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Grito de aliento - por Leandro
Se giró al escuchar el grito. A partir de ese momento comenzaron a pasar en una sucesión, fotogramas inconexos por su cabeza. Se detuvieron en la imagen de un pequeño jugando con sus hermanos, que lentamente fue cobrando vida, como si una foto se transformara en un video a cámara lenta. Ellos jugaban en el patio de su casa y pasaban los días en secuencias muy parecidas. Ese había sido su primer recuerdo. Un día apareció un cachorro que luego desapareció; sus padres no habían podido mantenerlo y dejaron a propósito la puerta del garaje abierta. Ahí grabada para siempre estaba su primera cicatriz en el corazón. Otro día apareció una fiesta de comunión sin sentido que sólo hubo que organizar por protocolo social, y ocupaba un lamentable lugar en el fondo de la memoria.
Entre recuerdos el niño se transformó en adolescente y conoció a sus mejores amigos. Se solidificó una amistad con cien capas de vivencias a golpes de forjado. Ellos se confirmaron y todos se graduaron de la escuela técnica e integraron distintos grupos de amigos; ninguno tan genuino. Tuvieron parejas, trabajos y metas. Entró en la adultez y conoció al amor de su vida. Entonces pasaron lentamente recuerdos más recientes. Pasó el casamiento, la mudanza y el cambio de trabajo. Así, los recuerdos se hicieron cada vez más acotados y específicos. La visita a la familia el fin de semana, la compra en el supermercado y la última comida. Llegando a imágenes más inmediatas recordaba haberse puesto el traje para ir a una fiesta; su mujer lucía un hermoso vestido. La tomó con sus manos de ambos brazos y le dijo: te amo. Luego se subieron al auto y tomaron la avenida principal hasta la intersección del hipódromo. Algo debió salir mal pues escuchó el grito aterrador de su mujer y al voltear comprendió que la colisión era inminente e inevitable.
Todos saben que segundos antes de morir vemos pasar nuestra vida de forma tan completa y detallada que no caben todos los recuerdos en esos escasos segundos de agonía. Nadie lo puede explicar de forma lógica ni física. Tal vez algún pensamiento esotérico nos sumerja dentro de una creencia metafísica que adecue nuestros actos hacia caminos de reencarnación. El impacto fue tan brutal que ambos vehículos terminaron volcados en un escenario de horror. Ambos cabeza abajo, su mujer desmayada. Él vio como goteaba por su frente lo que era la culminación de un río de sangre que bajaba desde su cuello. Enseguida se dio cuenta de que su propio estomago había sido atravesado por un tubo de hierro que había penetrado el parabrisas. Sentía el sabor de la sangre en su boca y veía un río equivalente al que nacía en el cuello de su mujer, pero con mayor caudal, saliendo por el tubo. Fue entonces cuando se dejó llevar. Solo pudo estirar su mano y entrelazar sus dedos en el fino cabello castaño de su mujer. Eso lo condujo a recuerdos más tranquilos, a momentos felices donde ya no había dolor. Hacia un campo de verde césped dos décadas atrás, y sobre una manta acolchonada la promesa de morir juntos.
Al cabo de cinco segundos, cuando todas las memorias de su cuerpo tuvieron tiempo de condensar en el alma, un suspiro final se lleva consigo la chispa que una vez perteneció al ser amado. Pero de forma simultánea, en algún punto remoto del universo o más cerca de lo que pensamos, una nueva criatura iluminada por el fuego ancestral que reúnen todos nuestros antepasados, experimenta enérgica su primer aliento de vida.
Hola Leandro:
Soy tu comentarista de turno por la vecindad, pero me ha agradado mucho lo que he leído.
Has condensado en pocos instantes la vida del protagonista.
Interesante el desarrollo hasta el clímax y el reposo filosófico.
Quizás podrías cortar con ciertas pausas adicionales (con la puntuación) párrafos que resultan excesivamente largos. Es mi criterio.
Creo que cumples muy bien con el reto y logras un relato completo muy bien hilvanado.
Te felicito.
Hola Leandro!
Estoy de acuerdo con Luis, creo que es interesante la forma en la que has cumplido con el reto, el desarrollo de la vida del protagonista. pero algunas frases se me hacen densas, quizás por demasiado largas.
En cualquier caso, me ha gustado.
Saludos.
Lo que me gustaria corregir es la conveniencia de mas puntos y a parte, asi como separacion de parrafos. Se haria una lectura mas clara y mucho menos densa. Por lo demas bien.
Mi saludo.
Hay algo que me deja pensando. Creo que al que le transcurre la vida es segundos es un hombre. Tienen un accidente. La mujer desmayada.
Pregunto. El texto se inicia con la consigna, pero creo que en esos momentos de tensión del conductor, no hay chance de girar la cabeza, él está es concentrado en evitar el accidente.
Sobre el final lo dejaría hasta “un suspiro final”, lo que sigue como que no encaja en una explicación hacia el lector.
De resto está bien construido.
Hola Leandro, a mi me toca ser uno de tus comentaristas del mes. El trabajo que desarrollas me encanto por el manejo que tienes del tiempo para cumplir con el reto de cinco segundos. Al hacerlo cuentas la vida del protagonista. y lo haces con sencillez, sin complicar la escritura.
Lo que más llamó mi atención es, la conexión que dejas sobre la posibilidad de un nuevo ser que recibe la energía que en ese momento despide el deceso para obtener su primer aliento de vida. Te felicito.
Hola me gusto bastante el relato aunque tengo algunos comentarios. A nivel personal pienso que la explicacion de “todos saben que antes de morir…” esta de mas. De hecho tu relato ya lo esta ejemplificando muy bien. Lo otro que pienso es que ese espacio lu hubieses aprovechado para explicar la forma como ocurre el accidente y lo que va percibiendo el narrador. Saludos. Cuando puedas pasas comentando el mio (nro 17)
Vale, pero no me lo cuentes. Se trata de que el lector vea lo que quieres mostrarle, no que le cuentes lo que tú ves.
Te sobran palabras, lo que hace bueno eso de “Menos ES más“.
Tienes que aclararte con el punto de vista del narrador, o interviene en la acción, o es neutro, las dos cosas no puede ser porque descolocas al lector.
Tienes que cuidar la puntuación, te hacen falta más puntos y aparte, algunas comas funcionarían mejor como puntos y seguidos y algunos puntos y seguido funcionarían mejor como comas… nada que no se cure leyendo mucho, leyendo como sino hubiera un mañana, eh.
La idea es buena, no por original –no lo es-, es buena porque intentas hacerla original. Recoger el guante de algo, por trillado que sea, e intentar hacerlo propio siempre es bueno, cosa que no ocurre con el primer relato de la lista -no sé si lo has leído-, donde se coge una idea y se intenta ser fiel al original, que, es evidente, no funciona.
Sigue escribiendo.
Un saludo.