Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El Secreto - por Rosalia DS

El autor/a de este texto es menor de edad

EL SECRETO
Se giró al escuchar el grito.

Ese grito tan desgarrador que le salió de la garganta de su amiga y que le hizo poner los pelos de punta.

Ella se la miro fijamente para ver que estaba pasando, pero no descubrió que era lo que le aterraba.

– ¿Qué pasa Marina?
– No ha sido nada Olga. ¡Me he asustado de mi propia sombra!

Y no era para menos en esa casa señorial, grande, vieja y oscura.

Aun no entendía muy bien lo que hacíamos allí. Mi queridísima amiga me pidió el favor de que la acompañara a ver la mansión que perteneció a unos parientes suyos y que ahora estaba casi en ruinas porque nadie la habitaba.

– En esta casa hay muchos misterios, leyendas e historias tanto buenas como malas. Aquí se han celebrado recepciones, fiestas y banquetes con personajes muy distinguidos, muy influyentes y muy descarados también. ¡Ay Olga!, si estas paredes hablasen, muchas de estas personas quedarían sin su reputación de ciudadanos respetables.
– Pero Marina, explícame ¿Qué hacemos aquí?

No lograba entender que quería hacer allí dentro, donde todos los muebles estaban llenos de polvo, las paredes desconchadas y los cuadros de familiares decrépitos ya descoloridos.

La mansión estaba situada en una pequeña ladera rodeada de un precioso y frondoso bosque donde el sol lo iluminaba todo a excepción de la casa. A través de los cristales, llenos de suciedad y rotos, pasaban los rayos de luz y se podía intuir su majestuosidad. Altos techos, amplios salones y suelos de mármol donde habían vivido tiempos mejores.

Al observar a Olga veo que estaba rebuscando en su mochila y saca un sobre. Ella me lo entrega.

– Léela.

Le cojo la carta y me la miro toda extrañada.

– Puede que la entiendas mejor que yo, o que, encuentres respuestas a ciertas preguntas.
– ¿De quién es?
– Por favor. Tu lee la carta. A ver si puedes entender lo que me está diciendo.
– De acuerdo. Espera que me acerque a una ventana porque aquí no veo nada.

Las dos nos acercamos a un ventanal donde la mugre se iba acumulando y apenas dejaba entrar la claridad.

La misiva decía:

“Mi queridísima Marina:
Después de mucho tiempo me pongo en contacto contigo porque hay un pequeño secreto que te tengo que confesar.
Para ello tienes que ir a la mansión que te vio crecer junto con tus hermanos y primos. Allí hay toda la información que necesitas encontrar para poder descubrir por tu misma porque …”

Mientras leíamos la carta un pequeño resplandor apareció por una ranura de las puertas.

– ¿Qué es esa luz?
– No lo sé Olga. ¿Qué te parece sí nos acercamos a verlo?

Las dos nos aferramos a los brazos de la una y de la otra y con mucha cautela, caminando muy despacio, mirando esa luz, nos íbamos acercando a la puerta. Yo aún sostenía la carta que mi amiga me había dado y con el miedo en el cuerpo la iba arrugando sin darme cuenta.

Nos quedamos plantadas delante de la puerta. Nos miramos y, respirando profundamente, cogimos fuerzas para poder abrirla.

Cual fue nuestra sorpresa que en la sala había una inmensa biblioteca y que la luminosidad surgía de los libros que llenaban los diferentes estantes.

– Pero ¿Qué es toda esta luz? ¿Por qué brillan así los libros?

Yo, aún anonadada, no podía pronunciar ninguna palabra. Muy despacio me iba acercando a las estanterías para ver mejor de donde salía ese brillo.

Cada libro poseía una luz especial como si quisieran dar a conocer los pensamientos, las ideas, las reflexiones de sus distintos autores.

Cuando iba a coger uno me di cuenta de que la carta estaba arrugada y sin acabar de leer.

“… no os dejábamos entrar en la gran biblioteca. Erais muy jóvenes y, aunque es muy importante leer y saber, también lo es poder interpretar lo que hay en ellos.
Buscar para entender; buscar para encontrar; buscar para llegar a comprender que nuestra vida esta echa de experiencias.
El secreto es que tú puedas indagar el saber que puedan darte. Cada uno de ellos te pueden ofrecer enseñanzas, otros sentimientos, algunos aventuras.
Te dejo este legado para que puedas disfrutarlo y, a la vez, que lo puedan disfrutar todos aquellos que quieran y amen las palabras.
Un beso y un abrazo de tu queridísima tía.”

De pronto ya la mansión no nos parecía tan lúgubre.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

11 comentarios

  1. 1. Roalia DS dice:

    Hola.
    Soy la autora del relato en la que pone que soy menor de edad. Es para aclarar que no es así. Supongo que apreté alguna techa que no debía y a saltado esa alarma.

    Gracias.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 07:27
  2. 2. Alejandro Urdiales dice:

    Hola Rosalia,
    Me ha gustado el fondo de la historia, cómo el descubrimiento de la biblioteca, y la explicación de por qué no podían entrar allí de pequeñas, da esplendor a esa casa tan lúgrube que describes al principio.
    En cuanto al estilo hay varias cosas mejorables:
    – La puntuación de los diálogos, no es correcta. Aquí en Literautas hay una entradad del blog donde se explica muy bien.
    – Hay mezcla de tiempos verbales. Hablas todo el rato en pasado, pero entre medias incluyes frases como “Le cojo la carta y me la miro toda extrañada”.

    Nos leemos! Un abrazo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 14:59
  3. 3. Salomón Lima dice:

    Hola Rosalia,

    El tema y el desenvolvimiento de la historia van bien.

    Buena utilización de la carta a medio leer para mejorar el giro final.

    Algunas cosas respecto a la estructura de la escritura, por ejemplo: “Ella se la miro”, aparte de la tilde que falta en “miró”, se puede entender que no solamente voltea a ver a su amiga, sino que incluso le revisó la garganta. A menos que sea la intención, darle más revisiones o hacer que otra persona lea el escrito puede ayudar a evitarlo.

    Buen trabajo.
    Saludos

    Escrito el 19 enero 2017 a las 17:26
  4. 4. ortzaize dice:

    hola la belleza de los libros hace que tengan reflejos con la luz. bueno
    poco a poco vamos aprendiendo a corregir y tambien escribir cada vez mejor.
    gracias un saludo

    Escrito el 20 enero 2017 a las 12:25
  5. 5. jose maria moya dice:

    Dejando al margen los temas de corrección y estilo … que son cosa menor dado que es cuestión de revisión propia o ajena, a mi tu relato me ha gustado bastante. De echo pensaba en un desenlace y me ha llevado a otro, lo que es genial.

    El final es tal vez lo que veo un poco rebuscado o diría yo, un poco en plan “declaración de los derechos humanos”. Pero muy bueno.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 01:13
  6. 6. Isan dice:

    Hola Rosalía:

    Has hecho un relato primero intrigante y luego filosófico. Pensaba que iría la cosa por otro lado. La redacción es bastante buena que seguro que si la vas trabajando mejorará día a día. Me ha gustado el argumento que siempre parece que es lo importante y lo es, pero has cometido unas cuantas faltas de ortografía y otras de sintaxis que también tiene su importancia. Son el envoltorio del caramelo. El fondo y la forma van unidos.

    Te voy a detallar las que he visto a vuelapluma:

    Los diálogos se deben señalar según dice la RAE con guión largo o raya (—). Como el teclado no tiene tal signo, se consigue pulsando la tecla alt y sin soltarla pulsas 0151.

    Hay ocasiones en las que hablas en presente y otras en pasado.
    “…que le hizo poner los pelos de punta” Sería más apropiado “que le puso los pelos de punta” o “que hizo que los pelos se le pusieran de punta”.

    En esta frase “Ella se la miro fijamente para ver que estaba pasando, pero no descubrió que era lo que le aterraba.” Sobra el SE del principio. Los dos primeros QUÉ van acentuados ya que hacen función interrogativa, no así el tercero que no lleva tilde.

    “…y los cuadros de familiares decrépitos ya descoloridos.” Tal como está redactada la frase parece que únicamente están descoloridos los cuadros de los familiares decrépitos y no de los familiares que no están decrépitos. No sé si te refieres a que todos los familiares están decrépitos. Lo supongo ya que esa palabra solo se puede usar para personas.

    “Le cojo la carta y me la miro toda extrañada.” Sobra el posesivo ME.

    “Por favor. Tu lee la carta.” TÚ lleva acento en este caso.

    “…encontrar para poder descubrir por tu misma porque …”. Debe ser POR TI MISMA. Además ese “porque” debe separarse en este caso y acentuar: POR QUÉ ya que tiene función interrogativa. Por último los puntos suspensivos deben ir siempre unidos a la palabra que le precede.

    “…para ver mejor de donde salía ese brillo.” DÓNDE lleva acento en este caso.

    “Cada uno de ellos te pueden ofrecer enseñanzas,…” La palabra PUEDEN debe ir en singular ya que hace referencia a cada uno: Cada uno de ellos te puede ofrecer enseñanzas.

    Bueno Rosalía, aunque parezcan muchas cosillas, son fácilmente corregibles. Únicamente hay que estar atenta. Leyendo y comentando otros relatos se aprende un montón. Sigue dándole a la cabeza y a la tecla. Un saludo

    Escrito el 29 enero 2017 a las 00:04
  7. 7. Rosalia DS dice:

    Hola Isan:

    Muchas gracias por tus aportaciones. Sin duda es cuestión de leer, estudiar y trabajar sobre mi sintaxis y ortografía. Como bien dices es el envoltorio y hay que cuidarlo.

    Cada vez me gusta mas escribir y los ánimos que me dais tanto los otros compañeros como tu son muy importantes para mi.

    Agradecerte tu comentario.

    Nos vamos leyendo.

    Ah! Intento hacer lo que me dices del guión largo y no me sale. Puede que cada ordenador tenga su truquillo. Ya lo descubriré.

    Un abrazo.

    Escrito el 29 enero 2017 a las 06:30
  8. 8. Rosalia DS dice:

    Hola Alejandro:

    Darte las gracias por tus apreciaciones y que te haya gustado el relato.
    Tendré el cuenta lo de los tiempos verbales. es algo que se me escapa un poco.
    Pero espero que con un pequeño repaso se pueda ir solucionando.

    Agradecerte tu comentario.

    Un abrazo.

    Escrito el 29 enero 2017 a las 07:25
  9. 9. Perla Preciosa dice:

    Hola, Rosalía:
    Ante todo te diré que el relato está muy bien. Voy a puntualizarte, no obstante, algunas correcciones que aún no te han hecho, para que las tengas en cuenta:
    Ante un nombre propio en función vocativa se pone coma. En este texto te han faltado unas cuantas, de las que te señalo algunas:
    “– No ha sido nada Olga. ¡Me he asustado de mi propia sombra!”
    Mejor: “– No ha sido nada, Olga….”
    E igualmente:
    “– ¿Qué pasa, Marina?”

    “¡Ay, Olga!, si estas paredes hablasen, muchas de estas personas quedarían sin su reputación”.

    Aun: aún, ya que equivale a todavía.

    El verbo mirar solo es reflexivo cuando equivale a partes del cuerpo o a oraciones recíprocas con sujetos personales, es decir, cuando dos o más personas se miran. En este texto te han sobrado varios pronombres personales referidos a cosas en este sentido. Puesto que ya te han señalado las frases, yo te hago la puntualización explicativa.

    “Allí hay toda la información que necesitas encontrar”
    Mejor:
    “Allí está / se encuentra toda la información que necesitas encontrar”, dado que el verbo haber en su acepción impersonal exige sujetos animados, o bien inanimados referidos a hechos naturales. Cosas del idioma, ¡qué se le va a hacer!

    “– ¿Qué es esa luz?”
    Mejor:
    “– ¿Qué significa / quiere decir esa luz?” por una cuestión de precisión estilística, dado que no estás hablando de un objeto concreto.

    “¿Qué te parece sí nos acercamos a verlo?” Este si no lleva tilde, dado que no es adverbio de afirmación, sino conjunción.

    “Cual fue nuestra sorpresa que en la sala había una inmensa biblioteca y que la luminosidad surgía de los libros que llenaban los diferentes estantes”.
    Mejor:
    “Cual fue nuestra sorpresa al ver que en la sala había una inmensa biblioteca y que la luminosidad surgía de los libros que llenaban los diferentes estantes”. Queda bastante más correcto.

    Pero salvando estas pequeñas incorrecciones ortográficas y estilísticas, mejorables sin duda, el relato está muy bien, como te decía. Tiene un sentido muy bueno e instructivo. Es igualmente significativo para ilustrar el papel de la mujer en cuanto al acceso a la cultura y da una imagen bastante buena de la testamentaria. ¡Lástima que hayan muerto tantas en esa situación, perdiéndose así muchos talentos! Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 29 enero 2017 a las 10:53
  10. 10. Calèndul dice:

    Es un relato interesante. Me quedé con ganas de más y eso es bueno. Sabes describir bien el escenario. El principio me pareció de estilo quizás demasiado obvio pero puede que sea tu estilo propio. No lo sé. Un saludo

    Escrito el 31 enero 2017 a las 22:53
  11. 11. Rosalia Ds dice:

    Hola Calendul:

    Gracias por tu comentario y me alegra mucho que te haya gustado mi relato.

    Mi estilo aun no lo tengo muy bien definido. Depende mucho de la inspiración del momento.
    Poco a poco. Ahora es aprender a escribir y aclarar ideas para encontrar mi sitio en el mundo de la literatura.

    Muchas gracias por tus ánimos.

    Nos leemos.

    Un abrazo.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 01:27

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.