compañía.

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4 comentarios

  1. 1. Otilia dice:

    Hola Tarquino,
    Soy tu vecina del 47, al leer tu relato he visualizado el hermoso paisaje, aunque el orden de sujeto, verbo,…, en algunas frases ha restado fluidez.
    En relatos cortos hay que economizar palabras y explicas el cruce del río con las maromas dos veces.
    En cuanto a la forma, América con mayúscula, faltan algunas tildes, los pensamientos se escriben entre comillas.
    Me suena mejor: “a nuestro costado”
    “por medio de una balsa”
    Tarquino, solo es mi opinión. Seguimos escribiendo.
    Saludos.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 13:23
  2. 2. Vagabundo DeMente dice:

    Me gusta la ambientación, siempre es un placer viajar con la imaginación a lugares remotos que uno no espera conocer frente a frente. Me pareció que el flujo se rompía en algunos lados, por ejemplo donde se habla de la vegetación “por momentos abrumadora”, hay un corto párrafo sobre el río para luego pasar a hablar nuevamente de la vegetación. Me pareció que hay comas en algunos sitios donde no debería haberlas (“la soledad era la mejor compañía” va bien sin coma de por medio, por ejemplo).

    También encuentro que la ortografía se descuidó un poco más de lo debido. Aparte de las tildes (que ya mencionaron antes que yo), encuentro ‘nos enteremos’, ‘guarnecerse’ (asumo que la intención era decir ‘guarecerse’), ‘cementaron’ en vez de comentaron (palabra que se usó dos veces en corto tiempo, bien escrita la primera, no así la segunda), por mencionar ejemplos.

    Más allá de esto, me parece que el contexto del relato termina siendo notablemente ambiguo. “El misterio de los balseros” no recibe atención alguna sino hasta el final, limitándose el resto del escrito a ocuparse del viaje y de lo que el narrador ve y siente. Por ejemplo, el detalle de que la travesía sólo puede hacerse cinco meses al año me parece totalmente superfluo, no veo que tenga relación alguna con la incógnita que rodea a los balseros. Eso hace que, llegados al tema central (según lo presenta el título, nos encontremos con que tiene muy poca fuerza. “Puede parecer trivial, a lo mejor lo es”, dice el mismo protagonista, lo cual enterró aún más en mi cabeza la impresión de que el mencionado misterio no valía la pena.

    La idea tiene potencial, y mucho; el escenario, exótico (sobre todo para gente que en la vida ha visto lugares así). El relato como tal resultó una lectura disfrutable.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 20:53
  3. 3. MT Andrade dice:

    Hola Tarquino
    La parte más extensa y más atractiva tiene que ver con el recorrido y el cruce en balsa.
    En algún momento mencionas que se trata del sur de América, un lugar frio que contrasta con una vegetación “imposible” en un sitio lluvioso.
    He tenido oportunidad de cruzar anchos ríos en balsa, aunque no tan al sur y cuando no hay energía eléctrica para un motor se tira con caballo.
    Esto no cambia que deban, de todos modos, haber dos personas. Por cuestiones de seguridad.
    Me parece bien y hasta es obligatorio que los hombres estén enemistados. Es un buen relato.
    Saludos

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 00:24
  4. 4. José Torma dice:

    Que tal Tarquino.
    Creo que tenemos aquí una larga introducción a algo que nunca llego. El misterio de los balseros se quedará en eso, ya que no nos das ni una pista, creo que en su momento, tampoco lo sabias ya que lo terminaste con muchas preguntas y nada de respuestas.
    El texto esta sobre adjetivado, a mí me ralentiza la lectura leer que algo es “majestuoso, cambiante y sinuoso”. A mi ver, cuando se abusa de los adjetivos empieza a sonar rimbombante, poético.
    No remachare en otros asuntos porque Vagabundo ya te dio una lectura muy similar a la que yo hice o te hubiera puesto.
    Desde la frase de entrada tuve problemas, te estoy proponiendo dos sugerencias, que a mí en lo particular me hubieran funcionado mejor.
    “Lo que a continuación cuento sucedió, es real, y, es lo que hace que sea por lo menos extraño.”
    “Lo que a continuación cuento, sucedió, es real y, lo cual hace que sea raro”
    “Lo que cuento a continuación, sucedió: es real y, es lo que hace que sea, por lo menos, extraño”
    Un gusto leerte y te felicito por participar.
    Saludos.
    José

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 18:30

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