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Espíritu - por C. Belasco

Web: https://belascoblog.wordpress.com/

Le llamábamos el poeta, aunque jamás le escuché recitar ninguna poesía, ni leerla. O leer cualquier otra cosa en realidad.
Quizá se debía a sus largos silencios, al modo en que las palabras le abandonaban, a trompicones, desganadas, casi robadas de su aliento.
Quizá a su estampa siempre solitaria, fumando en silencio mientras observaba entre los árboles con una curiosa expresión de anhelo, como si añorase algo fuera de su alcance.
O a su manera de mirarte, como si atravesara la carne y el músculo y pudiera indagar en tus más ocultos secretos. Creo que entonces todos creíamos que podía.
Nadie sabía realmente de donde venía ese nombre pero todos lo adoptamos como parte de su naturaleza lejana y extraña.
Aún puedo regresar con claridad a aquel verano, el último que asistí al campamento, un punto fijo en mis recuerdos, debido a él.
En cierto modo le admirábamos tanto como le temíamos, no por nada que realmente hubiera hecho, sino porque parecía capaz, de hacer cualquier cosa.
La memoria de aquella mañana se detiene, caprichosa, en el reflejo de las hojas sobre el cristal de la ventana de nuestra cabaña. Las observaba cuando escuché los primeros gritos.
Creo que salté al suelo descalzo, varios lo hicimos, y corrimos al exterior, directos al origen de los gritos, como solo unos adolescentes como nosotros habrían hecho.
Después de tantos años, quizá la memoria haya magnificado los detalles, quizá se trataba de un ejemplar menos grandioso y mucho menos furioso de lo que mi memoria invoca, aunque sí lo suficiente para que nos congelara el miedo.
Pero, sin duda, el recuerdo del poeta adelantándose, interponiendo su enjuto cuerpo entre el oso y nosotros, no ha sido alterado por los años, aunque quizá sí por todas las largas charlas en la oscuridad de la cabaña donde, después, reescribíamos la naturaleza de nuestro instructor, dándole tintes de leyenda que se sumergían fácilmente en los terrenos de lo mágico y chamánico.
Algunos aseguraban que había mirado al animal como nos miraba a todos, como si poseyera los secretos de toda naturaleza y nos mirara desde muy lejos, desde un lugar que ni las incertidumbres ni el miedo pisaban.
Todos recordábamos, eso sí, como el oso le había mirado a él, con la atención de una criatura que ha hallado un igual.
Ahora sé que un animal salvaje interpreta una mirada fija como un desafío. Entonces sólo entendí que, aun si tal desafío fue lanzado, el animal vio algo en la mirada del poeta que le hizo retirarse.
Se alejó sereno, sin rastro de la ira que le había acompañado antes, y se perdió entre los árboles con un paso tan lento como imponente.
Cuando nuestro monitor nos miró, todos vimos las huellas de lágrimas caer por sus mejillas y todos fingimos no hacerlo.
Ninguno se sorprendió cuando, tres días después, amanecimos con la noticia.
Desde aquel encuentro, sus silencios se habían expandido hasta devorar todas sus palabras, y su mirada parecía prendida en lo más profundo del bosque. Apenas nos percibía, en cierto modo ya no estaba con nosotros, su espíritu quizá perdido entre los árboles, tras los pasos de la bestia.
Su desaparición parecía parte inevitable de su naturaleza elusiva e inquietante, tal y como había surgido de la leyenda, regresaba a ella.
Nunca indagamos sobre su auténtico nombre ni sobre los detalles de su desaparición, preferíamos recordarlo como un ser encantado, no del todo real, un espíritu salvaje que se movía entre mundos y, simplemente, había regresado con los suyos.
Cuando ahora me alcanza el aroma de tabaco en mitad de un bosque, aún me giro a buscarlo, aún espero verle sentado sobre algún tronco caído, con la mirada perdida en alguna realidad inasequible. Aún sigo sintiendo que, el breve tiempo que nos acompañó, rozamos otra realidad, donde aún existen criaturas a medio camino entre el hombre y la bestia. Híbridos de esa otra realidad y la nuestra, que actúan como canales entre ambas, permitiéndonos atisbar en el interior del vientre de la ballena.

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9 comentarios

  1. Hola.

    Me encontré con que ya habías colgado el relato en tu blog antes de que apareciera aquí. Yo, siguiendo las viejas formas del taller, nunca hago eso… Pese a verlo no lo leí hasta ahora. A ver qué me encuentro.

    Noto un poco de exceso de comas (vamos, se ve que me ha tocado leer textos en los que me topo con eso mismo). Ejemplos que yo cambiaría:

    ‘Le llamábamos el poeta, aunque jamás le escuché recitar ninguna poesía ni leerla.’

    ‘Aún puedo regresar con claridad a aquel verano, el último que asistí al campamento, un punto fijo en mis recuerdos debido a él.’

    ‘En cierto modo le admirábamos tanto como le temíamos, no por nada que realmente hubiera hecho sino porque parecía capaz de hacer cualquier cosa.’

    Sigo.

    Bueno, casi mejor que no. ¿Por qué? Pues porque salvo esos pequeños defecto no veo más ‘cosas malas’ que resaltar.

    La historia en sí me ha gustado, llena de una vaguedad buscada y lograda. Buen texto. Mejorable en cuanto a la puntuación, sí, pero que aun así se disfruta.

    Y por ahora ya lo dejo, que voy cinco comentarios en menos de una hora. Mañana haré algún otro, pero con más calma.

    Un saludo.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 00:39
  2. 2. talyuno dice:

    Hola. C. Belasco.
    Debo decir que es la primera vez que participo en el taller. Leyendo el comentario anterior entiendo que tambien tengo este problema de “exceso de comas” y son puntos por mejorar…
    Suerte y muchos exitos…
    Saludos.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:50
  3. 3. Paola dice:

    Hola, C. Velasco

    Un relanto interesante. El prota está bien diseñado y consigues que lo veamos: larguilucho, con el pelo descuidado, fumando apoyado a un árbol del bosque;presente fisicaménte pero con la mente en otro universo.

    En cuanto a la primera parte:
    Está compuesta por 4 párrafos y luego dices lo de que nadie sabía de donde venía ese nombre. Yo lo dejaría en tres, incluyendo con una pincelada nomás lo de sus miradas a la gente :

    “Quizá a su estampa siempre solitaria, fumando en silencio mientras observaba entre los árboles con una curiosa expresión de anhelo, como si añorase algo fuera de su alcance. Y luego estaba esa manera tan extraña de mirarte…”

    Cambiaría lo de nombre por hombre:

    Nadie sabía realmente de donde venía ese hombre pero todos lo adoptamos como parte del grupo.

    En cuanto a parte de “acción” me ha faltado algo de magia que en cambio has sabido dar muy bien al principio. Tiene que haber algo más que nos haga ver el nexo entre el hombre y el oso.

    La parte 3, vuelve a tener toda su magia.

    Resumiendo, en mi humilde opinión tienes que trabajar más la parte de la acción para dejarla a la altura de lo demás.

    Ciaociao Paola

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 18:01
  4. 4. C. Belasco dice:

    Hola Juan F. Valdivia! Ignoraba que hubiera una regla al respecto, la verdad, lo tendré en cuenta en el futuro! 🙂 Lo colgué antes de que saliera publicado (creo que un par de días antes) porque unos amigos querían leer el texto porque les había hablado del cuento mientras lo escribía y querían saber cómo me había quedado.
    Muchas gracias por los consejos, como te había comentado en una ocasión anterior, la puntuación es mi talón de Aquiles, asi que te agradezco mucho las correcciones. Después corregiré el texto en mi blog, para que quede mejor. xD
    ¡Muchas gracias por la crítica! Yo acabo de empezar ahora y no sé si haré tantos comentarios seguidos! Lleva su tiempo pero es muy útil también analizar los textos ajenos, ayuda a que veamos con más claridad qué funciona y qué no. Muchas gracias por pasarte a comentar! :*

    Hola talyuno! Es mi tercera vez, asi que coincidimos en ser novatos! xD
    La puntuación suele ser un mal común. Muchas gracias y te deseo lo mismo! 🙂
    Hola Paola! Me has cambiado el apellido, es Belasco, no Velasco (Es un homenaje a una novela de Richard Matheson y a un film clásico de terror que se inspiró en esta novela. El terror y la ciencia ficción son mis dos géneros favoritos y es mi pequeño homenaje a ellos. xD).
    Muchas gracias por tu análisis! Es genial encontrarse con tanto detalle, ayuda mucho! :*
    Me anima que el protagonista sea fácil de evocar. Gracias por los consejos sobre la estructura.
    Tomo nota del consejo sobre la acción, ha jugado en mi contra tener que desarrollar el texto en sólo 750 palabras. Mi idea es aprovecharlo más adelante para un cuento un poco más largo (por eso lo colgué en mi blog, con idea de modificarlo un poco y extenderme algo más precisamente en la parte que me comentas que ves más endeble. Coincidimos. 🙂
    Muchas gracias por los consejos Paola! Y gracias por pasarte! :*

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 00:21
  5. Hola, soy tu compañero del 122. Como aprendiz que soy, no tengo mucho para agregar de la parte técnica a lo que ya te han marcado. Por eso te voy a dar mi impresión del relato como simple lector.

    Me gusta la atmósfera que generas y cómo lo logras. Leerlo no me resultó tan sencillo, tal vez defina tu estilo como escritor. Por otra parte, la temática del relato me fue atrapando progresivamente a medida que transcurría el mismo.

    En líneas generales me gustó. Un gran abrazo.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 22:52
  6. 6. Claudia E. dice:

    Hola C.Belasco:

    Me gusta el misterio que encierra el personaje del poeta. Y qué coincidencia haber creado en nuestros relatos un encuentro parecido entre un ser humano y un animal ;).

    Y en general el relato me gusta bastante.

    Ahora toca la parte de sugerencias:

    “Le llamábamos el poeta, aunque jamás le escuché recitar ninguna poesía, ni leerla. O leer cualquier otra cosa en realidad”.

    Podría ser: “Le llamábamos el poeta, aunque jamás le oímos recitar poesía alguna”.

    “Quizá se debía a sus largos silencios, al modo en que las palabras le abandonaban, a trompicones, desganadas, casi robadas de su aliento.
    Quizá a su estampa siempre solitaria, fumando en silencio mientras observaba entre los árboles con una curiosa expresión de anhelo, como si añorase algo fuera de su alcance.
    O a su manera de mirarte, como si atravesara la carne y el músculo y pudiera indagar en tus más ocultos secretos. Creo que entonces todos creíamos que podía”.

    Tal vez podría ser:

    “Quizá se debía a sus largos silencios y a su estampa siempre solitaria, fumando en silencio mientras observaba entre los árboles con una curiosa expresión de anhelo. O a su manera de mirar, como si atravesara la carne y el músculo, logrando indagar en los más ocultos secretos. Creo que entonces todos creíamos que podía”.

    “Ninguno se sorprendió cuando, tres días después, amanecimos con la noticia.
    Desde aquel encuentro, sus silencios se habían expandido hasta devorar todas sus palabras, y su mirada parecía prendida en lo más profundo del bosque. Apenas nos percibía, en cierto modo ya no estaba con nosotros, su espíritu quizá perdido entre los árboles, tras los pasos de la bestia.
    Su desaparición parecía parte inevitable de su naturaleza elusiva e inquietante, tal y como había surgido de la leyenda, regresaba a ella”.

    Aquí creo se debería cambiar el orden para que se entienda mejor:

    “Desde aquel encuentro, sus silencios se habían expandido hasta devorar todas sus palabras, y su mirada parecía prendida en lo más profundo del bosque. Apenas nos percibía, en cierto modo ya no estaba con nosotros, su espíritu quizá perdido entre los árboles, tras los pasos de la bestia.

    Ninguno se sorprendió cuando, tres días después, amanecimos con la noticia.

    Su desaparición parecía parte inevitable de su naturaleza elusiva e inquietante, tal y como había surgido de la leyenda, regresaba a ella”

    Como digo, tan sólo son sugerencias que podrían ayudar a que el relato se entienda mejor, ya que es el tema y el desarrollo me parecen muy buenos, y qué mejor que indudablemente se pueda comprender mejor 🙂

    Gracias por tu comentario en mi relato 🙂 tomaré en cuenta lo señalado.

    Un saludo y hasta una próxima lectura.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 01:47
  7. 7. Claudia E. dice:

    Corrijo, en el último párrafo quise decir: “que el tema” NO “es el tema”

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 01:50
  8. 8. talyuno dice:

    Hola C. Belasco
    Luego de mi texto que es el 120, esta el comentario de una persona que se identifica como Carlos. Luego de revisar los nombres de las personas participantes en el taller y no conseguir dicho nombre, asumo que debe ser usted,
    por tal motivo me siento muy agradecido, por visitar mi relato y comentarlo.
    En caso contrario, dejo mis saludos, que tenga unas felices fiestas, y un prospero y creativo año nuevo 2017.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 15:06
  9. 9. K. Marce dice:

    Saludos C:

    Antes que nada, muchas gracias por visitar mi relato y tu gentil comentario. Disculpas por llegar tan tarde al tuyo, pero prefiero tener un tiempo de calidad y no hacerlo a prisas.

    He leído con atención tu relato, me parece muy bueno. Un personaje misterioso y su aparición/desaparición sin respuestas. Ya te han mencionado el tema de las comas, puedo decirte que fue uno de los primeros consejos que yo misma recibí. La verdad es que las uso (usaba) en demasía, y a veces, se perdía lo que tanto trataba de transmitir.
    Te aconsejo que para que evites eso, leas en voz alta, o mucho mejor que lo haga un lector eléctrónico; este no te hace trampa haciendo la pausa como es, y ahí detectas sí vale la pena esa coma en la frase.

    Me gusta mucho tu estilo, puedo decir que es de los tipos de lectura que me gusta. Me agrada las palabras sonoras, las expresiones flóridas y la dimensión de profundidad. Por mi parte, no he sentido pesada la lectura. Me fue fácil leerlo de corrido e ir comprendiendo todo.

    Sin embargo, creo que eres una persona visual (de hecho yo lo soy con la lectura); pero me refiero a tu tipo de personalidad, al contrario mío que soy análitica. Si lees mis comentarios (algo que trato de evitar en mis textos), notarás que uso siempre la instrospección (creo, intuyo, pienso). Y tú haces mucho uso de la “visión”. Tu texto es una completa manifestación de esa inclinación. Y he encontrado un exceso de palabras sobre: ver, mirar, mirada, vimos, miró, etc. Ten en cuenta que cuando escribimos no lo hacemos para nosotros únicamente, sino para personas con otros tipos de personalidades, y es por ello que necesitamos hacer uso de los cinco sentidos. Por ello, te invito a que trates de modificar tu relato haciendo uso de todos los sentidos. No sólo ganarás tú una valiosa experiencia, (poder “vivir” lo que escribes), sino tus lectores.

    Debo decir que nunca te había leído antes, y me alegra mucho que llegaras al mío; porque este mes me he limitado a comentar a quien lo ha hecho, así que conocer tu trabajo ha sido un placer. Te anímo a seguir escribiendo, me agrada tu estilo y sé que con las mejoras (que esto es de aprender todo el tiempo), verás relucir lo que ya en sí mismo es bueno.

    Te deseo un hermoso fin de año y que el 2017, sea de prosperidad literaria para tí. ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 14:17

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