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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Exordio - por Germán Lanfranco

Web: http://sorenado.blogspot.com.ar/

Debía apurarse, la noche estaba por caer y Milton aún caminaba por la costa sin decidir el lugar donde hacer un alto, necesitaba un sitio seguro para esperar la nueva jornada. Tras él, una joven, visiblemente cansada y temerosa, lo seguía intentando no perder el ritmo de la marcha.

En un momento, al mirar hacia el mar, vieron la silueta fusiforme que flotaba a doscientos metros de la costa. El submarino destacaba claramente su contorno sobre la nube incendiada, el invierno nuclear avanzaba inexorable sobre el horizonte amenazando con cobrar sus vidas.

Procurando mirar, sin que los detecten los tripulantes de la nave, dejaron caer sus cuerpos al suelo. Así, permanecieron un rato expectantes.

—Te advertí que te quedaras con tu gente en el campamento —le reprochó Milton a la muchacha que apenas había conocido unas horas atrás.

Por toda respuesta, Mara se acurrucó junto a Milton, quien, al sentir el contacto ávido de protección de la joven, le recordó su propia inseguridad. Entonces, la tensión de los últimos días pudo más que él y allí, presa del desaliento, su espíritu zucumbió al llanto. Las lágrimas brotaron impetuosas en los ojos masculinos; su boca, en tanto, libró una batalla perdida ante el aire que no sabía si entrar o salir de los pulmones; la garganta, por su parte, profirió una interminable sucesión de lastimosos sonidos entrecortados. Su virilidad quedó reducida a la estampa de un pobre niño desconsolado.

Poco le importó a Mara la presencia del submarino y el riesgo que eso podía implicar para ellos. Tampoco tuvo en cuenta que hacía sólo tres días que había perdido a todos sus afectos, o que el mundo había cambiado de golpe por una cadena de sucesos que no alcanzaba a comprender en detalle; aunque sabía que el fenómeno de la antipolítica, que se propagó por el planeta instalando a líderes de dudosa capacidad en las superpotencias había roto el frágil orden internacional que imperaba, desatando la peor pesadilla bélica desde Hiroshima y Nagasaki. En ese contexto, el valor que suelen mostrar las mujeres en los momentos límites empezó a guiar su mente y su corazón. Apiadada, cubrió maternalmente al abatido joven con su propia humanidad. Momentos antes lo consideraba su única oportunidad de salvación; ahora, ella velaba por los dos.

Atrás quedaron los recuerdos de tiempos mejores, los cuerpos entrelazados en la arena empezaron a serpentear al son del calor que brinda el amor espontáneo. Los labios, de igual modo, sellaron aquella entrega pasional y demente completamente rendidos a la lujuria más primitiva y ancestral. Así, ambos fundieron sus instintos en una rebelión que desafiaba, sin pudor, a los cientos de rayos del horizonte: constituidos en una madeja de luces que ningún poeta había imaginado jamás.

La mañana nunca llegó. El paso de las horas trajo finalmente a la nube de polvo que ya cubría toda la atmósfera superior, instalando una noche que duraría meses, según las predicciones de los científicos. De tal modo, concluían, moriría prácticamente toda forma de vida, antes de que el planeta logre purgar ese manto siniestro.

Con la desaparición del submarino, Milton y Mara emprendieron su viaje nuevamente. Esta vez, en medio de la oscuridad, él la llevaba de la mano.

En este lugar, al igual que muchos siglos atrás, sobre las planicies africanas, la esperanza de la especie humana iniciaba su derrotero dejando dos pares de huellas sobre la arena.

Tras el fragor del encuentro de la carne, el deseo de sobrevivir había renacido en las almas de Milton y Mara: lucharían por ello con todo su ser, personificando el preámbulo de un nuevo giro en la trama de la civilización. Sin embargo, el tiempo conspiraba en contra de sus aspiraciones, el frío glacial reinaría pronto en todas partes y su única oportunidad yacía en los refugios improvisados en los viejos túneles del metro de la ciudad.

La pareja contaba con pocas horas para llegar a su destino. Tendrían de esa manera, si lo lograban, la responsabilidad de empezar a escribir de nuevo: la historia de la humanidad.

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8 comentarios

  1. 1. talyuno dice:

    Hola German.
    Debo decir que es la primera vez que participo en el taller y se me hace bastante dificil comentar los relatos, por mi poca experiencia.
    El relato en si me ha gustado mucho, se capta muy bien la idea y la narracion esta bien definida, con una buena historia que deberias ampliar (no sé, digo yo). Lamento de verdad no poder ayudarte mas; como dije antes por mi poca experiencia. Pero se lee y se entiende muy bien.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:13
  2. 2. Paola dice:

    Hola Germán
    Tu relato me ha mantenido enganchada hasta el final. Me ha parecido muy interesante.
    Es una escena que explica muy bien lo sucedido y que nos lleva a entender su propósito final.

    Lo que te puedo decir para mejorarlo es que veo párrafos muy largos y muy intensos, con mucha información. Además tienes que fijarte en las formas verbales como en este ejemplo:

    Procurando mirar, sin que los detecten (DETECTARAN) los tripulantes de la nave, dejaron caer sus cuerpos al suelo. Así, permanecieron un rato expectantes.

    Le reprochó Milton a la muchacha que apenas había conocido unas horas atrás SOBRA EL LE INICIAL.

    Este es uno de los párrafos demasiado largos, en mi opinión,:
    “Por toda respuesta, Mara se acurrucó junto a Milton, quien, al sentir el contacto ávido de protección de la joven, le recordó su propia inseguridad. Entonces, la tensión de los últimos días pudo más que él y allí, presa del desaliento, su espíritu zucumbió al llanto. Las lágrimas brotaron impetuosas en los ojos masculinos; su boca, en tanto, libró una batalla perdida ante el aire que no sabía si entrar o salir de los pulmones; la garganta, por su parte, profirió una interminable sucesión de lastimosos sonidos entrecortados. Su virilidad quedó reducida a la estampa de un pobre niño desconsolado.”

    Yo he añadido algunos puntos así:
    “Por toda respuesta, Mara se acurrucó junto a Milton. El joven fue consciente de su propria inseguridad al sentir el contacto ávido de protección de la muchacha. La tensión de los últimos días pudo más que él y su espíritu sucumbió al llanto, las lágrimas brotaron impetuosas en sus ojos. Su boca libró una batalla perdida con el aire que intentaba entrar en sus pulmones, quedando su virilidad reducida a la estampa de un pobre niño desconsolado.

    El siguiente párrafo también se podría reducir.

    La historia me ha gustado, solo falta pulirla un poco.

    Ciaociao Paola

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 16:47
  3. 3. Wyrell dice:

    Hola Germán, cómo va?

    En la anterior escena, la del doble, tu relato me gustó a pesar de que el final fue predecible, me alegro de ver que esta vez no se ha repetido eso.
    Comento los puntos del relato:

    El texto es simple, fácil de seguir y sin tecnicismo o palabras que puedan entorpecer la lectura. Además el ritmo que sigue cada párrafo hace que sea un gusto acabarlo.

    La historia es atrayente, me recordó mucho a una película que vi hace un tiempo (no recuerdo el nombre :/) donde los protagonistas quedaban solos en el mundo y debían iniciar una nueva vida juntos.

    Me ha gustado.

    Ya seguiré leyendo tus aportes en el futuro.

    Un saludo y feliz año nuevo.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 18:43
  4. Talyuno:

    Gracias por tu comentario. Estoy igual que tú, en cuanto a esto de recién empezar y tratar de aprender. Lo importante es que aquí estamos.

    Saludos para ti.

    —————————–
    Paola:

    Muy honrado por tu visita. Cuando uno publica en este taller, lo hace con la esperanza de encontrar aportes como el tuyo, que nos ayudan a crecer y mejorar. Gracias por tu tiempo y dedicación para ayudarme. Tomo nota de todo lo que me indicaste.

    Saludos.

    ——————————–
    Wyrell:

    Todo va muy bien gracias a la relación que empieza a construirse en este taller, con personas como ustedes, que nos ayudan a crecer en esto que nos apasiona tanto.

    Gracias por pasar y dejarme tu impresión. Saber que experiencia generan los escritos en los lectores es algo muy fuerte. Pronto pasaré por tu relato y el de los demás que han tenido la gentileza de visitar este.

    Saludos.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 23:30
  5. 5. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Germán, aquí Osvaldo de nuevo ante tu trabajo. Me parece un texto excelente. Coincido con Paola al aseverar que permaneció enganchada hasta el final, para luego hacer unas correcciones acertadas.
    Yo lo que vi en los primeros dos párrafos fue la repetición de palabras costa y mar. En el segundo, sí cambias la palabras “mar” por “olas”. Ademas ” de la costa” por “mar adentro”. evitas ser repetitivo. Por lo demás, el tema me parece profundo pues lidias (toreas) un peligro, sin cuernos pero, que esta latente en el ruedo del universo.

    Feliz Navidad.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 01:40
  6. 6. J. Colmarias dice:

    Muy buenas,

    Escribes sin forzar las expresiones y eso agiliza texto. Gramaticalmente esta bien y no hay faltas de ortografía que distraigan la atención.

    En cuanto a la historia, me ha gustado, pero evidentemente requiere de mayor espacio para su desarrollo. Original no es demasiado, pero esa falta queda cubierta porque está bien narrada. Yo te animo a que si la historia te atrae la desarrolles más. Normalmente estas historias utopica dan para mucho, pero como dije antes, estamos tan saturadas de ellas que es necesario incorporarle elementos nuevos para que destaquen.

    Un saludo!

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 14:55
  7. 7. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Germán.

    Curioso escenario el que nos presentas. Da que pensar.

    En general me ha gustado tu relato porque se lee bien, se visualiza sin problemas. Sin embargo, hubo un párrafo que me hizo desconectar brevemente, hasta que llegue al siguiente. Es aquel que empieza por “Poco le importo a Mara…” Me obligué a leerlo una segunda vez para saber de qué iba.

    Por lo demás, aunque el argumento era interesante, el planteamiento me pareció un poco soso. Igual con una vuelta mas habrías hallado el modo de hacerlo mas interesante.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-39/6752

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 23:46
  8. 8. K. Marce dice:

    Saludos Germán:

    Muchas gracias por leer y comentar mi texto del mes. Disculpas por llegar de forma tardía al tuyo, pero prefiero hacerlo con tiempo y no a las carreras, y este mes sólo estoy leyendo, a quien se acercó a leerme, por falta de tiempo. 🙁

    La idea apocalíptica del relato me ha gustado. Soy de esas personas morbosas que le gustan los desastres globales, y mis películas favoritas de ficción tratan sobre ese tema. Todo me pareció muy bien, a excepción de un punto, y es la cercanía del hongo nuclear y el punto de vista de los protagonistas. Ya que a más poderosa la bomba (que es capaz de aniquilar al mundo entero) más destruictiva a mayor cercanía. El EMP, la radiación, la onda expansiva… son factores que pueden matar a cualquiera que este al menos de 5kms de distancia. Por ello, me parece inverosímil el hecho que ambos sobrevivan, si estaban al aire libre… a no ser que mueran pocas semanas después producto de la radiación.

    Por ello, considero muy importante documentarse. Quizá era mucho mejor que estuvieran aguardecidos en una cueva natural o un nicho militar, y no ser testigos de la trágedia que podría describirse como un hecho acontencido, pero no presenciado por los protagonistas; no sé si me explico. Me disculparás por ser tan cansina, pero los detalles son muy importantes para la veracidad y eso es lo que me ha saltado a la vista.

    Pero, como dije, las catastrofes me gustan, ver el espirítu de supervivencia manifestado en las personas, y cómo deben de lidear ante la incertidumbre, sus miedos y los obstaculos es algo que siempre me ha gustado. En mi país sufrimos una catastrofe natural, y ver a un pueblo levantarse, pese a perderlo todo, fue grandioso. En mi casa no sufrimos sino las consecuencias del mismo, sin agua, energía y limitar los recursos de alimentos, porque no se encontraban ni con dinero de sobra. Y salimos adelante, inclusive ayudando a otros.

    Me ha gustado tu texto, ya te han comentado lo formal, y yo en cuanto al contenido, espero que todo te sirva para pulir tu relato que ya en si es excelente.

    Ten feliz culminación del 2016, y que el próximo año te sea de muchas satisfacciones literarias.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 16:14

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