Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
El Cuarto Al Final Del Pasillo - por CrystalFire
Se giró al escuchar el grito proveniente de aquel pasillo oscuro, soltando el vaso de agua, que se estrelló contra el piso. Dirigió su mirada hacia la puerta que estaba al final del mismo.
Hacía mucho tiempo que evitaba pasar por ahí, incluso de día; pero la casualidad y la luz proveniente de las ventanas hizo que se desvíe del camino a su cuarto y se acerque para observar la furiosa tormenta que amenazaría hasta al más valiente.
-Seguro fue algún rayo. O tal vez fue el viento. Si, si, fue el viento pasando sobre el pino -se dijo en voz alta, intentando convencerse a sí mismo.
Pero lo volvió a escuchar, más nítido aún, y antes que pudiera razonar, sus pies se dirigieron hacia la puerta al final del pasillo.
Con cautela, se acercó, paso a paso, prestando atención a cada sonido que escuchaba, aunque la mayoría eran los truenos provenientes del exterior.
Se detuvo delante de la puerta y la observó por un momento, mientras trataba de recordar por qué no entraba nunca a esa habitación.
Luego de intentar, sin éxito, decidió volver a su recámara. En cuanto comenzó a dar la vuelta, una cálida voz lo llamó por su nombre:
-Stephen, ven. Ven, mi niño dorado -y entonces, la puerta del cuarto comenzó a abrirse revelando detrás a una señora mayor, vestida de blanco y con una sonrisa dulce en medio de la habitación, suspendida en el aire.
Una sensación de escalofrío recorrió todo su cuerpo y antes que pudiera escapar, las manos de la anciana lo tomaron del pijama y lo jalaron con fuerza hacia el interior, cerrando la puerta detrás de él, mientras caía desmayado.
Los primeros rayos de la mañana que se colaban por la ventana lo despertaron. Aún confundido por el sueño, escuchó que lo llamaban.
-Señor Marshall, ¿dónde está? Háblame, señor.
Antes que pudiera contestar, miró a su alrededor y recordó cómo había llegado ahí.
-Aquí estoy -gritó asustado, mientras se sentaba en la cama matrimonial que hacía años que no se usaba.
Después de unos minutos, la puerta se abrió, y tras ella, se asomó un hombre mayor de traje que lo vio con expresión de alivio.
-Señor Stephen, que tranquilidad encontrarlo aquí -dijo él con alegría- ¿Cómo llegó a este lugar?
-No lo sé, Jeremy. Creo que soy sonámbulo -mintió. No quería decirle a su mayordomo que un fantasma lo había arrastrado hacia ese lugar y seguramente no le iba a creer si se lo dijera.
-Pero bueno, como verá mi querido Jeremy, estoy sano y salvo -y levantándose de la cama, pregunto: -¿Por qué no me va a preparar un café y unas tostadas para desayunar?
La cara del mayordomo se ensombreció de golpe.
-Señor Stephen, ¿usted no se enteró de nada? ¿No se dio cuenta de lo que paso anoche?
– ¿Enterarme de qué? -y antes que pudiera agregar palabra alguna, Jeremy abrió la puerta por completo y al moverse del umbral, reveló detrás como el pino había caído sobre su casa, casi destruyéndola por completo.
-Si usted se hubiera quedado en su habitación estaría muerto, señor Marshall -dijo entrando al cuarto donde Stephen estaba paralizado al ver tal dantesca escena, pero la atención del mayordomo se fijó en un retrato ubicado arriba de una cómoda.
-Ahora sé porqué está aquí, señor -dijo sonriente, y le alcanzó la foto de la señora mayor que había visto la noche anterior, vestida con ropa de la época y una sonrisa dulce.
-Su querida abuela haría lo que fuera para salvar a su niño dorado.
Hola CrystalFire. Una historia de suspenso, intrigante, me mantuvo en ascuas acerca de lo que sucedería en el cuarto al final del pasillo. Muy bien ambientada la historia con relación a la noche afuera de la casa. La escena desencadenante, también me gustó mucho.
Algún error ortográfico hay, pero se pierde sin importancia en el relato.
Exitos!
Excelente relato.
Está muy bien narrado y la forma en que las cosas se desencadenaron también es recalcable.
En fin… Me ha encantado.
Buenos días CrystalFire, me ha gustado bastante tu relato, lleno de misterio y de intriga, la atmósfera que creas lográ trasladarnos a la situación. Saludos.
Mi texto es el 59 por si quieres pasar por allá
Buenos días, me ha gustado mucho tu relato, logras crear la atmósfera necesaria llena de intriga y misterio, y nos colocas en la situación narrada, Saludos.
mi texto es el número 59 por si quieres pasarte por allá.
Hola CrystalFire!!
Me ha sorprendido (para bien) el final de la historia. Has sabido muy bien crear la intriga durante todo el relato.
Me ha gustado.
Estoy en el número 60, por si te apetece pasarte.
Un saludo!!
Me ha gustado leer tu relato. Es interesante y poco a poco va creciendo en suspense. Hay que leerlo un par de veces para disfrutarlo mejor y sacarle todo el jugo.
Felicidades y Saludos
Ramón Temes nº 193 de la relación
Hola CrystalFire: He leído “El Cuarto Al Final Del Pasillo” (que debería intitularse: “El cuarto al final del pasillo.”, sin las mayúsculas). Y me ha gustado.
Tu texto tiene errores de ortografía y errores en el uso de los signos de puntuación, por ejemplo, dice:
“Se giró al escuchar el grito proveniente de aquel pasillo oscuro, soltando el vaso de agua, que se estrelló contra el piso. Dirigió su mirada…”
Podría quedar como: “Se giró al escuchar el grito proveniente de aquel pasillo oscuro. Soltando el vaso de agua, que se estrelló contra el piso, dirigió su mirada…”
Dice: “pero la casualidad y la luz proveniente de las ventanas hizo que se desvíe del camino…”
Debería decir: “pero la casualidad y la luz proveniente de las ventanas hicieron que se desviara del camino
Dice: “-Señor Stephen, que tranquilidad encontrarlo aquí -dijo él con alegría-
Debería decir: “-Señor Stephen, ¡qué tranquilidad encontrarlo aquí! -dijo él con alegría-“.
Dice: “Creo que soy sonámbulo -mintió.”
Debería decir: “Creo que soy sonámbulo -mintió–.”
Dice: “-y levantándose de la cama, pregunto: -”
Debería decir: “-y levantándose de la cama, preguntó-”
Dice: “¿No se dio cuenta de lo que paso anoche?”
Debería decir: “¿No se dio cuenta de lo que pasó anoche?”
Dice: “reveló detrás como el pino…”
Debería decir: reveló detrás cómo el pino…”
Dice: “…vestida con ropa de la época y una sonrisa dulce.
-Su querida abuela…”
Debería decir: “vestida con ropa de la época y una sonrisa dulce-. Su querida abuela…”
Yo soy Tatei Jautze te invito a leer y a comentar mi texto en el #71: ”En tu mirada me sigues.”. Muchas gracias.