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La Laguna de Acúleo - por Alonso García-Risso

La Laguna de Acúleo

La tropa avanzó con celeridad a fin de tener instalado el campamento antes de la noche. El lugar escogido con antelación se localizó en la Comuna de Range, en el sector sur de la ribera de la Laguna de Acúleo. Como lo dejó estampado en cortas palabras, un poeta de los tantos en la zona central de Chile, este reservorio de agua dulce, lo señaló como: “Un espejo verde/acostado entre montes/de la cordillera de la costa…”.

Abocados a nuestro objetivo principal y prioritario, las patrullas scout de la tropa San Jorge, trabajaban con ahínco compitiendo entre ellas. Para las 12.00 horas. el plano del campamento se encontraba avanzado, las diez carpas de patrullas, en semicírculo entorno a las carpas que correspondían a Primeros Auxilios, Economato y Comando a cargo de raiders y nuestro Capellán. Nosotros, los águilas nos esforzábamos al máximo, antes del crepúsculo podríamos acomodarnos en alguna de la playas cercanas, comentar el Sagrado Evangelio y recibir las raciones de alimento, junto a los refrescos que repondrían el líquido consumidos en la jornada. Las otras patrullas también estaban en lo suyo. Cuando llegó la hora teníamos la tarea cumplida; entonces no encaminamos al borde más cercano de la laguna. Cantábamos canciones scout acompañadas sus gesticulaciones propias que las hacían más entretenidas. Nos embargaba un espíritu festivo que presagiaba; sin lugar a dudas, un campamento de cien días sin hechos que lamentar.

La laguna de Aculo tenía una triste historia que, recogía el recuerdo en múltiples leyendas y mitos: “En sus verdes aguas cargadas de un alga verde que provocaba sueño, muchas víctimas encontraron la muerte que luego como fantasmas asolaban la zona en las noches y atemorizaban a los visitantes, bañistas y lugareños”. Estas historias se repetían, una y otra vez en torno a los fogones de campamentos anteriores. Se sumaba a estos trágicos relatos otras historias sobre gnomos y duendes que resguardaban oro y otros valiosos tesoros. Que en el Horcón de Piedra, levantado sobre el nivel del agua unos setecientos u ochocientos metros habitado por pumas o león de los Andes, se encontraban cientos de minas de oro. En muchas de ellas, contaban los lugareños, se hallaban sepultados mineros que habían fallecidos en disputas territoriales y robos, consecuencia del codiciado metal.

Pasaron trece días esplendidos entre raids a distintos lugares, como la subida al Horcón de Piedra o los bosques de más al sur. En la jornada de tarde, en que nos habíamos quedado en campamento, fuimos a bañarnos a la laguna en un sector donde desembocaba un pequeño estero. Todo transcurría con calma y alegría… nadaba en el ambiente verde y acuoso. Me adentré en la laguna hasta un lugar que consideré prudente. De pronto sentí que me jalaban hacia abajo hundiéndome en las aguas, el fondo se encontraba a unos tres metros y estaba tapizado de una gruesa capa de sedimento latigudo y negro. Miré a todos lados, sombras se movían a mí alrededor, me pareció que pertenecían a alguna comunidad de seres fantasmagóricos. Me di cuenta de que pretendían dejarme aprisionado en el lodo, buscando mi muerte y sin auxilio.
Una serenidad desconocida me permitió saber que si agitaba mis piernas tratando de zafarme del lodo, sólo quedaría definitivamente atrapado. El agua se ensuciaba con el barro que se desprendía con mis movimientos, sentía la falta de aire en mis pulmones. Tomé conciencia de mi fin.
Una voz que escuché en mi interior me decía que la salvación dependía del trabajo de mis brazos. Dejé quietas mis piernas y comencé a bracear fuerte y rápido. No sé cuánto tiempo pasó hasta que sentí que me destrababa. Los fantasmas revoloteaban tratando de impedir mis esfuerzos de sobrevivencia. En un momento me liberé y nadé hasta la orilla, allí todos estaban preocupados por mí, por tardanza; tendido en la orilla me recuperaba.
Tenía mucho que contar, sería un relato que se incorporaría al cumulo de mitos y leyendas de la Laguna de Acúleo.

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7 comentarios

  1. 1. tyess dice:

    Lástima, que de su experiencia tampoco aprenderán, jeje.
    Él tiene mucho de que alegrarse, considerando que tantos no la contaron.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 15:07
  2. 2. Gastón Paredes dice:

    Hola Alonso, cómo te va?

    Me gusta la forma que narras y describes, con pequeños detalles que aportan realismo. El relato es fluido, quizás demasiado, y puede que por eso el giro no logra impactar tanto como podría, y la oración final queda un tanto redundante.

    Se me ocurre que en el tercer párrafo en lugar de describir lo que se cuenta de la laguna, podrías describirla como si fuera un personaje animado, acentuando el mito de que es sobrenatural.

    Felices fiestas! Sigue adelante

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 17:18
  3. Quizás es por ser la primera lectura del día, pero me ha abrumado la gran cantidad de información que aportas. Salvo esto, la historia se sigue bien y cuenta una historia muy curiosa. No he visto ningún error que avisar, así que enhorabuena.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 27 diciembre 2016 a las 16:40
  4. 4. Cesar Henen dice:

    Hola Alonso, No recuerdo a verte leído antes, pero estas vez te leo por azar.

    Encontré pequeñas fallas en tu relato y te las digo a continuación:
    “12.00 horas” la hora con números está bien escrita el problema aquí es que lleva dos puntos (:) 12:00 horas.
    “el plano” se te olvido empezar con mayúscula después del punto.
    “Raiders, raids” esa palabra no sé si sean dos o sea la misma, sólo que en un párrafo escribiste raiders y en otro raids.
    “allí todos estaban preocupados por mí, por tardanza; tendido en la orilla me recuperaba”

    Esta frase me resulta un poco rara, en específico donde dice por mí, por tardanza. Lo correcto sería que dijera “allí todos estaban preocupados por mi tardanza. Tendido en la orilla me recuperaba.”

    En cuanto al relato en sí, noto que das información irrelevante para el conflicto de la historia, dos párrafos hablando de un campamento; y luego en el tercer párrafo, metes la leyenda de la laguna de aculo, esa parte se ve forzada pues como ya empezaste hablando del campamento y tienes que crear un problema, metes la laguna para que tu protagonista se vea envuelto en el problema de quedar atrapado en ella.

    En esta parte: “fuimos a bañarnos a la laguna en un sector donde desembocaba un pequeño estero. Todo transcurría con calma y alegría… nadaba en el ambiente verde y acuoso. Me adentré en la laguna hasta un lugar que consideré prudente…” El protagonista empieza hablando en plural “fuimos” y mientras va relatando su lucha por salir de la laguna, al final está completamente solo; pues ya el resto está en el campamento.

    Es muy buena historia aun que hay cosas que corregir. Felices fiestas y feliz año

    Escrito el 28 diciembre 2016 a las 02:25
  5. 5. Elgorriontestarudo dice:

    Hola Alonso!, la verdad que empece a interesarme por la historia en el ultimo tramo, si hubiese seguido desde hubiese sido estupendo,porque es ahi donde empieza a ponerse interesante… 1 saludo!
    A seguir con la pluma.

    Escrito el 28 diciembre 2016 a las 19:00
  6. 6. Denis Enamorado dice:

    Hola Alonso: Tu relato me pareció refrescante y nostálgico, con muchos elementos de leyenda rural y una agradable descripción del entorno.
    Saludos.

    Escrito el 2 enero 2017 a las 23:56
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Hola Alonso!
    Muchas gracias por tu cálido comentario a mi relato. Aunque ya estamos casi en el siguiente taller, no quería dejar de devolverte la visita.
    Disfruté con tu relato, que tiene el formato de esas mismas historias junto al fogón nocturno que menciona el mismo texto. Como tal, lo que le faltaría sería el dramatismo que tienen esas historias. ¿Qué sintió el scoutista en el momento en que lo jalan? La neutralidad en el tono del relato transmite al lector poco menos que indiferencia. Una historia de fantasmas y monstruos de laguna es un poco clásico, entonces tiene que estar contado de modo que inspire miedo, si no, pierde efectividad. Yo te sugeriría trabajar en ese elemento, el dramatismo.
    Por lo demás, una historia muy bonita! Nos leemos!

    Escrito el 9 enero 2017 a las 09:29

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