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Meletea - por Wiccan
Sucedió entonces que en el bullicio de un campamento sintió destacar un alma con la posibilidad de transmitir la belleza, una mecha que encender con su toque. Y aquel diminuto fragmento de gracia, aquella ninfa etérea, decidió dar vida a la chispa oculta en el niño. Se internó en las entrañas de sus recuerdos para vislumbrar sus inquietudes, sus anhelos, sus ilusiones, todo aquello con lo que un humano construye su personalidad.
La magia de la conciencia formada de un ser vivo la sobrecogió, como otras veces lo había hecho, uniéndose a él, experimentando de primera mano las vivencias que solo el propio yo conoce, pero de una forma sensitiva y visceral, sin centrarse en momentos que puedan enturbiar la verdad. ¿Con qué capacidad la deslumbraría esta fascinante vida?
Inspeccionó el claroscuro paraje, aquellas hebras de felices memorias entrelazadas con la negrura de la decepción, del miedo, de la desesperanza. La musa esbozó una sonrisa sin rostro ante aquella terrible y maravillosa dicotomía; la experiencia le había demostrado que, para que los sentimientos pudieran revelarse en toda su magnitud, se precisaba de aquel contrapunto, ya que la conciencia reconoce la auténtica alegría al compararla con las garras de la tristeza.
La inspiración se dejó llevar por la corriente del yo oculto buscando el potencial latente, y el niño se descubrió como una laguna en calma en la que unas aguas oscuras se mecían de forma casi imperceptible. La aparente quietud se sentía antinatural, como si la esencia del chico estuviera aprisionada en el fondo de aquel lago figurado, encadenada por la propia voluntad. Debía buscar más, sabía que el control influía en muchas de las expresiones del arte, como en los trazos firmes y seguros de un pintor, pero si el alma se limitaba hasta tal punto desaparecería la osadía, y de esa forma la evolución.
Siguió entonces otro hilo del tapiz para llegar a mayor profundidad, y la psique se volvió un volcán dormido, una fuerza de la naturaleza preparada para arrojar con rabia todo lo que llevaba dentro, arrolladora y violentamente sincera, sin las ataduras de la mente, solo respondiendo al corazón. «Un bailarín», valoró la musa, «contenidos en su existencia hasta que una melodía les impele a dejar fluir todo lo que su cuerpo les permite, y estallan con movimientos gráciles siguiendo el devenir de las notas».
Las hebras comenzaron a girar sin control a medida que ahondaba en los enmarañados sentimientos de su anfitrión, y el inconsciente del niño se tornó un remolino, un aire rápido e inquieto; una ráfaga que, ya desde hacía mucho tiempo, discurría sola por el mundo despojada a la fuerza de las ataduras de su edad. La virulencia de ese viento no llegaba a parar en una huida hacia adelante de cuerpo y mente. Ese descontrol de ideas gustó a la volátil dama, con un poco de mesura podría convertirse en un hábil generador de historias, quizás un escritor o un poeta.
El núcleo del futuro genio se manifestó por fin como unas arenas movedizas que engullían paulatinamente las hélices de la memoria del chico, partículas negras en las que los brillos de los buenos recuerdos desaparecían para dar paso a una oscuridad total, casi como si el chico quisiese renunciar, de forma inconsciente o no, a lo mejor de su pasado. «Un alma de virtuoso sin duda, torturada a tan temprana edad, forjada en dolor real o figurado».
El hálito inspirador recapituló. «Un ser puro pero atormentado, una mente ágil controlada a fuerza de voluntad, susceptible de grandes arrebatos de pasión y que niega las raíces de su pasado». Tenía muchas cualidades para el arte, sin embargo, decidió empujar sus pasiones a la escultura; daría forma a ideas e historias con la energía de sus manos, esculpiendo con paciencia pero con frenesí la dura roca y maravillando a todo el que admirase sus obras con la delicadeza demostrada en su violenta labor.
La musa se alejó del lugar satisfecha echando un último vistazo al pequeño antes de partir, desatado ya el lazo que los unía. Y lloró, con lágrimas impalpables ante el potencial perdido, temiendo que pese a la llama prendida el artista no tendría la oportunidad de brillar, pues presenció como en el campamento lo obligaban junto a otros inocentes a empuñar un arma y salir al combate.
Sin comentarios. Demasiado para mi cuerpo a estas horas. ¿Quizá has abusado del SE? Pero te visito y leo. salu2
Buenas Wiccan,
Me ha gustado mucho. Un poco lioso, pero muy bien elegidas las palabras. el final sobresaliente.
Nos leemos!
Hola Wiccan.
Como de momento y a pesar de haberme leído el minitutorial para comentar, soy incapaz de hacerlo en condiciones, voy a darte mi impresión y mi opinión sin mas.
La primera lectura se me ha hecho pesada pero insistí en ella porque intuía un final importante y de hecho así ha sido. La segunda lectura se me ha mostrado más esclarecedora, aún a costa de tener que releer muchos párrafos. también el final se me ha reelado mucho más impresionante. En conjunto, no es mi tipo de lectura y en otras circustancias no habría llegado a la mitad, sin embargo me maravilla tu capacidad de expresión
Hola Wiccan ¡Buenísimo! Te metiste en una buena al tratar de explorar el nacimiento de una vocación. Riqueza de lenguaje, un tono poético muy acertado y un ritmo ideal para una prosa que no debe ser muy rápida porque es introspectiva ni muy lenta porque se volvería pesada. Evitas la abstracción en un tema de por sí muy abstracto, con figuras e imágenes. El final es inesperado y un broche de oro; pero nos lo tiras por la cabeza como un cascote O.K. Ahí está la realidad a aguantarse. Me parece un poco sádico de tu parte.Pero de vez en cuando viene bien un garrotazo para despertar al lector, en este caso muy oportuno y acertado con lo que estamos viendo todos los días sin mosquearnos.
Ahora creo que la frase inicial es innecesariamente enredada “Sucedió entonces que en el bullicio de un campamento sintió destacar un alma con la posibilidad de transmitir la belleza, una mecha que encender con su toque” Mareas al lector y está en las antípodas del final.Creo que si la sintetizas y le pones un sujeto claro, musa, hada,intuición lo que mejor te parezca reducirías el peligro de que te malinterpreten pensado que eres “difícil”. En fin a mí me ha gustado muchísimo tu relato y espero que sigas escribiendo cosas hermosas.Felices Fiestas. Un abrazo desde el 177.
Saludos.
Lograste entretenerme, se nota que trabajaste mucho en el final y eso es importante, es una historia con un remate genial.
Me gusto
Hola.
Me encantó. Utilizas muy bien la narración, es increíble y por el final fue la cereza del pastel. No siempre en una historia debe ser arcoíris, felicidad y sueños (bueno sí), también hay que mostrar lo feo que puede ser el mundo y hasta nosotros mismos (porque somos humanos y jamás dejaremos de cometer errores).
Por la ortografía noté que debiste poner comas en “pero si el alma se limitaba hasta tal punto desaparecería la osadía, y de esa forma la evolución” (después de “tal punto”, y “y de esa forma, la evolución”) sonaría mejor. Pero en lo demás excelente, eres muy bueno, bastante de hecho.
Te invito a que leas el mío y me des tu opinión (si el tiempo te lo permite, y que seas mayor de 18) es el 138.
Saludos
Apreciado Wiccan.
Agradezco tu crítica a mi texto. Espero que sigas criticándo lo que hago porque me haces ponerme “las pilas”.
No he podido terminar de leer tu texto, creo que no llegué ni a la mitad de él, casi seguro que soy demasiado cateto para tus palabras.
Creo que en este fragmento de tu texto: “…sus recuerdos para vislumbrar sus inquietudes, sus anhelos, sus ilusiones, todo…” creo que demasiados “sus”, ¿no?
Con aprecio y admiración me despido de tí hasta la próxima propuesta de Literautas. Saludos.
Hola, Wiccan!!
Un relato muy trabajado, poético y dramàtico. A ratos, me pareciò algo lioso; otras veces, fluye bastante bien. El final es original e interesante. Te felicito, Wiccan, por tu escrito y por las Fiestas en las que ya andamos metidos. Mis mejores deseos para el Año Nuevo. Un saludo!! Abrazos!! Buenas noches y hasta la pròxima!!