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Luz - por Juan Carlos Calvo
Se giró al escuchar el grito, inmediatamente se dio cuenta que estaba en un sitio que no reconocía, estaba seguro de no haber estado nunca allí, y sobre todo ¿cómo había llegado?, creyó recordar un grito y apenas se giró y de repente estaba en ese extraño sitio, con una luz que nunca había visto, recordó las miles de luces que había perseguido como fotógrafo y aquella no existía, pero estaba allí y él la estaba viendo. Aquella luz, le envolvía, lo envolvía todo. En realidad aquel espacio solo era luz. No había nada más. Ya no escuchaba gritos, en realidad no escuchaba nada, ni siquiera los sonidos que nos trae el silencio. En aquel lugar, no había nada ni nadie salvo yo mismo, o puede que ni siquiera yo estuviera allí.
Mi cuerpo no estaba, no veía mis manos, ni mis piernas y sobre todo algo mucho más extraño aun, no las sentía.
Después pensé en el tiempo. Pensé en mí. ¿Quién era yo?
Aquella sensación ¿Era real?, luego dije, sin voz aparente,
¡Ya está! ¡Es un sueño!. Y fui a pellizcarme, como otras veces durante un mal sueño. ¿Pero con qué? No tenía manos ni piernas ni cuerpo. ¿Qué era yo?.
Recordé a mi madre, mi padre, mi hermano, mi hijo, mis amantes y a toda la gente que durante todo este tiempo, me habían hecho sentir, pero ahora no sabía el qué, y sin embargo sabía, no sus nombres, ni exactamente lo que significaban esas palabras, padre, madre, hijo, solo sabía de ellas, algo mucho más importante que todo eso, su esencia. Una suma de lo que cada uno me dio y le di. Vi miradas, de amor, de tristeza, de alegría. De sentimientos, …… de cosas importantes. Entonces, de repente, supe todo. Yo era todo, yo lo llenaba todo.
En ese momento, supe que estaba muerto.
Me gustaba aquella luz, que nunca antes había visto.
Hola, Juan Carlos Calvo.
Se supone que tengo que hacer un comentario de texto más serio con el tuyo, porque es de los tres siguientes al mío, pero tengo un pequeño problema.
Verás, sé lo que has querido hacer y sé, por experiencia, que esto NO es un texto en si, es más bien un esbozo de una escena y que, además, te quedaste sin fuelle, más, o menos a partir del “¿Qué era yo?“.
No hace falta que te diga que podías haberlo redondeado más, estoy seguro que lo has pensado, pero no intentes rellenar una idea para crear un texto, no funciona así.
Sigue escribiendo.
Un saludo.
Hola,
Estoy de acuerdo con el comentario anterior. Me gusta la idea que se desprende del texto, pero el texto en sí parece más bien un primer esbozo que hace falta revisar y mejorar. Veo errores de puntuación y el texto no fluye de manera natural, va como a trompicones. Espero que sigas trabajando en tu texto, puede salir algo bueno 🙂
Hola Juan Carlos 🙂
Acabo de leer tu relato, y creo que aunque por suerte no has vivido ese momento aun has sabido describir las sensaciones del protagonista a la perfección. Muy bonito y me alegra mucho leer un relato que a pesar de que el protagonista está muerto, me deja una sensación positiva en mi interior, es precioso y la verdad creo que de todo, incluso de la muerte se puede sacar su lado positivo y aprender mucho de ella, ¡ENHORABUENA!
Hola Juan Carlos:
Para escribir un relato hay que hacer una asociación de ideas. Y eso es lo que has echo, al menos así lo creo yo.
Es una manera de plasmar las ideas que te vienen en la mente y para no olvidarlas las escribes en el papel. Pero después hay que releerlas para ir dando forma a lo que en realidad quieres decir y escribir. Dar forma a lo que los lectores quieren que lean.
Tu idea de hablar de la muerte es muy buena pero hay que dar forma a ese personaje que nos explica su traspaso al otro lado.
La descripción que haces de como se siente; de lo que le transmite esa luz; los sentimientos que ha sentido y la paz que siente están
muy bien llevados.
Solo que hay que darle un poco mas de forma.
Así que animos