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¡Eureka! - por Alfredo Mambié

Web: http://www.pichonesdeunescritor.blogspot.com

Se giró al escuchar el grito. Federica al principio creyó que moriría de un infarto, por lo súbito y sorpresivo, pero convivir todos esos años de trabajo culinario como asistente personal de Arquímedes, su excéntrico jefe, la llevaban a presentir que aquel alarido era una buena señal; un eureka en superlativo, o tal vez la manera más visceral y tosca de expresar su frustración.

Lo que los ojos de Federica presenciaron, pareció suceder en fracciones de segundos. Sin embargo, dada su excelente capacidad de observación, cuidado en los detalles, y fundamentalmente, a su agudeza visual, pudo recrearlos como si hubiese ocurrido en cámara lenta. Arquímedes repetía uno de los procedimientos culinarios para lograr cumplir, el pedido más grande que aquel negocio delivery había alcanzado recibir. Las cuatro hornillas de la moderna cocina estaban encendidas, cada una tenía dispuesta a la temperatura perfecta, sendos budares; cada uno de 40 centímetros de diámetro. El reto de Arquímedes fue cocinar cuatro panquecas simultáneamente.

Con un cucharón en ambas manos, puso simétricamente una porción de mezcla en el centro de cada uno, y posteriormente, con la ayuda de un pequeño instrumento culinario, similar a un haragán de mano, como los que se usan para limpiar cristales, pero de menor tamaño, hizo algo extraordinario. Manipuló dos paletas de estas a la vez, una con su diestra y otro con su siniestra a una agilidad pasmosa, desplazando en espiral la mezcla, desde el centro hacia los bordes de cada budare, apoyando uno de sus extremos en el mismo centro, con movimientos radiales rápidos y precisos. Con las mismas mágicas paletas, Arquímedes dobló luego cada panqueca por la mitad. Los cuatro semicírculos quedaron como doradas empanadas frente al concentrado chef. Federica ya tenía dispuestas, justo frente a él, tres fuentes de frutas picadas: jugosas fresas, finos arándanos y ricos cambures frescos.

Arquímedes esparció trocitos de fresas y arándonos en dos de ellas, y solo cambur en las restantes, ocupando justo la mitad de cada semicírculo. Luego roció las cuatro porciones generosamente con chocolate líquido. Finalmente, con la misma destreza de un mago, dobló cada una nuevamente por la mitad, para luego retirarlas del fuego y colocarlas en los envases para llevar. Los cerró justo luego de haber espolvoreado cada crepe con azúcar. Miró el pulcro reloj de pared, eran las dos con cuarenta y cinco. Había cocinado las cuatrocientas órdenes, en el tiempo necesario y con total perfección. Las cuatro últimas raciones fueron la señal de triunfo, el desahogo a la presión, y el final glorioso de una jornada en equipo, digna de celebrar.

Arquímedes gritó otra vez, con más fuerza e ímpetu, lanzándose sobre Federica, sin darle tiempo a que ella esta vez ni siquiera reaccionara, y la besó con brusquedad; tan breve como si fuera habitual hacerlo, y la alzó por los aires. Ambos se empezaron a reír y a aullar como locos, mientras sus otros compañeros de cocina los imitaban y sonreían, aplaudiendo su proeza.

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16 comentarios

  1. 1. marazul dice:

    Hola Alfredo:
    Agradezco de veras que el grito de Arquímedes fuera de “triunfo”.
    Este mes hay mucho grito de “terror” empezando por el mío.
    El tema que tratas es cotidiano y sencillo. Sin embargo, un acto tan normal se vuelve magistral con tu dominio del lenguaje. Sinceramente me ha gustado mucho la forma en que describes ese momento.
    Soy de las personas que aprecian lo cotidiano. No hacen falta grandes argumentos para escribir bien. Un buen pintor nos plasma una naranja perfectamente pelada. Un buen escritor nos narra el momento en que su personaje “pela la naranja”.
    Por otro lado he aprendido palabras nuevas, que son propias de tu país, y que me alegra poder descubrir: cambur, budare, panqueca…
    Destaco especialmente el tercer párrafo en donde describes la habilidad del chef y como manipula los utensilios de cocina.
    Es un relato amable y muy agradable de leer. El final nos deja un dulce sabor de boca.
    !Enhorabuena!
    P.D: una apreciación: si “delivery” es una palabra inglesa creo que debería de ir en cursiva
    Un saludo, Alfredo

    Escrito el 18 enero 2017 a las 13:09
  2. ¡Muy buen día, estimada Marazul..!

    ¡Nada más agradable que empezar mi jornada y encontrarme con tus comentarios, el primero por cierto! Sinceramente, ¡muy agradecido por tus apreciaciones y tiempo! Es verdad, quise darle la vuelta al común denominador. Hacer un relato fresco, inspirado en un video en Youtube que mostraba a talentosos trabajadores en sus faenas de cocina. La palabra “delivery” la tengo en cursivas en mi texto original. sólo que aquí al publicar el texto, la plataforma no la consideró. Aclarándote significados: “Cambur” es como llamamos a los bananos o bananas. “Budare” es una plancha circular muy típica de mi país, Venezuela. Y “panquecas” es como llamamos a las crepas o crepes recién cocinadas. ¡Mis favoritas desde niño, por cierto! ¡Mis saludos cordiales, espero sigamos intercambiando en el próximo reto! En breve publicaré este mismo texto en mi blog. ¡A mi también me encantó y es un modo digno de hacerlo trascendente una vez reciba las apreciaciones de los interesados!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 14:09
  3. 3. Arnoldo Supiar dice:

    Hola Alfredo:
    En primer lugar, muchas gracias por comentar mi relato. Yendo al tuyo, quiero decirte que desde la primera lectura me ha hecho disfrutar mucho. He de decirte que para mí los relatos sobre temas culinarios tienen un fuerte paralelismo con el amor y, en concreto, con el sexo. No lo puedo evitar. Por tanto, he visto el relato desde esa dimensión y las sucesivas lecturas me han hecho profundizar en esa interpretación.
    El protagonismo de Federica desde el principio y su relación de dependencia con Arquímedes-nombre muy sugerente: inventiva práctica-, así como el uso de ciertos giros me ha parecido cautivador. Expresiones como “súbito y sorpresivo”, “aquel alarido era buena señal”, “la manera más visceral y tosca” encajan en mi enfoque de una relación amante. “Lo que los ojos de Federica presenciaron… pudo recrearlos… en cámara lenta…”. El final de tercer párrafo es como un clímax: “tres fuentes de frutas picadas: jugosas fresas, finos arándanos y ricos cambures frescos”.
    Cuando cobra protagonismo Arquímedes: “…esparció trocitos de fresas y arándanos… Luego… roció… con chocolate líquido… Los cerró… luego de haber espolvoreado…” Y el final “… fueron la seña de triunfo, el desahogo de la presión, el final glorioso de una jornada en equipo, digna de celebrar”. Y “gritó otra vez… lanzándose sobre Federica… y la besó con brusquedad… y la alzó por los aires… ambos empezaron a reír y a aullar como locos…” Para mi interpretación el párrafo inicial y final son clave.
    Todo esto me ha permitido encajar tu relato. Me gusta tu prosa tan gráfica y creativa: “movimientos radiales cíclicos”, “apoyando sus extremos en el mismo centro”, “similar a un haragán de mano”, “el pulcro reloj de pared”, “en el tiempo necesario y con total perfección”, “con más fuerza e ímpetu”. Me apasiona la sonoridad de tus frases y con un contenido tan evocador que cada una daría para un relato de por sí.
    Gracias por tu relato, siento no poder aportarte ninguna crítica.
    Un saludo,
    Arnoldo Supiar.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 12:53
  4. ¡Estimado Arnoldo, muy buenos días..!
    Estoy mucho más que complacido, me siento muy honrado. Primero por toda tu sinceridad y elocuemcia. Segundo porque todo lo expresado por tí, es una visión que no me sería revelada, de no ser por tu explicación. ¡Me siento muy sorprendido y halagado! Pero este sentimiento no es banal, es muy apreciado porque eres el segundo colega del taller que ha tenido el interés de opinar sobre mi texto. Yo lo escribí con mucho apremio y dedicación. Me ha encantado participar por segunda vez en Literautas, ya que practicando mes a mes, perfeccionamos nuestro talento. Llevo en esta tarea desde el 97. Dos cursos completos de Escritura Creativa y una segunda novela por terminar (está “en el horno” ya). La analogía que encuentras en mi historia es muy válida. Considero que las emociones intensas están ligadas a la pareja, a la cocina, a la vida misma. Mi profesión como Diseñador Gráfico y Comunicador Visual añaden ese “ingrediente especial” en mis creaciones. ¡Muy complacido y agradecido por tu tiempo, Arnoldo! ¡Espero sigamos interactuando! Mis saludos cordiales.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 14:22
  5. ¡Estimado Arnoldo, muy buenos días..!
    Estoy mucho más que complacido, me siento muy honrado. Primero por toda tu sinceridad y elocuencia. Segundo porque todo lo expresado por tí, es una visión que no me sería revelada, de no ser por tu explicación. ¡Me siento muy sorprendido y halagado! Pero este sentimiento no es banal, es muy apreciado porque eres el segundo colega del taller que ha tenido el interés de opinar sobre mi texto. Yo lo escribí con mucho apremio y dedicación. Me ha encantado participar por segunda vez en Literautas, ya que practicando mes a mes, perfeccionamos nuestro talento. Llevo en esta tarea desde el 97. Dos cursos completos de Escritura Creativa y una segunda novela por terminar (está “en el horno” ya). La analogía que encuentras en mi historia es muy válida. Considero que las emociones intensas están ligadas a la pareja, a la cocina, a la vida misma. Mi profesión como Diseñador Gráfico y Comunicador Visual añaden ese “ingrediente especial” en mis creaciones. ¡Muy complacido y agradecido por tu tiempo, Arnoldo! ¡Espero sigamos interactuando! Mis saludos cordiales.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 14:36
  6. 6. Arnoldo Supiar dice:

    Estimado Alfredo: no sabes qué alegría me da que te haya parecido bien mi comentario. Te agradezco que tengas una mente tan abierta. Temía que no te gustase mi visión de tu relato, pues tú eres su autor. Es verdad que lo he releído varias veces y he disfrutado. A mi lo que me gusta es leer y volcar mi imaginación en los textos escritos por otro. Pero no vale cualquier texto. El tuyo es muy bueno y admite varias interpretaciones (que para mi es una de las claves del arte). Por eso, algunos relatos, aunque estén muy bien escritos, me dejan frio. El tuyo no. Ya te he dicho que para mi es muy sugerente pero seguro que admite otras interpretaciones. Yo soy autodidacta y lo que me gusta, como te he dicho, es leer. ¿Dónde puedo conseguir tu libro? Un cordial saludo,
    Arnoldo.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 14:57
  7. ¡Pues, no solo me ha parecido bien tu comentario, Arnoldo, me ha hecho reír a carcajadas…! Tienes mucha razón, soy mente abierta, creativo, me gusta lo ingenioso y lo original. ¡Me encanta expresarme con estilo propio! Y nunca tomo a mal o como mala crítica, la opinión de alguien que se expresa cordialmente. La respeto. Sí alguien percibe de una manera diferente algo creado por mi, se lo agradezco. Y lo hago porque su opinión tiene un valor. No es porque voy a cambiar lo que ya hice, no, sino porque me permite ver mi obra desde los ojos del lector. Entendiendo lo anterior, te comparto con mucho gusto, mi primera novela. Es una pequeña obra, hecha con total y completa libertad creativa. Si te animas, ¡bienvenido eres!
    https://www.wattpad.com/story/49055419-adalid-la-saga-de-el-tesoro-de-alrak

    Escrito el 23 enero 2017 a las 15:15
  8. Una P.D. breve. Mi segunda novela surgió de esta misma página Literautas, a finales del año pasado, recién me inscribí. Fue la convocatoria al maratón literario “National Novel Writing Month 2016”, que te invitaba a escribir en un mes, una novela de 50.000 palabras. Participé pero no alcancé culminarla en ese lapso de 30 días. ¡Pero ese fue el impulso! Y me siento sumamente complacido de mis 18 capítulos ya escritos. Aspiro sean 30 y logre el objetivo. Por lo momentos es mi meta.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 15:24
  9. 9. Ana Luna dice:

    ¡Hola Alfredo !
    Muchísimas gracias por tu comentario sobre mi relato. Has sido muy generoso, te lo agradezco.
    El tuyo es muy bueno. Creo que tienes un perfecto dominio de la descripción y del lenguaje. Me ha parecido ameno y agradable de leer.
    Tengo la sensación de que voy a aprender mucho con este taller.
    Te seguiré la pista.
    Saludos,

    Escrito el 23 enero 2017 a las 20:29
  10. 10. Alfredo Mambié dice:

    ¡Qué bueno conocer tus impresiones, Ana Luna! Agradecido por tu visita, mucho en verdad. Tu sensación la ratifico, Literautas es una estupenda plataforma de aprendizaje. Y será espléndida mientras que pongamos ese máximo interés en absorber tips, intercambiar lecturas y practicar con entusiasmo. ¡Saludos cordiales!

    Escrito el 23 enero 2017 a las 20:53
  11. 11. Nora C.P. dice:

    Hola, buenos dias!
    Estoy teniendo suerte en los últimos relatos que estoy leyendo, cada cuál mejor.
    El tuyo me ha hecho sentir la presión, el cansancio y la lucha por llegar a tiempo de culminar un trabajo dentro de un límete horario.
    He podido ver la viscosidad de la masa, notar el calor de los fogones incluso ver la cara de satisfacción de Arquímedes.
    Eres un crack!.
    Si tienes un momento comentame, estoy dentro de los tres textos siguientes al tuyo. Gracias de antemano.
    Un saludo!

    Escrito el 24 enero 2017 a las 12:15
  12. 12. María Esther dice:

    Hola Alfredo leí tu relato y la información que agregas más adelante.
    Me pareció muy buena tu manera de expresarte, con un lenguaje tan “jugoso y colorido”, a la vez claro y sencillo.Solo me quedó sin conocer el “haragán de mano”. Pensé que fuera una espátula.
    Todo el relato tiene una alegría sostenida hasta el final con mucho dinamismo.
    Felicitaciones, que tengas mucho éxito con tu novela.
    Por si quieres pasarte por mi relato, estoy en el 98.
    Maritel

    Escrito el 25 enero 2017 a las 03:16
  13. 13. Alfredo Mambié dice:

    ¡Mis saludos cordiales, Maritel!
    Muchas gracias por tiempo. Muchas gracias por tus comentarios. Efectivamente como deduces, “el haragán de mano” es un pequeño instrumento culinario que sirve como espátula y “varita mágica”. En breve subo al 98.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 13:44
  14. 14. Alfredo Mambié dice:

    ¡Mis saludos cordiales, Maritel!
    Muchas gracias por tu tiempo. Muchas gracias por tus comentarios. Efectivamente como deduces, “el haragán de mano” es un pequeño instrumento culinario que sirve como espátula y “varita mágica”… XD En breve subo al 98.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 13:45
  15. 15. Bea dice:

    Hola Alfredo:

    Muy bueno tu relato! Como dice mi compañera Marazul, se agradece que el grito sea de triunfo y no de terror o cualquier otro sentimiento negativo.
    Has descrito muy bien la tensión de ese cocinero que casi roza la perfección con sus manos, la alegría al conseguirlo y los sentimientos de esa compañera que lo conoce como la Palma de su mano.
    Lo que me ha perdido un poco es la jerga cocinera, pero no desmerece para nada tu trabajo.

    Si te apetece pasarte estoy en el 242.

    ¡Felicidades, nos leemos!

    Escrito el 25 enero 2017 a las 14:12
  16. 16. Alfredo Mambié dice:

    ¡Muchas gracias, Bea!
    Crear una temática amena fue intencional. Cada vez que asumo un reto en Literautas suelo imaginarme una vía diferenciadora del común. Aparto lo obvio, doy rienda suelta a la creatividad. ¡Y lo disfruto al máximo! Cuando publico un relato es porque estoy plenamente convencido de que está “redondo”. Luego, ese texto se hace parte del lector, y según cada quien, terminará provocando distintas reacciones, que al final son las que complementan el proceso de aprendizaje. Pronto paso por tu texto. Saludos cordiales.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 14:52

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