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Pánico - por AdriHerrero

Se giró al escuchar el grito. Una mujer de unos setenta años que estaba unos metros detrás de él miraba, con las manos en la cara y expresión desesperada, hacia arriba a los edificios que tenía a su derecha. Él siguió su mirada para descubrir el motivo del grito y vio que un bebé estaba cayendo desde uno de los balcones que adornaban la fachada. Sus reflejos y agilidad ganados con la experiencia en la guerra sirvieron para dar dos pasos certeros y extender los brazos en dirección a la caída del niño. En esos pocos segundos el corazón pasó del estado de asombro y desconcierto a la alegría al ver que el bebé estaba a salvo. Lo miró con alivio y alzó la vista para descubrir cual era la reacción de la mujer que antes sufría por el niño, buscando que el resultado también fuese alivio, pero para su asombro seguía con el rostro entre las palmas. Eric, como si se tratase de un “déjà vu”, siguió de nuevo la mirada de la mujer, pero en esta ocasión se quedó perplejo con el bebé en manos al ver como una chica joven batía su cuerpo contra el duro cemento. Esta vez no había podido hacer nada, pero dirigió de nuevo la mirada al balcón para encontrarse con la peor estampa que podría haberse imaginado y así poder entender la causa de las anteriores caídas. Un hombre moreno de unos cuarenta años con el pelo despeinado, aparecía inclinado sobre la baranda con una camisa blanca ensangrentada y con las manos apoyadas sobre el metal que lo separaba del vacío. Sus ojos, desorbitados se dirigían a la mujer que acababa de caer desde un cuarto piso. En una de sus manos blandía un cuchillo que goteaba la misma sustancia que parecía haber teñido tanto su camisa como la vestimenta de la chica que acababa de desplomarse. Como si el tiempo se hubiese parado, a Eric le dio tiempo de seguir la última gota de sangre que acabó salpicando la nuca de la mujer cuyo cuerpo estaba tendido sobre la acera.

En esos escasos cinco segundos Eric fue consciente de la magnitud del corazón del ser humano y pudo ver las tres etapas de su vida en la misma escena, siendo afectadas todas por el mismo acto cruel. No podía entender como un niño prácticamente recién nacido podía ser víctima del resultado del corazón de un hombre que, con la experiencia de la vida, se condenaba a sí mismo realizando un acto tan cruel como el intentar quitar la vida a dos personas que le habían dado la felicidad. Y Eric no pensaba estas cosas en vano, porque la señora que estaba unos metros detrás de él era su madre, que se había parado unos segundos antes para comprar unos bombones para la familia que se iba a reunir en la casa de la mujer a la que acababan de quitarle la vida, que era su hermana, para celebrar el nacimiento de su sobrino, el niño que tenía en brazos y lloraba por lo que le acababa de pasar, siendo aún inconsciente de cómo iba a ser el resto de su vida.

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6 comentarios

  1. 1. Patricia Redondo dice:

    Hola Adri , me toca comentarte asi que alla va 🙂

    estremecedor el relato sin duda alguna.
    Para mi gusto , y para que quede más fácil de leer, con más ritmo de manera que atrape más al lector , alternaría frases largas con frase más cortas… también cambiaría alguna expresión un poco rebuscada, sino el texto se hace un poco espeso.

    Por ejemplo:

    En una de sus manos blandía un cuchillo que goteaba la misma sustancia que parecía haber teñido tanto su camisa como la vestimenta de la chica que acababa de desplomarse.

    Por:

    en una de sus manos blandía el cuchillo del que todavia goteaba la sangre que manchaba su camisa y la de la mujer.

    (no hace falta que repitas que se ha desplomado por que ya lo has mencionado antes. Y lo de la “misma sustancia” queda un poco artificioso, máxime cuando ya sabemos todos que es sangre, por que unos renglones más arriba has mencionado que el hombre tenía la camisa ensangrentada)

    Fijate por ejemplo en la del final :

    En esos escasos cinco segundos Eric fue consciente de la magnitud del corazón del ser humano y pudo ver las tres etapas de su vida en la misma escena, siendo afectadas todas por el mismo acto cruel.

    ¿a que tres etapas de su vida se refiere? ¿esas tres etapas , que no sabemos cuales son , han sido afectadas por lo que acaba de suceder ? ¿en que forma? queda confuso y si no vas a poder desarrollarlo más yo creo que es mejor que se quite del texto por que no aporta y confunde un poco ..

    Bastaría con decir algo asi como:

    En esos cinco segundos Eric fue consciente del horror del corazón humano… o del horror que puede albergar el corazón humano …

    Y justo al final explicas hasta que punto el acto le afecta , pues el bebé es su sobrino y quien acaba de caer empujada por su propio marido es su hermana… fijate que situación tan espantosa y sin embargo creo que en tu texto queda un poco fría .. no sé, yo le daría mas dramatismo , que muestre más , que no sea tan “explicativo”..

    Por ejemplo:

    Su madre , detrás de él , se derrumbó horrorizada. El bebé lloraba en su brazos. Y Eric, mientras contemplaba despavorido el cuerpo de su hermana en la acera, fue consciente de toda la locura que alberga el corazón humano …

    es una idea, eh ?

    Nos leemos Adri , y seguimos aprendiendo.
    Estoy en el 100 por si te apetece pasarte

    Saludos!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:47
  2. 2. Marián dice:

    Hola AdriHerrero. Tu relato me ha gustado. En general, tiene un ritmo trepidante. Tu buena forma de contarla la convierte en verosímil. A continuación te relaciono alguna cosa que he detectado como que podría ser objeto de revisión pero debo explicarte que yo no soy experta en estas cosas; por ello, solo son impresiones personales que te aporto con el único afán de sumar, si te parece.
    En la línea 11, supongo que es más bien una errata: …se quedó perplejo con el bebé en manos… Sería en sus manos o en las manos.
    En la línea 13: …y así poder entender… Yo pondría …y así pudo entender…
    En la línea 18: …un cuchillo goteaba la misma sustancia… Me parece un poco forzada esa expresión cuando antes ya identificaste la camisa “ensangrentada”. Supongo que es para evitar redundar en la sangre que pones un poco después pero, no sé yo.
    En el penúltimo párrafo: …ser víctima del resultado del corazón de un hombre… no me suena bien. Quizás me sobra “del resultado del corazón”.
    El último párrafo: …Y Eric no pensaba… Me parece que ha quedado muy denso. Como si hubieras cogido carrerilla para acabar deprisa. Obliga a releerlo para poder seguirlo y no me queda claro si la señora cuya mirada sigue al principio de todo, finalmente es su madre o si es otra, lo cual por otro lado, no parece relevante para la historia. Pero, por otro lado, consigue darle un giro sorprendente al final, que está muy bien.
    Bueno, como ves, son pequeños detalles que he notado. Nada importante para tu historia que me parece buena.
    Espero seguir leyéndote por aquí.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 19:03
  3. 3. lectora70 dice:

    Hola AdriHerrero! Tu relato me ha gustado. El final me ha sorprendido, aunque como dice Marian, yo también he tenido que releer el último párrafo porque no me quedaba muy claro si las víctima, la señora y el bebé eran familia de Eric.

    Por lo demás veo una estructura correcta y bastante fluidez en la lectura, excepto el último párrafo que ya he comentado.

    Enhorabuena!

    Escrito el 19 enero 2017 a las 13:06
  4. 4. Pilar dice:

    Hola AdriHerrero!!!

    Te devuelvo la visita coincidiendo plenamente contigo en que tendemos más a lo malo que a lo bueno. A mí no se me ocurrió nada positivo que pudiera desarrollar en cinco segundos pero luego, hablándolo con una compañera de trabajo, salieron un montón de ideas ¡incluso un orgasmo!! (jjj, esa me la guardo para la próxima) En fin, voy al lío:

    Yo también me he quedado espeluznada por la situación de tu historia, creo que lo has llevado muy bien desde el principio hasta el final, haciéndonos pensar que era un simple peatón el que salvaba a al niño y presenciaba el asesinato de la mujer. Bravo por el giro final que le da intensidad al sentimiento de angustia.
    En cuanto a la forma, coincido con los comentarios de Patricia: a veces menos es más y no por utilizar unas expresiones rebuscadas el texto gana. Yo, particularmente, es algo que estoy intentando dominar pues soy muy dada a frases laaaargas. Aunque no se trata de utilizar oraciones simples como si estuviésemos en primaria, sino de buscar el equilibrio y utilizar bien las comas y preposiciones. En fin, esto es una opinión personal y por supuesto todos tenemos un estilo propio del que nos es difícil escapar y, por otro lado, es el que nos identifica.
    Bueno, creo que me he enrollado un poco y no te he aclarado demasiado. Resumo:
    1. Escribe y deja reposar para que en ese tiempo visualices tu historia y cobren vida los detalles.
    2. Vuelve a leer en voz alta, para detectar repeticiones o expresiones raras…
    3. Juega con las frases hasta que logres el matiz concreto que tratas de transmitir.
    4. Nunca, nunca dejes de escribir, amigo Adri, aunque sea la lista de la compra.

    Y ya ya está… Un placer haber leído tu primera participación en este taller!! Abrazos!!!

    Escrito el 20 enero 2017 a las 09:22
  5. 5. Mauro D. Barbosa dice:

    Hola AdriHerrero.

    Tu relato me gustó.

    Noté que tiene algunas frases que explican mucho la situación, en lugar de hacer que nosotros lleguemos a alguna conclusión.

    También tuve que releer el final, porque se me entreveró un poco.

    Sobre todo la primera mitad, está contada en base a acciones muy seguidas unas con otras, haciendo que el relato sea muy ágil y entretenido.

    Muy bueno.

    Saludos

    Escrito el 23 enero 2017 a las 14:03
  6. 6. Perla Preciosa dice:

    Hola, Adri Herrero:
    Me ha costado un poco entender bien la historia, de forma que he tenido que leerla dos veces, pues las muertes se dan tan seguidas que no da tiempo a captarlas bien. Pero lo cierto es que me ha encantado el dramatismo de la escena, mezclado con reflexiones tan reales como la vida misma, para llevarnos a lo paradójico del ser humano, capaz de cometer los crímenes más atroces y hacer víctimas de los mismos a sus propios semejantes y benefactores. ¡enhorabuena, amiga / o! si te apetece pasar por el mío, estoy en el 124.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 22:50

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