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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Doce palabras - por Marián

—¿Qué haces?

Es la pregunta simple y superficial que mi hija me dedica con frecuencia, a modo de saludo, cuando se tropieza conmigo por algún lugar de la casa. Es pura rutina. Habitualmente no le interesa lo que hago salvo que sospeche que le pueda afectar directamente. Todo lo ajeno le pasa de lado porque su vida está en otro mundo, el de la juventud que acaba de dejar la adolescencia, y requiere toda su atención para encontrar su sitio. Sin embargo, esta vez yo pego un respingo que llama su atención y baja la escalera para acercarse, curiosa.

—Intento escribir un relato— le digo, deseando que se dé por satisfecha con una respuesta seca y me deje seguir. Pero no lo consigo.

—¿Y de qué va? ¿Difícil? Te veo muy concentrada— insiste mientras se quita el abrigo y se acerca a mi escritorio.

—Va de lo que yo quiera— le contesto, resignada ya a dejar mi escritura para otro momento y a atender a su evidente deseo de conversación.

Pero me equivoco porque, en esta ocasión, se interesa por mi actividad. Parece que desde que obtuve mi último premio literario, un poquito más serio, me considera más atractiva.

—¡Ahí va! ¡Solo tienes escritas unas palabras sueltas!

—Es difícil. Debo escribir un relato que contenga estas doce palabras.

—Puedo ayudarte. Apenas tengo trabajo para mañana— y se sienta a mi lado después de coger una naranja que empieza a pelar despacito, con cuidado, como cuando abre un regalo sorpresa.

Pero la sorpresa me la llevo yo que no estoy acostumbrada a tanta dedicación por su parte. Instintivamente me pongo en guardia.

Cuando me quedé viuda, mi hija y yo hicimos una alianza intentando buscar formas de hacer frente a tanto dolor: no consentiríamos que hubiera ningún secreto entre nosotras. Sabíamos que ocultarnos cosas tendría el efecto de un roedor maligno, que perturbaría nuestra relación y nuestro cariño. Con el tiempo voy aprendiendo que una madre no siempre está en condiciones de escuchar con agrado las confidencias de una hija. Por eso me pongo en guardia; en guardia emocional.

—Por cierto, tengo que contarte la última novedad— me dice mientras hace como que está leyendo las palabras de mi escrito.

—¿Te acuerdas de Manu?— y sigue manteniendo un aire distraído, sin mirarme.

—El chico que me presentaste el otro día. Un compañero de la facultad. ¿Te refieres a ese Manu?

—Ese mismo. Nos hemos apuntado a clases de tango. Los dos. ¿Qué te parece?

Cuando empiezo a contestarle que me parece muy bien, se levanta y me dedica una sonrisa cómplice y satisfecha mientras se marcha saltarina y alegre. Pero según va subiendo la escalera me dice:

—Voy a meter esta piel de naranja en un frasco y será nuestro talismán.

Yo me quedo mirándola con cara de susto o de no entender nada, y ella continúa, con una risa abierta y preciosa:

—Bueno, así ya completas las palabras que te faltan en tu relato.

Y se va. Y yo la adoro.

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12 comentarios

  1. 1. Nora C.P. dice:

    Hola buenos dias!
    Me toca comentar tu relato y lo hago encantada.
    Has integrado muy bien las doce palabras, incluso las dos últimas utilizando un aire cómico con la respuesta de la hija.
    La pega la encuentro en el párrafo: “Cuando me quedé viuda, mi hija…”, fijate que has aceptado el reto y me encuentro con verbos en tiempo pasado.
    Te aconsejo que cuando cojas un reto de escribir en presente una vez escrito el relato, antes de mandarlo, marca todos los verbos y comprueba, lo hubieras podido cambia por ejemplo con: Soy viuda y mi hija y yo tenemos una alianza…
    Espero te sirva mi consejo.
    Un saludo!
    (Soy la 120)

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 10:25
  2. Hola, Marián:

    Me ha gustado tu relato, cómo has ido entrando las palabras en una historia creíble y entrañable, así cómo reflejando bien ese vínculo familiar entre la hija que crece y la madre que quiere espacio, al contrario que lo que suele suceder.
    Solo puedo aportarte que cuando habla el narrador en un diágolo, la raya que introduce el parlamento del narrador va separada de lo que habla el personaje y junto a la primera palabra del narrador. Ej:
    —Por cierto, tengo que contarte la última novedad— me dice…
    Sería: …la última novedad -me dice… Siempre se separa la raya de la palabra que la antecede y se pega junto a la que la sigue.

    Estoy en el 119.

    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 17:15
  3. 3. Marián dice:

    Hola Nora. Muchas gracias por tu comentario y por tus sugerencias que siempre resultan interesantes.
    Saludos,

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:14
  4. 4. Marián dice:

    Hola Leonor. Te agradezco mucho tu comentario y tomo buena nota de la corrección que me indicas; estaba totalmente equivocada en cuanto a la ubicación del guión.
    Muchas gracias.
    Saludos,

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:17
  5. 5. Alycia dice:

    Hola, Marián:

    Como te señalaban en comentarios anteriores, una escena entrañable, cotidiana, bien descrita, absolutamente creíble.

    A destacar la nota de humor del final del texto, me ha hecho mucha gracia.

    Por decirte algo negativo, lo del roedor maligno no me acaba de convencer, pero eso ya es casi anecdótico.

    Agradezco también el espaciado del texto, facilita la lectura muchísimo.

    Saludos de una novata por estos lares desde el 118,

    Alycia

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 04:57
  6. 6. Marián dice:

    Hola Alycia. Muchas gracias por tu comentario. En breve me paso por tu relato.
    Saludos,

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 12:04
  7. 7. Rita dice:

    Hola de nuevo, Marián:
    Un relato muy original. No me lo esperaba para nada. Me ha gustado mucho, sobre todo ese final jeeje
    Tu comienzo me parece muy bueno; a veces está bien empezar con la intervención de un personaje. Y, en este caso, creo que lo has hecho bien (al menos, para mi gusto).
    En cuanto a esta oración: “Cuando me quedé viuda, mi hija…”, discrepo de Nora. Creo que, en mi humilde opinión, tal y como está la frase está bien y queda mejor. Entiendo lo que Nora quiere decir, pero literautas, en respuesta al comentario de un compañero, aclaró que, si el texto lo requería, podía cambiarse el tiempo verbal (siempre y cuando la escena en sí sea en presente, por supuesto), por ejemplo: “Laura me dice que ayer visitó a su abuela”. Está claro que el verbo “visitó” requiere ese cambio. Así que, creo que lo ha hecho bien.
    Eso sí, échale un vistazo a las reglas del guión en el diálogo:
    “—Por cierto, tengo que contarte la última novedad —me dice mientras hace como que está leyendo las palabras de mi escrito.”
    Hay más, a parte de ésta que te señalo, pero no se da en tu texto.
    Por lo demás, muy bien. Escribes con fluidez e insertas las palabras en la historia de manera natural.
    Espero haberte ayudado.
    Saludos.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 17:46
  8. 8. Marián dice:

    Hola Rita. Muchas gracias por tu comentario. Tus sugerencias siempre son de gran ayuda, de verdad.
    Saludos,

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 19:40
  9. 9. Anael dice:

    ¡Hola Marián!

    Muchísimas gracias por pasarte por mi relto y por tu amable comentario y sugerencia. Ahora viene tu ración de lentejas, aunque promete no ser muy cuantiosa 😉

    Me ha gustado el giro que le das al relato como es la hija la que persigue a la madre y se interesa por ella y no al revés. Luego aprendemos que la madre es viuda y comprendemos parte del comportamiento de la niña. Muy tierno a su manera, me ha gustado mucho.

    A continuación los detalles que me han gustado y alguna sugerencias, que como las lentejas, si la quieres la tomas y si no la dejas:

    1. “mi hija y yo hicimos una alianza”
    Me suena un poco raro, es lo único que me chirría del texto, me sonaría más natural “establecimos”.

    2. Ya te han apuntado el fallo consistente en lo diálogos. Son lo que más nos cuesta puntuar siempre (a mí se me escapan puntos por los lugares más inapropiados continuamente) pero Literautas tiene una entrada estupenda que te puede resolver todas las dudas: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/ 😉

    3. Me encanta la relación madre-hija. Es el tema del relato y es estupenda. S ecuidan la una a la otra, parecen amigas. Me ha encatando poder verlas en acción. Y sobretodo que la hija le sople las últimas palabras a la madre.

    4. El final es estupendo. Las dos últimas frases te han quedado redondas.

    5. La atmósfera es embriagadora, en seguida nos metemos en la conversación madre hija y nos identificamos con la ansiedad del escritor que muestra un texto ue no está listo o que teme que le vayan ha hacer abandonar su trabajo cuando está a medias.

    Me encanta que reflejes el proceso de escritura al que nos hemos enfrentado todos con estas doce palabras. Esta idea se me pasó por lamente, porque no tenía ni idea de cómo deshacerme de las palabras sin que limitaran mi historia, pero la desestimé por parecerme superficial. Tú las has llevado a cabo estupendamente con unos personajes coherentes y vivos, una escena real y profunda que nos muestra la relación de estos dos personajes. Felicidades por una historia sencilla que llega al corazón. La he disfrutado mucho. Espero que las sugerencias te sirvan de ayuda, y sigue escribiendo. Yo seguiré leyendo, aunque sea con retraso muchas veces 😉

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    P. D. Por cierto, que no sé si la historia es autobiográfica o no, pero si lo del premio literario lo es… ¡Enhorabuena!

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 14:04
  10. 10. Marián dice:

    Hola Anael. Muchas gracias por tus “lentejas”; yo me las como todas… Por ejemplo, cambio inmediatamente “hicimos” por “establecimos”. El tratamiento de los diálogos ya lo he cambiado o, al menos, lo he intentado.
    Me alegra mucho que te haya gustado; muchas gracias.
    Saludos,

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 17:03
  11. 11. Cryssta dice:

    Hola Marián, tu relato me ha gustado muchísimo, buena historia, muy bien escrito y cumplido el reto (deja los verbos como están que lo has hecho bien).

    Por ponerte un pero te diré que a mí me gusta más dejar el final así:

    “Y se va. La adoro”

    Felicidades.

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 11:28
  12. 12. Marián dice:

    Hola Cryssta. Muchas gracias por tu comentario y tus ánimos. Tomo buena nota.
    Saludos,

    Escrito el 1 marzo 2017 a las 18:48

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