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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La bañera - por Manuel Pla Martí

Web: http://plamarti@wordpress.com

Se giró al escuchar el grito y vio, sintiendo una sacudida en el estómago y una fuerte palpitación en el pecho, cómo la cortina de la bañera, en un fragor de ganchos rotos y plástico rasgado, se desprendía de la barra que la sostenía envolviendo el cuerpo y los gritos de su marido en un revuelo atroz. El amasijo se precipitó de manera violenta sobre el mesón del mueble de baño con un ruido de piedras rotas, rebotó sobre el canto de la bañera y por último su cabeza fue a dar contra el suelo tras un intento vano de protegerse con el antebrazo. Luego apareció su cuerpo desnudo sobresaliendo por entre los pliegues de la cortina y en la frente tenía una brecha.

El chorro de agua caliente siguió desparramándose sobre sus piernas y sus nalgas, y el hombre quedó inmóvil, encogido sobre el borde de porcelana en una grotesca pose de muñeco desencajado, mientras resollaba como un fuelle sin aire. Una densa neblina empezó a empañar el espejo del baño.

—¡Qué pasa! ¡Agustín!¡Agustín! —Tiró en el lavamanos las tijerillas curvas con las que se estaba arreglando las uñas y dio un brinco hacia su marido. Luego gritó histérica. —¡Ayuda!

Unos momentos antes, Agustín, hombre robusto y entrado en años había dicho:

—Me voy a bañar.

Se metió en la bañera sobre la que sobresalía un cabezal de ducha adosado a la pared lateral, cerró la cortina y abrió la llave. El chorro de agua salió a presión, chasqueó sobre el cuerpo de Agustín y sobre el suelo de la bañera. Fue como rociarse con fuego.

Un par de horas antes la mujer de Agustín había decidido, en vistas de lo extremado que estaba siendo el invierno, abrir al máximo la llave de paso del gas para que el agua saliera lo más caliente posible, pues siempre se quedaba aterida a la hora de lavar los platos o de hacer la colada o de meterse ella misma en la ducha.

Agustín, con el fin de mitigar el frío que estaba sintiendo, abrió la llave a tope hacia el lado del calor. Sintió el dolor de la quemadura en su cara, en sus hombros y en su pecho. Su mente se colapsó y por un momento no supo qué estaba pasando, pero dio un brinco hacia atrás. Con los ojos cerrados extendió los brazos tratando de estabilizar su cuerpo. Los dedos de su mano izquierda resbalaron por la pared de azulejos, los dedos de su mano derecha rozaron la cortina del baño. Chapoteando en el agua caliente quiso mantener el equilibrio, y el talón del pie derecho resbaló con la curva del suelo de la bañera. La mano izquierda buscó algo de qué agarrarse, y lo hizo de la pequeña repisa en la que guardaban los champús y los jabones de baño; la arrancó de cuajo, los frascos y botes cayeron al fondo de la bañera con un estrépito de búcaros rotos. Su pie izquierdo, al tratar de apoyarse, lo hizo sobre un bote de espray que rodó al impulso del pie desnudo con los noventa kilos de Agustín encima. En este momento más que el fuego externo lo quemó una llamarada interior que le indicó que su destino era el vacío y lo único que tuvo para evitar ese vacío fue agarrarse a la bamboleante cortina que no resultó ser en ningún caso un asidero firme. Se sintió en el aire, perdido, y pensó en su mujer.

En una fracción de segundo creyó entender lo que estaba pasando. «Alguien había manipulado el gas y en aquel piso no estaban sino él y Aurora». Ahora estaba volando hacia un fondo impredecible. Con toda seguridad se estrellaría contra el suelo.

Su pierna derecha chocó con la pared interior de la bañera y su cuerpo se inclinó envuelto en la cortina. Manoteaba y todo era el vacío. Planeaba por los cielos del cuarto de baño. La cortina era su único asidero, se agarró de ella con fuerza y sintió que esta se desprendía de los ganchos, o los rompía, y se le venía encima. El cuarto de baño entero se le venía encima. Sintió un regusto amargo en la boca, a cortina mohosa. Extendió los brazos. Sintió el golpe sobre el mármol del lavamanos, en su cara, antes de lo previsto; luego cayó de costado y creyó que sus costillas se quebraban. Perdió el aire y perdió el ser. Cayó la noche.

Abrió los ojos en el hospital y se salvó.

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25 comentarios

  1. Hola, Manuel Pla Martí:
    Muy buen relato, unas magnificas descripciones, me sentí en la situación del hombre que se quema y imposibilidad de evitar la caída.
    Tu relato si que suspende el tiempo.
    Felicitaciones, te visitaré en el próximo relato.
    Saludos
    P.D. Gracias por tu comentario, intentaré ser algo mas concreta en el próximo.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 22:24
  2. 2. LIAH PERSON dice:

    Hola Manuel Pla Martí,
    Había pensado comentar tu texto en esta tanda porque aún recuerdo cuánto me gustaste en el mes de noviembre (el doble), pero antes de buscar a nadie… he buscado coincidencias con el título de mi relato de este mes, y resulta que sólo tú has utilizado también la palabra “bañera” en tu título. Así que, aquí estoy ahora, con doble motivo.
    Y una vez más tu texto me atrapa. La descripción de la caída en la bañera no puede estar más lograda, he visto la secuencia claramente delante de mis ojos, y finalmente he oído el golpe rotundo del cuerpo ¡casi me ha dolido!.
    Gracias por compartirlo. Seguiré leyéndote y aprendiendo.
    Sólo una cosa… la última frase…¿podría ser prescindible?. Después de tantos detalles en la escena de la bañera, ¿es necesario que se resuelva bien, y en una frase tan corta?.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 22:46
  3. 3. Yoli L. dice:

    Hola Manuel Pla Martí

    Que cosas no, el marido dice que se va a bañar y ella ni recuerdó, para advertirle, que había abierto al máximo la llave del gas.

    Que drama el de Agustín, me he angustiado con él, lo he visualizado paso a paso como en una película.

    “Despertó en el hospital y se salvó” dices al final, pero me imagino habrá quedado todo golpeado y con quemaduras de no se que grado 🙁

    Me encantó!

    Sobre la forma no me atrevo a opinar, es poco el conocimiento que tengo al respecto.

    Saludos
    Yoli L. (Costa Rica)

    P.D. Gracias por tu comentario y consejos en mi escrito.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 01:12
  4. 4. beba dice:

    Hola, Manuel: Excelente trabajo en cámara lenta. Como siempre, relato original y construido con elegancia. Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 01:21
  5. 5. charola dice:

    Hola Manuel! Me gustó tu relato y creo que lograste el reto sobradamente, aunque no lo pusiste. La descripción en cámara lenta me encantó.
    Solo un aporte al comenzar tu relato, creo que estaría mejor de esta manera: “Se giró al escuchar el grito y sintiendo una sacudida en el estómago y una fuerte palpitación en el pecho, vio cómo la cortina de la bañera, en un fragor de ganchos rotos y plástico rasgado, se desprendía de la barra que la sostenía envolviendo el cuerpo de su marido en un revuelo atroz”, (para no volver a utilizar el grito o los gritos).
    Enhorabuena!
    Saludos.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 06:53
  6. Hola, Liliana
    Muchas gracias por tus palabras. Me alegra saber que te ha gustado el relato. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:06
  7. Hola, Liah:
    Agradezco tus palabras. Celebro que te haya gustado el relato, y así a la distancia, lo releo y en efecto, la última frase me parece como un poco desangelada. Seguramente hubiera sido mejor obviarla. Me dejé atrapar por el síndrome de las 750 palabras. Esa frase no es sino un relleno para alcanzarlas.
    Gracias. Tengo pendiente la visita a tu relato.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:20
  8. Hola, Yoli:
    El que un lector se sienta identificado y sufra con el personaje es un motivo de alegría para el autor. Al menos puede pensar que no lo ha hecho tan mal. Gracias por tus palabras, por dar tu opinión y por iniciarte en ese taller. Con las opiniones de nuestros compañeros se aprende mucho. Te recomiendo que no seas “amigable”, sé simplemente sincera y si algo no te gusta dilo.
    Saludos y nos seguimos leyendo

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:35
  9. Gracias Beba
    Como siempre, ponderadas palabras que inducen al agradecimiento. Estoy pendiente de entrar en tu relato.
    Saludos

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:41
  10. Hola, Charola.
    Gracias por leerme. Creo que tienes mucha razón, la palabra “gritos” está sobrando. A veces, tratando de poner énfasis en la descripción se cometen errores que el lector los detecta al vuelo. Lo del reto no lo puse porque no estaba seguro de si las 750 palabras debían estar dedicadas exclusivamente a la acción de los cinco segundos, o se podía, como es el caso de mi relato, hacer acotaciones aclaratorias. Pensé, “que los lectores opinen”. Hasta ahora parece que sí, que he cumplido con el reto.
    Gracias y quedo pendiente de tu “Yungay”. Saludos

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:56
  11. 11. talyuno dice:

    Hola Manuel Pla martí.
    Debo decir que me gusto mucho tu relato y la descripcion de la bañera estuvo incrieble. Tal cual. Por mi poca experiencia como “critico” siento no poder aportar mas; como lector: la primera frase, hizo que me devolviera al principio para entenderla bien. Esa parte en: “…y Vió…” me confundió un poco… En fin por lo demás me gustó.
    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 21:38
  12. 12. María Kersimon dice:

    Hola manuel, trepidante a pesar de ser en cámara lenta; no deja respirar al lector. Es intenso, precipitado, irreprimible, incontrolable, irrespirable… ah ah ah ha…hasta que se estrella splassss… Buenísima retransmisión de la caída con todos los reflejos de agarre, frenado y tentativas de sujeción maravillosamente descritas. Uno lo vive, se alarma y, hasta me sentí cruel en un punto(pobre hombre) pero debo confesar que en un punto me entró la risa loca y cruel en el fondo de quien presencia un aparatoso y grotesco pero divertido accidente, tipo los que hubo un tiempo aparecían por la televisión en unos programas chinos japoneses. Solo en un punto, he, solo un momento (qué mala soy) pero luego volví a ponerme seria porque pensé que podía haber fallecido y me alegré mucho de ver que no, que se había salvado.
    Buenísimo relato, excelente descripción en cámara lenta. Un esttilo y un vocabulario muy cuidados, como siempre. Sólo un punto quizás. Primero relatas brevemente el hecho de manera objetiva y luego lo entras a detallar tal como lo ha vivido el tipo a cámara lenta. A mi me ha producido el efecto de estar presenciando una especie de “déjà vu”. Por un lado me vino bien conocer la historia para desentenderme de buscarle el significado y poderme relajar vivenciando el detalle de la caída. Por el otro me ha causado un cierto efecto de moviola. No se si es bueno o malo y si era tu intención. Sólo lo comento porque me ha llamado la atención.
    De todas formas desde la bajada del fiambre en el ascensor me tienes fiel a tus relatos cada mes y aunque sean todos diferentes, todos me cautivan por una razón por otra. Un abrazo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 22:27
  13. Hola, Talyuno:
    Gracias por pasarte por mi relato y que además te haya gustado. En breve visitaré el tuyo.
    Lo comprendido entre “vio” y “cómo”, es una acotación que rompe el desarrollo lineal de la frase, es un recurso que utilizo con frecuencia y sé que puede despistar, pero sirve, al menos eso creo, si está bien hecho, para atrapar la atención del lector; le obligas a concentrarse en la lectura, porque si no se pierde. Claro, también puede suceder que el lector diga:ese tipo no sabe escribir y abandone la lectura.
    Gracias y nos leemos.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 16:37
  14. Hola, María:
    Tus comentarios siempre representan un estímulo para tratar de no quedar mal en la próxima entrega. Si recibo tan buenos comentarios, pienso, no puedo bajar el listón. Claro que no siempre sucede así y al final sale lo que sale. Sí, la idea ha sido recrear a cámara lenta el resbalón pero visto desde el punto de vista de la víctima. Los tres párrafos primeros, sin embargo, están escritos pensando en su mujer. Es ella la que escucha el grito de su marido y he tratado de describir lo que ella ha visto y sentido. El episodio he querido presentarlo en dos partes. Primero, lo que siente la esposa ante la caída. Segundo, lo que siente el marido ante la misma caída. Y nos encontramos con la relatividad del tiempo. Lo que para ella es algo instantáneo, para él puede representar un montón de tiempo, si me permites esta expresión. De todas maneras el éxito o fracaso del intento, lo determinan los lectores.
    Muchas gracias y paso a comentarte tu escrito, que por cierto ya me lo he leído.
    Saludos y un abrazo.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 17:04
  15. 15. Ramón Temes dice:

    Muy bueno Me ha hustado todo.

    Yo he tenido la experiencia de tu protagonista. También terminé en el hospital y tuve que operarme de una hernia inguinal, que nació del esfuerzo por salvarme, unos mese después.

    Cuando leo tu relato me veo a mi mismo en alquel baño de hotel donde comprobé que la cortina no es un buen asidero.

    Aparte de eso tu relato es estupendo.

    Escrito el 21 enero 2017 a las 22:09
  16. 16. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Manuel, has optado por describir una caída, que es con certeza, lo que más se recuerda en cámara lenta cuando se ha sufrido una de ellas. Todo sucede en un instante y la mente queriendo asimilar lo que ha ocurrido lo repite paso a paso. Espero que no hayas sido el protagonista de tan aparatoso accidente. Si bien no he sufrido una caída de esas dimensiones, la lectura de tu texto me ha hecho tener ese tipo de experiencia, semejante al que se tiene en un sueño tipo pesadilla y del que despertamos con alivio. Tu descripción es magnifica, los tropezones de ambos pies, el rollo con la cortina y las nalgas expuestas son narraciones muy gráficas que hacen sentir el vapor caliente que empaña el espejo. Mis felicitaciones Manuel, me agrada mucho leerte.
    También aprovecho esta nota para agradecer tu visita a mi participación de este mes y por haber dejado allí un comentario. Un abrazo.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 03:25
  17. 17. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Manuel.

    Te felicito por haber conseguido tan difícil reto, aunque no lo halllas marcado.
    Ese momento que para la víctima de hace eterno esta muy bien descrito. Podemos sentir su agonía, su propia certeza de que se va a pegar un buen tortazo. Además es cierto que en la bañera ocurren muchos accidentes domésticos terribles. Fue un alivio saber que no fue fatal para él.

    Sin embargo, he de decir que no me gustaron las dos partes fragmentadas, porque era como leer dos veces la misma cosa. Luego, en los comentarios vi que era algo intencionado.
    Yo creo que hubiera sido mas claro haber hecho algún apunte en el que muestres de alguna manera tu intención. Algo así como, “lo que para su mujer ocurrió en un intaste, para él ocurrió como en cámara lenta”. (Lo único que se me ocurrió, claro que habría que pensarlo bien).
    Es solo una percepción muy personal.

    Cuidado con las frases en las que encadenas “o”, un par quedan bien pero mas se hace interminable.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/6901

    Escrito el 23 enero 2017 a las 17:15
  18. 18. Paola dice:

    Hola Manuel

    Algo muy similar nos pasó por la mente a los dos o tenemos pesadillas parecidas. Lo que está claro es que lo de los grifos nos trae de cabeza.

    Me he reído un montón. Me gusta como describes los detalles, creo que en este punto lo has hecho mejor que yo.

    Te escribo el comentario y lo voy a volver a leer.

    Saludos Paola

    Escrito el 24 enero 2017 a las 20:54
  19. 19. Anael dice:

    ¡Hola Manule!

    Muchas gracias por pasarte por mi relato y por tus consejos en cuanto a las rayas y a las comillas. Aquí estoy para devolverte la visita.

    Este relato me ha resultado tragicómico. Hay partes en las que que me dolía todo el cuerpo y lo sentía mucho por el pobre Agustín, pero había otras en las que no he podido evitar la risa, o sé si por contagio del relato de Paola, aunque sospecho que no porque he visto que María Kersimon también se ha reído, aunque se haya sentido mal por ello. El caso es que me ha gustado y he disfrutado de la cantidad de detalles que ofreces al lector.

    A continuación los detalles que me han gustado y alguna sugerencia, que son como las lentjes, si las quieres las tomas y si no las dejas:

    1. “Se giró al escuchar el grito y vio, sintiendo una sacudida en el estómago y una fuerte palpitación en el pecho, cómo la cortina de la bañera, en un fragor de ganchos rotos y plástico rasgado, se desprendía de la barra que la sostenía envolviendo el cuerpo y los gritos de su marido en un revuelo atroz.”

    La primera frase me parece que está un poco enredada y hace difícil la entrada del lector por tener tanta acotación seguida. Te sugeriría que la reordenaras para que quedara un poco menos densa, ya que es larga y varias acotaciones estropean el ritmo, en mi despreciable opinión. además, retrasaría el vio porque creo que distrae el lecto no ver que vio hasta después de la actación. Yo la pondría así:

    Se giró al escuchar el grito y, sintiendo una sacudida en el estómago y una fuerte palpitación en el pecho, vio cómo la cortina de la bañera se desprendía de la barra que la sostenía en un fragor de ganchos rotos y plástico rasgado, envolviendo el cuerpo y los gritos de su marido en un revuelo atroz.

    2. “—¡Qué pasa! ¡Agustín!¡Agustín! —Tiró en el lavamanos las tijerillas curvas con las que se estaba arreglando las uñas y dio un brinco hacia su marido. Luego gritó histérica. —¡Ayuda!”

    Falta un espacio entre los Agustines (errata seguro, así no tienes que buscarla tú 😉 ) y la puntuación del diálogo no es del todo correcta. Creo que como dices lo que grita hay que poner dos puntos y no uno, y el sitio es después de la raya, que va pegada al final de la acotación de diálogo como si fuera un paréntesis, no a la palabra que precede. Así:

    —¡Qué pasa! ¡Agustín! ¡Agustín! —Tiró en el lavamanos las tijerillas curvas con las que se estaba arreglando las uñas y dio un brinco hacia su marido. Luego gritó histérica—: ¡Ayuda!

    3. “Se metió en la bañera sobre la que sobresalía un cabezal de ducha”

    Mucho sobre seguido, me da sensación de redundacia y en el párrafo anterior has utilizado ya sobresalir , buscaría otro verbo… ¿destacaba? ¿reposaba?

    4. “Los dedos de su mano izquierda resbalaron por la pared de azulejos, los dedos de su mano derecha rozaron la cortina del baño.”

    Creo que en este caso la redundancia es intencionada. Yo misma soy muy aficionada a este tipo de repeticiones para dar énfasis o añadir estilo, pero ya me las han corregido mucho y creo que es porque rompen la fuidez de la lectura. Yo estoy luchandocontra ellas e mis textos así que a tí también te las señalo. Reescribiría la frase de esta forma:

    Los dedos de su mano izquierda resbalaron por la pared de azulejos, mientras losde su mano derecha rozaban la cortina del baño.

    He cambiado tmabién el tiempo del verbo rozar para dar más sensación de simultaneidad

    5. “Su pie izquierdo, al tratar de apoyarse, lo hizo sobre un bote de espray que rodó al impulso del pie desnudo con los noventa kilos de Agustín encima.”

    Bueno, aquí es donde he empezado a reírme en voz alta. ¿Soy cruel? Seguro, me encanta el lado oscuro de las cosas, tú que conoces a mi princesita lo sabes. El caso es que no podía dejar de pensar, «pobre hombre, vaya serie de catastróficas desdichas, cada cosa que hace sólo empeora sus situación», y creo que en el fondo es ese tipo de risa del que ríe por no llorar. Magistral la descripción de todo lo que le pasa en la ducha, la he releído tres veces, los detalles de cómo acaba en el suelo y la cantidad de cosas que pueden pasar en menos de cinco segundos para que el pobre hombre acaba en el hospital me ha deleitado por lo detallada, ridícula y desesperante que es al mismo tiempo. Bravo.

    6. “En este momento más que el fuego externo lo quemó una llamarada interior que le indicó que su destino era el vacío y lo único que tuvo para evitar ese vacío fue agarrarse a la bamboleante cortina que no resultó ser en ningún caso un asidero firme.”

    Dos cosas sobre esta frase: Me encanta el principio, el cambio del oigen de la quemazón me ha gustado mucho. Por otro lado, “lo único que tuvo”… ¿Falta algún verbo? A mí me suena raro, no sé por qué. No sé si se dice así por el sitio donde vives (lo que sería muy respetable y en cuyo caso no me meto) o porque falta otro verbo y es un despiste, pero como me suena raro te hago sugerencia. Yo pondría “lo único que pudo hacer para evitar ese vacío”.

    7. “En una fracción de segundo creyó entender lo que estaba pasando. «Alguien había manipulado el gas y en aquel piso no estaban sino él y Aurora». Ahora estaba volando hacia un fondo impredecible.”

    No entiendo la función que cumplen las comillas. Parece que es elnarrador el que sigue hablando. Creo que habría que cambiar la ersona del verbo o quitar las comillas. Te pongo las ods opciones:
    a)En una fracción de segundo creyó entender lo que estaba pasando. Alguien había manipulado el gas y en aquel piso no estaban sino él y Aurora. Ahora estaba volando hacia un fondo impredecible.

    b)En una fracción de segundo creyó entender lo que estaba pasando. «Alguien ha manipulado el gas y en este piso sólo estamos yo y Aurora». Ahora estaba volando hacia un fondo impredecible.

    Personalmente después de ver los dos prefiero eliminar las comillas y listo, porque si no estropeas el efecto de cámara lenta que tan bien has logrado.

    8. “Planeaba por los cielos del cuarto de baño.”
    Esa frase simplemente me ha encantado, da una visión muy clara de la cámara lenta.

    9. “La cortina era su único asidero, se agarró de ella con fuerza y sintió que esta se desprendía de los ganchos, o los rompía, y se le venía encima.”
    Falta tilde en ésta, pronombre, y quitaría el “o los rompía”. Creo que al estar cayendo no considera tantas opciones, y en este puento el narrador parece ser el protagonista. Frena e ritmo y lo veo innecesario.

    Ostras. Perdón, esto es eterno. Si antes decías que habías venido a leerme porque hacía comentarios extensos…^^’ Aunque no lo parezca es caso es que he disfrutado del relato, sólo que soy una persona que se enreda mucho en la forma. Creo que el texto mejoraría con estos pequeños apuntillos, o al menos los que te parezcan apropiados. Tiene muy buena atmósfera. Me ha encandilado tu capacidad de hacerme reír y al mismo tiempo preocuparme por Agustín y sentir cada uno de sus golpes. Un relato muy disfrutable (y yo sí que agradezco ue tenga un final feliz, o de verdad me habría sentido fatal de haberme reído a la mitad). Creo que generas unas imágenes muy vívidas en la mente del lector y por eso te aplaudo. Muy buen trabajo.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 26 enero 2017 a las 15:47
  20. 20. Anael dice:

    Ups, perdón por cambiarte el nombre, Manuel. Con comentarios tan extensos no suelo repasar mucho y esto es lo que pasa. Mis disculpas.

    Escrito el 26 enero 2017 a las 15:53
  21. Hola, Anael:
    Hasta hoy que puedo contestar tu extenso y útil comentario.
    Siguiendo punto por punto cada una de tus opiniones he decirte que estoy de acuerdo casi que con todas o con todas. Veamos:
    1) De acuerdo se enreda la frase. Hay que ser más directo, sobre todo iniciando el relato.
    2) Falta el espacio entre Agustín y Agustín, despiste. Lo de los dos puntos no lo tengo tan claro. Hay una regla que dice, no puede haber dos puntos detrás de un verbo o una preposición. En este caso si eliminamos o pasamos delante del verbo la palabra histérica queda el verbo. Puede que tengas razón pero…
    3) Puede haber redundancia, en efecto.
    4) Lo de la repetición de «los dedos» fue intencionado.
    5) A veces las frases salen redondas sin esfuerzo, otras veces, no.
    6) Tal como tú sugieres queda muy bien la frase. Sí, creo que tal como yo la he planteado no es correcta.
    7) Mi intención, buena o mala, era plasmar el pensamiento de Agustín, y el tiempo verbal no es el adecuado. Tu opción b) sería la correcta, aunque, tal como sugieres, no dándole voz al personaje y dejando que hable solo el narrador se consigue un mejor efecto de cámara lenta.
    8) Repito lo que he dicho en 5).
    9) Despiste en «ésta» y diciendo que la cortina se desprende es suficiente. A veces queremos detallar demasiado.
    Me ha encantado el «repaso» que le has dado a mi texto. Con lectoras como tú, es como realmente se aprende. Gracias y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 28 enero 2017 a las 15:47
  22. Hola, Leonardo:
    Gracias por tu visita. Como siempre, tratando de narrar situaciones cotidianas. La verdad es que me cuesta mucho salirme de lo normal, de lo diario. Seguramente me falta imaginación para narraciones épicas, pero bueno, tiene que haber de todo. No, no he sido yo el protagonista de semejante caída, aunque, he de decirlo, me es difícil narrar partiendo de cero. Algo habrá habido, aunque sea un leve amago de resbalón.
    Saludos y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 28 enero 2017 a las 15:57
  23. 23. Isan dice:

    Hola Manuel Pla:

    A riesgo de repetirme por no leer otros comentarios, entro directamente

    Me ha gustado el comienzo. Un párrafo largo con solamente dos puntos. No es para abusar, pero si se hace bien, como es el caso, yo al menos lo aprecio.

    Me han gustado esas analepsis, especialmente divertida me ha parecido la siguiente: “Unos momentos antes, Agustín, hombre robusto y entrado en años había dicho:—Me voy a bañar.”

    Hay otro párrafo largo que empieza con “Agustín…” Que me ha parecido una descripción genial a cámara lenta, con todo lujo de detalle.

    En esta frase: “…de la cortina y en la frente tenía una brecha.” No sé si veo muy bien la ye. Tal vez sobra.

    En esta otra: ”Sintió el golpe sobre el mármol del lavamanos, en su cara, antes de lo previsto;” También me parece que sobran las comas que acotan “en su cara”.

    Te has esmerado en la descripción de los detalles y lo has hecho magistralmente. A mí me gusta un montón. Otro valor de este relato es que de, digamos, nada, nos has deleitado a los demás.

    El final es para partirse: “… y se salvó”

    Como siempre ha sido un auténtico placer leerte. Saludos.

    Escrito el 29 enero 2017 a las 21:51
  24. 24. Isan dice:

    Voy leyendo ahora los comentarios y me parece que, aunque la caída está en cinco segundos y hayas ralentizado el tiempo, la última frase lo incumple. Otra: tu relato tiene 749 palabras al menos en mi ordenador. Vale.

    Escrito el 29 enero 2017 a las 21:56
  25. 25. Cryssta dice:

    Hola Manuel, a estas alturas ya no corrijo relatos, solo leo por placer y quise leer el tuyo.

    Me ha gustado bastante, ¡menudos cinco segundos ha pasado el pobre Agustín!.

    Eso sí, creo que el final estaría mejor sin el “y se salvó”.

    ¡Felicidades!

    Un abrazo.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 09:55

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