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Ella me eligió - por Liliana del rosso
Web: http://lilianadelrosso.wixsite.com/consultoratic/la-extrana-mujer
Años que se desgranan en meses, en días y en horas. Las mismas horas que se te escurren entre los dedos convertidas en minutos y segundos. Sin que te des cuenta, terminan desapareciendo en la inmensidad del tiempo.
Noviembre, era mi mes. Me había acostumbrado a escribir a hurtadillas, arañando instantes para unas pocas líneas.
Este año dedicaría las vacaciones para dar forma al borrador de mi segundo libro. Tenía mucho material, notas, fotos y miles de anécdotas. Mi familia me apoyaba y hasta me atrevo a decir que les hacía tanta ilusión como a mí.
Una nueva edición de NaNoWriMo, (El Mes Nacional de la Escritura de Novela) un mes de locura, emociones y muchas ideas. Era la primera vez que participaba en algo así, trabajar o mejor aún, colaborar con otros escritores. ¡Escribir cincuenta mil palabras, que gran reto!
¡Maldito campamento! Un mes para escribir un libro, ¿cómo pude creer que era posible? Mis dedos, ágiles y ya casi expertos en el arte de teclear, dibujaron millones de letras. Solo se escuchaba un apagado clic que lentamente fue marcando el ritmo de mi corazón.
Vocablos que se liaron para crear frases que daban forma a mis pensamientos.
Mil, dos mil, y muchas más palabras hasta perfilar una historia.
Recuerdos propios y robados de algún poeta, o de no sé dónde, para engordar los desvelos del protagonista.
Como un navegante sin brújula me movía entre imágenes, sonidos y olores que intentaban encajar, en ocasiones con armonía, pero en otras sin más objetivo que rellenar una página en blanco.
Una carrera sin sentido, montañas de textos, que ni yo era capaz de comprender, estaban asfixiando la magia de escribir. Robando horas al descanso intentando que aquello funcionase.
Una mañana mis personajes, hartos de ir y venir sin ningún rumbo, me plantaron cara, se negaron a seguir sufriendo y me abandonaron, sin más explicación que la de una historia que no me había elegido para que la escribiera.
Frustrado, sin energía abandoné mi proyecto.
Un domingo radiante, típico de noviembre en la zona de costa. Desde la ventana de mi despacho veía la calle llena de personas caminando sin rumbo fijo, cada una con un bagaje, que yo no era capaz de intuir. Cerré el portátil y me decidí a ir en busca de mi familia.
Mi mujer, en el balcón, regaba las plantas, mi hijo jugaba en un rincón, rodeado de juguetes.
—¿Te tomas un descanso? —dijo mi esposa— Ven a sentarte aquí con nosotros, el aire de la mañana te despejará. —Me señaló un sillón de mimbre hacia el que ella se dirigía.
—Sí, claro que sí. Y tú, ¿logras que florezcan los crisantemos?
—Supongo que florecerán cuando sea su momento, yo solo los riego y los mimo un poquito. —se giró y me dio un beso en la mejilla.
Hoy, un mes después del comienzo de esta locura, tengo la certeza que mi segundo libro será el fruto de miles de horas de trabajo, pero sobre todo, del placer de escribir.
Siento que hay una historia, dando vueltas por el universo, buscando un loco soñador que le preste su pluma para cobrar vida.
Hola Liliana, me encantó tu cuento, te “engancha” desde el principio y te lleva…Un detalle: Cuando termines una frase no hagas punto y aparte. Ésto distrae al lector. Va todo seguido, salvo los diálogos, claro. Me gustó mucho el tuyo. Nos seguiremos leyendo, éso espero. Beso. El mio es el N 159
Hola.
Si no me equivoco, en ‘Una nueva edición de NaNoWriMo, (El Mes Nacional de la Escritura de Novela) un mes de locura’ lo de ‘(El Mes Nacional de la Escritura de Novela)’ debería ir delante de la coma, no detrás.
La inserción de ‘campamento’ se me hace muy forzada…
¿Y dices que 50.000 palabras en un mes es mucho? Jaja: ojo a cuánto tiempo tardó King en escribir ‘El fugitivo’. https://es.wikipedia.org/wiki/El_fugitivo_(novela)
No estoy de acuerdo del todo con el comentario de Rosario , pero a veces sí que cambiaría los puntos y aparte por seguidos. Por ejemplo entre ‘¡Maldito campamento! ’ y ‘desvelos del protagonista.’
‘Me señaló un sillón de mimbre hacia el que ella se dirigía’. La frase se me hace forzada. ¿Le invita a sentarse en un sillón hacia el que ella misma se dirige?
Yo mismo he vivido durante años el llamado bloque del escritor. Sé de sobra lo que supone que de repente tu mente se vacíe y pierdas tanto las imágenes como la fuerza para escribir. Eso lo he podido ver bien en tu cuento. La pena es que el final se me hace un poco corto, como si faltase por madurar algo más. Supongo que si hubieras alargado y detallado un poco más la escena final, haciendo contrastar la cotidianeidad con la situación del protagonista, hubiera ganado. Al menos a mi gusto. Pero 750 palabras dan para lo que dan.
Una saludo.
Saludos Liliana
Parece que el protagonista de tu relato y yo tenemos una opinión similar sobre el NaNoWriMo. Es posible lograrlo pero bajo esa presión…no, yo no funciono.
Ademas de lo que ya te han dicho los compañeros, solo debo añadir que algunas comas detienen la lectura y confunden un poco. No son nada de otro mundo pero me detuvieron, jajaja. Fuera de eso, me parece bien aunque como te dice Juan, si el final fuere mas detallado, estaría mejor.
De todos modos, me gustó la historia y mas porque me sentí identificado con el personaje.
Saludos y felicitaciones.
Hola Liliana,
me toca leerte ya que estoy justo delante de tí, y me alegro porque tu texto me ha gustado. Describes una sensación que, a todos nosotros resulta muy familiar.
Me ha encantado la “lección” de la esposa: “florecerán cuando sea su momento, yo solo los riego y los mimo un poquito”
¡Buen relato!
Hola Liliana: en tu relato reflejas la presión que podemos sentir los escritores en algún momento, las jugarretas de la inspiración que es muy caprichosa, incluso la rebelión de los propios personajes que abandonan a su creador. Y es que el escritor no ha de sufrir, el escritor tiene que disfrutar escribiendo. Tu texto más que una historia en sí es un razonamiento.
Ojala pilles esa historia que da vueltas en el universo. Espero que para el 2017, Liliana.
Un abrazo y ¡Feliz año!