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No hay mal que por bien no venga - por ANGEL CLIMENT
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA
Suena el despertador, no le hago caso y lo paro mientras me doy la vuelta, cierro los ojos, me vuelvo a tapar y digo « Un ratito más».
Abro de nuevo los ojos miro el reloj de la mesita de noche y… ¡Horror! Ha pasado más de media hora. Ya voy justo, si no me doy prisa llegare tarde. Como siempre.
Me levanto corriendo, voy a la cocina, con las prisas no me he puesto las zapatillas y al entrar en el pasillo me doy con el dedo gordo del pie en el marco de la puerta. ¡Ay! me he hecho daño. Seguro que se me pone el dedo negro y se me hincha.
Pongo pan en la tostadora, mientras preparo el zumo de naranja pongo la radio, en el programa «Recordando a…» lo dedican a Carlos Gardel, y suena el tango «Adías muchachos», como me lo sé lo tarareo.
¡Mierda! Se han quemado las tostadas, no tengo tiempo para volver a hacerme otras, las tiro a la basura, me bebo el zumo de naranja. ¡Aggggfff! Que amargo que esta, no le he puesto azúcar, lo dejo en el mármol de la cocina y voy corriendo y cojeando al cuarto de baño. Me duele el dedo que me he golpeado.
Miro el reloj. ¡Ufff! Que tarde es, no me da tiempo a ducharme, me enjabono la cara y me afeito. ¡Ayy!, me he cortado, arranco un trozo de papel del rollo de papel higiénico y lo pongo en el corte para coagular la sangre. Me visto deprisa, cojo el llavero donde llevo mi talismán de la suerte junto con las llaves de casa y me lo meto en el bolsillo de la chaqueta. Bajo la escalera corriendo para no perder el autobús.
No he acabado de bajar los doce escalones que separan mi planta de la de abajo cuando sale la viuda del segundo en bata, con un frasco de café en la mano y me llama.
—Antonio, Antonio —dando unos saltitos y casi gritando me dice, —Tengo un roedor en casa, que miedo —Con las ganas que yo tenía de que un día me llamara. Es una mujer que me gusta, le tengo ganas. Pero hoy no. Hoy tengo prisa. Voy tarde al trabajo y ya me han avisado un par de veces que como llegue tarde otra vez me despiden.
—¿Un roedor? —le contesto.
—Sí, un roedor, una rata —me explica.
—Ya, una rata, ¿y qué puedo hacer yo? —le pregunto mientras miro de nuevo el reloj.
—Que entres en casa y me ayudes a matarla —Me dice susurrando en mi oreja como si de un secreto se tratara.
La vecina que debe de tener mi edad está más buena que el pan. Perdió a su marido hará dos años en un accidente. Desde hace unos seis meses, como si tuviéramos una alianza entre los dos siempre que paso por delante de su casa sale con alguna escusa, fregar, barrer, limpiar la puerta, y aprovecha para hablar conmigo. Seguro que yo también le gusto.
Antes de contestar miro el reloj. Dudo un momento. Voy tarde al trabajo, perderé el autobús. Me caerá una bronca y veremos si no me despiden, ya estoy avisado. Pero… me da igual.
Decido entrar para ayudarla. Una vez dentro cierra la puerta, me coge de la mano y me lleva a su habitación, deja caer la bata que lleva puesta y se queda desnuda delante de mí mientras dice.
—Como pago a tu ayuda te voy a hacer un regalo —Una vez desnuda se tumba en la cama y dando unas palmaditas en el colchón continua hablando —Anda desnúdate y túmbate aquí conmigo.
Dudo, tengo que ir a trabajar, es tarde, pero también pienso que una ocasión como esta no sé si se volverá a repetir. Le hago caso, me desnudo, me tumbo a su lado. Ella se incorpora me coge la cabeza empieza a morderme las orejas, besarme los ojos y sigue bajando hasta besarme en los labios.
—Un momento, un momento, espera un momento —le digo —antes de continuar tengo que hacer una llamada.
Cojo el móvil busco el número del trabajo y llamo, suena un par de veces antes de escuchar una voz que dice:
—Fincas López dígame.
—Hola Teresa. Soy Antonio. Dile al Sr. López, que hoy no iré a trabajar que estoy cohabitando en la cama con… —Miro a mi vecina, sonrío y digo —La gripe.
Hola Angel.
Un relato entretenido que nos lleva por las andanzas de alguien a quien las circunstancias lo ponen a prueba.
Hay unas cuantas correcciones que me gustaría indicarte que yo haría si el texto fuera mio:
«…y suena el tango «Adías muchachos», como me lo sé, lo tarareo», despues del sé le he añadido una coma.
«…y voy corriendo, cojeando al cuarto de baño». Aquí he quitado la «y» y puesto una coma.
«…cojo el llavero donde llevo mi talismán de la suerte, junto con las llaves de casa y me lo meto…» he añadido una coma despues de suerte.
«No he acabado de bajar, los doce escalones que separan mi planta de la de abajo, cuando…» he puesto dos comas, desde «bajar» hasta «abajo».
«…y casi gritando me dice: —Tengo un roedor en casa, que miedo. —Con las…» he puesto dos puntos en «dice» y punto y seguido en «miedo».
«…y me ayudes a matarla. —Me dice susurrando…» he puesto un punto y seguido despues de «matarla».
«…si tuviéramos una alianza entre los dos, siempre que paso por delante…» he puesto coma despues de «dos».
«escusa» es con x: «excusa». Y pondriamos dos puntos para la enumeración posterior «fregar,barrer…».
«…y se queda desnuda delante de mí mientras dice:», despues de dice, dos puntos, y supongo que su diálogo debería ir detras de los dos puntos.
«…te voy a hacer un regalo. —Una vez desnuda…», despues de regalo, punto y seguido.
«…dando unas palmaditas en el colchón, continua hablando. —Anda desnúdate y túmbate…» coma despues de «colchón» y punto y seguido en «hablando».
«Ella se incorpora, me coge la cabeza, empieza a morderme las…» coma despues de «incorpora» y «cabeza».
«…espera un momento —le digo—, antes de continuar…» guión diálogo movido y coma en «digo».
«Cojo el móvil, busco el número del…» coma despues de «móvil».
«…sonrío y digo—: La gripe». Guión diálogo movido y dos puntos.
Ya te digo que son fallos de puntuación y comas que con el tiempo dominaras a la perfección, es cuestión de darle tiempo y escribir mucho, ya sabes el dicho: «quien no camina, no tropieza». Espero haberte ayudado, te agradezco mucho que hayas pasado a comentar mi texto.
Un placer leerte. Un saludo.
Hola, Angel.
Gracias por pasarte por mi relato. El tuyo está bien. Al principio te daba un poco de pena por lo mal que le iba todo, hasta pensé que se iba a caer por las escaleras, pero menos mal que al final ha tenido suerte, porqué si no, menudo día, como para no levantarse 😀
Saludos.
Como lector opino: Encontré muchas palabras repetidas cercanas entre sí: prisa, me, pongo y varias otras.
Faltan varias comas separadoras. (Bien detalladas en comentario anterior)
Hay demasiados detalles en las descripciones: no dejas nada para la imaginación del lector.
Hay varios gerundios que creo conveniente eliminarlos o por lo menos reducir la cantidad.
Un placer leerte. Agradecido por tus comentarios
Hola Ángel te agradezco la visita a mi relato y con gusto te devuelvo la cortesía.
No hay mucho que decir sobre la ortografía y la gramática, no veo errores en esos aspectos; pero si hay un detalle importante y es que abusaste mucho de la conjunción “y”
En general me ha gustado el relato, que por lo visto ese talismán de la buena suerte, pareciendo que no, a final si da buena suerte. Habrá que conseguir una así.
Un gusto leerte.
Hola Ángel!
Muchas gracias por tu visita a mi relato!
Me gustó el tuyo, una buena historia en clave de comedia, me divertí mucho. Las cosas para pulir te las han señalado.
Felicitaciones!
Aunque me gusta la dirección y el enfoque. Solo, creo, que le sobra densidad, y ansiedad.. Pero en toque de estrés es genial.
Hola Ángel,
Has hecho un relato ágil y dinámico, se percibe la prisa que tiene el protagonista porque llega tarde al trabajo. El desenlace es gracioso, se ve que su suerte cambia desde que coge el talismán.
Hay unos cuantos fallos de ortografía y puntuación que creo que ya te han comentado. Por lo demás me ha resultado una historia grata de leer.
saludos, Thelma