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ASÍ MATE A MI RIVAL - por José Tapia

ASÍ MATE A MI RIVAL
Subo la escalera despacio porque los tacones me traen molida, me detengo, doblo una pierna para descansar sobre el último peldaño; mi falda sube casi a la mitad del muslo, me siento orgullosa de mis piernas, son el mejor regalo que me ha hecho dios.
Soy Malena Rivadeneira, bailarina cubana y gracias a mi profesión he logrado este cuerpo.
Ahora los escucho. ¿Cómo pueden hacer tanto escándalo?, me siento avergonzada con los vecinos.
Mi esposo, el reconocido maestro Gonzalo Ruiz Prado, no tiene reparos en dejarse llevar por sus pasiones y abrazado a esa negra mojigata desata tal algarabía.
Pienso en que debería entrar y aplastarla como a un roedor o quizá debería matarlos a los dos, pero en ese caso me iría viuda a la cárcel, me contengo. Soy consciente que yo misma y en secreto, acepté este triángulo de amor.
Para él, su “morena” como la llama, es amuleto de la buena suerte, es su talismán y según dice, es su musa de inspiración.
Entro y mi reloj marca las doce. Allí está la mojigata, metida entre sus brazos se ve minúscula, el maestro se limita a saludar con la cabeza. De la nevera saco un frasco con zumo de naranja, me asomo a la puerta de la cocina, bebo un poco y subo mi falda hasta que se vean mis bragas.
El maestro sonríe, parece disfrutar entre dos aguas, misteriosamente yo también lo disfruto.
Me tiro en la cama, entonces siento su aliento recorriendo mis piernas, después un mordisco en mis nalgas, dos, tres y su mano despojándome del panty, su boca y su lengua desesperadas, saborean mi carne como si mañana se acabara el mundo.
Debe salir porque Ismael Gonzalez invitó a un asado y le pidió su ayuda. Le pregunto sobre los demás asistentes, dice que irá Caridad Reyes, quien cree que baila mejor que yo el tango, solo porque estuvo en Argentina; va a estar Calixto Perez para mostrar un tres que trajo desde la Habana, estarán con Leandro Rojas y Rafael Garay porque al parecer han conformado un grupo de son.
Dice que volverá por mí en una hora y sale apresurado.
Estoy resuelta a terminar con la mosquita muerta.
Me la encuentro en la sala, silenciosa, no tengo problema en convencerla para que vayamos hasta mi alcoba.
Reconozco que tiene mejores curvas, pienso que podríamos llevar a cabo una alianza para compartir al maestro, finalmente decido que no.
Debo ser rápida, voy hasta el cuarto contiguo, la caja de herramientas pesa como un elefante muerto pero logro arrástrala, hay de todo, me llama la atención una inmensa llave de tubos, sé que un golpe con esta cosa será suficiente.
Logro elevación, será mejor que la deje caer sobre su nuca, justo en el blanco, en el alma de la negra. Esta inerme pero todavía se mueve, aunque no sé si es su cuerpo o es el rebote del colchón, por si las moscas y con la práctica del primer golpe, vuelvo a repetir la dosis, esta vez a la cabeza.
Ahora debo resolver que hacer con el cuerpo, se me ocurre que lo más fácil seria desmembrar.
Tomo la segueta, para cercenar su cuello, el desastre aumenta.
Entonces escucho los pasos del maestro subiendo la escalera, la sangre se me hiela, no puedo contener el llanto, salgo corriendo hacia el cuarto contiguo y desfallezco en un rincón.
— ¿Malena, estas lista?— lo escucho en la sala.
—Mi amor, quiero que veas a una española que trajo Calixto, y su tres, ni hablar—.
—! Malenaaa! ¿Qué has hecho?— grita.
Entra en el cuarto, cubro mi rostro con mi cabello, quiero desaparecer, creo que ya no lloro, siento que soy levantada en sus fuertes brazos y me lleva como a una niña dormida hasta la sala. Limpia mis lágrimas y me besa apasionado.
Me habla sobre lo enfermizo de mis celos, dice que me entiende y que a partir de ahora vamos a compartir más tiempo.
Entra en la alcoba y se asoma con el diapasón roto de cedro negro y lo que queda del clavijero.
—Eres una loquita, le arrancaste de tajo el mástil—. Dice.
— ¿En que estas pensado?—. Le pregunto ya calmada.
—En que puedo comprar la española de Calixto—. Responde.
—Sí, es buena idea, sabré llevarme con ella, quiero que toques entre dos aguas con esa española—. Digo sonriente mientras me empaco en el vestido.
—Vale, sé que ese flamenco es tu preferido—.

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11 comentarios

  1. 1. Luis Ponce dice:

    José:
    Genial. Me he sumergido en el relato de un asesinato tan bien escrito que he tenido que llegar al final para enterarme de qué va.
    Un solo reparo “Entre dos aguas” es un título.
    Lo he disfrutado.
    Saludos

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 17:15
  2. 2. José Tapia dice:

    Gracias por leerme, Luis Ponce, tendré en cuenta tu observación, el objetivo es ese, que el lector logre sumergirse.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 20:41
  3. 3. Ana Luna dice:

    ¡Qué historia tan bonita, me ha encantado!
    Creo que consigues a la perfección que el lector se meta en el relato. Hasta el final no he imaginado quién era su rival y me ha encantado descubrirlo. Ahora tengo en la cabeza al maestro tocando ese bonito tema.
    ¡Enhorabuena, es genial!
    Si quieres pasarte por el mio estoy en el 202 y estaré encantada de leer tu crítica.
    Saludos.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:05
  4. 4. Yoli L. dice:

    Hola José

    Gracias por la visita a mi relato #179

    Me ha encantado tu historia, llena de imágenes y va llevando poco a poco hasta querer llegar al final.

    Durante la lectura creí que la “morena” era otra mujer 🙂

    Un final inesperado, como me gustan!

    Un abrazo!

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 00:15
  5. El relato me gusto bastante y el final me troleo por completo. Eso es bueno porque es inesperado pero no confunde. Lo único es que te diré el mismo comentario que me hicieron una vez a mí. Procura relatar de una forma que no se vea mecánica, lo digo especialmente por el inicio que parece algorítmica y descriptiva. Tal vez puedas acomodarlo para que tenga una redacción mas literaria y agradable. Pero en lineas generales esta muy bien que es lo que importa.

    Otro comentario es que no es dios sino Dios por ser nombre propio. Saludos y gracias por comentarme también. Espero seguirnos leyendo.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 04:27
  6. 6. Paola dice:

    Hola José

    Un relato redondo.

    Solo un apunte (que por cierto he descubierto gracias a la lectura de tu relato) No me sonaba bien “Pienso en que debería entrar…” y fui a comprobar.
    El verbo pensar es transitivo casi siempre: pienso que…. Y es intransitivo solo cuando tiene el significado de recordar:Pienso en el momento en que…

    Por lo demás me ha encantado

    Saludos

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 11:53
  7. 7. Diego Manresa Bilbao dice:

    Lo primero, gracias Jose por tu elogioso comentario.
    el tuyo tambien me ha gustado. Un poco confuso pero son las cosas del reto. Pero el final es muy muy bueno

    Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 13:41
  8. 8. José Tapia dice:

    Paola, gracias por tu aporte, realmente es así y me has dado una lección importante, pues este verbo es recurrente en mis narraciones.
    Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 15:57
  9. 9. Anael dice:

    ¡Hola José!

    Muchas gracias por pasarte pormi relato y por tus amables palabras, encantada estoy de que lo quieras compartir con tu hija 🙂 Ahora vamos con el tuyo.

    Qué maravilla de giro. Esta Malena es un amujer de armas tomar. Creoque muchos lectores estábamos pensando en que había un tríoahí, cómo nos has engañado (o quizá no sea un engaño del todo…). He disfrutado de la historia y me ha encantado el giro final.

    A continuación te señalo los detalles que me han gustado y algunas sugerencias, que son como las lentejas, las que quieras las toma y las que no las dejas 😉 :

    1. Puntuación de diálogo
    “— ¿Malena, estas lista?— lo escucho en la sala.
    —Mi amor, quiero que veas a una española que trajo Calixto, y su tres, ni hablar—.
    —! Malenaaa! ¿Qué has hecho?— grita.”
    No termino de entender quién dice qué ni cuando. Creo que todo lo dice Gonzalo, pero lo de “y su tres” no lo entiendo… La rayas de diálogo funcionan casi siempre como paréntesis (es una regla general para que entiendas cómo funciona, pero hay excepciones a esto, te dejo un enlace de Literautas que lo explican mucho mejor que yo: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
    De todas formas, te voy a señalar cómo puntuarí to ese diálogo (en el caso de que lo haya entendido bien y todo lo diga Gonzalo):
    —¿Malena, estas lista? —lo escucho en la sala—. Mi amor, quiero que veas a una española que trajo Calixto, y su tres, ni hablar… ¡Malenaaa! ¿Qué has hecho? —grita.

    Tu otro diálogo es este:
    “—Eres una loquita, le arrancaste de tajo el mástil—. Dice.
    — ¿En que estas pensado?—. Le pregunto ya calmada.
    —En que puedo comprar la española de Calixto—. Responde.
    —Sí, es buena idea, sabré llevarme con ella, quiero que toques entre dos aguas con esa española—. Digo sonriente mientras me empaco en el vestido.
    —Vale, sé que ese flamenco es tu preferido—.”

    Mi sugerencia de corrección:
    —Eres una loquita, le arrancaste de tajo el mástil —dice.
    —¿En que estas pensado? —le pregunto ya calmada.
    —En que puedo comprar la española de Calixto —responde.
    —Sí, es buena idea, sabré llevarme con ella, quiero que toques entre dos aguas con esa española —digo sonriente mientras me empaco en el vestido.
    —Vale, sé que ese flamenco es tu preferido.

    Rayas pegadas altexto que preceden y al final de las acotaciones (pero nunca del diálogo). Min´núscula en la acotación siempre que el verbo sea dicendi (eso es lo que te he corregido en las dos sugerencias 😉 )

    2. La puntuación la revisaría un poco, para mi gusto pones demasiadas comas y no le das un respiro al lector. Esto utilizado con un propósito de precipitar la acción en ciertos momentos funciona bien, pero no como una constante en el texto. Al menos a mí me ha costado un poco de leer porque me faltaban puntos. Te voy a comparar uns párrafo y te los puntío de otra forma para que veas lo que quiero decir:
    “Debe salir porque Ismael Gonzalez invitó a un asado y le pidió su ayuda. Le pregunto sobre los demás asistentes, dice que irá Caridad Reyes, quien cree que baila mejor que yo el tango, solo porque estuvo en Argentina; va a estar Calixto Perez para mostrar un tres que trajo desde la Habana, estarán con Leandro Rojas y Rafael Garay porque al parecer han conformado un grupo de son.”

    Mi sugerencia:

    Debe salir porque Ismael Gonzalez invitó a un asado y le pidió su ayuda. Le pregunto sobre los demás asistentes. Dice que irá Caridad Reyes, quien cree que baila mejor que yo el tango solo porque estuvo en Argentina; va a estar Calixto Perez para mostrar un tres que trajo desde la Habana. Estarán con Leandro Rojas y Rafael Garay porque al parecer han conformado un grupo de son.

    3. “Reconozco que tiene mejores curvas, pienso que podríamos llevar a cabo una alianza para compartir al maestro”

    Me encanta esta frase, queda estupenda y muy divertida en la relectura, en la que ya sabemos lo que está ocurriendo 😀

    En resumen, me parece una muy buena historia que hay que pulir un poco en temas de puntuación para mejorar la comprensión y la fluidez. Muy buen trabajo por lo demás y el final genial. Espero que las sugerencias te sean útiles para este texto y futuros con que nos deleites 🙂

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 14:23
  10. 10. Carolina Tribó dice:

    Hola José!!

    Me sumo a las felicitaciones por tu relato. No puedes parar de leer hasta el final… un final sorpresivo inesperado… Me ha gustado!!

    Y muchas gracias por tus amables comentarios al mío.

    Un abrazo español!! 🙂

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 17:46
  11. 11. Miriam Torres dice:

    Buenas tardes, José.

    Coincido con Anael en las observaciones sobre la puntuación de los diálogos y en el texto a nivel general. Como apunte, creo que hay exceso de párrafos con cortes muy cortos y da sensación de telegrama. La trama no está del todo mal, es un intento de novela negra interesante con los hechos un poco precipitados y atropellados, pero es lógico ante las restricciones de palabras, desde que se produce el asesinato hasta que se descubre; sin embargo, la descripción de lo que intenta hacer la protagonista con el cuerpo me parece algo exagerado, poco preparado y poco descrito. Tampoco me he parado a contar demasiado si aparecen todas las palabras que se proponen en el reto pero creo que faltan algunas.

    Saludos

    Escrito el 25 febrero 2017 a las 19:17

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