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Ignorancia fundamental - por Sofía Bresler

El autor/a de este texto es menor de edad

Por ese tiempo, yo vivía una vida aburrida. Todos los días eran grises en ese pueblucho donde me había instalado. Mi casa era corriente, un solo ambiente que a mi me venía perfecto. En cierto punto, me hacía pensar menos en lo sola que estaba.Trabajaba hasta tarde, y dormía. Lo único que realmente me daba ganas de hacer era ir a mi clase de tango de los jueves por la noche, y fumarme el cigarrillo de la semana .Mi hermana llamaba cada semana,ya que desde que se había quedado viuda parecía haber recordado que yo existía. Un día, mientras hacíamos nuestra charla de sábado, noté que sonaba extraña.

-¿Está todo bien? Sonás rara.- Ella se quedó un segundo callada antes de responder.
-Tengo que ir a visitarte en seguida. Te tengo una sorpresa- dijo, en tono misterioso, y cortó. Me quedé unos segundos mirando el tubo. Me pareció raro, pero no le di muchas vueltas.
Al día siguiente, muy temprano, sonó el timbre de mi casa. Adormilada, me levanté a abrir y me encontré a mi hermana parada en la entrada.
-Buen día-. La miré, sin saber qué responder,y me corrí a un lado para dejarla pasar. Subimos juntas la escalera que llevaba a mi casa, sus tacones repiqueteando. Cuando entramos, se sentó en el único sillón que había. Me fijé en su alianza, que llevaba inútilmente en el dedo. Me ofreció un cigarrillo y lo rechacé.
-¿Qué haces acá?-
Federica se acercó a mi. Me estiró un pequeño paquete y yo lo agarré.
-¿Qué es esto? ¿Por esto viniste hasta acá?-.
-Es un regalo-.
La miré, desconfiada, y lo abrí. Dentro de una pequeña caja había una piedra preciosa color naranja. De un lado era liso y del otro tenía puntas afiladas.
-Es el talismán de mamá, el que siempre tenía colgado al cuello. Lo encontré en una caja perdida en mi casa- dijo, dando una larga pitada. Giré el talismán para ver la parte lisa. Ahí se veía claramente tallado un nombre, “Mario Geván” y un número doce al lado. Levanté la vista, confundida.
-¿Quién es este hombre?-. Federica me miró fastidiada.
– Yo sé lo mismo que vos. Lo busqué en internet y lo contacté para ver si podíamos charlar sobre mamá. Él accedió.- miró hacia mi cocina- Vive muy cerca de acá, quedé para las nueve de mañana.
-¿Por qué no me consultaste?-
Ella sólo sonrió.
Ese domingo investigamos a Mario. Aparentemente, estaba casado con dos hijos y vivía en una gran casa muy lujosa. No entendíamos que relación podía tener con nuestra mamá,ya fallecida hace años. Esa noche, no pude dormir pensando en las posibilidades. ¿Un amigo? ¿Un hermano perdido?.En ese momento, no supe que sería la última vez que vería a Federica.
La mañana siguiente, fuimos a la dirección que nos había pasado Mario. Tenía una entrada blanca y antigua, aunque se notaba que se la limpiaba todos los días. Nos miramos un segundo, ella se giraba el anillo compulsivamente, yo casi temblaba. Toqué el timbre y esperamos. Escuchamos un leve sonido que nos sobresaltó, pero era únicamente un roedor de la calle.
Después de unos segundos, un hombre abrió la puerta. Era alto y moreno, con la mandíbula afilada y unos ojos marrones grandes. Parecía mayor. Nos sonrió y nos invitó a pasar.
-Chicas. Ustedes deben ser Federica y Emilia-. Nosotras asentimos. -Lamento mucho lo de su madre, era una mujer espectacular- dijo, con pena en sus ojos.
-¿De dónde la conocía?- pregunté. Él suspiró y se levantó. -supongo que ya es tiempo- murmuró. Agarró un frasco, donde guardaba una fotografía. Nos la extendió. -Su madre y yo mantuvimos una relación en secreto durante años antes de que ustedes nacieran-. A partir de ese momento dejé de oír el mundo a mi alrededor. Mi mamá había tenido una aventura. Había engañado a nuestro padre. Federica le pasó la piedra.
-¿El doce?-. El sonrió con pesar -la cantidad de veces que nos vimos hasta el momento en que su madre las tuvo a ustedes. Ahí decidimos terminar con todo. Lo siento-.
Tengo recuerdos borrosos de lo que pasó a partir de ese momento. Sé que nos despedimos de Mario y Federica salió de la casa. Nunca más se comunicó conmigo, ni vino a mi casa a visitarme. En cuanto a mí, volví a mi vida, ignoré la conversación y seguí centrándome en el tango, sin querer ver un hecho con el que ninguna pudo lidiar: Mario podría ser nuestro padre.

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6 comentarios

  1. 1. JL Quijano dice:

    Hola Sofia,

    Felicitaciones por el relato. Quisiera aportarte dos cosas:

    1. Tengo la impresion de que el conflicto que presentas (el de encontrar a una persona que tal vez era su padre) es ligera y de alguna manera muy estereotipada. Incluso asi, esa idea podria dar para generar un drama aun mayor. En lugar de eso, se presenta un desenlace un tanto monotono y neutral.

    2. El relato avanza muy lento. Si te pones a pensar, lo que dices en la mitad del escrito lo podias haber dicho en dos o tres frases. Esto te limita, a mi juicio, aumentar mas descripciones y enriquecer la obra con mas detalles, snetimientos, ideas, etc.

    3. El reto de incluir doce palabras era complicado. Aun asi lo has hecho bien salvo un par de palabras (roedor y doce) que me parecen forzadas.

    Buen trabajo, espero seguir leyendote los meses que vienen.

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 13:06
  2. 2. PerePaella dice:

    Hola Sofía
    Decirte que aunque la historia me ha parecido interesante, estoy de acuerdo con los consejos que te dió JL Quijano. Sobretodo en el final, que no entendí. ¿Por qué Federica no vuelve a hablar con Emilia? Es un poco confuso.
    Creo que sobretodo te vendría bien repasar y leer el texto en voz alta.
    A parte de eso, has conseguido que lo lea hasta el final, y que me interese saber que pasó en ese final confuso.
    Felicidades por el texto, y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 11:30
  3. 3. Pilar dice:

    Hola Sofía,
    En primer lugar quiero decirte que me ha gustado tu texto y ese acento argentino que le has impreso (desconozco si de verdad eres de allí…) porque es uno de mis favoritos y más ahora que ando enganchada en una serie de ese país.
    En segundo lugar, no te preocupes si tu historia suena tópica porque en realidad, estas cosas ocurren en la vida real Así que para mí es tan válida y acertada como cualquier otra.
    Y ahora, te detallo lo que, a mi parecer se podría mejorar (por supuesto, sin desmerecer tu esfuerzo):

    • Podrías haber intentado el reto opcional: Si haces la prueba, en tiempo presente gana fuerza. Las palabras obligadas fluyen con tal naturalidad que he tenido que marcarlas para ver si estaban. Solo roedor y frasco me han sonado forzadas.
    • En el primer párrafo remarcas la monotonía de la vida de Emilia, lo que crea unas expectativas hacia un cambio radical y al no haberlo tras conocer a su posible padre verdadero, se desinfla la historia. Ahí estoy de acuerdo con Jl Quijano en que ese encuentro debería haber impactado más en su vida.
    • Tampoco entiendo por qué las hermanas se dejan de hablar, cuando ese hallazgo las debería haber unido o al menos entrar en una polémica de sentimientos confrontados.
    • Te han faltado algunas tildes en los pronombres personales “mí” y “él” , seguramente por falta de revisión.

    Bueno, espero que no te desanime mi comentario. Tu historia es buena, solo falta pulirla un poquito, pero para eso sirve este taller. No dejes de dejes de escribir!!!
    Un beso!!
    Pilar, del 80

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 14:00
  4. 4. Pilar dice:

    Ahh, Sofía!!
    Ahora veo que eres menor de edad… Entonces mucho más ánimo todavía que tienes toda una vida por delante para escribir estupendas historias!!

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 14:01
  5. 5. Marula dice:

    Hola Sofia! Mas alla del cuento (que me gusto como fue narrado), me atrajo mucho el personaje de Emilia. La breve descripcion inicial me intrigo sobre ese personaje,que me dio muy interesante. Sumergido en la monotonia de su vida como eleccion, para escapar de no sabemos què. Y luego de pasar por un descubrimiento que podria cambiarle la vida, elige volver a su vida chata y seguir protegiendose.
    No se, es lo que interpreto yo y asi compro tu cuento! Felicitaciones!

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 00:24
  6. Hola, Sofía Bresler.
    Tu historia me ha gustado, las descripciones resultan atrayentes. Solo creo que deberías darle un pequeño repaso y quedaría muy bien.
    Los consejos de mis compañeros son muy acertados y seguro que te ayudaran a mejorar.
    Un saludo
    Te sigo leyendo en la próxima.

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 17:09

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