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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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No nato - por L. Mor Arcadia

Web: http://lmorelatosarcadia.blogspot.mx

El autor/a de este texto es menor de edad

Tengo miedo de estar relatando lo último de mis días; porque si bien la muerte no me ha encontrado aún, los recuerdos me han orillado a buscar su reconfortante regazo.

El tiempo que he permanecido en mi estudio, desprovisto en ventanas, ha servido para desorientarme más de lo que me encontraba en mi cama. Sólo recuerdo despertar a medianoche desnuda y con una migraña terrible. Sin embargo las últimas dos cosas son normales en mí; la primera se debe a una comodidad personal de soltera casi treintañera, y la última es un efecto secundario de las pastillas para la ansiedad… pero lo que no es normal está en ese «sólo recuerdo».

Pasé media hora entre las sábanas meditando el pasado borroso de mis acciones cuando llegaron a mí unas penetrantes nauseas, por lo que me envolví en una bata y fui al baño. Y maldita fue mi suerte al encontrar ahí a mi verdugo de varios años después de regurgitar varias veces fuera y dentro del retrete. La zozobra comenzó al ver lo más hórrido que jamás pensé ver en vida, algo más allá de lo nefasto y asqueroso con que un humano podría esperar encontrar en su vómito. Entre el líquido del escusado flotaba un pequeño feto de apariencia de molusco rojizo y viscoso en movimiento; sus dos ojos negros, vacíos, funestos perforaban mi conciencia oxidada pero aún rechinante. Aterrada y con medio grito en el infierno me encerré en mi estudio de revelado fotográfico. La locura de años pasados tocó mi mente, volvían a mí los recuerdos de un campamento adolecente, la pasión que viví esa noche con un profesor de aires de poeta y las consecuencias que al tratar de limpiar ese hecho, incluso hoy al parecer, no han dejado de perseguirme. En el presente ese niño, fruto de la imprudencia y pecado, debería tener poco más de dos lustros de existencia pero la cautela y miedo me hicieron deshacerme clandestinamente de él. No era la primera vez en esos años en que sufría un ataque de ansiedad por ese remordimiento, pero una alucinación como esa… jamás.

Pasé tiempo en silencio, sólo concentrándome en mi desajustada respiración, hasta que recobré la calma suficiente para volver al baño, ver que todo había sido una mala pasada de la mente, bajar el agua del escusado, e irme a pasar la noche en casa de mi pareja. Pero al abrir de la puerta del baño la sangre se heló en todas las ramificaciones del cuerpo. El ser había crecido y tomado una apariencia más humana y, a ojos de toda mujer maternal, adorable. Presa del terror y de la crueldad tapé con fuerza el escusado y bajé la palanca pensando que eso acabaría con todo, pero los chillidos que tal criatura profirió desgarraron todos mis sentidos. Corrí de regreso al estudio, tapándome los oídos y gritando:

«Es una alucinación… es una alucinación… es una…»

Pasaron las horas y, yacente en el suelo mi cuerpo se debilitó, a la vez que ya nada se escuchó. Mi cabeza empezaba a ser más razonablemente calmada… o más desequilibrada, comenzaba a preguntarse ¿qué le traía aquí después de tantos años?

«Tomando en cuenta que en las últimas horas se ha desarrollado tanto, es cuestión de tiempo que se convierta en un niño de doce años de edad…»

«¿Cómo me disculparé con él?»

«¿Cómo le diré a todos mis conocidos que soy madre desde hace unas horas?»

«¿Cómo lo llevaré a la escuela?»

«Si crece hasta sus doce años, ¿sabrá hablar y decir mi nombre?»

«¿Cómo le ayudaré a conseguir amigos para que asistan a su próxima primera fiesta de cumpleaños?»

Ante esos pensamientos llegó a mí un cálido sentimiento, intenso, natural y sincero por el bien de ese niño no nato. Me puse de pie, decidida a ir por él al baño, tomarlo en brazos. Sin embargo me quedé congelada ante el picaporte.
«¿Cómo me dirigiré ante él? No sé si se trata de una divina princesa o un valiente príncipe…»

Comencé a llorar.

«O tal vez sólo haya venido para vengarse… y no busque a la madre cariñosa que le negué. Cuando haya crecido lo suficiente tomará un cuchillo, abrirá mi puerta y me matará. No lo culparía si lo hiciera, puesto que yo lo hice antes con él…»

Mis pensamientos fueron interrumpidos, golpeaban la puerta de manera pausada pero contundente. Venía por mí.

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7 comentarios

  1. 1. MOT dice:

    Hola L.
    Me ha encantado tu relato, grandioso final…He disfrutado verdaderamente con él. Y además, no he encontrado NINGUNA falta de ortografía !!!!!! Un 10!!!!!
    Si me lo permites, con toda la humildad del mundo, te comentaré una cosilla que me ha llamado la atención:
    Algunas frases, yo las hubiera “modificado” un poquito:
    – En la frase: …algo más allá de lo nefasto y asqueroso con que un humano podría esperar encontrar en su vómito… yo quitaría el “con”.
    – En la frase: …En el presente ese niño, fruto de la imprudencia y pecado, debería tener… pondría una coma después de “presente”.
    Recibe un cordial saludo y ye me iré pasando por tu blog…

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 18:49
  2. 2. Gastón Paredes dice:

    Hola L. Mor, ¿cómo te va?

    Me gusta mucho tu idea y la forma en que desarrollas tu relato, con mucha propiedad y de forma clara.

    Se me ocurre que podríás cambiar en algunas partes el timepo verbal a l presente, para remarcar el relaismo.

    i.e.: “Pasaron las horas y, yacente en el suelo mi cuerpo se debilitó, a la vez que ya nada se escuchó”

    Por: “Pasan las horas y, yacente en el suelo mi cuerpo se debilita, poco a poco, nada se escucha”

    Felices fiestas y sigue adelante

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 23:09
  3. 3. Menta dice:

    Hola L. Mor Arcadia: Me ha gustado tu relato. Has conseguido que me muriera de asco, de miedo y de terror.

    Los sueños son a veces tan vívidos que nos hacen pasar un rato fatal. Tu protagonista parece que sueña porque tiene mala conciencia por haber abortado. Un amigo mío con depresión, lo está pasando muy mal; yo no sé como ayudarle más y noto que he tirado la toalla. Pues, el otro día soñé que se suicidaba tirándose por la ventana desde un segundo piso y yo veía desde la ventana de arriba cómo se asomaba e inclinaba el cuerpo hacia el vacío. Asustada le gritaba: — ¡Desde un segundo piso, no te vas a matar ! Creo que este sueño es muy importante para mí y voy a intentar descifrarlo.

    Pero volvamos a tu escrito, he encontrado algunas cosas que desde mi humilde opinión pueden ser mejorables, yo te las voy a decir y tú las estudias.

    1. Noto que utilizas muchos adjetivos y eso impide que la narración sea fluida y de estilo moderno. He contado por encima los adjetivos de tu relato y en los dos primeros párrafos has escrito 17 sustantivos y 22 adjetivos. Es decir, que algunos sustantivos van a compañados de dos adjetivos. Esta proporción es mu alta.
    Hay demasiados adjetivos posesivos: mi= 29, mis= 5, su = 3.

    2. En las frases: “Sin embargo las últimas dos cosas son normales en mí”. Está mejor con coma: “Sin embargo, las últimas dos cosas son normales en mí”
    “Sin embargo me quedé congelada ante el picaporte”. Creo que está mejor con coma: “Sin embargo, me quedé congelada ante el picaporte”

    3. En la frase del tercer párrafo: “fui al baño. Y maldita fue mi suerte”. La – Y – después de un punto debe evitarse en un relato literario porque resulta informal. Puedes eliminarla por ejemplo con una interjección.

    4. En el tercer párrafo también utilizas formas muy genéricas como es el verbo – ver -. Te recomiendo, si puedes, que estas palabras las sustituyas por otras que concreten más el significado, como contemplar, descubrir, observar, etc.
    “ver lo más hórrido que jamás pensé ver en vida”
    “al para volver al baño, ver que todo había sido una”

    5. En todo el relato repites palabras, creo que deberías dejar una vez una y la siguiente buscar un sinónimo, si se puede. Palabras repetidas: Entre, encontrar, años, jamás, pero, más, baño, escusado.
    Otro ejemplo con la palabra –Ante-: “Ante esos pensamientos llegó a mí un cálido sentimiento, intenso, natural y sincero por el bien de ese niño no nato. Me puse de pie, decidida a ir por él al baño, tomarlo en brazos. Sin embargo me quedé congelada ante el picaporte.

    Por hoy nada más. Sigue practicando. Muchas gracias por compartirlo con todos nosotros. Feliz Navidad. Menta

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 11:06
  4. Hola, muchas gracias por sus comentarios.

    Mot, Gastón, muchas gracias por sus detalles los tomaré muy en cuenta. Había pasado por alto todo ello, gracias.

    Que bueno que haya gustado y entretenido.

    Menta, me alegra saber que causó esas reacciones en ti, esa es parte de nuestra finalidad como escritores… la otra está en hacerlo estéticamente. También lamento lo de tu amigo. Y de hecho, dudé mucho en mostrar este relato porque puede ser algo real o identificable con muchas personas, pero considero que también esa premisa es parte del escribir, mostrar todos los lados de la moneda sean brillantes o no; nos gusten o no nos gusten las cosas del mundo donde vivimos.

    Uff, si son muchos detalles a corregir. Con respecto al excesivo uso de los adjetivos tienes mucha razón, eso hace que el ritmo del relato sea algo tedioso de leer. Sin embargo, creo que se debe a la tendencia de «imitación». Siento que estoy parcialmente influenciada por lo que leo, literatura de estilo menos «moderno». Por eso me llamó la atención tu comentario, Menta.

    ¿Qué libros o autores me recomendarían que fueran más «modernos» y de calidad literaria?

    ¿Cómo puedo dejar de caer en ese típico error de escritor novato que le gusta adjetivar todo?

    ¿Ustedes como salieron de ello?

    Me encantaría saber sus consejos y recomendaciones.

    Nuevamente, muchas gracias por leer y comentar.

    Felices Fiestas :3

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 23:45
  5. 5. Servio Flores dice:

    Hola l. Mor Arcadia, gracias por pasar por mi relato y comentarlo.
    En cuanto a su escrito, de entrada atrapa y gusta, con ese gusto que algunos tenemos por esas cosas que en su inmundicia resultan interesantes. Espero no sea patológico 😉
    Ya Menta, con su enorme poder analítico ha dicho más de lo que yo hubiera podico decir en cuanto a la forma.
    respecto a la historia, va dejando ese suspense hasta en el final, y la forma en como se narra cada una de las imagenes es muy vivida lo cual le aporta positivamente al cuento.
    Como siempre digo, todo se puede mejorar y con una buena pulida el cuento queda más que chulo.
    saludos y nos seguimos leyendo.
    Felicidades

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 06:56
  6. 6. Clau Cruz dice:

    Hola L. Mor Arcadia.

    Me ha gustado, es algo no tan alejado de lo que experimentan las personas que han pasado por una situación similar.

    El tema del aborto es más complejo de lo que se cree, y tu relato es una manera magistral de expresarlo…

    Gracias por los comentarios atinados a mi relato. Espero poder seguirnos leyendo.

    ¡Felices fiestas!
    Bendiciones.

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 19:04
  7. 7. Menta dice:

    Hola L. Mor Arcadia:

    Te contesto a tu comentario:

    El tiempo del que disponían los escritores antiguos y sus lectores no tiene nada que ver con el nuestro. Nosotros si empezamos un libro y no nos atrapa rápidamente lo dejamos. Con las películas pasa igual, si no nos engancha en las primeras escenas hacemos zapping. Por eso tener un estilo de escritura lento, es poco moderno.

    Como lecturas de autores modernos te puedo recomendar las que yo he leído, aunque hay muchos autores más:

    Antón Chejov (mi favorito)
    Edgar Allan Poe
    Alice Munro
    Carson MacCullers
    Claire Keegan
    Dorothy Parker
    Ernest Hemingway
    Filiberto Hernández
    Gabriel García Márquez
    Herman Melville
    Horacio Quiroga
    Ignacio Aldecoa
    Jerónimo David Salinger
    John Cheever
    Jorge Luis Borges
    Julio Cortázar
    Pío Baroja
    Ray Bradbury
    Raymond Carver
    Richard Ford
    Robert Louis Stevenson
    Willian Faulkner

    Casi todos los autores que te nombro tienen algún cuento en este blog maravilloso, en el que puedes leer y descargarte los cuentos.

    http://ciudadseva.com/biblioteca/indice-autor-cuentos/

    Lo más importante es que te fijes en los adjetivos, en el orden de las palabras en la oración, en el tamaño de los párrafos, etc.

    Por hoy nada más. Felicidades. Menta

    Escrito el 29 diciembre 2016 a las 13:58

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