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VOLVER - por Marikiya
Sábado, doce de la mañana.
Suena el timbre, me dirijo hacia el recibidor.
No espero visita. Hace mucho tiempo que nadie viene a casa. Creo recordar que desde el día en que Javier desapareció y me convertí en la viuda loca.
Abro la puerta. Encuentro una caja naranja que parece un regalo. «¿Quién lo habrá dejado?»
Miro hacia ambos lados pero no hay nadie. Vivo en un barrio muy tranquilo.
Cojo el paquete con cautela y expectación.
Entro en casa.
Me da miedo abrirlo. Llevo tiempo temiendo este día.
El secreto que llevo años ocultando parece que pronto verá la luz. Soy consciente de que en breve todo habrá acabado y desapareceré para siempre.
Decido poner música para templar los nervios. Elijo nuestra canción. Este tango de Gardel trae mil recuerdos a mi mente. Tu olor, tus caricias, tus mentiras, tus traiciones…incluso el instante en que te vi por última vez al final de la escalera.
Una lágrima resbala por mi mejilla.
Llevo varios días soñando con ello. Siempre tuve la certeza de que algo no había salido bien.
Un leve ruido en la cocina me sobresalta. Será el pequeño roedor que lleva semanas rondando por allí. No me molesta, me hace compañía y no me juzga.
Rasgo el papel de rosas rojas (mis favoritas), el mismo donde vino la amenazante carta hace dos años. Ese detalle me advierte sobre quién lo envía. Al fin sabrán que no estoy loca y podré descansar en paz.
En el interior hallo un frasco que contiene un papel azul celeste con algo escrito. Parece una carta.
Más tarde la leeré.
Al fondo de la caja, en un rincón, está la alianza. Ya no hay dudas, es él.
El presentimiento que me ha acompañado desde su desaparición era cierto.
La carta que recibí anteriormente no era una broma y ahora estoy sentenciada a pagar por mi estupidez. Ha vuelto para vengarse.
Me lleno de valor, saco la nota del frasco y la leo.
“Querida Julia:
Sabías que este día llegaría. La última vez que nos vimos, nos dijimos cosas horribles. Tú no querías asumir que ya no te quería y que me iba a marchar con otra.
Llevabas tiempo sabiendo la verdad pero no querías asumirla. Por ello decidiste deshacerte de mí. Pensabas que si no era contigo, no estaría con nadie. Tus amenazas me hacían gracia, no te veía capaz ni de matar una mosca. En esa época ya habías perdido el control de ti misma… Estaba tan obcecado con mi futuro lejos de ti que fui incapaz de verlo.
¡Y lo hiciste! Contrataste a un sicario para que acabara conmigo sin dejar rastro.
Debo decir que lo intentó y que me costó no perecer a manos de ese individuo. Sin embargo, conseguí huir aunque con heridas de gravedad. Las cicatrices que tengo en el rostro y una leve cojera son muestra de ello. Por eso nunca hallaron mi cuerpo.
Durante estos años he estado escondido planeando mi venganza.
Quedé desfigurado, perdí la cabeza y no supe afrontar que quisieras matarme. ¡Me lo arrebataste todo!
Sólo la sed de venganza me ha mantenido con vida este tiempo. Confiaba en que tu muerte sería mi salvación.
Sé que no has sido feliz desde ese día. Llevas años fustigándote por tu decisión, soportando la carga de mi muerte. Encerrada en casa con la sensación de que alguien te vigilaba, calmando tu dolor con antidepresivos. Todos pensaban que estabas loca y te quedaste sola.
Crees que te voy a matar. Que vuelvo para hacerte pagar todo mi sufrimiento.
Pero una vez más estás equivocada.
Vuelvo con las heridas sanadas para demostrarte que la venganza no va a aliviar mis cicatrices. Considero que ya has pagado tu penitencia durante todo este tiempo en el que no has encontrado ni un segundo de paz.
¡Te perdono! “
Un grito sordo brota de mi garganta.
Tantos años sufriendo por esa mala decisión. Esperando la muerte sin preaviso…las lágrimas caen de nuevo.
Agarro el anillo, ya no me pesa y siento alivio. A partir de hoy será mi talismán.
He aprendido que siempre hay sitio para el perdón y que el odio nunca es la mejor salida.
Él me ha perdonado. Yo me perdono. Ya puedo volver a vivir.
De fondo sigue sonando nuestra canción…
“Volver con la frente marchita las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo de vida que veinte años no es nada…”
Hola Marikiya, tu texto tiene una redacción fácil de seguir y de entender.
Hay partes donde dejas inconcluso un pensamiento. En el primer párrafo de dos renglones escribes “creo que desde…” aquí, dejas fuera el verbo. Debería de leerse “creo que fue desde…”.
Aunque me gustan los finales felices, yo, como lector esperaba un castigo para quien por sus acciones se lo merecía.
Por lo demás, te felicito. Cuando encuentres un relato que te guste, lee los comentarios de otros compañeros, esos siempre serán de gran ayuda.
Buenas tardes Marikiya! Tu texto, debo decir que me ha gustado bastante, el como van sucediendo los hechos se hace una lectura fácil y a mena, aunque también debo estar de acuerdo con Osvaldo, esperaba un giro de acontecimientos al final, que la deje creer en el perdón y luego le asesine por la espalda.
Me cuesta entender que una persona que lleve tanto tiempo planeando y viviendo por una venganza decida de repente perdonar. ¿Cómo pasa de la venganza al perdón?
Pero vamos, que he disfrutado mucho de tu texto de todas formas.
Muy felices letras, nos leemos! ♡
Hola Marikiya,
Tu relato me ha creado interés e intriga, hasta llegar al desenlace.
Coincido con otros conentarios:el perdón no es el final que esperaba.
Pienso que martirizarse a si misma es lo que la mantiene viva.
Un saludo,
Muchas gracias por vuestros comentarios.
En cuanto al tema del desenlace y el perdón, decir que él la perdona porque quiero confiar en que siempre hay espacio para corregir errores y perdonar.
Sin embargo, para ella es peor vivir puesto que su vida está incompleta y vacia. Realmente la venganza es dejarla con vida sufriendo el día a día sin nada que esperar. Sólo le quedan recuerdos.
Un saludo y gracias por leerme.
Hola Marikiya:
Gracias como siempre por tus comentarios, no está bien decirlo, pero me hacen crecer el ego.
Sobre tu trabajo: muy bien logrado el interés del lector por saber qué es lo que había hecho o estaba pasando. La utilización de las frases cortas y directas, sin descripciones que sólo adornan, han conseguido que la trama fluya rápida y sin perder el interés por ella.
Es cierto que yo esperaba otro final más inesperado, sobre todo, para acompañar al misterio con el que se ha ido desarrollando la historia, pero no tienes que explicar por qué has elegido ese final, es el que tú has querido que tuviera, aunque a otros nos hubiera apetecido otro.
Has realizado muy buen trabajo y desde que te leo te puedo asegurar que mejoras día a día.
¡Seguimos leyéndonos!
Saluditos.
Hola,Marikiya
Excelente relato. A mí me agradó la forma en que fuiste desenvolviendo el ovillo.
En toda la historia hay una frase que engloba el pensamiento del autor: “siempre hay sitio para el perdón y que el odio nunca es la mejor salida”.
En una mente atribulada, todo es posible, por eso sí estoy de acuerdo con el final. Así que: “veinte años no es nada…que feliz la mirada…”
!Adelante!
Muchas gracias Carmelilla.
Me alegra que veas la evolución desde que empecé en el taller.
Leyendo relatos y comentarios creo que voy mejorando.
Un saludo.
Muchas gracias Diaspora.
Ciertamente el perdón es el resumen de mi relato.
Convivimos con el odio muy presente en nuestras vidas y está demasiado normalizado. Deberiamos dar paso a una sociedad donde pedir perdón y aceptar disculpas no fuese tan díficil.
Gracias por leerme.
Un saludo.
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.
Así vivió ella, aferrada a un amargo recuerdo que la mantenía viva en su propia culpabilidad.
Debo decir que yo pensaba que su marido se la iba a cargar, pero por otra parte… ¿a quién no le gusta un final feliz?
De alguna forma, me devuelve parte de fe en el ser humano.
Me has hecho reflexionar y eso es algo que me ha encantado. Tanto de tu relato como de tu forma de ver la vida.
Mil gracias, Marikiya.
Espero verte por aquí en sucesivas convocatorias. Un abrazo, compañera.
Hola Marikiya
Muy conmovedor tu relato. Me gusta la forma y el tono. Sentí que la protagonista descansó de su agonía.
Felicidades!
Hola Marikiya,
A mí me ha gustado el desenlace de tu relato. El perdón tras una acción malvada no es algo común, y desde mi punto de vista define al personaje masculino de tu historia. Dejas entrever que durante el tiempo que ha estado escondido ha evolucionado desde el deseo de venganza hasta el perdón al ver que Julia ya ha recibido su castigo, de este modo deja cerrada una etapa que les permite a cada uno seguir adelante. Es una segunda oportunidad en la vida para ser feliz.
Las frases que aparecen en la primera parte del texto me parecen demasiado cortas, le dan un aspecto de telegrama. Sin extenderlas demasiado, creo que quedarían más redondas si las enriquecieras un poco más.
Saludos, Thelma
Hola Marikiya, gracias por tu visita en mi relato, y por invitarme a pasar por el tuyo.
Lo he disfrutado.
Haz logrado atraparme desde el principio, manteniendo esa atmósfera de misterio, con ganas de saber más de la protagonista y el secreto que lleva como carga en su vida.
Narrado en primera persona, y con esas frases cortas y directas es un aporte positivo para la trama. Da esa sensación de ir a pasos gigantes a un final que se espera con ansias.
En mi recorrido, percibí el miedo de ella, y la furia de él. Por eso, el giro que toma al final me ha sorprendido, pero gratamente.
El final me encantó… y más cuando lo aderezas con la frase: “en el fondo, sigue sonando nuestra canción”
Felicidades, y nos seguimos leyendo…
Hola Marikiya:
El final no era el que esperaba pero la idea de que la venganza fuera que ella sufra día a día, siendo mas una venganza psicología que física sinceramente me gustó. No sé si era esa tu idea, yo lo interpreté así.
Además fue muy fácil de leer, otro punto que me agradó de tu relato.
Gracias por tu comentario en mi relato.
¡Saludos!
Hola, Marikiya, soy Marta (221)
En tu relato me ha pesado más el fondo que la forma. Me ha hecho pensar. Eso me resulta estimulante. Presentas un conflicto moral sobre la venganza y el perdón. Me gusta el final que has elegido, hace cierto el dicho de que “en el pecado ya va la penitencia”.
He tenido que leerlo dos veces, para detectar que habías introducido las doce palabras obligatorias, porque están sembradas de forma muy natural por todo el relato.
Gracias por haberte pasado por mi relato.
Saludos, Marta.