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A Contrarreloj - por The Golden Hum

Web: http://novela-cero.blogspot.com

Habían transcurrido doce años…
Doce fatídicos años.

Todos habían muerto, ella era la única persona que se mantenía viva a pesar de su poco tiempo. Doce años era el periodo de vida que cada persona pasaba en aquella familia.

El primero en morir fue su sobrino: con tan sólo doce años falleció porque uno de sus compañeros de clase, uno de aquellos chicos que tan imposible le hacía el colegio le empujó por la escalera solamente porque le vino en gana.
El último en morir fue su marido aún así no fue una mal día, ellos celebraron su vigésimo año de casados por todo lo alto cerrando la noche bailando el tango con el que Ricardo, se enamoró perdidamente de las largas y preciosas piernas de Valentina.

No recordaron que al día siguiente pasarían esos doce años… justo por encima de él.

Su pérdida fue colosal, viuda y sin hijos – por pura precaución –; pero el miedo que llegó los años posteriores, sabiendo lo que le esperaba, hicieron del resto de su vida una calle sin salidas.

A menos de una semana que le quedaba para volver con Ricardo hizo algo que desde años no hacía: Salir de casa.
De una cajita que guardaba en la mesilla sacó su alianza de matrimonio, la acarició y se la apretó contra su corazón como si fuese un talismán, como si pudiera protegerla. Abrió el armario y eligió el único vestido que allí guardaba: uno naranja horroroso que olía a cerrado.

Ella olía a cerrado.

Salió y una esfera ardientemente brillante la cegó durante un minuto, volvió a entrar en el portón y parpadeó varias veces hasta ver pequeños soles en la acera.
Creyó ser vampiro en un mundo atestado de vivos zombificados por un aparato rectangular al que no podían dejar de mirar.

— Sí que ha cambiado el mundo…

Anduvo durante varias horas hasta que sus delgadas y flacas piernas, antaño tan esbeltas, pidieron sentarse. Agotada física, moralmente y sentimentalmente lanzó un suspiro que pronto se transformó en un estridente chillido, y es que, a pesar de vivir enclaustrada, hacía años que no veía ningún roedor.
El chillo llamó la atención de toda la gente durante medio minuto, los restantes treinta segundos sólo una persona mantuvo la mirada. La había reconocido enseguida, a pesar de su deplorable aspecto físico.

— Valentina — se acercó aquella mujer sonriente. Alzó la vista y vio como a una de sus mejores amigas le había salido alguna cana — ¡Cuánto tiempo! Dame un abrazo, chica.
— Chica… anciana más bien… Perdona… Raquel — logró recordar su nombre
— Oye, te veo muy mal… ¿Todo va bien? — la miró preocupada, la notaba muy cansada — ¿Qué ha pasado?
— No… va a pasar… No sé explicarlo…
— Ven conmigo… ¡Valen! — Valentina se desvaneció en sus brazos, en un bucle de cansancio y miedo extremos…

Cuando despertó no reconoció su casa. Tampoco sabía que hora o que día era… ¿Cuánto tiempo…?

— Hola, te llevé al hospital, dicen que estás falta de hierro y vitaminas. Ahora estás en mi casa. ¿Te encuentras mejor?
— ¿Qué día es? — susurró casi sin aliento, con los labios secos.
— Es jueves, te trasladamos aquí ayer por la noche…
— ¿Jueves? — se alarmó.
— Tranquila, estás bastante mejor ya. No te va a pasar nada, pasarás un tiempo aquí hasta que te recuperes… — Valentina oteó un calendario cercano. También vio una caja en la mesilla más cercana.
— Es jueves cuatro… — Pronunció Raquel recordando algo… — ¿Ricardo…?
— Doce años… — sus ojos borbotearon, como una cacerola por la que pronto rebosaría agua.
— Ey — Pretendió girar el momento bruscamente — alguien dejó esto en nuestra puerta. Es un regalo, es para ti. No sé cómo te han encontrado… Te dejaré un rato tranquila.
— Si, bien… gracias.

Desprendió el lazo de la caja, la abrió y en su interior vio un frasco y una nota:

"Protegeré tu secreto familiar a cambio de doce años más. No dudes, no preguntes." R.A.B

—RAB…

Se sumergió en sus recuerdos, ahondó hasta aquellos años en donde no existía maldición, recordó una silueta. Abrió los ojos, confusa, percatándose de lo que verdaderamente ocurría. No era una maldición, era un acontecimiento que los mayores ocultaron a los niños, aquello realmente empezó por una venganza.

— Mañana…

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4 comentarios

  1. Buen día.
    Un relato muy intrigante e interesante que me ha gustado pero que tiene un final demasiado abierto para un escrito tan corto :/ (al menos a mi parecer). Dices que todas las personas en la familia duran 12 años y solo pones el ejemplo de un sobrino que murió a los doce y de el esposo, pienso que para pensar en una maldición deberían existir al menos un par de casos mas. Al final hablas de una silueta y de algo que se ocultaba a los niños, de que no había maldición sino que se trataba de una venganza. Pero no queda claro de que se trata la figura ni de que tipo de venganza, ni siquiera que era aquello que se le ocultaba a los niños, ademas la ultima frase ahonda en el misterio “— Mañana…” ¿Que pasara mañana? ¿se cumplirán los doce años de la muerte de su esposo?

    Algunas cosas que no entendí bien:

    Que quiere decir el RAB supongo que las iniciales de algún nombre pero aparte del de Ricardo y Raquel no vi algo que me sugiriera otro nombre.

    Cuando dices: “No recordaron que al día siguiente pasarían esos doce años” ¿te refieres a los años desde la muerte de su sobrino?, porque antes habías hablado de un vigésimo (20) años de casados.

    “Protegeré tu secreto familiar a cambio de doce años más. No dudes, no preguntes.” ¿Que secreto? , ¿cual es por fin?, ¿Doce años mas de vida?

    Probablemente continuándolo podrías acabarlo de mejor manera. DE hecho opino que es un relato que da para mucho mas. Aunque admito que ha mi me ha pasado algo similar.

    Saludos espero seguirnos leyendo. Cuando puedas pasas por el mio (182).

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 15:26
  2. 2. Kriptana dice:

    Hola Golden,

    Me gusta la intriga que has creado. Lo hace muy interesante.

    Si te apetece leer mi relato, es el 198.

    Un saludo,

    Escrito el 25 febrero 2017 a las 13:16
  3. 3. Juan Sauce dice:

    Hola.
    Debo decir que has logrado muy bien el reto de encajar las palabras con naturalidad, y también has logrado una excelente atmósfera de misterio en torno a tu relato.
    Eso sí, coincido con Daniel en que quedan abiertas demasiadas incógnitas. Si bien en un relato breve no es necesario que nos lo den todo mascado, pero aquí la lectura crea más preguntas que respuestas. Parece más bien la introducción o el primer capítulo de una historia más larga.
    Un saludo. Estoy en el 234 por si quieres pasarte.

    Escrito el 25 febrero 2017 a las 17:33
  4. 4. Marula dice:

    Hola! Me gusto el manejo de la intriga en tu relato, no es sencillo atrapar en la lectura sin que resulte aburrido o sin caer en lugares comunes. Y las palabras del reto estan incluidas con naturalidad. Saludos!

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 14:45

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