Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El último campamento - por Campanula

Web: http://lavieenrose-clau.blogspot.com.co/

Mientras hacía la fila Juan pensaba que el mundo no era el mismo lugar en el que había nacido. Cuando era pequeño, los campamentos se hacían en lugares abiertos al aire libre donde había bastante vegetación y podías observar las estrellas, hacías fogatas, calentabas un par de masmelos y cantabas un par de canciones. Aunque lo cierto, es que en el baúl de los recuerdos de Juan ir de campamento no estaba presente, pues sus padres nunca se habían interesado en llevarlo y al crecer él tampoco había hecho un esfuerzo superior para emprender aquella tarea… al menos no hasta aquel día.

Ahora ir de campamento era una imperiosa necesidad. Los “avances” mundiales habían llevado el planeta hacia el punto de partida de una corta carrera que acababa en la más infinita nada, así que los científicos en un desesperado último intento de mantener con vida a la humanidad habían diseñado rutas de escape las cuales dependían de dos factores, los campamentos lunares y las arcas del destino las cuales estaban diseñadas para navegar el universo en busca de un nuevo hogar.

Los campamentos eran básicamente bases de adaptación a un ambiente diferente a la tierra, debías pasar un par de días allí y luego embarcarte en una de las arcas del destino la cual te llevaría a un nuevo hogar, o al menos te mantendría vivo mientras encontraban uno.

Lograr un cupo en un campamento lunar no era nada fácil, nadie sabía a ciencia cierta cuando sería el fin del mundo por lo que la mayoría estaban desesperados por huir, aun así Juan había logrado un cupo en el próximo vuelo lunar gracias a que había participado en la construcción de algunas arcas, lo que de cierta forma le había asegurado sobrevivir al cataclismo mundial.

Y allí estaba, volando hacia el primer campamento de su vida; uno donde no habrían árboles, donde la fogata no sería posible y donde las estrellas probablemente no se verían igual, un campamento que en nada se parecía a sus recuerdos inventados y que nunca más podría parecerse; certeza que había tenido al observar por la pequeña ventanilla como el planeta tierra había llegado a su inminente fin convirtiéndose en pequeños fragmentos de lo que alguna vez fue.

Juan sería uno de los últimos sobrevivientes en llegar al campamento lunar, el último campamento desde donde solo habrían fragmentos de tierra para observar, donde ya no habría verde y donde nadie cantaría canciones, uno que como diría cualquier poeta, era hermosamente triste.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Servio Flores dice:

    Campanula, su relato me gusta. La triste historia del fin de nuestro planeta, con un personaje que jamas fue de campamento y cuando lo hace es en circunstancias deplorables, huyendo del cataclismo.
    Es una historia triste e incierta.
    Su escrito hace que uno se identifique con el personaje, que uno se cuestione.
    Saludos.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 12:19
  2. 2. Gastón Paredes dice:

    Hola Campanula, cómo te va?

    Me argada la idea que tienes, siempre es atrevido pensar qué será del futuro.

    De no ser por algunas oraciones que quedan algo largas, me parece que la técnica queda okay.

    Se me ocurre que para dar mayor suspenso y toque oscuro a la historia, podrías abrir con el penúltimo párrafo, desglozando la información del segundo a lo largo de todo el relato, en lugar de soltarlo tan al principio.

    Saludos, felices fiestas!, sigue adelante

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 17:25
  3. 3. Oliveira dice:

    ¡Hola Campanula!

    A modo de resumen general, te diré que ha gustado la comparación que haces entre la acepción de campamento que tenemos ahora y la que podríamos tener el futuro. Es una idea original e intersante. Sin embargo, te enumero ahora una serie de consejos que a lo mejor te ayudan a sacar mejor partido a la idea:

    – A veces utilizas frases demasiado largas. El quinto párrafo, por ejemplo, sólo presenta un único punto. A mi gusto, podrías haber separado las frases en oraciones independientes manteniendo el mismo significado, pero aumentando la claridad.

    -Cuando te refieras a la Tierra como planeta, debe ir con mayúscula. En caso de que no, tierra con minúscula se refiere a la arenilla que puedes encontrar en cualquier parque.

    – Utiliza las comas para evitar que el lector se pierda en frases muy largas. Por ejemplo, “Cuando era pequeño, los campamentos se hacían en lugares abiertos al aire libre donde había vetegatción”. Si pones: “lugares abiertos, al aire libre, donde había vegetación”, la frase tiene más pausas y el lector se cansa menos al leerla.

    -Utiliza los dos puntos si vas a usar una enumeración clara. Por ejemplo, “las cuales dependían de dos factores: los campamentos lunares y las arcas del destino”.

    Espero que mis comentarios te sean útiles y darte todos mis ánimos para que sigas escribiendo.

    Si quieres, yo también he participado en el taller con “La vida salvaje” (Posición 57) por si te apetece echarle un vistazo y darme tu opinión.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 13:27
  4. 4. Clau Cruz dice:

    Hola Campanula.

    Interesante aunque trágico tu relato… espero que esa visión sobre el futuro no sea tan cercana, en verdad ¡amo lo verde!

    La propuesta de Gastón, de utilizar el penúltimo párrafo como el principio de tu historia, me parece muy acertada, así lograrías tener el interés de tus lectores de primera instancia.

    Nos seguimos leyendo.

    ¡Felices fiestas!

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 19:48

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.