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Deseo profundo - por Claudia E.

Web: http://sentimientoyjuegoliteratura.blogspot.pe/

Por alguna razón dos mujeres no lograban recordar cómo terminaron en una solitaria región montañosa. Caminaban en silencio y durante algunos segundos se miraban la una a la otra con disimulo. A medida que avanzaban, tanto las montañas como los árboles se veían mucho más altos.

"¿A dónde ir? ¿De dónde venimos?, ¿Quién es ella? ¿Quién soy?". Esto pensaba la más joven mientras volteaba hacia todos los lados.

– ¿No te parece raro que podamos hablar?, carecemos de recuerdos, pero no hemos olvidado cómo articular palabras.

– Sí, es verdad, pero no sé si nos vaya a ayudar a salir de aquí.

– Nos ayudará a no sentirnos tan abrumadas por este silencio y eso que la soledad no me desagrada.

– A mi tampoco. "Qué raro tener algo en común con esta mujer … somos tan disparejas"

– Esto es lo único que conocemos y deseamos salir de este lugar. No sé porqué amo esta paradoja. – dijo esto y comenzó a caminar con más prisa. La chica mientras seguía a su acompañante la observaba, sentía que sus palabras eran muy pobres para describir la impresión que le producía esa mujer, su mirada era lo que llamaba su atención, sus ojos parecían revelar que ella era mucho más de lo que aparentaba.

En un trozo de tierra había una carpa hecha jirones, al igual que dos bolsas de dormir y restos de comida. Era lo único que había quedado de aquel campamento. Las dos caminantes se acercaron corriendo apenas vieron todo ello, comenzaron a revisar lo que había ahí, llevándose consigo cuatro botellas de agua que quedaron intactas y unos trozos de salchicha los cuales comieron con prisa, todo lo demás había quedado inutilizado.

El día iba concluyendo y en el cielo se comenzaba a ver la luna. El silencio gobernaba, apenas duró unos segundos para ser desplazado por el viento que corría moviendo las hojas de los árboles, luego, pisadas, más y más fuertes, se trataba de una jauría de lobos hembra, las dos caminantes debieron detenerse con rapidez y por instinto permanecieron muy quietas. Las lobas las rodeaban con miradas amenazantes y se colocaron en posición de ataque.

– Miren hermanas lo que tenemos aquí, carne fresca.

Todas aullaron con frenesí. Llegó la noche absoluta.

La líder de la manada comenzó a caminar con lentitud alrededor de cada mujer, con su hocico rozó las piernas de cada una. Ambas observaban disimuladamente a la loba. ¿Acaso ese sería su fin? Morir con los miembros destruídos en medio de la oscuridad, sin respuestas, tan sólo la existencia.

– Responde montaña, revela tus designios, líbranos del olvido – la mujer había hablado con voz profunda y una nueva emoción estremeció a la muchacha.

– ¿Cómo sabes de la existencia de nuestro poeta más famoso? – interrogó la loba.

– ¿Y tu sabes quién es en realidad, mi estimada fiera? – observó fijamente a la líder de la manada.

La loba al verla a los ojos retrocedió, lo mismo ocurrió con las demás y con lentitud se marcharon.

– ¿Quién eres tu?

La mujer dio la vuelta y en forma pausada se acercó a la chica, quedando a pocos centímetros de distancia, mirándola a los ojos tomó sus dos manos.

– Estos, son mis dominios, nada ni nadie te dañará durante nuestro trayecto.

Vi como una grieta comenzó a aparecer en la tierra mientras las dos mujeres partían tomadas de la mano, la línea se hizo más larga y formó otras, todo el paisaje se repletó de finos trazos que anunciaban un derrumbe. El mundo iba a caerse en pedazos. Y en ese momento alguien mencionó mi nombre.

– ¿Por qué no vas con los chicos al jardín? ¿Qué haces aquí tan sola?

No tuve otro remedio que hacer caso a la anfitriona e ir afuera. Había como veinte hombres y mujeres recién en la treintena. Todos reían estruendosamente. Sentí una opresión en el pecho, me costaba mantener la mirada fuera del suelo. Algunos freían en una parrilla hot dogs, chorizos y hamburguesas, otros bebían cerveza. Todos hablaban. ¿Cómo lo hacían?. El tiempo parecía detenerse, cautiva de una tarde eterna. No sabía qué hacer. Yo no quería estar ahí. Extrañaba la contemplación de la pintura con las dos mujeres y los lobos . Se me ocurrió cavar un hoyo en la tierra y desde ahí realizar mi escape, prefiero mil veces recorrer las entrañas del mundo subtérraneo que ser atravesada por las miradas de esos hombres y mujeres tan normales.

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5 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Hola Claudia

    Un relato bastante complejo tanto de escribir como de corregir, lleno de misterio y de magia. Y justamente por eso has de mantenerte en todo momento en lo “exoterico”. Me explico: por ejemplo la parte en la que hablas de hot dogs y amburguesas yo lo quitaría y lo sustituiría por algo que aún siendo humano tenga algo especial, no sé, amor carnal? es un ejemplo.

    El lenguaje debería también de mantenerte inmerso en esa áurea fantástica:
    “¿Cómo sabes de la existencia de nuestro poeta más famoso?” ¿cómo es posible que conozcas los versos que venera nuestro mundo?

    Al principio yo le daría más misterio:

    ” Por alguna razón dos mujeres no lograban recordar cómo terminaron en una solitaria región montañosa. Caminaban en silencio y durante algunos segundos se miraban la una a la otra con disimulo. A medida que avanzaban, tanto las montañas como los árboles se veían mucho más altos.”

    Yo lo cambiaría por: ” Por alguna razón extraña no lograban recordar cómo había terminado en esa solitaria región montañosa. Caminaba en silencio al lado de una vieja que me hablaba como si me conociera de toda la vida pero yo no tenía ni la menor idea de quien pudiera ser.

    Espero que mis comentarios te ayuden para mejorarlo. La historia merece que lo hagas.

    Pero deja algún ratito para disfrutar de la magia de la Navidad!

    Ciaociao Paola

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 16:18
  2. 2. C. Belasco dice:

    Un detalle, has usado comillas británicas, “, pero se aconseja usar las españolas «».
    Algunos detalles a corregir:
    Lobos hembra queda muy raro, lobas sería más adecuado. (Luego para no repetir lobas, podías usar animales, bestias o algo similar).
    Esta frase me desconcierta, parece sugerir una concatenación de hechos:
    Todas aullaron con frenesí. Llegó la noche absoluta.
    Que tras aullar las lobas, cayó la noche, pero es un poco confusa, si eso es lo que quieres sugerir, un conector como «con frenesí y llegó la noche…» quedaría más claro. Si no hay ninguna relación entre ambos hechos, queda un poco desconcertante que vayan seguidas, sobre todo porque después continúas con las lobas y lo de la noche queda aislado.
    Hay alguna tilde mal puesta pero quitando eso, no veo fallos importantes.
    Un relato muy original aunque algo confuso, pero logra ser evocador y el aura que crea es muy interesante. Me ha gustado que se produzca ese giro, aunque parece casi más el comienzo de una historia más larga que un relato cerrado.
    Me ha encantado que tu historia toca el tema de seres híbridos humano-animal, igual que mi propio relato. Curiosa coincidencia. xD
    Enhorabuena por tu relato. 🙂

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 00:37
  3. 3. Ane dice:

    Hola Claudia,

    Tu escrito presenta una historia fantástica que si bien en la primera lectura me ha creado confusión, ya en una segunda, leída con detenimiento he logrado captar su sentido.

    A modo de simples sugerencias donde dices “esto pensaba la más joven….” directamente hubiera dicho “pensaba la más joven….” O cuando dices “morir con los miembros destruidos” más bien utilizaría la palabra “arrancados” u otra similar.

    Por lo demás opino igual que los comentarios de arriba, un relato complejo, pero no por ello menos interesante.

    Saludos.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 17:24
  4. Hola Claudia E.

    Soy tu compañero del 122 que paso a dejar mi comentario.

    Me gustó mucho el relato, su aura fantástica y el desarrollo del mismo. En cuanto a lo técnico, no tengo demasiados conocimientos como para agregar algo útil a lo que ya te han señalado.

    Mis últimas palabras son para animarte a seguir escribiendo. Percibo el don en tus líneas.

    Saludos.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 23:04
  5. 5. K. Marce dice:

    Saludos Claudia:

    Antes que nada, muchas gracias por la lectura y tu extenso comentario en el mío, disculpame por venir tan tarde, pero prefiero tener tiempo y no hacerlo a las carreras.

    Puedo decir que me gusta tu prosa, pero la construcción de una idea tras otra, al inicio me parecio confuso. Tuve que releer para darme cuenta como iba el asunto, o mejor dicho, comprender un poco a cómo tú lo veías en tu mente.
    Me ha gustado ese aire fantástico del relato; me gusta mucho combinar lo “normal” con algo novedoso, como el hecho que las lobas hablaran, me encantó ese detalle.

    La historia tiene esa confusión, analizandola a detalle, por las propias lagunas de la historia. No sabemos que pasó y porque aquellas mujeres andan en apariencia perdidas. No sabemos porque existe un campamento en ruinas, y porqué la mujer-naturaleza decide cuidar de la joven. Y ese abrupto regreso al campamento. No hay nada de malo en dejar preguntas en el lector, pero no acumular demasiadas es lo aconsejable. Sobre todo en un texto tan corto como el que se nos obliga a escribir. Siempre pienso las maravillas que tendriamos si no tuvieramos limitantes; pero para eso es el taller, aprender a condensar.

    Así que no tengo ninguna queja en cuanto al contenido, que me parece una idea muy buena de mezclar la real y lo fantástico. Adicional que el texto da para una versión extendida, ¿Volverá la joven a ese mágico bosque? o Si todo lo acontecido su producto de su imaginación al quedar embelezada en una pintura…

    Sobre la forma, he encontrado algunos detallitos que he visto que no te han mencionado, así que me tomo la libertad de hacerlo para las mejoras. Estos son sólo formas técnicas y formales que nos pide la RAE, así que son reglas que se aprenden.
    *Se te coló una coma en la sucesión de preguntas. Cuando las separamos con comas, se deberá iniciar con minúscula; si no punteamos (por que el ? hace de punto), irán en mayúsculas. Así que elimina esa coma.
    *La raya (guión) debe ir pegada a la primera letra del texto. Una vez me dijeron que eso es a discresión del autor, pero en autopublicaciones lo encuentras, no así en editoriales impresas. La normativa es que va de esta manera:
    —¿Quieres dar un paseo? —dijo al ponerse de pie—. El clima está agradable afuera.
    Sea letra o símbolo debe ir pegado a la raya. Las acotaciones narrativas va pegada la primera y última letra de la frase.

    En cuanto a puntuación, hay algunas frases que era mejor separar: Por ejemplo, en la acción de diálogo de «—Esto es lo único que conocemos…», después de la acotación narrativa, es preferible darle punto y aparte. Ya que desde: «La chica seguía a su acompañante…», ha dejado de ser acotación y es únicamente narración.

    Como puedes ver, son detallitos que pueden pasar hasta desapercibidos, pero al corregirlos, enriqueces el texto.
    Ha sido un placer leer tu texto, tiene un crisol de ideas e imagenes muy buenas, y puede dar a más con mayor espacio. Yo sigo aprendiendo, porque únicamente para el taller escribo textos tan escasos, mi escritura natural es explayarme a mis anchas y hacer textos infinitos, y es quizá por ello que a veces, se sienten cortados o que les falta “más” mostrar y menos contar. Pero cuando la mente te da una idea amplia es díficil meterla en una cajilla de fosforos sin que se note. 😛

    Por lo demás, sólo me resta desearte un hermoso fin de año y que el próximo sea placentero y productivo en cuanto a letras. ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 14:51

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