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El graznar de los cuervos - por Servio Flores
Se giró al escuchar el grito de batalla. Apenas sintió un rasguño en el cuello y entonces el paso del tiempo se volvió espeso y pesado cual metal fundido.
La escena ante sus ojos era dantesca. Su propia cabeza de Samurai rodó por los aires y en su percepción lenta y magnificada pudo percibir desde el momento en que la katana fue separando los tejidos del cuello, desprendiendo a su paso viscosas gotas de rutilante sangre.
El rictus doloroso del hombre se dibujó en su cara; macabro y mortal. La sangre se asomó a las fosas nasales y a la boca de forma asquerosa y grotesca. Los ojos se abrieron, saltones y dolorosos, percibiendo sus ultimos segundos de vida, en una vertiginosa voltereta que le permitió ver su propio cuello, desgarrado y sangriento en una erupción de chorros hemáticos, sobre su cuerpo convulsivo y pálido.
La espada ensangrentada brilló ante los rayos dorados del sol de la tarde, como si de un diamante adornado de rubíes se tratara. El sonido fugaz y vigoroso del metal rompiendo el aire entró por sus oídos y por un momento le pareció tan perfecto, que olvidó que el golpe habia sido contra su propio cuerpo.
La cabeza continuó en el aire, percibiendo los colores de la dorada tarde, la silueta de su adversario, el graznar de unos cuervos que cruzaban el cielo y el olor y sabor metálico de su propia sangre. Vio a su enemigo empuñando furiosamente el acero, listo para asestar otro golpe más.
El combatiente desistió de continuar la lucha, al ver la cabeza del Samurai impactando contra el suelo, a solo tres segundos de haber asestado el corte.
Cuando la cabeza cayó a tierra el moribundo empezó a sentir un hiriente dolor en la base de su cuello el cual duró solamente un par de segundos, el mismo tiempo en el que su vida entera pasó frente a sus ojos. Desde niño alegre de aldea chica, pasando por joven rebelde y soñador, hasta ser el hombre duro que ahora terminaba su vida, muerto por un rival victorioso que le regresaba la mirada furiosa a sus ojos dilatados, que se apagaban en la tarde dorada y triste, donde dos combatientes que antes fueron amigos terminaban una rencilla de traición y odio, que había iniciado por un amor disputado en la juventud y que ahora ese amor ya no existía, ni para el hombre muerto, ni para el guerrero solo y herrante, que saboreaba la victoria, melancólico, en medio de la soledad absoluta de los caminos de la vida.
Otra bandada de cuervos volvió a graznar, cruzando el espacio, alejándose hacia el horizonte infinito.
Fascinante la forma de capturar en pequeñas esferas de tiempo, el momento más trascendental de la vida del protagonista, su propia muerte, la manera de llevar los detalles de un evento tan violento y sangriento, logra evadir victoriosa lo grotesco, gracias al uso descriptivo adecuado, denso si, pero a la vez con la claridad suficiente para mostrarnos detalles significativos que llevaron la historia a ese desenlace; además le da valor agregado el hecho de que hayas cumplido con el reto.
Enhorabuena, un abrazo y a seguir adelante.
Buen cuento. Creo que el desenlace es mi parte favorita de tu cuento, y plante algo que puede ser un desafío para expresar: ¿Cómo sería ver tu vida en un segundo? ¿Qué sentirías? Me parece muy interesante. Una de tus fortalezas es tu uso de lenguaje es las descripción. Tiene el carácter contemplativo de poesía y verdaderamente conserva el instante. Esto puede restarle al balance entre la descripción, la narración y el desenlace, sin embargo creo que esto era lo que buscabas: no necesariamente un cuento tradicional, sino la captura de un momento.
Como corrección, noté que hay error de dedo en “herrante”, que debería ser errante.
Felicidades. Me gustó tu cuento y ahora a seguir escribiendo.
Me ha gustado mucho tu relato. Creo que está bien escrito y que transmite perfectamente la situación que describe, la visualizaba según leía.
Las descripciones son precisas y acertadas.
He disfrutado leyéndolo.
Un saludo.
Hola Servio:
Me quedé tan tiesa como el degollado; pero del asombro por tu excelente relato. Excelentes imágens. Un aplauso por tu manejo preciso; como si estuvieras trabajando con una marioneta surrealista.
Mil gracias por tu visita y comentario.
Hola Servio, te devuelvo con gusto la visita.
debo empezar por los errores de ortografía que encontre: “Samurai, ultimos, habia, herrante”
Son pequeños errores que no demeritan el gran trabajo hecho, me resultó fascinante esa descripción en ese tipo de muertes, donde sí pueden pasar 5 segundos en los cuales dicen que se es consciente.
Excelente relato. !Saludos¡
Hola Servio,
Buen relato, un texto trabajado para conseguir esas descripciones tan visuales del instante de la muerte por decapitación. Cumple el reto y el final elegido redondea una historia muy bien narrada.
Si la cabeza del samurai se desprendiera totalmente en el momento en que cae al suelo, la historia ganaría en veracidad ya que los sentimientos se generan en el cerebro aunque se perciban mediante otros miembros y órganos del cuerpo humano. Pero esto no desmerece pues el escritor es muy libre de jugar con la fantasía.
En cuanto a forma, me llamó la atención el calificar a la sangre como “rutilante”, sinónimo de brillante, resplandeciente, luminoso…. Entiendo unos ojos rutilantes, pero ¡¡la sangre!! La “irrupción de chorros hemáticos” es fantástica, un tremendismo culto, je,je.
Me ha gustado mucho, Servio, un buen trabajo.
Un abrazo.
Hola Servio,
Realmente has logrado el reto con éxito, pues has sabido enfocarlo todo a cámara lenta, que era de lo que se trataba este mes.
Has descrito la decapitación con el mínimo detalle.Eso nos ha hecho imaginarnos el hecho sin ningún esfuerzo, capturando incluso sentimientos.
En conclusión, tu relato me ha gustado. Es interesante ver la descripción en un momento así.
Un saludo
Excelente Servio, aunque permíteme la licencia, pensaría la posibilidad de presentar en un giro espectacular, como protagonista, a ese cuervo gritando o graznando, distrayendo al samurai, y ese giro lo aprovecha su mortal enemigo para asestarle el golpe definitivo,
Lo veo así porque haces un cambio en los narradores, 1º el samurai decapitado, después lo mezclas con el narrador omnisciente, después pasas al samurai vivo, vuelves de nuevo a la cabeza pensante, y finalmente con el narrador y los cuervos.
Comprenderás que es un poco caótico y difícil seguir el ritmo, pero para eso estamos aquí, para corregir errores no solo para recibir halagos.
Un placer participar de tu lectura.
Gracias Denis, Fernando, Kriptana, Beba, Cesar Roger, Henar y Pepe por leer mi relato, también agradezco el tiempo que dedicaron para comentarlo y para hacer tan acertadas observaciones. Todas serán tomadas en cuenta.
He estado cortísimo de tiempo, si a alguno todavía no he leído, disculpas, pronto lo haré.
Saludos y nos seguimos leyendo.
Hola Servio, te prometí una visita y aquí estoy por fin. Y resulta que me encuentro con un texto plagado de detalles, que me gusta por el trabajo que se intuye detrás y por el mimo con el que has tratado a tu personaje. Un tema, el de los samuráis y sus katanas, que me resulta muy seductor y de por sí romántico; y veo que has sabido aprovechar esa imagen del guerrero samurái que todos tenemos interiorizada para envolver al relato de cierto lirismo a pesar de la dureza del momento que describes.
Noto alguna repetición que se podría revisar pero nada que me haya impedido disfrutar del relato.
Un gusto.
Hola Servio,
Esto es cumplir el reto como se merece, bien hecho.
Ya te han comentado unas pocas faltas de ortografía que se te han colado. Por mi parte, me han gustado las descripciones detalladas que has dado de la decapitación, te han quedado perfectas. Lo único que me ha gustado un poco menos ha sido el penúltimo párrafo (Cuando la cabeza…), que me ha resultado un pelín demasiado largo. Quizás con un par de puntos y eliminando algún ‘que’ fluiría igual de bien que el resto del relato.
En cualquier caso te felicito por el resultado, da gusto leerte.
Saludos,
Peter
Gracias Liah, gracias Peter.
Un placer saber que el texto les ha gustado, me seguiré esforzando y tomando en cuenta todas y cada una de sus sugerencias.
Nos leemos en la próxima escena.
Saludos.