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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL GRITO - por Ramón Temes

Se giró al escuchar el grito.

Todavía llevaba en la mano la chequera abierta. En el banco habían sido de lo más amables, pero no le habían concedido el crédito, que necesitaba para entarimar los suelos del chalet de la playa. Mientras pensaba que tendría que ahorrar más o pedirle un anticipo al jefe, el penetrante grito y un ensordecedor ruido, cuyo origen, en aquel momento no supo adivinar, se le metió en los huesos.

En el café de la esquina una joven pareja se desplomaba sobre la mesa y el camarero, que les servía, cayó de bruces. Las tazas se hicieron añicos y la bandeja salió rodando lentamente para, después de unos lentos giros de peonza, detenerse a unos metros, con un chasquido final.

La gente comenzó a correr, sin rumbo, sin cuidado, sin respeto a los demás. Un niño, de unos cuatro años, lloraba bajo una mesa sin entender la escena. Todos gritaban en un tumulto histérico y caótico. Lejos, se oía el penetrante sonido de la sirena de una ambulancia, acercándose.

Ella, una mujer joven y atractiva, con la chequera aún en su mano, lo contemplaba todo como a cámara lenta. Podía casi detener el tiempo, podía parar el movimiento de la gente y aprehender cada una de las acciones que se sucedían a su alrededor y podía hacerlo sencillamente, sin esfuerzo especial, como si lo hubiera hecho toda la vida. Su cerebro se había convertido en una máquina de memoria. Absorbía toda la escena lentamente, de forma automática, mientras los hechos se sucedían a gran velocidad. Apenas había pasado un segundo y sin embargo toda su vida se mostró ante ella, sin siquiera salirse del entorno, de desastre, que estaba viviendo. La sensación de clarividencia era increíble.

Los hechos se sucedían con gran rapidez y todo ocurría al mismo tiempo en lugares distintos pero simultáneamente. Por un lado las casas vecinas se tabaleaban y el suelo saltaba como si un gigante, oculto debajo, le propinara enormes y sonoros golpes. En otro lugar, los árboles, plantados en las aceras, en pequeños cuadrados de tierra negra, parecían querer abandonar sus raíces y caían alargados sobre los bancos y sobre los transeúntes, mientras las aves de sus ramas huían despavoridas.

Por fin, un poco más allá, la cúpula del edificio del Banco, del que ella acababa de salir, se derrumbó con gran estruendo y los cascotes se pusieron a rodar y saltar por las aceras como si tuvieran vida propia. Ante tal estridente colapso, las palomas de la plaza se elevaron apenas, con unos cortos saltitos y volvieron a picotear, en el mismo lugar, indiferentes.

Coincidentemente, por el fondo de la calle comenzó a abrirse una enorme brecha en el suelo adoquinado; algunos coches se hundieron en la abierta zanja y grandes chorros de agua, de las tuberías rotas, se elevaron al cielo inundándolo todo. Unos niños, que jugaban al futbol en un patio vecino, se quedaron paralizados mientras el balón se deslizaba calle abajo y los perros… ¿De dónde habían salido tantos perros? aullaban como hacen los lobos y corrían, de un lado a otro, desbocados.

El miedo se podía palpar. Los sentidos transmitían la sensación de peligro inminente y se unían para generar miedo. Todos vivíamos el momento, temerosos y fascinados, pensando que el mundo se derrumbaba sobre nosotros. La tensión no se podía soportar más. La brillante luz de los rayos y el ruido estruendoso, contribuían al caos general.

Con la evidente intención de encontrar un refugio, ella, espoleada por la urgencia de la situación, subió rápidamente las escaleras de la vecina Iglesia, mientras un hombre joven le recogía el zapato que se había dejado en el camino. Los dos se miraron unos instantes y corrieron juntos escaleras arriba.

– ¡Pena que el zapato no sea de cristal! Comento él entregándole la prenda y empujándola hacia arriba en actitud protectora.

Ella, más tranquila, le regaló una sonriente mirada agradecida que permitía pensar en un desarrollo afortunado de aquel encuentro casual y auguraba un entendimiento de mayor entidad en el futuro.

El reloj dio las doce. Sólo habían pasado 5 segundos.
Y en ese momento el director gritó. “Corten,” “La toma vale.”

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19 comentarios

  1. 1. José Tapia dice:

    Ramón Temes, el tema de la peli, es un recurso recurrente en algunos autores, lo mismo que el sueño, es un buen intento para describir una situación caótica, sin embargo algo me falto, hubiese preferido mas dramatismo, no logré engancharme con la emoción que esperaba me produjera una escena de cataclismo. De todas formas te felicito, vamos a intentarlo de nuevo y espero seguir leyendo tus relatos.
    Un abrazo latino.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 18:43
  2. 2. Jelly Bangster dice:

    Hola.
    Debo decir que el que toda la escena dramática terminara siendo eso, una escena, me pareció un detalle único y fascinante.
    Lo único que no me agrado mucho fue que repitieras tantas veces la frase “se sucedieron” en mi opinión creo que le da una sensación de redundancia pero en general tu historia es bastante buena.

    ¿Nos comentamos?
    Me parecería genial conocer tu opinion de mi historia asi que si e parece bien, te invito a que la leas se titula “The Unforgiven” en el número 192.
    Saludos.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 21:40
  3. 3. Francis dice:

    ¡Hola Ramón!
    Me parece fantástico tu relato. Este mes el reto no era fácil, pero tú lo has logrado.
    Tu gramática es pulcra y eso se agradece.
    Sigue escribiendo. Nos leemos.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 21:45
  4. 4. Isolina R dice:

    Hola, Ramón Temes:

    Te cuento lo que me ha pasado con tu relato.
    Siempre copio los textos en Word para comentarlos en un archivo en el que voy marcando lo que luego señalo como mejorable. Suelo hacerlo de forma muy rápida. Pero en tu texto, no sé por qué demonios, me quedé un instante detenida en el final. Leí la última frase antes que todo lo anterior. En fin, así no me pilló de sorpresa.

    El texto está muy bien escrito. Y la historia me ha gustado.

    “tambaleaban”.

    “cinco” con letras.

    “iglesia” con minúscula si es para el edificio.

    En: “La brillante luz de los rayos y el ruido estruendoso, contribuían al caos general” sobra la coma.

    En: “– ¡Pena que el zapato no sea de cristal! Comento él entregándole la prenda y empujándola hacia arriba en actitud protectora” debe ser: “―¡Pena que el zapato no sea de cristal! ―comento él entregándole la prenda y empujándola hacia arriba en actitud protectora”.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 01:45
  5. 5. Paola dice:

    Hola Ramón

    La historia me ha gustado y está bien escrita.
    Para mí tiene un fallo (y es la opinión de una que se equivoca muchísimo pero ahí te la dejo) Cuando se escribe acción, diría el profesor, nada tiene que desviarnos de ella.

    Si eliminas todo lo que no interesa quedará perfecta (lo de la amabilidad en el banco, lo del préstamo y su motivo…, déjala ahí en el aire con la cartera abierta al salir del banco.

    Hay un momento en el que cambias el sujeto y distrae, allí donde dice todos vivíamos el momento….. tú prota es ella y sigue con ella.

    Otro detalle: creo que en casos así ella no se fijaría en lo que pasa dentro de un bar, yo los pondría en una mesa fuera y a su lado.

    Lo de ” una mujer joven y atractiva tampoco ayuda en la acción, quítalo y si vas quitando detalles superfluos te quedará de impacto

    Espero haberte ayudado.

    Saludos

    Escrito el 19 enero 2017 a las 19:28
  6. 6. Ramón Temes dice:

    Muchas gracias Paola. Seguiré tus consejos. Del cambio de sujeto me di cuenta pero ya había enviado el relato.

    saludos

    Escrito el 19 enero 2017 a las 22:29
  7. 7. Escritores Anónimos dice:

    ¡Hola Ramón!
    TE devuelvo la visita dándote mil mil gracias por haberme comentado.

    Tu historia me ha gustado bastante, en el sentido de que he conseguido “imaginar” y ” vivir” en la ciudad (posteriormente set de rodaje) que has creado. Coincido con Paola en el sentido de que en ocasiones se perdía el interés, la acción daba impacto, como dijo ella, aunque ya te ha dicho cómo solucionarlo.

    A tooodo lo que Isolina te ha dicho, siempre con acierto, yo añadiría esto (aunque ya sabes tú lo que veas bien, bien, y si no pues ale que yo me equivoco el 70% de las veces que abro la boca):

    *No sé cómo organizarte esto para que me entiendas así que voy a escribirte las frases cambiando comas, como yo lo pondría: “En el café de la esquina, una joven…”, “se desplomaban sobre la mesa y, el camarero que les servía, cayó de bruces.”, “Apenas había pasado un segundo y, sin embargo, toda su vida…”, “…las palomas de la plaza se elevaron apenas, con unos cortos saltitos, y volvieron a picotear…”

    *Hay una oración que me ha chirriado un poco: “…toda su vida se mostró ante ellas, sin siquiera salirse del entorno, de desastre, que estaba viviendo” no se si querías decir “del desastre”, si no es así, quitaría la coma tras entorno para decir “el entorno de desastre”.

    *Yo quitaría el adjetivo antepuesto a zanja (abierta), creo que no es necesario, se sobreentiende que una zanja está abierta.

    *En la oración “…se deslizaba calle abajo y los perros… ¿De dónde habían salido tantos perros? aullaban…” Está claro que tal cual está habría que poner “aullaban” con mayúscula por volver de la interrogación, pero, no me termina de cuadrar, porque es un comentario, una pregunta retórica, entonces, la solución que veo es meter la interrogación entre comas: “y los perros, ¿de dónde habían salido tantos perros?, aullaban…”

    *Se escribe “iglesia” en minúscula, ya que te refieres al edificio.

    *Voy a añadir a la oración que ya te corrigió Isolina una corrección: “–¡¡Pena que el zapato no sea de cristal!! –comentó…” he añadido una interrogación al principio para igualar las dos del final y añadido la tilde que faltaba en el verbo.

    Como he dicho esto son correcciones subjetivas, ya que escribes súper bien, casi sin errores, describiendo muy muy bien todo. Creo que has conseguido hacer bien el reto y, al contrario que otros, me gusta la idea de convertirlo en una película. Así que enhorabuena, porque creo que has creado una texto currado y de sobresaliente.

    Un abrazo

    Escrito el 21 enero 2017 a las 09:14
  8. 8. Ramón Temes dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios. Los tendré muy en cuenta. Me encanta que me hagais ver mis errores, es la única forma de mejorar.

    Aunque no esté de acuerdo con alguno de los comentarios lo bueno es tenerlos y después decidir.

    Los temas de puntuación son verdaderamente complicados. He leido algún libro al respecto y he leido muchos libros de grandes autores. Cada uno de ellos hace lo que quiere, de forma particular y casi todos son distintos y pocos siguen la norma. A pesar de ello os gradezco los comentarios, de verdad.

    Saludos a todos y espero vover a leer vuestros relatos.

    Escrito el 21 enero 2017 a las 15:42
  9. Buenas noches, Ramón,
    He leído con interés tu relato y le he encontrado ágil, ingenioso y realista. Realista en el sentido literario: lo hace creíble y para ello utilizas recursos detallistas, como el giro de peonza de la bandeja, la chequera que la protagonista tiene en la mano, los grandes chorros de agua que emergen delas tuberías rotas… A mi me parece que las descripciones de hechos habituales y rutinarios de la ciudad ayudan a darle ese viso de realidad que se busca —y que logras— porque sitúan la acción en un contexto.
    Loque a mí me ha planteado dudas es que todo ello quepa en 5 segundos, por más que lo diga el director al final. No sé, cuestión de pareceres. En realción a la puntuación con la que reconoces estar un poco peleado, sí creo que es importante para obtener un buen texto y creo que se puede aprender, que no es tan difícil. Si te parece bien, te dejo un enlace a un libro de aprendizaje de la escritura, “La cocina de la escritura” de un docente de cursos de escritura, Daniel Cassany. Desde ahí puedes bajar el libro en pdf y el capítulo 12, página 174, versa sobre puntuación (se titula “El termómetro de la puntuación”)., pues me ha gustado tu participación de este mes. Saludos.
    Espero volver a leerte

    Escrito el 21 enero 2017 a las 23:40
  10. 11. María Kersimon dice:

    Tienes que ir a “Otros recursos” y luego “biblioteca de actualización”

    Escrito el 21 enero 2017 a las 23:49
  11. 12. Ramón Temes dice:

    Maria Kersimon. Muchas gracias por tu comentario. También quiero agradecerte el enlace y las instrucciones para poder bajarme el pdf,”la cocina de la escritura”, cosa que ya he hecho.

    La verdad es que sois todos encantadores y muy generosos con vuestros juicios y consejos. Esto, seguramente, es lo que hace que este taller funcione.

    Me leeré el PDF y aprenderé el tema de la puntuación. A lo mejor el próximo relato lo hago mejor.

    Saludos y gracias de nuevo.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 12:16
  12. 13. Ramón Temes dice:

    Repuesta a Isolina Paola y Escritores Anónimos:

    Gracias por vuestros comentarios y correcciones.

    He corregido casi todo lo que apuntais y el relato se lee mucho mejor.

    Hay cosas que no he corregido La zanja tiene que estar verdaderamente “abierta” para que los coches se hundan en ella, No estoy de acuerdo con que siempre está abierta. Puede estar cerrada o medio cerrada por escombros etc.

    Eso lo he dejado. La palabra “abierta” refuerza la imagen de la zanja, en mi opinión, que puede estar influenciada porque he trabajado muchos años cerrando zanjas y abriendolas para instalar tuberías.

    Paola ve a la gente “dentro del café” Es una forma de ver. Yo la imaginé fuera. La frase quedaba ambigua por lo que he situado a los personajes en la “terraza del café”

    Vuelvo a agradeceros sinceramente vuestro comentario que me ha ayudado mucho.

    Saludos y hasta el próximo relato.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 13:02
  13. Hola, Ramón Temes.
    Forma: Me parece un relato bien escrito y con buena fuerza narrativa. Dominas la escritura y enlazas frases complejas haciendo que el lector las lea sin esfuerzo. Introduces detalles que te acercan a la realidad. La palabra «coincidentemente», me parece un poco espesa, tal vez se vería mejor con otra forma más sencilla. Lo he leído un par de veces, como hago siempre, a veces necesito más para entender bien un texto, y algo me ha chirriado. He pasado por encima sin darme cuenta, pero a la segunda lectura veo en qué consistía el chirrido. Todo el texto está relatado por un narrador omnisciente que se da cuenta de todo lo que sucede: diálogos, pensamientos, pequeños movimientos, todo. Sin embargo en el párrafo: «Todos vivíamos el momento, temerosos y fascinados, pensando que el mundo se derrumbaba sobre nosotros. La tensión no se podía soportar más. La brillante luz de los rayos y el ruido estruendoso, contribuían al caos general», cambias de narrador sin ningún motivo e introduces uno en primera persona. Tal vez se podría entender que está todo narrado en primera persona, pero entonces los detalles y los pensamientos no son accesibles a ese narrador en primera persona. Después del párrafo que te señalo sigues con el narrador omnisciente. Yo creo que lo que no está bien planteada es la frase señalada. Si en vez de «Todos vivíamos el momento…» hubieras escrito «Todos vivieron el momento…», asunto arreglado.
    El sonido de la sirena de la ambulancia me parece precipitado, pues parece que haya tenido noticia del terremoto antes de que se desencadenen los hechos.
    Al párrafo «– ¡Pena que el zapato no sea de cristal! Comento él entregándole la prenda y empujándola hacia arriba en actitud protectora», le veo varias cosas:
    La raya va separada del signo de admiración y no debe ir. Pegada a «Comentó» debe ir una raya, ésta sí separada del signo de admiración. «Comentó» debe llevar acento. Cuando dices: «empujándola hacia arriba…», parece que lo que está empujando es a la prenda y no a la mujer.
    En « “Corten,” “La toma vale.”», se vería mejor así: «Corten. La toma vale»
    Seguramente se podrían encontrar más errores, pero tampoco yo soy especialmente minucioso en su búsqueda.
    Contenido: Es bueno. Yo pensaba encontrarme frente a un terremoto de verdad y al final nos tomas el pelo con la escena de una película. Está muy bien por lo inesperado del final.
    Me ha gustado a pesar de las anotaciones que te hago y te felicito
    Saludos y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 enero 2017 a las 14:19
  14. 15. maria jesus hernando navas dice:

    Hola Ramón aunque por arriba comentan que no es nuevo, a mi me ha parecido original el recurso de “se rueda”, para tu relato. Solo decirte que has abusado de gran: “gran velocidad”, “gran estruendo”, “gran rapidez”, son algunos de los que he anotado. Desde mi punto de vista deberías haber descrito más, dejar que la imaginación del lector volara -quizá el verbo no es el más acertado en esta ocasión- más. Un abrazo, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 enero 2017 a las 18:40
  15. 16. Ramón Temes dice:

    Muchas gracias por los comentarios de Manuel Plá Marti, especialmente prolijo, y el de María Jesus Hernando. Muchos de sus consejos ya los había seguido y corregído.
    De el error en el cambio de narrador me di cuenta enseguida yo mismo, pero ya había enviado el relato.
    No se debe tener prisa. Hay que leer y releer el texto muchas veces pues los errores de acentuación, de puntuación o repeticiones se deben a la ansiedad por enviar el texto y son imperdonables.

    Gracias otra vez.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 11:24
  16. 17. Beverly Matos dice:

    Hola Ramón
    Pues no tengo nada más que añadir a lo que te han dicho los compañeros, el relato es descriptivo y está en el reto,me parece una idea muy chula saltar de la escena de acción a la parte “romántica” con lo del zapato.

    A mi también me pasa que las prisas me juegan alguna mala pasada y envío el texto con errores de los que soy consciente sobre todo con el corrector.

    Nos seguimos leyendo

    Escrito el 25 enero 2017 a las 19:17
  17. 18. Anael dice:

    ¡Hola Ramón!

    Lo primero, muchas gracias por comentar mi relato y, ¡por el truco de las comillas! Aquí estoy para devolverte la visita.

    He disfrutado de tu relato, especialmente del giro del final. Creo que has sabido captar la esencia de la cámara lenta y aunque el reto no termina de estar cumplido para mí (creo que sólo con la frase del actor principal y que la empuje pasan los cinco segundos) has realizado bien el ejercicio y has frenado el tiempo en varios fragmentos del relato, cosa no muy sencilla, por cierto.

    A continuación los detalles que me han gustado y unas sugerencias, que son como las lentejas que te ptrometía, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉

    1. “Unos niños, que jugaban al futbol en un patio vecino, se quedaron paralizados mientras el balón se deslizaba calle abajo y los perros… ¿De dónde habían salido tantos perros? aullaban como hacen los lobos y corrían, de un lado a otro, desbocados.”

    Voy a hacer uso de ese recurso tan estupendo que me has dado llamado comillas. El problema que yo le veo a esta frase es la pregunta. Como lectora la he interpretado como pesamiento de la protagonista, no del narrador, y como no has puesto acotaciones de pensó, meditó, etc., creo que debería ir entre paréntesis y con comillas de pensamiento. También eliminaría los puntos suspensivos que creo que sobran una vez se han introducido los paréntesis y he puesto la tilde que faltaba en fútbol. Así:

    Unos niños, que jugaban al fútbol en un patio vecino, se quedaron paralizados mientras el balón se deslizaba calle abajo y los perros («¿De dónde habían salido tantos perros?») aullaban como hacen los lobos y corrían, de un lado a otro, desbocados.

    2. Tienes una gran habilidad para crear frases largas y complejas de una form que parece sencilla, porque se entienden muy bien. No voy a entrar en el tema de la puntuación porque te lo han comentado ya algunos compañeros, pero a veces las comas sobran porque cortan el ritmo tan que has creado. Voy a ver si encuentro un ejemplo:
    “Las tazas se hicieron añicos y la bandeja salió rodando lentamente para, después de unos lentos giros de peonza, detenerse a unos metros, con un chasquido final.”
    Yo eliminaría alguna coma para añadir fluidez y respetar el ritmo. Así:
    Las tazas se hicieron añicos y la bandeja salió rodando lentamente para, después de unos lentos giros de peonza, detenerse a unos metros con un chasquido final.
    Las comas que usas no suelen ser incorrectas pero sí opcionales y en muchos casos elritmo mejora si las eliminas.

    3. “Y en ese momento el director gritó. “Corten,” “La toma vale.””
    La frase final la cambiaría para que tenga más impacto (que ya tiene bastante, pero es cuestión de gustos). Como nohas introducido ninguna línea de diálogo rompería toda la estructura de la historia y la pondrías así:
    —Corten —gritó el director en ese momento—. La toma vale.
    Incluso creo que quedaría más bonita si prescindes de “en ese momento”. Al terminar con un diálogo rompes en estructura y en contenido.

    De tu relato me parece que has cuidado mucho el lenguaje y los detalles. Has conseguido detener el tiempo en varios momentos de la acción, y me encanta la referencia a cenicienta que hace el tipo en las escaleras. Efectivamente me suena artificial, como de cine, pero es que luego resulta que es exactamente lo que es. Fantástico ese giro.

    Muy buen trabajo, me ha gustado el relato. Espero que mis sugerencias te sirvan de ayuda para este y futuros textos.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 25 enero 2017 a las 19:35
  18. 19. Ramón Temes dice:

    Muchas gracias a Beverly Matos y Anael por sus comentarios.
    En elcaso de Anael, creo que su solución con las comillas complicaría las cosas ya que cambiariamos al redactor (pecado capital que ya cometí una vez en este texto).
    Gracias a las dos. El texto ahora ya corregido con muchas de las sugerencias de todos vosotros y algunos añadidos ha quedado fenomenal.

    Abrazos a todos.

    Escrito el 26 enero 2017 a las 11:56

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