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La última puerta - por Kathleen

Se giró al escuchar el grito. Tenía que volver atrás, no podía dejarla sola. A ella no.
Una vocecita siseante lo llamó, pero no había nadie.

-Vuelve, vuelve. Ya estás cerca de tu meta. Una vez que cruces el portal todo volverá a la normalidad.

Pero Víctor no le hizo caso. No podía volver a casa sin ella.
Cruzó los húmedos y oscuros pasillos de los pasadizos con una antorcha en la mano. La sensación era demasiado real, podía sentir cómo se le congelaban los dedos de los pies.

La encontró tirada, con la cara magullada y la chaqueta desgarrada en el hombro derecho.

-He encontrado la última pieza, pero he tenido que pelear con una asquerosa rata albina.

Le mostró una pequeña piedra rosada redonda, que encajaba perfectamente con el hueco de la última puerta.

-Eli. ¡Lo has conseguido!

La abrazó pero ella se quejó de dolor.

-No…No me puedo levantar.

Miró su reloj digital y continuó:

-Y solo quedan 5 minutos para que se cierre la puerta definitivamente.

Él la miró. En ninguna de las posibilidades cabía dejarla abandonada.
Lisa se apoyó sobre el hombro de Víctor y consiguieron salir de aquella celda. Cuando apenas les quedaban unos metros para llegar hasta la última puerta escucharon un temblor de suelo. ¡Pum! Miraron atrás y volvieron a escucharlo. ¡Pum! Aceleraron el ritmo, tanto como el tobillo de Lisa les dejaba. ¡Pum! Esas lentas y fuertes pisadas solo podían significar, que les perseguía un gigante. Quien, con un simple manotazo podía romperles los huesos a ambos a la vez.

-Víctor, pon la piedra. ¡Rápido!

El chico se acercó a la puerta y colocó la piedra. Esperaron el click, pero no escucharon nada. La piedra encajaba perfectamente. No podían esperar más. Las pisadas ya se escuchaban demasiado cerca. De repente, cuando ya podían divisar las peludas piernas acercándose a ellos, Lisa giró la piedra a la derecha. Tampoco sonó nada. Y el gigante solo tenía que dar unos pocos pasos. Víctor, giró para el otro lado. Y en el segundo en el que el gigante levantó su gran y peluda mano, se escuchó un click y la puerta se abrió,

Al cruzar, un rayo de luz los deslumbró. Empezaron a balancearse como si de una atracción se tratase, mientras escuchaban los rugidos de su enemigo. Se agarraron fuertes y tras un brusco empujón, cayeron en la habitación de Victor. Todo estaba como lo habían dejado, la cama deshecha, la tabla de snow colgada en el techo y los pósters de Metallica por la pared.
Eli se dirigió al portátil. El juego había terminado, habían ganado la partida.

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6 comentarios

  1. 1. LadyS dice:

    Hola Kathleen,
    Enhorabuena por tu relato.Ya casi pensaba que nos iba a pillar el gigante y para nada imaginé que todo iba a ser un juego. ¡Bien descrito!
    Un saludo

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:17
  2. 2. Hoe-Saek dice:

    Hola Kathleen, me gustó tu relato. Fue fácil de leer y de entender, pero a la vez atrapante. Me encantó la forma simple con la que relataste la historia, pues fue fácil y agradable seguirle el hilo sin enredarme con descripciones innecesarias o palabras “complicadas” jaja. Sencillamente, un relato muy bueno.
    Bueno, ese es mi punto de vista, soy nueva; así que espero poder hacerlo bien.

    ¡Saludos!

    Escrito el 20 enero 2017 a las 03:58
  3. 3. Raymond Carr dice:

    Hola Kathleen.

    Has resuelto muy bien lo que a mi entender es lo más difícil. Determinar claramente quién, cuándo y por qué da el grito. Incluso algunas cosas más.

    Antes de continuar tienes que saber que soy muy mal lector, soy muy caprichoso y sólo me gustan determinados temas y autores. No he leído de todo ni por ahora pienso hacerlo. Dicho esto, la ambientación no me transmite nada. Cuando hablas de antorcha y de piedra que hace de llave o algo por el estilo me salgo del relato. Y no digo que deje de leer, que es una cosa distinta.

    Hasta pronto.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 22:33
  4. 4. Leosinprisa dice:

    Hola Kathleen.

    Me encanta el juego donde nos has metido donde todo puede pasar y nadie resulta herido, a no ser en forma virtual. Aunque no tengo muy claro si algo de magia no ha rondado por el camino, al estilo de jumanji o algo parecido. Eso ya lo aclararas, pero me temo también que lo virtual no lo era tanto. ¿No es así?

    Un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 10:20
  5. 5. Luis Ponce dice:

    Hola Kathleen:
    Interesante reto virtual que lo manejas a la perfección. Para quienes no estamos acostumbrados puede resultar intrigante, pero una segunda lectura te aclara las dudas.
    Te felicito.

    Escrito el 24 enero 2017 a las 02:52
  6. 6. Rita dice:

    Hola, Kathleen.
    Buen relato: ameno y rápido de leer; sin complicaciones. Me ha gustado.
    La única pega que le pongo es que la muchacha, Lisa, veo que su apodo es Eli, puesto que Víctor la llama así. Hay que tener cuidado con los apodos; en un relato es complicado hacer una presentación al lector para que sepa que la muchacha se llama de una manera pero la gente la llama de otra. Puede haber confusión. En un relato más largo o, incluso, en una novela, habría tiempo suficiente de explicarlo, pero en relatos como éste es mejor evitar esto si no tienes tiempo de explicarlo.
    Por lo demás, genial.
    Saludos y, nuevamente, me ha encantado tu relato 😀
    Sigue escribiendo 🙂

    Escrito el 27 enero 2017 a las 11:55

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