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VACACIONES CASI PERFECTAS. - por Cesar Henen
—Llegaban los días de vacaciones —Observa a todos los presentes como buscando su compasión—, momento en que los planearía con mi familia. Este año, decidimos cambiar nuestro destino. Le propuse a mi esposa e hijos irnos de campamento. A ellos les encanto la idea; a mi esposa mucho más, ya que ella y yo guardábamos gratos recuerdos de nuestra juventud, allí nos conocimos y enamoramos. Quince años o más teníamos de no acampar; ya nos hacía falta disfrutar de esos mágicos momentos; nadando en el lago o charlando y riendo frente a la fogata por las noches. Yo me sentía un poeta en aquellos tiempos, la naturaleza me inspiraba para escribir versos para Liliana.
Había llegado el día tan esperado, teníamos todo preparado y listo para salir muy temprano de casa y evitar en todo lo posible el tráfico. Horas más tarde llegamos al lugar; armamos las tiendas de campaña, preparamos algo para comer y luego decidimos dar una caminata por el bosque. Caminamos sin un rumbo fijo; sin prestar atención al tiempo; tanto así que nos había caído la noche y no llevábamos con nosotros las linternas, ni las sogas, el equipo lo habíamos olvidado en las tiendas de acampar. Con la extrema precaución íbamos a tientas para no caer. Yo iba a delante de ellos para guiarles el camino; no me había percatado que caminábamos cerca de un barranco; mis hijos por ir de la mano de mi esposa, resbalaron junto con ella, quedando colgados, intente ayudarlos, ¡Juro señor juez que lo intente!; pero no pude, entre los tres el peso aumentaba, quise subirlos, resbalaron de mis manos. Solo los vi caer al vacío.
El fiscal se pasea por la sala, con su bolígrafo en mano, tamborileándolo junto a su boca, escuchando atentamente el relato de los hechos del señor Gonzales. Se para frente al acusado.
—Díganos, señor Gonzales ¿Cómo va su tratamiento contra su adicción al alcohol?
— ¡Protesto señor juez! Esa pregunta es irrelevante para el caso. —interrumpió el abogado defensor poniendo se dé pie.
—Al lugar.
—Quiero recordar le al abogado defensor que su cliente tiene antecedentes de alcoholismo y que estuvo en diferentes centros de rehabilitación.
—Responda a esa pregunta señor Gonzales. —dice el Juez.
—Bueno… Yo… Si, es verdad, tomaba mucho y eso me trajo problemas con mi familia; pero ya tengo mucho que no tomo ni una gota de alcohol.
—Señor juez, debo recordar le al inculpado que está bajo protesta de decir verdad y está mintiendo.
— ¡Protesto señor juez! La fiscalía quiere inculpar a mi cliente basándose en una adicción que ya superó.
—No estoy acusando a su cliente sin fundamento. Tengo las pruebas de que el señor Gonzales no estaba cien por ciento curado de su adicción. Permiso para acercarnos señor juez.
—Permiso concedido, acérquense ambos.
—Observe estas las fotografías del vehículo siniestrado, lo encontraron en la carretera; con la esposa e hijos adentro, esto sin mencionar que se encontraron latas vacías de cerveza del lado del piloto. A al señor Gonzales lo encontraron un kilómetro adelante.
— ¿Qué tiene que decir ante eso, señor Gonzales? —Pregunta el juez.
—No recuerdo nada de eso señor juez.
— ¿Está usted diciendo que perdió la memoria? —pregunta el fiscal.
—Si… No, no sé. Solo no lo recuerdo así.
—Señor juez, mi cliente sufrió un golpe muy fuerte en la cabeza debido al impacto, claro que no recuerda nada.
—Todas las pruebas lo acusan del accidente. No más preguntas, la fiscalía descansa.
—Señor juez, permita me hablar ante el jurado. —El abogado defensor pide la palabra.
— Permiso concedido.
— Antes de que emitan su veredicto permitan me decirles…
—Espere abogado —Interrumpe el señor Gonzales—, no diga nada. Debo aceptar mi culpa. De que me sirve ahora vivir en libertad si ya no tengo a mi esposa e hijos conmigo; ya no tengo más nada que perder. Sinceramente lamento el daño que les causo a mis padres y a mis suegros, pido que me perdonen, el vicio me llevo a perder lo que más amaba, todo se me escapo de las manos.
— ¿Cómo se declara? —Pregunta el Juez.
— ¡Culpable!
—Habiéndose declarado culpable y las pruebas así lo señalan, se le sentencia a cincuenta años de prisión, sin derecho a fianza, por el homicidio culposo de la señora Liliana Rosales Sotomayor y de los jóvenes, Esteban Gonzales Rosales y Juan Gonzales Rosales. —El juez hace sonar su martillo.
El inculpado es puesto de pie, esposado y retirado de la sala ante toda la audiencia.
Hola Cesar: Felices fiestas.
Me gusto el relato,sobre todo el giro del final, con esa declaración de culpa,
Te seguire leyendo
JAJAJAJAJAAJJ me he reído muchísimo. El humor negro me encanta. ha conseguido sorprenderme el giro que toman los acontecimientos. El Sr. Gonzales me pareceunpersonajemuy bien construido.
Trataría de mejorar el uso de las palabras: “Yo iba a delante de ellos”, ” ya tengo mucho que no tomo”,”recordar le”, “esposa e hijos adentro”.
En general me ha encantado y sorprendido la historia.
Un saludo.
Climent, felices fiestas. Te agradezco la visita y el comentario, pronto pasare por el tuyo.
Aussi, no era mi intención hacer humor negro; pero agradezco tu comentario y que te haya gustado.
Pasare por el tuyo en cuanto pueda, felices fiestas.
Hola Cesar:
Te devuelvo la visita que has realizado a mi relato.
Me ha parecido un relato entretenido aunque el final me ha resultado predecible.
En cuanto a la gramática veo varios errores; “recordar le al abogado defensor” recordarle sería lo correcto, “permita me hablar ante el jurado” permitame es la forma idónea. No iría separado sería una sola palabra en ambos casos.
En general un gran relato que muestra las nefastas consecuencias de cualquier adicción.
Sigue así.
Un saludo
Hola Cesar
Gracias por leer mi guion
Quiero hacer una crítica constructiva de tu relato. Por un lado, hay que repasar la gramática y la ortografía. Por ejemplo:
A ellos les encanto la idea ———- encantó
¡Juro señor juez que lo intente! ——- ¡Juro, señor juez, que lo intenté!
palabra juez unas veces con Juez y otras con juez.
poniendo se dé pie. ——— poniéndose de pie.
al lugar ———— ha lugar (en los juicios se dice eso, “ha lugar”)
Si, es verdad ——- Sí, es verdad (aquí hay una forma del verbo ser)
Narras una sucesión de cosas pero hay poco conflicto, por eso no hay emoción. Parece más una exposición o una anécdota, una descripción de las cosas que suceden, o pueden suceder, en un juicio cualquiera.
Tampoco se trata de ser perfectos, que ninguna narración, ninguna novela, ningún cuento lo es de verdad, pero hay que darle al lector algo o alguien por quien preocuparse. Planteamiento, conflicto, y desenlace que resuelve el conflicto.
Ánimo, que a escribir se aprende escribiendo, y tú vas por el buen camino.
Un saludo
Marikiya, Jose Luis agradezco sus comentarios.
Reitero mis saludos y mis mejores deseos para ambos.
Buenas noches Cesar
Gracias por tus comentarios a mi relato, la próxima vez revisaré mejor lapuntuación.
En cuanto a tu escena, el tema me ha parecido muy interesante, pero me quedé con la duda de si todos los hechos constituían al acto judicial, o si la primera parte eran recuerdos personales, anteriores a lo que sucede en el juzgado.
En relación a la escritura encontré algunos faltas gramaticales, que se engloban en dos temas a revisar:
1) Tilde diacrítica.- Determina los casos en que palabras como dé, sí, tú, él, entre otras, llevan tilde o no.
2) Pronombres enclíticos y preclíticos.- Determina cuándo se los usa y que se escriben unidos al verbo, como: poniéndose -se-, recordarle -le-,
Creo que faltó revisión, porque existe una oración a la cual le falta o le sobra algo dice: Observe estas las fotografías…
En todo caso el tema me pareció muy bueno.
!Feliz Navidad y Año Nuevo!
Hola Cecilia,antes que nada agradecerte la visita y tus apreciaciones.
En cuanto a tu duda, el personaje principal narra los hechos, solo que los narra de forma diferente a como sucedieron.
Feliz navidad y prosperó año nuevo para ti y los tuyos.