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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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CÓDIGO ROJO - por MOT

Se giró al escuchar el grito, toda la emoción de un niño liberada. Se trataba de un código rojo, y sabía exactamente lo que tenía que hacer.

Según el Protocolo de Actuación de Emergencia disponía de muy poco tiempo, según las estadísticas, antes de que los padres pudieran aparecer, y aunque no tanto su longeva edad, sí recordaba muy bien el PAE.

1. No hacer ningún movimiento brusco.

2. Ofrecer a la criatura la mejor de las sonrisas.

3. Iniciar el procedimiento de borrado.

Tiempo Máximo Total: 5 segundos.

El anciano dejó con sumo cuidado, en el suelo junto a la chimenea y el árbol, el saco que llevaba en sus manos. A escasos cuatro metros, un niño de siete años con un pijama de trogloditas le estaba mirando muy quieto, la cara transmudada; las marcas en su rostro eran de las emociones de la niñez llevadas al límite. La bondad, la ternura, el amor, aparecieron en el redondo rostro del hombre, y una natural sonrisa, la mejor sonrisa del mundo, provocó un pequeño alud en su gran barba blanca.

Odiaba esa parte, siempre le rompía el corazón; por muchos años que pasaran, por muchos borrados que llevara a cabo, obviamente todos con éxito (¡menuda catástrofe si no fuera así!), jamás se acostumbraría. Pero era necesario hacerlo. Sus ojos buscaron y encontraron la mirada del niño, establecieron la conexión necesaria y el tiempo pareció detenerse. La magia del anciano empezó a fluir, invisible, poderosa, mientras la pena y la angustia tomaban el control de sus sentimientos, que no de sus actos. Iba a truncar el mejor momento de toda la vida de esa noble criatura, aunque viviera más de cien años; el momento más feliz, la experiencia más maravillosa, la inocencia como nunca más la experimentaría, el súmmum de la emoción… todo se borraría.

Una vez acabado el tercer punto, el anciano simplemente desapareció, se esfumó, se desvaneció en el aire, y el niño siguió allí, de pie, con los ojos cerrados, ningún recuerdo de lo ocurrido.

Un insignificante ruidito lo despertó. Por lo normal, solía dormir como una marmota y para despertarle había que recurrir poco menos que a los bomberos, pero esta noche, tan especial para todos los niños, se había ido a la cama en lo que él llamaba modo alerta, lo que significaba que cualquier sonido, por pequeño que fuese, lo despertaría. Vio que eran las 00:49, se levantó y, con mucho sigilo y las luces apagadas, pues no había que despertar a Papá y Mamá, se dirigió directo hacia el comedor. Su estómago era un hormiguero, miedo y emoción en pugna; quizás tuviera suerte este año…

Se quedó de piedra, no podía mover ni un solo músculo. De su boca salió una especie de grito, ahogado por el caudal de emoción que le invadía. La tenue y pastosa luz que emanaba de los adornos luminosos del árbol bastó para confirmar lo que ya sabía de sobra. ¡No podía ser! Estaba en su casa, en el comedor. Lo tenía justo enfrente, junto a la chimenea y al árbol, y llevaba su saco mágico. Era Él, tal y cómo se lo imaginaba, y le sonreía y le miraba con sus sabios ojos, la mirada más dulce que había visto en su vida. El mundo dejó de girar, la noche se congeló para ser eterna, lo mágico cobró vida. Unos pocos segundos que al pequeño le parecieron horas.

Su mente bullía, muy despierta, y sus pensamientos se soltaron, se volvieron locos… «¿Qué hago? ¿Qué digo? ¿Cuántos años tendrá? ¿Dónde vive?… En el cole lo van a flipar… Papá y Mamá no se lo van a creer, pero la Abuela sí… ¿Y si enciendo la luz?…». Sin previo aviso, todo se volvió borroso, sus párpados eran de plomo, y un agradable pero extraño escalofrío empezó a recorrerle el cuerpo, los pies, las piernas, los brazos… parecía como si flotara. Una invisible fuerza le hizo cerrar los ojos.

Cuando los abrió, confuso y aturdido(¿qué hacía en el comedor a esas horas?), notaba una sensación extraña en todo su cuerpo, una especie de paz interior como nunca había sentido. Somnoliento, se encogió de hombros con resignación y volvió a su cama; tenía mucho sueño y solo quería dormir. Al minuto, ya roncaba.

Al día siguiente, el día de Navidad, debajo del árbol había tres regalos más de los previstos. Papá y Mamá se miraron de reojo, enigmáticos, silenciosos, complicidad en sus ojos. Pero nadie dijo nada.

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8 comentarios

  1. 1. juanjohigadillo dice:

    Buenas noches, Mot. Un más que interesante relato, pese a que en algunos momentos me ha recordado alguna escena de la película “Men in Black”. La historia, que es lo importante, me parece buena, salvo algún pequeño detalle que paso a contarte. “Summum” no lleva acento. Por más que lo leo y lo releo no acabo de tener claro qué es lo que le hacía disponer de poco tiempo, el PAE o las estadísticas. También hay alguna que otra coma que en algunos casos me sobra, y en otros me falta, pero eso es, como bien bien dicen otros participantes, cuestión de leer el relato en voz alte y ver cómo te suena.
    Sigue por esa línea, que creo que vas muy bien.
    Saludos desde Pucela.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 20:00
  2. 2. Miranda dice:

    Hola Mot.:
    Me ha parecido una historia muy tierna, y muy bien contada. Has transmitido muy bien la esencia del momento y me ha gustado mucho la originalidad del argumento al darle un inicio de ciencia ficción que poco nos hace presagiar al principio que estamos ante un cuento de navidad. La historia tiene mucha coherencia y me parece que si has conseguido el reto.

    En todo el texto únicamente he encontrado una frase que me ha rechinado un poco al leerla, es al principio cuando hablas del recuerdo de su longeva edad. “y aunque no tanto su longeva edad, sí recordaba muy bien el PAE”.
    Yo pondría recordaba perfectamente el PAE, a pesar de su longeva edad”.

    De todas formas felicitaciones, me parece un buen texto.

    Saludos

    Escrito el 19 enero 2017 a las 00:14
  3. 3. MOT dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios y por el tiempo que me habéis dedicado.

    Juanjohigadillo, ¡qué vergüenza! No me di cuenta hasta ahora. Efectivamente sobra la frase “según las estadísticas”, que sí estaba en el borrador, pero que se me pasó al pasarlo a limpio… Gracias…

    Miranda, completamente de acuerdo con tu idea; me gusta más y es menos rebuscada y más clara…Tomo nota… Me alegro que te haya gustado el relato y que consideres el reto conseguido, pues eso me da ánimos para pensar que voy por buen camino…

    Un saludo…..MOT

    Escrito el 21 enero 2017 a las 16:18
  4. 4. Peter Walley dice:

    Hola Mot,

    Me ha gustado mucho, tanto la redacción que me ha parecido muy correcta como el contenido. He echado un poco en falta algo más sobre el procedimiento de borrado, pero supongo que se puede dejar a la imaginación del lector. Por otro lado, las consecuencias de que el niño lo recuerde tampoco son tan catastróficas como se dice al principio, porque supongo que nadie le haría el menor caso…aunque también de esta forma consigues despistar un poco al lector antes de llegar a la segunda parte.

    Has cumplido muy bien con el reto, lo que no era fácil. Mis felicitaciones.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 22 enero 2017 a las 20:31
  5. 5. K. Marce dice:

    Saludos MOT:

    Y antes de terminar el punto 3, ya me estaba sonriendo. Si bien se intuye que es un cuento de Navidad, no le quita nada a lo que a continuación se lee.
    Siendo honesta, no me detuve a ver a profundidad la forma, me embrujó la narrativa y el contenido. Pero al leer los comentarios, concuerdo con las mejoras que te han plantenado. Si note un poco de excesos en la letra Y, se recomienda obviarla si el texto se comprende sin ella. Y alguna puntuación que necesita una revisión extra.

    Te diré que es muy seguro que yo sí me encontré con Santa Claus, porque nunca he creído en él. Creo que a los tres y medio años, ya había analizado por deducción lógica que era mi padre quien llegaba con los regalos a casa. Mi hermana mayor creyó en él hasta pasados los diez años, y lloró como Magdalena al enterarse de la cruel verdad. (Algo que me reservé hasta que ella me contó la trágedia).
    Aunque con tu relato, medito ahora si él me hizo un borrado mental extremo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 enero 2017 a las 05:44
  6. 6. MOT dice:

    Hola K. Marce
    Mil gracias por haberme leído, también por tus valiosos comentarios. Puedo ya dar por probado que tengo un problemilla con la “y”…tengo que ir más al loro con eso. Un saludo…

    Escrito el 29 enero 2017 a las 19:50
  7. 7. MOT dice:

    Hola Peter Walley
    Me alegro que te haya gustado y gracias por tu opinión, que viniendo de ti, es un verdadero honor… En cuanto al reto, es la primera vez que “experimento” con algo así, no lo tenía muy claro al principio, pero estoy mínimamente contento con el resultado, y celebro que lo consideres superado.Saludos…

    Escrito el 29 enero 2017 a las 19:56
  8. Me gustó la historia, MOT. Muy ingeniosa y con cierta dosis de ternura. El resto de cosas te las han señalado.
    Nos seguimos leyendo en las próximas ediciones.

    Abrazo.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 03:37

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