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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Pum - por Angy Miró M.

Web: http://escritoratrasnochada.blogspot.com.es/

Se giró al escuchar el grito.

Un alarido desgarrador nacido de las entrañas de algún ser que se encontraba en un momento de profunda desesperación. Dolor. Eso es lo que oyó. Una expresión de la angustia más grande por la que cualquiera podría llegar a pasar.

El desolador sonido de la agonía le hizo rememorar viejos recuerdo que nunca deberían haber sido grabados en su subconsciente. Pasajes de su vida que había guardado bajo llave en un cajón y que habían saltado como un resorte al escuchar aquel estallido de congoja.

En su cabeza comenzó una vez más aquella horrible película que no querría haber visto nunca. Toda la sangre, el dolor y el sufrimiento… El día que cambió su existencia para siempre. El momento en el que quedó desprotegido, a merced de la vida.

«Hemos salido a dar un paseo. Hoy mamá está muy guapa. Se ha puesto el vestido ese que le regalado papá por su cumple. Es azul y tiene florecitas de muchos colorines. Me gusta mucho porque con él puesto mamá parece la princesa de la primavera y a mí me gusta la primavera. Me gusta la primavera porque salen las flores y podemos y al campo y empieza a terminarse el cole.

Vamos por un parque muy chulo que tiene unos columpios de esos que usa mi abuelo para estar joven. Bueno, lo de estar joven lo dice él, porque yo le veo las mismas arrugas siempre que sonríe. Hoy vamos a ir a dar de comer a los patos del estanque y mamá me ha prometido que luego iremos a comer un helado. Pero me ha dicho que solo uno, porque luego me duele la tripa.

Estamos llegando al estanque, pero no les damos el pan a los patos porque mamá esta rara de repente. Me dice que me esconda en unos arbustos que hay cerca, pero yo no quiero. Me da miedo. ¿Y si hay arañas o bichos? Mamá me obliga a que lo haga y yo me asusto mucho porque ella tiene esa cara que puso cuando intenté meter los dedos en el enchufe para investigar qué es lo que había. Mamá me dice que, pase lo que pase, sea un niño bueno y no salga. Me dice que no mire, pero tampoco le hago caso en eso.

Oigo como empieza a gritar. Cuando me asomo por las ramas veo a unos señores malos que están agarrando a mamá. La están haciendo pupa, porque ella está gritando y les está diciendo que aquí no, que no es el momento porque estoy yo. ¿El momento para qué? ¡Jolín! Están haciendo pupa a mamá y yo no puedo hacer nada. ¿Qué hacían en la película esa que vi a escondidas por una rendija de la puerta del salón?

No me acuerdo y no me da tiempo a apretar los ojos para pensar porque oído un “¡pum!” muy grande que me da mucho miedo. Mamá se cae y los señores malos se van corriendo. Yo salgo de los arbustos y grito a mamá para que se levante y nos vayamos antes de que vuelvan, pero mamá no responde. La sale una cosa roja del pecho. Es un líquido rojo muy oscuro. Mamá no se mueve. Está muy quieta y yo me asusto. Tiene los ojos abiertos, pero no me está mirando. ¿A qué estará mirando? Me da mucho miedo. ¿Eso es estar muerto? Yo no quiero que mi mamá esté muerta. Si mamá se muere, ¿quién me va a cantar una canción por la noche y me va a dar un beso por la mañana?

Esté empezando a llegar gente. Todos están gritando y me intentan alejar de mi mamá, pero yo les pego. Pegar está mal, pero no quiero que me alejen de mi mamá, así que grito mucho hasta que me duele la garganta…»

Con los ojos inundados de recuerdos, me doy la vuelta al escuchar un disparo, en busca del ser que ha emitido semejante sonido. Tengo que ayudarlo. Tengo que ayudarlo como me ayudaron a mí. Aparto la vista del estanque de los patos y entonces lo veo. En el espesor del bosque, a unos metros de donde me encuentro, hay un ciervo en el suelo. También veo a unos cuantos hombres huir bosque adentro. Aún suena otro “pum”. Por lo que parece, el ciervo está herido. A su lado se encuentra un cervatillo que parece tener apenas unas semanas, gritando de dolor.

Dolor. Gritando. Sangre. ¿Mamá?

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7 comentarios

  1. 1. Wyrell dice:

    Hola Angy Miró, cómo va?

    Es la primera vez que leo uno de tus relatos, intentaré dar mi opinión más sincera.

    Me gusta la forma en la que fluye el texto, es atrayente y se sigue con facilidad. Fue un buen toque utilizar los «» para narrar lo ocurrido dentro de la cabeza del protagonista.
    La historia es interesante aunque hay ciertos puntos que no los entendí (no por fallos, sino porque no capté bien la escena), te doy un ejemplo:

    “Oigo como empieza a gritar. Cuando me asomo por las ramas veo a unos señores malos que están agarrando a mamá. La están haciendo pupa, porque ella está gritando y les está diciendo que aquí no, que no es el momento porque estoy yo.[Si dice literalmente “no es el mejor momento porque estoy yo” quiere decir que está rebelando que su hijo está allí? Esto haría que la escena donde lo mande a ocultarse pierda sentido, creo]…
    … ¿El momento para qué? [Yo también me pregunto esto, al decir que la están haciendo “pupa” yo entiendo que la golpean pero en ningún momento aparece la razón. Me explico, ¿quieren robarle? ¿la atacan sólo por diversión? Y luego, al final, ¿por qué le disparan?]…
    …¡Jolín! Están haciendo pupa a mamá y yo no puedo hacer nada. ¿Qué hacían en la película esa que vi a escondidas por una rendija de la puerta del salón?[Aquí pensé por un momento que se refería a una película pornográfica y que en realidad estaban violando a la madre, pero por como sigue el resto del relato parece que me equivoqué]”

    No dio que esto sea un fallo como tal, es posible que solo yo no sea capaz de entender esta escena :/

    Ahora, la parte de los fallos. No encontré muchos, sólo diré los más importantes:

    “Me gusta la primavera porque salen las flores y podemos y al campo y empieza a terminarse el cole.” Esta parte repite mucho “Y”, además que no encuentro sentido en la frase por más que la lea. ¿Lo hiciste a propósito para que sea más creíble que la escena es narrada por un niño pequeño? Si es así, ignora esto.

    Para concluir diré que el relato me gustó, me entretuvo y cumple muy bien con el reto de este mes. Te felicito por dar vida a un texto tan bien estructurado.

    Un saludo.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 19:35
  2. 2. Saldivia dice:

    Hola Angy. He leído tu relato con algo de opresión y angustia, que creo es exactamente el estado de ánimo que querías crear en el lector. Y me ha sorprendido muy gratamente el uso de la cierva y el cervatillo, equiparando de algún modo el dolor de la pérdida de la madre en diferentes especies.

    Usas palabras eufónicas, agradables, lo que convierte en una experiencia deliciosa la lectura del relato.

    Por otra parte, yo supongo que en “y podemos y al campo” querías decir “y podemos ir al campo”, en todo caso así lo entendí.

    Te felicito por este escrito, ha sido muy agradable leerte.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 20:49
  3. 3. Angy Miró M dice:

    ¡Buenos días!
    Lo primero de todo, muchas gracias por vuestros comentarios. No me esperaba que el texto tuviera sentido o buena recepción, teniendo en cuenta que lo escribí veinte minutos antes de que cerrará el plazo de presentación. Gracias.
    En efecto, Worell, no tiene sentido la escena del “ahora que está mi hijo”, es uno de las catástrofes de este relato. Por otra parte, la repetición del nexo “y”, así como toda la forma en la que está escrita esa parte del recuerdo tratan de transmitir cómo habla un niño pequeño.
    Saldría, muchas gracias por haber entendido la comparación y sí, esa errata es como tu dices, de nuevo fruto de la rapidez.
    Muchas gracias a los dos.
    Un saludo!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 11:04
  4. 4. yolareina dice:

    Hola Angy, Noté también lo que te señalan los demás así que no redundaré en eso, solo decirte que se disfruta tu relato que te lleva hasta el final de un tirón sin respirar. Me causó muy grata impresión.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 21:04
  5. 5. marazul dice:

    Hola Angy: tu relato es muy potente y sinceramente me ha causado cierta congoja. Creo que transmitir sensaciones es un punto a favor para el que escribe, desde luego. También me he hecho preguntas: ¿por qué?. Y en este aspecto el lector ha de imaginar las razones
    Sin embargo creo que el auténtico valor de tu texto es que lo pones en boca de un niño y el lenguaje que utilizas es el apropiado. También que sea un recuerdo que le marcó y esa comparación con el disparo del cazador. Me viene a la memoria la famosa película de Walt Disney, Bambi. No me avergüenza decir que lloré.
    Escribes bien y transmites, Andy
    Un saludo

    Escrito el 25 enero 2017 a las 16:14
  6. 6. K. Marce dice:

    Saludos Andy:

    Estoy aprovechando unos momentos libres en mi noche, para leer a voluntad. Siendo honesta, lo he hecho porque sé que has leído a los tres relatos que te tocaba porque así son las reglas del taller. Mientras más comentes a otros, tu nombre será reconocido y tendrás más lectores. Se aprende comentando también.

    Me disculpo de antemano, los que me conocen saben que escribo mucho en los comentarios que analizo a profundidad.
    El relato cumple su función, con una introducción (el grito), un nudo (la experiencia trágica) y el desenlace (ayudar).
    Quiero ahondar un poco en cuánto al contenido, que he leído lo hiciste con poco tiempo, lo cuál te impidió revisarlo. Por ello las incoherencias que se presentan, tal como te lo ha marcado Wyrell. También me ha ocurrido lo mismo, he juntado las cejas con esas frases reveladoras. Hay preguntas que parecen no tener una respuesta. Pero debemos recordar que el testigo del hecho es un niño. Por ello, la información que obtenemos viene directamente de él. No se nos indica su edad, pero parece ser un niño pequeño, quizá entre los tres a cinco años de edad. Por lo que esa experiencia sin sentido, nos deja sin respuestas a nosotros, ya que lo vemos con sus ojos, según sus recuerdos y la percepción de esa traumática experiencia.
    Sin embargo, que ella lo esconda “antes” del ataque, no me cuadra. Si ella se sentía amenazada, lo lógico es que buscara también refugio, escondite. Más parece que ella se enfrenta a los malhechores, (como si los conociera, ya que sabe que algo puede ocurrir “a mandarlo a no hacer nada, no mirar, pase lo que pase”). Creo que ese punto fue un recurso que usaste de “protección” hacia el niño, no ser testigo directo de la agresión. Pero es más lógico que enfrentándose a ésta, la madre lo mande a correr. Y él se esconda cerca para no abandonarla, no perdiendo su calidad de testigo.

    Aunque has usado el recurso de marcar con las flechas el recuerdo, has usado “presente” para narrar la experiencia, aunque un recuerdo es un hecho per se, en pasado. Esto en mi caso personal, me provocó a alejarme de lo que acontecía en el momento; pero no me hizo ser más émpatica con la experiencia vívida. A mi criterio, el recuerdo debió escribirse en pasado, sobre todo, porque el mismo contiene “otros recuerdos” que no pueden darse en presente, por no ser coherentes cronológicamente.
    También creo que afecta, el uso de algunos verbos a lo largo de esa narrativa.

    En cuanto a la forma, hay frases que necesitan una mejoría o adición de palabras. Te marco algunas:
    …le hizo rememorar viejos recuerdo* ->recuerdos
    Se ha puesto el vestido ese que le * regalado papá por su cumple. *> le ha regalado
    …y* podemos y* al campo y empieza a terminarse el cole. -> ir al campo. Aunque se entiende que habla un niño, hay demasiadas «Y» en todo el texto (diecinueve como conectores). Lo cual es notorio, causando distracción. La forma de hablar es suficiente.
    Esté* empezando a llegar gente. ->Está
    …me doy la vuelta al escuchar un disparo*, en busca del ser* que ha emitido* semejante sonido. -> un disparo no lo emite un ser, sino un arma. En este caso, creo que sería el sónido del grito, no del disparo.
    También veo a unos cuantos hombres huir bosque adentro. -> En este caso, hay incoherencia. Si ellos le han disparado al ciervo, seguro fue a próposito. Por lo que deberían de ir a “reclamar” la presa. Por lo que la palabra huir no me parece adecuada.
    Sigo pensando que aunque sé que es un niño pequeño, la repetición de palabras, me causaba distracción. El cambio de narrador omnisciente (pasado) a narrador testigo (presente), tampoco me convenció, como mencioné antes. El narrador onmisciente también puede ser “parcial”, revelar la experiencia del niño sin brindar más información de la necesaria.

    Has logrado interiorizar en el recuerdo del personaje siendo niño. Una experiencia que se ha despertado a raíz de un detonador de ese recuerdo. En este caso, un acto contra un animal indefenso junto a su cría. El animal se encuentra herido. Podemos imaginar lo peor o darle un final más feliz, tal si la madre ciervo logrará sobrevivir.
    Me ha gustado mucho la idea del relato, su contenido y lo que has pretendido plasmar.
    El poco tiempo que has tenido para darle las revisiones necesarias, por lo que ha sufrido las repercusiones. Yo también no tuve tiempo de darle los repasos suficientes a mi propio texto. Pero que no le dieras suficiente revisión, no le quita el mérito a lo que has logrado.

    Me ha gustado mucho la escena, pese a su violencia escondida a través de la ingenuidad de un nene. La vida a la larga, nos da oportunidades de reinvidicarnos, aunque la culpa no sea nuestra. Podemos superar las adversidades.

    Espero que mi comentario te sea de utilidad. ¡Nos leemos!

    Escrito el 27 enero 2017 a las 07:00
  7. 7. Angy Miró M. dice:

    ¡Buenos días!
    Lo primero, agradecer todos los comentarios, las críticas y las opiniones. Muchas veces se comentan cosas que a mí no se habrían pasado por la cabeza jamás.

    Debo decir que a raíz de la escritura de este relato me han surgido ideas para realizar algo mayor. Algo en lo que se respondan a todas esas dudas que un niño pequeño, de unos cinco años -como bien apunta K. Marce- no supo entender a su edad. En fin, espero saber dar forma a esas ideas.

    Mientras tanto, me dedicaré a responder a los comentarios.

    Marazul: me has hecho saltar de la alegría. Que alguien te diga que transmites emociones pese a que la forma en que está escrito el relato deje mucho que desear es… increíble. En fin, qué te voy a contar, si estás en la misma situación.

    K. Marce: en primer lugar, gracias por comentar tan detalladamente el relato, me has dado muchas pautas que tendré en cuenta a la hora de la revisión tanto de este como de otros relatos. He aprendido mucho leyéndote.
    El hecho de que haya preguntas sin respuesta fue, en algunos momentos, intencionado. Es decir, el narrador no deja de ser un niño que está relatando un episodio traumático y, ante eso, la mente es poderosa y juega. Suprime partes, o deja incompletas sucesiones de acontecimientos. No obstante, como ya he dicho, esas preguntas obtendrán su respuesta.
    En cuanto a las correcciones formales, las apunto y las corrijo. Empero, sí me gustaría aclarar dos cosas. La frecuente aparición del nexo “y”, sobre todo en el momento en que aparece la voz del niño, se debe precisamente a eso, a que es un niño. No sé si os habréis fijado, pero cuando somos pequeños las enumeraciones las solemos hacer uniendo cada elemento con este nexo, lo cual es característico. Por otra parte, el que los cazadores huyan y no reclamen su presa se debe a que son furtivos y si fueran descubiertos, tendrían problemas.
    En lo referente al narrador, fue una metida de pata de tamaño estratosférico;es decir, el relato en general empieza en pasado y no me di cuenta de que en la segunda parte lo había escrito en presente. Por otro lado, el recuerdo que se inserta en medio decidí escribirlo en presente a modo de “flash back”. Intenté usar algo parecido a una técnica cinematográfica y no me salió como quería; en fin… habrá que seguir practicando.
    Creo que con esta patinada que me he llevado por la enorme falta de revisión del texo me hará aprender para la próxima vez.

    Por último, me gustaría mencionar que el relato está basado en una historia real que oí sobre un cervatillo llamado Bambi que ha sido rescatado por la Reserva Wild Forest de Paola (tiene un canal en youtube–> dulcineastudios). La historia del pequeño animal me llegó tanto que me surgió la idea.

    Bueno, una vez más, muchas gracias a todos por ayudarme a mejorar.
    Un abrazo de árbol. ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 enero 2017 a las 14:29

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