Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El grito - por Emilio Crespo Méndez

El autor/a de este texto es menor de edad

Se giró al escuchar el grito, el tono de la voz fue inconfundible. En el largo recorrido del giro vio las grandes aves que volaban sin agitar sus alas emanando un ruido ensordecedor, aun así oyó su nombre. Despedían de sus patas alfileres de fuego que apuntaban a pinchar incansablemente todo su cuerpo, poco a poco empezó a dejar de sentir. Su respiración no era normal, las pulsaciones de su corazón se hacían notar en pareja, una más fuerte que la otra pero cada vez más distanciadas. Divisó en el horizonte la perfecta bola de fuego hundiéndose en una selva gris que nunca había visto antes, escena muy diferente a lo que acostumbraba a apreciar en su original morada. Resbaló su mano de la frente hacia la barbilla, pensando en despertar y convertir las aves en mariposas, lo gris en verde, el atardecer en amanecer, pero el resultado no cambió. Sus potentes manos empezaron a perder esa característica. En cuenta regresiva, del meñique al pulgar, empezó a despedirse uno a uno del frío árbol sin hojas al cual estaba tan aferrado. Sus pies empezaron a resbalar del mismo tronco, la corteza había desaparecido, ya no lo ayudaba a sostenerse. Pero su mirada seguía buscando. Empezó a ver hormigas uniformadas con cascos verdes que venían de abajo hacia arriba con toda la intención de morder sus pies para que siguiera perdiendo el poco equilibrio que le quedaba. Con una mano trató de sacudir a esas molestas aves que seguían rondando y con un pie trató de ahuyentar a los insistentes insectos que se lo querían comer. Al final del recorrido las dos miradas se cruzaron, lo único que los separó era un líquido extraño que salía de su lagrimal. Sostenido con su mano izquierda, tomó fuerzas para inhalar el contaminado aire, empuño su mano derecha y con todo el orgullo que le quedaba golpeo su pecho en tres ocasiones para despertar un potente grito que salió de lo más profundo de sus pulmones, fue tan fuerte que el tiempo se detuvo por un micro segundo, hubo un silencio total. La mirada recargó fuerzas y la escena inició en tiempo real. Lanzó un golpe derribando un ave, se agachó sin soltarse del árbol, agarró a cinco hormigas en un solo abanico y los tiró al agujero sin fin. Regresó con más fuerza para pegar con sus nudillos a otros diez bichos que tuvieron el mismo destino de sus compañeros de guerra. Abría camino para llegar a su amada. Estiró su largo brazo derecho con intención de cargarla y descubrió por completo sus remarcados pectorales. El acierto de un proyectil era inminente.

El piloto de la moderna nave militar sudaba a cantaros dentro de su chaqueta de cuero con cuello de pelos, sus enormes anteojos y el vapor de sus poros le hacían estragos en su visión. Era el momento más importante de su vida en el servicio a su país, por lo que se repetía una y otra vez “tengo que destruir al objetivo”. Escuchó un potente grito, se limpió con una mano los cobertores de los ojos y el cuerpo le temblaba cual virgen a la espera de su primera vez. Ubicó al objetivo aferrado a la antena pararrayos del gran edificio, captó el monto exacto donde aquel enorme monstruo lanzó un potente golpe a uno de sus compañeros aéreos derribándole como un avioncito de papel y tiró a los aires a 15 hombres en un ir y regresar de su brazo derecho como que si fueran inofensivas hormigas. Quedó medio paralizado. Se acercó, liberó el seguro del botón rojo y con los ojos cerrados presionó el detonador.

Nunca en su vida había estado tan alto en el edificio más grande de la llamada Gran Manzana y mucho menos al centro de una sangrienta guerra. Corrió su cabello de oro que le hacía estorbo a causa de los fuertes vientos, su vestido blanco tallaba la sutil figura de su cuerpo. Se montó en la parte alta de la baranda y gritó con desesperación el nombre de su peculiar amigo. Lentamente lo vio girar y tomar fuerzas para seguir luchando. Los dos elongándose al máximo lograron tocar sus manos al mismo tiempo que se escuchó el aniquilante impacto.

El descomunal gorila inicio su forzado descenso con la mirada clavada en la bella rubia, viéndola hacerse cada vez más pequeña. El agujero se lo tragó, el silencio volvió a reinar. Atónita, la protegida vio pasar todo en el transcurso de un giro.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

6 comentarios

  1. 1. Cryssta dice:

    Hola Emilio, muy original tu relato contando la mítica escena de la película “King Kong”.

    Veo que eres menor de edad así que te felicito por tu forma de escribir y te animo a que lo sigas haciendo.

    En cuanto a los mejorables te digo lo siguiente:

    – el primer párrafo es muy largo en comparación con los siguientes

    – yo lo dejaría en “en el recorrido del giro”, sin el “largo”

    – “empuñó”, “golpeó” y “cántaros” llevan tilde

    – “microsegundo” es una única palabra

    – “le hacían estragos en la visión”, ya sabemos que es en la suya

    – “el cuerpo le tembló”, debes mantener el mismo tiempo verbal

    – “quince hombres”, los números, salvo excepciones, se deben poner en letra; en el blog hay una entrada que te recomiendo en la que se explica cómo escribir los números

    – “Quedó paralizado” si dices “medio paralizado” da la sensación de que se ha quedado paralizado solo de una parte del cuerpo

    – “en el centro de una sangrienta guerra”

    – “que le estorbaba” en vez de “que le hacía estorbo”

    Espero leerte en próximos talleres. Un abrazo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 14:00
  2. 2. Xerchio dice:

    Hola Emilio,

    Me ha gustado mucho el relato.
    En especial como describes. Me han llamado la atención gratamente estas frases:
    “En cuenta regresiva, del meñique al pulgar, empezó a despedirse uno a uno del frío árbol sin hojas al cual estaba tan aferrado.”
    o
    “las pulsaciones de su corazón se hacían notar en pareja”

    Pero también he de decirte que el principio es algo confuso, hasta que no he leído más de la mitad del relato , me sentia perdido, no sabía de que iba, osea que me ha costado entrar en la historia. El punto de vista del gorila está muy bien, pero cuesta ver de qué se trata, aunque vas dando pistas, tal vez no sean lo suficientemente claras. Y que conste que hablo del principio de entrar en la historia. Por lo demás está genial.

    Saludos

    Escrito el 21 enero 2017 a las 01:12
  3. 3. Emilio dice:

    Buenos días Cryssta y Xericho. Agradezco de sobremanera sus comentarios y criticas constructivas, definitivamente las voy a tomar en cuenta para poder ir mejorando la forma de expresión en los textos. No soy menor de edad Cryssta, ya quisiera volver a tener 18!! Tengo 40 años pero soy principiante en esto y me encanta. Muchos éxitos y saludos.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 17:11
  4. 4. Cryssta dice:

    Ah, es que marcaste la casilla que dice que eres menor de edad.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 22:19
  5. 5. Luchiflús dice:

    Hola Emilio,
    Perdona por el retraso en comentar tu relato! Como se suele decir: más vale tarde que nunca, así que aquí va mi comentario 🙂

    Me parece muy original el contenido del relato. Una idea muy interesante y nada fácil 🙂 Me gusta también que el lector no sepa desde un primer momento de quién se trata, pero ¡OJO! El principio de la historia es muy confuso. El primer párrafo, además de muy largo en comparación a los demás, es muy confuso. Utilizas frases muy largas y complejas, con comas no siempre bien colocadas. No tengas miedo de utilizar más puntos: ayudan al ritmo de la lectura.

    Te dejo un ejemplo de frase demasiado larga y rebuscada: “En el largo recorrido del giro vio las grandes aves que volaban sin agitar sus alas emanando un ruido ensordecedor, aun así oyó su nombre.”. He necesitado leerla dos o tres veces, muy concentrada, para comprenderla. Y, aún así, no entendía cómo un ave puede volar sin agitar las alas y emanando un ruido ensordecedor. Como te decía: utiliza más puntos.

    Aprovecho esta frase para comentar el otro gran “problema” que he detectado: tal vez deberías hacer más comparaciones. En el primer párrafo hablas de aves, hormigas, corteza de un árbol, árbol sin hojas, alfileres de fuego, garras…
    Todo ese vocabulario está muy bien ya que, a ojos de un gorila, utiliza los elementos conocidos para describir lo desconocido. Pero yo, como lectora, pensaba en verdaderas hormigas, en verdaderas aves, en un árbol sin hojas (porque es invierno)… Todo esto ha contribuido a que no entendiese el relato hasta el párrafo dos. Te aconsejo que utilices más fórmulas comparativas, para que el lector comprenda lo que está ocurriendo y que el punto de vista del narrador no tiene la misma concepción del mundo que el lector.
    Por ejemplo, cambiaría la frase que te he comentado arriba por algo como: “En el largo recorrido del giro vio aquellas extrañas y enormes aves. Estas volaban sin agitar las alas y emitían un ruido ensordecedor, que nunca había oído en otro animal”.
    Pero solo es una idea, para que veas lo que quiero decir.

    No es un relato fácil de escribir ya que tienes que ponerte en la piel de tres personajes (gorila, piloto y chica) además de ponerte en el lugar del lector (que empieza el relato y no tiene ni idea de nada de lo que está ocurriendo; que empieza de cero).
    No obstante, leo que has empezado a escribir hace poco así que te envío todos mis ánimos!! Tienes ideas muy originales y lo único que nos falta a todos los que participamos en estos talleres es más práctica 🙂
    Un placer haberte leído! Espero verte en el siguiente taller.

    Escrito el 7 febrero 2017 a las 15:26
  6. 6. Emilio dice:

    Hola Luchiflus,

    Es un gusto saludarte y te doy las gracias por tus criticas constructivas. La practica hace al maestro dicen! Lo bueno es que a mi criterio no solo la practica los hace, si no también los buenos consejos que se reciben. Agradezco tus comentarios.

    Fue con toda la intención del caso escribir de esa manera el primer párrafo para que el lector luego se diera cuenta de que lo descrito era a través de los ojos del gorila y no de un ser humano. Ahora por tu comentario entiendo que eso esta dentro de mi cabeza pero no de quien lo lee por primera vez. Tomaré en cuenta ese tan importante punto para futuros escritos.

    Seguiremos en contacto y muchas gracias de nuevo!

    Escrito el 13 febrero 2017 a las 06:04

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.