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Cuando den las doce - por John Doe

Mis manos tiemblan un poco, ya es tarde y he trabajado todo el día, una gota de sudor se desliza por mi frente mientras la aguja curva se clava en el cuero y asoma brillante entre el pelo oscuro del ejemplar. La puntada debe ser fina, imperceptible, quirúrgica. Doy otra puntada, la piel se une, la sien me palpita un poco, es un dolor molesto, producido por mi mala visión y el esfuerzo que hago al maniobrar con esta delgada aguja en la escasa iluminación del taller, observo la hebra de hilo negro, corto cuidadosamente mientras hago un nudo diminuto y aliso el pelo enmarañado que tapa la costura, la recorro con la mano, apenas si se nota por debajo del pelaje.
La noche es calurosa, una de esas noches quietas donde el viento se atasca y las sombras largas se escurren sobre las cosas. Afuera se escucha el murmullo lejano de los grillos. A esta hora mi mujer debe estar preparando la cena mientras escucha aquel programa de radio, el mismo que ha oído durante más de cuarenta años. El sonido melancólico de un tango baja por la escalera acompañado por el olor de la carne friéndose en el sartén, tomo un sorbo del jugo de naranja mientras la oigo tararear la canción.
Colocar los ojos siempre ha sido la tarea más ardua, requiere mucha precisión, se debe conocer bien al animal, su fisionomía, su estructura. Los ojos reflejan lo que el espécimen era en vida, conservan la fiereza del jabalí, la nobleza de un buen perro guardián o la elegancia ingenua del gamo, el brillo que ellos despiden es algo mágico e irreal, es casi como el regalo de la vida. Por ello los coloco al final, y también para que no me observen mientras los preparo, siempre tengo esa sensación extraña cuando los veo terminados, es como si se los hubiese arrebatado a la muerte.
Enjugo el sudor con el pañuelo mientras observo el resultado final. Parece que estuviera vivo, que fuera a saltar de un momento a otro, me inspira algo de temor verlo con esos enormes colmillos que podrían atravesar cualquier cosa, sus ojos parecen observar con furia, acaricio su pelaje suave y corto, la herida producida por la bala ha quedado bien disimulada, es casi imperceptible. Mañana vendrá mi hermano a recogerlo. Hoy pasó por acá a mirar cómo iba todo, se fue maravillado con el resultado. Pero si parece vivo Saulito, me dijo mientras me daba una palmada en el hombro, con su enorme manaza de cazador. Arriba mi esposa continua cantando, mientras friega los trastos en el lavadero, es increíble lo mucho que me irrita su voz aguda y molesta, como el chillido incesante de un roedor, debería callarse de una vez por todas.
Enciendo un cigarrillo en la oscuridad, observo por la ventana las sombras difusas de la noche, el cielo está sin estrellas. En cualquier momento escuchare sus pasos acercándose y esa voz ridícula que me dirá que suba a cenar, en cualquier momento veré su cara pálida asomándose por la puerta y entonces recordaré todo de nuevo. No puedo creer su cinismo, y su astucia, es algo que aún me quema por dentro cada vez que la veo. Luego se irá tranquila, como si nada sucediera, sin saber que yo sé su secreto, sin saber que lo he sabido durante mucho tiempo. Apago el cigarrillo y me quedo observando el manto de viuda que es el cielo, luego volteo a ver el frasco que yace sobre la mesa, está más abajo de la mitad pero ella continúa como si nada, he sido paciente, pero ya estoy cansado.
Los pasos se acercan, la puerta se abre dejando entrar una estela de luz, su rostro cetrino aparece entre la penumbra. Querido a cenar. Ya voy amor, espérame un minuto. Observo una vez más el jabalí que reposa en mi taller, y luego el talismán que pende del marco de la ventana, una pata de conejo. Espero me traiga suerte. Me quito la alianza del dedo y la dejo sobre la mesa. Tomo la carabina que está encima del armario, y dos balas del cajón, una para esa perra infiel y la otra para el fanfarrón inútil. Traidores. Reviso el lugar donde reposan los ojos de cristal, saco uno de ellos y lo observo, azul cristalino. Nunca me gustaron sus ojos oscuros, ella se verá mejor con estos. Cargo una de las balas. Será esta noche cuando den las doce.

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8 comentarios

  1. 1. Maria Jesús dice:

    Me ha gustado muchísimo el tono que le has ido dando, como en crescendo. Un taxidermista, aparentemente tranquilo que planea una venganza. Muy bueno. Felicidades.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 18:54
  2. 2. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola! El relato tiene buen ritmo e intriga. Me pareció original esa historia del taxidermista. En la forma, destacar exceso de comas, principalmente. Un saludo y te felicito. ¡Nos leemos en la próxima!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 21:08
  3. 3. Wester dice:

    Buena historia John Doe, es original y describe muy bien el mundillo del taxidermista, su día a día, su vida, su rutina…

    Sólo una cosilla que me parece podrías mejorar (es tan sólo una opinión mía, tal vez a otra gente le guste) es que algunos párrafos son excesivamente largos y creo que necesitan una pausa mayor que una coma.

    En general me ha gustado, bien hecho. Si quieres leerme estoy en el 109.

    Abrazos

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 13:27
  4. 4. Serena dice:

    Hola John, me gusta el viraje en mitad del relato hacia el camino oscuro del final.
    Has usado el tono adecuado, a mi entender, para producir el efecto que se espera en un relato de este tipo. ¡Me dio escalofrío! La aparente tranquilidad del protagonista es un muy buen recurso.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Saludos

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 21:44
  5. 5. Edu SC dice:

    Hola John Doe,

    Fantástico tu relato. Como en el anterior tuyo, consigues crear una atmosfera opresiva, oscura, de manera magistral. En este relato, en mi opinión, logas una mayor claridad, al mostrar más hechos materiales antes que sensaciones. De verdad muy logrado. Además, como te comenta algún compañero, el como se van desvelando lentamente las intenciones del protagonista, la parsimonia con la que se van intuyendo hasta el momento final, va subiendo la tensión en el relato tal y como este lo necesita. Lo he disfrutado.
    Como comentarios, estoy de acuerdo que alguna frase habría que acortarla. Por ejemplo:

    Doy otra puntada, la piel se une, la sien me palpita un poco, es un dolor molesto, producido por mi mala visión y el esfuerzo que hago al maniobrar con esta delgada aguja en la escasa iluminación del taller, observo la hebra de hilo negro, corto cuidadosamente mientras hago un nudo diminuto y aliso el pelo enmarañado que tapa la costura, la recorro con la mano, apenas si se nota por debajo del pelaje

    Yo creo que necesita como mínimo un punto y seguido. Es tu estilo usar estas frases largas y le dan al relato el ritmo que tu quieres, pero puede hacer un ejercicio que recomienda alguna compañera por el foro, que consiste en leer en voz tu cuento. Esto facilita saber cuando una frase necesita un punto en vez de una coma.

    Por otro lado, comentarte que no he entendido el sentido de esta frase. Ha sido lo único que no me ha quedado claro:

    luego volteo a ver el frasco que yace sobre la mesa, está más abajo de la mitad pero ella continúa como si nada, he sido paciente, pero ya estoy cansado.

    En esta frase, la repetición del verbo saber, aunque tal vez buscada, no tengo claro que funcione bien del todo:

    Luego se irá tranquila, como si nada sucediera, sin saber que yo sé su secreto, sin saber que lo he sabido durante mucho tiempo

    Bueno, son sólo apuntes y opiniones, espero que alguno te sirva.

    Me gusta mucho lo que cuentas y como lo cuentas, espero seguir leyéndote.

    Edu SC

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 23:57
  6. 6. Edu SC dice:

    PD. Perdón por las faltas de ortografía que ahora veo, es lo que tiene escribir rápido por las horas que son.
    “que consiste en leer en voz alta tu cuento” quería poner.

    Un saludo,

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 00:00
  7. 7. Servio Flores dice:

    ¡Hola John Doe!

    ¡Que “relatazo”! Una fina construcción de la palabra. Un “zoom” bestial hasta las puntadas y el pelaje, una trama del cuento en un crescendo maravilloso… un cuento del cual se puede aprender un montón.

    Para buscarle un pero, diría que los párrafos se pueden separar y las frases de los personajes entrecomillar… igual nada le resta al magnífico trabajo que ha realizado.¡Sinceramente Felicidades!

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 02:22
  8. 8. Juan Sauce dice:

    Hola, John.
    El tuyo es un buen relato que sabe dar un ambiente opresivo y oscuro que va muy bien con la historia que nos está contando.
    Coincido con otros compañeros de que quizá los párrafos se hacen demasiado largos. Pero… ¿sabes? Quizá esto también ayuda a crear ese ambiente opresivo.
    Buen relato.

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 20:05

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