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Motel Blue Swallow - por Jordi Lafuente

Web: https://jordilafuente.wordpress.com/

Detrás de la puerta de contrachapado de la de la habitación número trece del motel de carretera Blue Swallow, hay una cuerda que sale desde el pomo de la puerta, viaja a través de una polea plástica naranja y finaliza en el gatillo de una escopeta que descansa cómodamente en una silla, apuntando a la puerta.

Buck conduce su F-150 a toda velocidad por una carretera secundaria. Del retrovisor cuelgan dos dados de peluche, a modo de talismán, que no paran de moverse. Dice por tercera vez el nombre de su socio al coche.

—Llamar a Nick
—Perdón no he entendido. Elija entre las siguientes opciones.
—¡Uno!
—Llamando a Nick

Se oye un tono por los altavoces de la camioneta. Un segundo tono. Un tercer tono suena en el móvil que hay encima de unas sabanas azules, al lado de una silla con una escopeta. En la pantalla pone “Buck”. En los altavoces de la camioneta se oye el contestador del teléfono de Nick.

Buck cuelga con el volante multifunción y lo golpea tres veces. La furgoneta frena bruscamente delante de la garita acristalada del motel, levantando una polvareda. Buck se baja y ve a través del cristal a un hombre delgado con bigote que lee un periódico haciendo ver que no ha escuchado derrapar a la camioneta. Una música de tango suena en un viejo transistor. Buck golpea fuerte el cristal. El hombre delgado quita los pies de la mesa, pliega el periódico y lo deja caer encima del mostrador.

—Bienvenido al Blue Swa…
—Donde está Nick.
—¡Tranquilo amigo! ¿Es que te sigue la poli o qué?
—Estoy buscando a un amigo que tiene una habitación aquí —dice Buck intentando serenarse un poco.
—¿Nick que mas?
—Nick nada mas, yo que sé, ¡Nick!
—Oiga, yo no puedo dar información de mis clientes a cualquiera.
—De acuerdo. Mire. Soy un amigo de Nick, del trabajo, ya sabe, nos llamamos por el nombre. La cosa es que mañana es su cumpleaños, le hemos comprado un viaje en secreto a las vegas y tiene que coger un avión.

El hombre mueve el bigote y ladea la cabeza.

—Vale, vale, miraré el ordenador ¿Sabe? yo me casé en las vegas con mi Margaritte. Qué tiempos aquellos —dice tocándose la alianza del dedo.

Buck ve en la portada del periódico la noticia de un atraco a un banco local.

—Ya lo tengo, ¿Es uno rubio y alto?
—Sí.
—Está en la doce.

Buck sale hacia la habitación.

—Oiga, perdone que me he equivocado. En la trece.
—Gracias. —le dice mientras echa a andar a toda prisa.
—¡Pero oiga! Le vi salir hace un rato.

Buck vuelve al mostrador y le dice al hombrecillo, apretando los dientes, si puede esperarlo dentro.

—Sí, claro.

El hombrecillo se dirige parsimoniosamente hacia la habitación trece, la última de todas.

—Y ¿Qué? ¿Mucho trabajo? —le pregunta Buck, al mismo tiempo que una mujer mulata y rechoncha que se dirige a ellos, empujando un carrito de limpieza.
—No crea. Nick ha sido el único cliente de hoy. Mire hijo, está mal que yo lo diga, pero en este antro solo paran puteros o despistados. Es muy raro ver a tipos como su amigo Nick por aquí. Rosita no le quitaba el ojo de encima. —le dice moviendo la cabeza hacia la mulata del carrito— Es viuda ¿Sabe? No, esta no es. Mi vista ya no es lo que era.

Mientras el hombrecillo busca la llave, un coche de policía se para delante de la puerta de la habitación número trece y baja la ventanilla.

—¿Todo bien Jou?
—Todo bien agente. Hoy tenemos un cumpleaños ¿Qué le parece?
—Me alegro. Cuando acabes nos tomamos el café en la garita, que he traído un regalo: escocés del bueno —Le dice mientras agita un frasco con un líquido marrón dentro.

Buck está petrificado. Vuelve a busca la llave a la vez que la mujer con el carrito de limpieza llega. Del carrito cuelga una escalera de un solo peldaño y encima hay una ratonera con un roedor atrapado. Muerto. Buck simula que lo llaman por teléfono.

—Es él —le dice al hombrecillo, tapando el teléfono— ¿Dónde? Ha, si, si, voy para allá. Solucionado. Disculpe las molestias.
—Pero oiga, y ¿A mí quién me paga la habitación?

Buck le da cincuenta dólares y sale corriendo hacia su furgoneta, al lado del coche de policía, mientras se mete la mano en el interior de la chaqueta.

—Anda Rosita. Límpiala, que estos no vuelven.

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4 comentarios

  1. 1. M.L.Plaza dice:

    Hola Jordi.
    Gracias por leer mi relato. Tomo nota de tus comentarios.
    El tuyo me ha gustado mucho. Me ha parecido muy interesante como has ido introduciendo las palabras obligatorias. Lo de tener que escribir todo en presente me parece que le quita matices a la historia.
    Lo que menos me ha gustado es la primera frase. Me parece excesivamente larga.
    Nos seguimos leyendo. Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 17:07
  2. 2. Isan dice:

    Hola Jordi:
    Primero te comento alguna cosilla que yo cambiaría de ortografía y sintaxis.
    En el párrafo de introducción hay tres palabras “puerta”. Yo suprimiría la segunda por innecesaria y, a ser posible, la tercera. También hay una coma que sobra. Es la que separa el sujeto (puerta) del verbo (hay). No me digas porqué, pero a esta coma se le denomina coma criminal. No se puede poner a no ser que sea un inciso, en cuyo caso iría entrecomillado.
    Esta frase: “Dice por tercera vez el nombre de su socio al coche.” No está mal y se entiende perfectamente, pero la construiría de otra forma poniendo “al coche” antes y no al final.
    Los guiones de los diálogos hay que arreglar algo. Unos tienen punto antes de la raya larga pero la letra siguiente está con minúscula. Otros no tienen punto y está la siguiente letra con mayúscula.
    “—¿Nick que mas? —Nick nada mas,” ambas MÁS llevan acento como también lo lleva sábanas. Las Vegas debe ir con mayúsculas por ser nombre propio.
    “…le pregunta Buck, al mismo tiempo que una mujer mulata y rechoncha que se dirige a ellos, empujando un carrito de limpieza.” A esta frase para mi gusto le sobran las dos comas. Además no está bien resuelta. Bien le sobra el QUE después de rechoncha o bien en Lugar de empujando se pone EMPUJA.
    “Buck está petrificado. Vuelve a busca la llave a la vez que la mujer con el carrito de limpieza llega.” En esta frase supongo que será BUSCAR. Además el verbo llega lo pondría antes. Pero es cuestión de gustos como el anterior. En cualquier caso no me ha quedado claro si es él el que vuelve o el hombrecillo.
    Para mi gusto has puesto demasiadas veces el nombre de Buck (10). En un párrafo está tres veces: Buck cuelga, Buck se baja, Buck golpea.
    Como ves pequeñas minucias que, de mirarlo con más detenimiento, habrías corregido. Pero como estamos para comentar fondo y forma, mejor las digo pues siempre se nos pasan, máxime si luego las publicas en tu blog (por cierto muy interesante).
    Respecto al fondo me ha gustado un montón el estilo. Propio de una novela negra. Has sabido llevarlo, le has metido detalles que a mí siempre me gustan y son los que dan calidad al relato. Los cinco personajes en su justa medida y el ratón que había que colarlo. Buenos diálogos, hay conflicto y hay intriga.
    Hasta otra.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 21:19
  3. 3. Alohomora dice:

    Hola Jordi. Me ha gustado bastante tu relato. Es fluido, mantiene las expectativas, aunque para mi gusto flojea un poquito al final. Pero me gusta el estilo. Sobre la forma no digo nada pues ya en el comentario anterior te apuntan algunas cosas. Seguiré leyendo tus textos. Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 13:46
  4. Gracias por vuestros comentarios.

    M.L.Plaza. Tienes razón, es muy larga, pero está hecho a propósito. Quería una sola frase que lo explicase todo. Al ser larga y complicada, pienso que predispone al lector a una situación de enredo. Todo un dispositivo complejo esperando a su víctima.

    Isan. Gracias por tu análisis pormenorizado. Me hace mucha falta ya que es donde tengo más (con acento) problemas. Curiosamente me cuesta mucho menos inventarme una historia que escribirla sin problemas de ortografía o sintaxis. Agradezco mucho el tiempo que le has dedicado.

    Alohomora. Bueno, a mí me gusta… puede que sea un poco abrupto. Problemas de espacio, ya sabes… la resolución es un poco precipitada para el tempo del resto del relato. Igual se podría aguantar un poco más la tensión. Me lo miraré.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 16:53

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