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Crónica de la desdichada vida de Lord Fanham II, o como vivió y murió sin dejar huella, por mucho que lo intentó - por Andrea

Web: https://enadeam.blogspot.com

Mi abuela decía que hay que tener amigos hasta en el infierno; así fue como ella consiguió ascender de cocinera para el ejército a ama de llaves de Fanham's Hall, en Hertfordshire. Lord Fanham, por el contrario, nunca se preocupó de cultivar amistades. Vivió toda su vida solo, debido, muy probablemente, a un carácter arisco e introvertido, a una postura encorvada y a la manía de mirar continuamente hacia el suelo (lo que en el futuro le resultaría terriblemente inconveniente). Además, no era especialmente brillante, algo que compensaba con perseverancia, obstinación e inclinación hacia el trabajo duro; cualidades todas, por otra parte, tan infrecuentes como indeseables en un noble inglés de finales del s. XIX.

El día en que Edward T. Fanham cumplió 14 años, recibió como regalo un microscopio y, casi inmediatamente, decidió que sería biólogo. Durante los años siguientes se dedicó a estudiar biología y continuar paseando por sus propiedades mirando al suelo y a las criaturas que vivían en él con un tesón no muy admirable por aquel entonces. El paso del tiempo evidenció que sus bosques no ocultaban ningún secreto esperando a ser desvelado (al menos, no por él), de forma que las décadas siguientes trabajó con más ahínco, exploró lugares cada vez más lejanos, leyó todas cuantas obras de referencia caían en sus manos y realizó tantos experimentos que no cabía un solo frasco más en su laboratorio casero. Por desgracia, dichos experimentos no salieron ni bien ni mal sino que, mucho peor, simplemente no arrojaron ningún tipo de resultado.

En el invierno de 1909, su suerte pareció cambiar cuando, durante una expedición en los Andes argentinos, descubrió unas cuevas en las que la particular atmósfera habría favorecido la proliferación de un tipo especial de roedor naranja como las zanahorias. Gracias a un equipo fotográfico que llevaba siempre encima como un talismán gigante y pesado, pudo tomar fotografías de las ratas y arañas que dormitaban en las cuevas. En cuestión de semanas tuvo preparada una serie de artículos que envió a la revista Science y a la Sociedad Científica Británica, de las que nunca obtuvo respuesta. Decidió entonces exponer su descubrimiento en la Conferencia Anual de Biología Británica, pero se mofaron de él, apuntando que las alturas y el tango habían afectado sus facultades mentales y sugiriendo que debía eliminar las verduras de su dieta antes de que descubriese un elefante rojo. Por mucho que lo intentó, Lord Fanham nunca consiguió vencer el escepticismo de sus colegas y tuvo que encauzar su tenacidad hacia otro tipo de investigaciones, esperando el momento de sacar a la luz de nuevo el asunto. Desgraciadamente, dicha oportunidad nunca se presentó.

La mañana del 25 de febrero de 1921, en Fanham's Hall, el ama de llaves se llevó la desagradable sorpresa de encontrar a su señor sin vida al pie de la escalera principal. Al parecer, su postura encorvada y esa manía de mirar continuamente al suelo no sirvieron para evitar que tropezara fatalmente con la alfombra. Pero, como mi abuela solía decir, hay gente que nace con estrella y hay gente que nace estrellada -y, bueno, los hay que incluso fallecen estrellados. A falta de viuda o familiares más cercanos, recayeron sobre el ama de llaves de la casa las tareas de cancelar la suscripción a la revista Science, organizar un funeral y empaquetar las cosas del difunto Lord Fanham. No sabiendo qué hacer con doce cajones repletos de fotografías y cuadernos, decidió cargar con el muerto a otro y mandó enviar todo el material a la Sociedad que ya había ignorado su trabajo en vida. Después, tiró el desayuno que se había enfriado (algo que le causó un profundo pesar) y se encargó de que la mansión estuviera reluciente para la visita que los señores Benett, una encantadora pareja que ya había expresado interés por la casa en vida de milord, habían anunciado para el día siguiente.

En la Sociedad, las cajas de material científico terminaron ante la puerta de un ayudante cualquiera. Este resultó ser un hombre mucho más afortunado y espabilado que muchos otros científicos contemporáneos al darse cuenta, observando antiguas fotografías de roedores comunes, que en las paredes de roca había unas marcas extrañas. Unos meses después, en alianza con la revista Science, publicó una revolucionario tratado en dos volúmenes sobre unos nuevos fósiles que rellenaban algunos de los huecos de la teoría de la Evolución de las especies de Darwin.

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8 comentarios

  1. 1. Sofia b dice:

    Hola! Me ha encantado tu relato. Está bien narrado y tiene una trama interesante. Cero errores de ortografía. Felicitaciones!

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 14:39
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola Andrea

    Me ha gustado tu relato

    He hallado algún errorcillo subsanable:

    así fue como ella consiguió —————– así fue cómo ella consiguió

    Pero, como mi abuela solía decir, hay gente que nace con estrella y hay gente que nace estrellada -y, bueno, los hay que incluso fallecen estrellados. ————————– Aquí supongo que falta un guión (que debería ser largo)
    Pero, como mi abuela solía decir, hay gente que nace con estrella y hay gente que nace estrellada -y, bueno, los hay que incluso fallecen estrellados-.

    Si hablas de un lord inglés del siglo XIX, no puedes saltar luego a los años 1909 o 1921, que son épocas en las que se supone que tu protagonista es mayor de edad. Creo que debiste poner que era un lord del siglo XX.

    Tu cuento está muy bien narrado, bien descrito, y la trama se desarrolla al ritmo adecuado. Es una lástima que una persona no consiga destacar en la vida, y que otra se aproveche de su trabajo, pero es una ironía de la vida, y es algo que sucede a menudo en la vida real. Por esa parte, me parece un relato realista.
    Un saludo

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 18:58
  3. 3. Evelyn dice:

    Andrea, me encantó tu cuento!!!!!!!

    Es interesante y entretenido de comienzo a fin, una delicia leerlo, tienes talento!!!!

    En cuanto al Lord, no creo que no tuviese buena estrella, su infinita curiosidad y su perseverancia lo acompañaron y lo divirtieron a lo largo de su vida… no todo en esta vida es figurar, seguro si fuese nuestro contemporáneo, no estaría en Facebook, jajajajaja

    Felicidades!

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 22:20
  4. Ah, esta historia podría darte mucho más de sí. Explótala (aunque sea con alguna falta de orografia, que para eso están lo correjidores)

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 18:12
  5. 5. Miguel Mesías dice:

    Espectaular relato Andrea! Muy buena historia, buen personaje, buena trama! Felicitaciones.

    Un par de cosas que me generan un poco de ruido y te comparto por si te sirven de algo:

    – En cuanto al narrador: me parece que por ser una crónica (como dice el título), podría ser más enriquecedor utilizar un narrador que no tenga un vínculo tan cercano al personaje. Que cuente la crónica en cuanto a sus investigaciones o conversaciones con más de un testigo. Creo que utilizar al nieto del ama de llaves como narrador le da demasiada cercanía y es más propio de otro tipo de relatos (no de una crónica). Además, en varios momentos se centra más en sí mismo que en el personaje principal.

    Por ejemplo: “Pero, como mi abuela solía decir, hay gente que nace con estrella y hay gente que nace estrellada -y, bueno, los hay que incluso fallecen estrellados.”

    Si bien el pensamiento de la abuela me parece genial, muy bien logrado y divertido, creo que pierde peso al ser simplemente algo que dice la abuela del narrador. Si fuese un cronista, tal vez hubiera encontrado un papel con esa frase escrita en algún recuadro (solo para graficar la idea que te quiero transmitir), o alguna otra situación que a vos te saldrá con más naturalidad que a mí.

    En cuanto a la puntuación y redacción te dejo un par de comentarios para que los revises:

    – Mi abuela decía que hay que tener amigos hasta en el infierno; así fue como ella consiguió ascender de cocinera para el ejército a ama de llaves de Fanham’s Hall, en Hertfordshire.

    Creo que en lugar del punto y coma quedaría mejor utilizar los dos puntos.

    – “Después, tiró el desayuno que se había enfriado (algo que le causó un profundo pesar) y se encargó de que la mansión estuviera reluciente para la visita que los señores Benett, una encantadora pareja que ya había expresado interés por la casa en vida de milord, habían anunciado para el día siguiente.”

    Acá también, después de “señores Benett” pondría dos puntos, y sacaría la coma antes de “habían anunciado…”

    Por otro lado, tengo la sensación de que las palabras de la consigna ni aparecen, y al revisar veo que sí están, lo cual me hace felicitar tu capacidad de hacerlas tan parte de tu historia que hasta pasan desapercibidas. Creo que eso es un logro fantástico en este relato!

    Por último, creo que logras una narración muy propia de este tipo de historias, muy “inglesa”. Sin embargo, te alentaría a probar una medida mayor del ingrediente irónico, sarcástico (y hasta sórdido) que es propio de estas historias y en parte utilizás, pero creo que podrías llevarlo a un nivel más elevado y aprovechar más esa gracia. (Ojo, para mí ya tiene ese ingrediente y le hace mucho bien… pero me quedé con ganas de más…)

    Ah! Una cosa más… si bien entré a leerte porque me gustó el título, creo que la última frase está de más… osea, nuevamente me parece poco relevante para una crónica. Sólo opino! Vos sabrás mucho más!!

    La verdad es que me gustó tanto tu relato que no quería dejar de darte mis opiniones… como para que las evalúes y si sirven de algo tomes lo que te guste.

    Un placer leerte! Felicitaciones y gracias por tu escrito.

    Muchos saludos,
    MM

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 19:21
  6. 6. Verso suelto dice:

    Está muy bien tu relato. Una trama muy original. Si la abuela del narrador hubiera tenido oportunidad habría dicho que “más vale llegar a tiempo que rondar un año”, o algo por eL estilo.
    Felicidades.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 21:36
  7. 7. Laura dice:

    Hola Andrea.
    Me ha encantado tu relato, en especial la forma del mismo.
    Lo único que me quedó un poco descolocada fue la ubicación de la palabra talismán para aplicarla a la cámara fotográfica, ya que hasta ese entonces no parecía haberle dado algún resultado. Pero nada más que ese pequeño detalle.
    Por lo demás, brillante.
    Te sigo en el próximo relato

    Escrito el 25 febrero 2017 a las 22:27
  8. 8. Lorkiano dice:

    Hola Andrea:

    Leí tu relato el otro día mientras esperaba a un amigo. Cuando me dijo que iba a retrasarse unos minutos decidí leer uno de los textos de este taller y por puro azar elegí el tuyo. Tenía curiosidad por ver qué se escondía detrás de un título tan largo y he de decir que ha sido una grata sorpresa.

    Te felicito.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 18:37

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