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Angélica - por eduardo

Se giró al escuchar el grito. El viejo Genaro, en su torpe y brusco movimiento de ébreo tembladeral, derramó la preciada bebida que a duras penas todavía respiraba en el fondo de la botella.
Era el grito gutural y perdido de Angélica. Genaro lo podría reconocer entre mil baladros de almas sollozantes. Aun así, cada noche, abrumado por el sopor del alcohol recurrente, se sobresaltaba al escuchar ese grito nuevamente.
A pesar de la obstinada oscuridad reinante pudo vislumbrar, aunque borrosa, la imagen de su amada proyectada en sombras sobre la vidriera empañada del pequeño bar. El sitio predilecto de Angélica, el mismo bar que asemejando un juego macabro del destino, sienta sus cimientos sobre la escollera.
Todo ocurrió en esa misma escollera tenebrosa. Una noche de gris tormenta como tantas, el océano se llevó a su compañera para siempre. Agua por doquier, relámpagos centelleantes que crispaban los sentidos. Una ráfaga inesperada, y el traspié de Angélica que grita devorada por las aguas asesinas. Genaro no pudo sostenerla, no pudo aferrarla por más tiempo a su vida. Una vida que esa noche de enero, dejó de tener sentido para él.
El viejo intenta reaccionar, recomponerse. Es el grito de todas las noches. El grito destemplado de su conciencia que lo oprime hasta el hartazgo. Angélica sobre el húmedo vidrio del escaparate. Una imagen de sus sueños saturados de alcohol y culpa. Como siempre, como nunca, se esfumó en pocos segundos. Segundos que noche tras noche se transforman en largas horas de suplicio. Una condena que no acaba. Genaro se siente cansado, rendido y ya sin fuerzas su cabeza cae vencida como cada noche sobre la vieja mesa de sus tantas agonías de recuerdo y soledad.

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13 comentarios

  1. 1. Beverly Matos dice:

    Hola Eduardo
    La verdad es que aunque la historia al final me pareció buena, al principio (y la leí dos veces) me costó entenderla por lo de ebreo tembraderal, por cierto ebreo no lleva tilde, y otras expresiones que no había visto. Pero luego está muy bien. Te felicito.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 20:41
  2. 2. Eduardo dice:

    Muchas Gracias Beverly por tu comentario. Se me pasó por alto la tilde de ebreo.
    Saludos.!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 22:11
  3. 3. Mela dice:

    Hola Eduardo
    La historia me conmovió, logras transmitir la pena en la que está sumergida el protagonista.
    Sin embargo, al igual que comentan en la devolución anterior, hay momentos en que cuesta entender, no se hace tan llevadera la lectura, a pesar de ser un relato corto. Pero la historia me gustó. Felicitaciones.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 22:57
  4. 4. Isolina R dice:

    Hola, Eduardo:

    No conozco ninguna palabra en castellano que sea “ebreo” ni con tilde ni sin tilde. Las más parecidas son “hebreo” y “ebrio”. Supongo, por el contexto, que has pretendido utilizar esta última.

    La historia me ha gustado y tu estilo también.

    Te diré algunas cosillas que yo haría para mejorar este relato:

    En: “sopor del alcohol recurrente, se sobresaltaba al escuchar ese grito nuevamente” hay una rima consonante entre “recurrente” y “nuevamente”. En lugar de esta última puedes poner “otra vez” o “de nuevo”.

    En: “que a duras penas todavía respiraba en el fondo de la botella” yo cambiaría el verbo “respiraba”. No me parece muy afortunada ahí la personificación de la bebida.

    Creo que el texto está un pelín sobreadjetivado. Si quitases alguno de los adjetivos mejoraría. Yo eliminaría: “reinante”, “gris” y algunos más.

    En el último párrafo se repite la palabra “noche” varias veces. Sería conveniente reducir alguna. Y en ese mismo párrafo yo quitaría el nombre de Genaro. Solo hablas de dos personajes de distinto sexo. No hace falta que repitas los nombres si con los adjetivos ya se ve el género.

    En: “Una vida que esa noche de enero, dejó de tener sentido para él” sobra la coma. No debe ir coma entre sujeto y predicado.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 00:29
  5. 5. Eduardo dice:

    Muchas Gracias Isolina por tus acertadas observaciones.
    Es la primera vez que escribo en Literautas y mi objetivo es aprender todo lo que pueda. Tus comentarios me resultan de mucha utilidad.
    Debo pasar por el diccionario, el término que corresponde como bien mencionas es “ebrio”.
    Trataré de adjetivar menos en el próximo texto.
    Mil gracias por haber destinado tu tiempo en mi historia.
    Saludos.!

    Escrito el 19 enero 2017 a las 00:54
  6. 6. Rayen dice:

    Hola Eduardo:
    El dramático relato que acabo de leer, lo encuentro genial, me gustó mucho. Logras que el lector sienta la inclemencia del clima y la pena del alma.
    A veces repetir una palabra muy seguida le da fuerza a un relato, pero en este caso de “escollera” pudiste ocupar un sinónimo como espigón o muelle. Me gustó felicidades nos leemos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 18:41
  7. 7. Ludmila dice:

    Hola Eduardo!
    La verdad, me gustó tu relato. Lograste ponerme en el escenario y comprender lo que sentía el protagonista.
    Aunque, como decían ahí arriba, no se me hizo una lectura muy llevadera; por la cantidad de adjetivos o palabras muy rebuscadas. No digo que esté mal, pero a lo mejor, hay veces que buscar y poner algunos otros sinónimos más simples (junto a los más complicados también) hace que la lectura sea más llevadera.
    Espero haberme explicado bien, y es sólo una opinión. Aún así me gustó. Te felicito!
    También es mi primera vez escribiendo en Literautas, estoy en el 216, por si querés pasar..
    Saludos!

    Escrito el 23 enero 2017 a las 01:42
  8. 8. Luiçao dice:

    Hola Eduardo, te escribe el 211.

    Jugoso texto, para mi gusto algo recargado, pero jugoso.

    Es de agradecer que intentes introducir palabras “poco utilizadas”: gutural, baladros, tembladeral.
    Aunque se corre el riesgo de que el lector pierda el interés por no entenderlas.

    Buen trabajo.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 16:05
  9. 9. Eduardo dice:

    Muchas Gracias Mela por tus comentarios … !
    Un gran saludo.
    Eduardo

    Escrito el 30 enero 2017 a las 19:30
  10. 10. Eduardo dice:

    Rayen … muchas gracias por tu comentario. Voy a tomar muy en cuenta tu sugerencia de los sinónimos.
    Gracias nuevamente.!
    Eduardo

    Escrito el 30 enero 2017 a las 19:32
  11. 11. Eduardo dice:

    Ludmila, muchas gracias por tu comentario. Tu opinión es muy valiosa para mí. Voy a pasar por tu relato.
    Saludos.!
    Eduardo

    Escrito el 30 enero 2017 a las 19:34
  12. 12. Eduardo dice:

    Luiçao … muchas gracias por tu opinión y comentarios. Me alegra que te haya parecido interesante la introducción de algunas palabras poco comunes. Pondré mucha atención para no sobrecargar el texto con dichas palabras.
    Muchas Gracias nuevamente, trataré de pasar por tu trabajo.
    Saludos..
    Eduardo

    Escrito el 30 enero 2017 a las 19:37
  13. 13. Vespasiano dice:

    Hola Eduardo:

    Gracias por pasarte por mi historia y comentarla.
    Es la primera vez que te leo y que te comento.

    Veo tu relato muy adjetivado:
    “torpe y brusco movimiento”; “preciada bebida”; “grito gutural y perdido”; “alcohol recurrente”; “aguas asesinas”; “sus sueños saturados de alcohol y culpa”; “tantas agonías de recuerdo y soledad”.

    “Ébreo”. No está en el diccionario. Sería “ebrio”, sin acento.

    ebrio, bria
    Del lat. ebrius.
    1. adj. Dicho de una persona: Embriagada por la bebida. U. t. c. s.

    “Tembladeral”. Creo que quisiste referirte a “tembloroso”. Yendo al diccionario veo:
    tembladeral
    1. m. Arg. y Ur. tremedal.
    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    tremedal
    Der. del lat. tremĕre ‘temblar’.
    1. m. Terreno pantanoso, abundante en turba, cubierto de césped, y que por su escasa consistencia retiembla cuando se anda sobre él.
    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    Baladros. Aquí he aprendido la acepción de esa palabra.
    baladro
    De baladrón.
    1. m. p. us., alarido o voz espantosa.
    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    Sienta. Es correcto, pero a mí me suena mejor: “asienta”

    Veo repetida la palabra “grito” en cinco ocasiones. Me parece excesivo para un relato tan corto.

    En cuanto al contenido, tú historia refleja el sufrimiento de Genaro por la pérdida de su amada. No veo porqué el remordimiento, ya que él no tuvo la culpa de la caída de Angélica al mar. Pero bueno, es una actitud que muchas personas se achacan y se auto inculpan de alguna desgracia que no han podido evitar.

    Tu relato me ha gustado y he visto al pobre Genaro demasiado hundido.
    Felicidades.

    Escrito el 31 enero 2017 a las 16:30

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