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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Desayuno de cumpleaños - por L. M. Mateo

Web: https://deliriosypalabras.com/

Agazapado en la escalera de incendios de un sucio y mal iluminado callejón coloco el silenciador a mi arma. Faltan tres minutos para las doce de la noche y casi una hora para el cierre del local, pero si no acabo hoy con mi objetivo retirarán la oferta. Por suerte las calles están desiertas, una de las ventajas de trabajar en ciudades de provincias durante el invierno.

Se abre la puerta lateral de la sala de baile que vigilo, y el ritmo de un tango rasga el silencio. Un camarero saca las basuras al contenedor, se fuma un cigarro y vuelve a entrar.
La espera me aburre. Jugueteo con una moneda vieja de veinticinco pesetas, mi talismán, recogida del bolsillo izquierdo de mi primer trabajo. Todos los asesinos a sueldo somos un poco supersticiosos y nunca realizo un encargo sin ella.

Una pareja joven que pasa por el callejón, riendo y cantando, completamente borrachos, interrumpe mis pensamientos. Se oye una campanada a lo lejos. Minutos después, la puerta se abre. El personal y los músicos salen alegres, alguno incluso haciendo piruetas. Alguien les lanza un improperio desde alguna de las ventanas que hay por encima de mí, mentándoles a la madre y resto de la parentela, lo que me obliga a hacerme uno con las sombras. El grupo se dispersa entre risas.

Aprovecho para bajar las escaleras, casi de puntillas para no despertar a nadie, y me oculto junto al contenedor. El señor Martínez no tarda en salir con una mochila oscura sobre el hombro derecho y una bolsa de una tienda cara. Le acompaña una joven rubia, casi una niña, que marca sus curvas con unos largos tacones y un vestido naranja ajustado. Ella le da un beso y le susurra algo al oído.

—Hoy no puede ser, Gabriela. —Sonríe con tristeza—. A veces tengo que volver a casa.
—Tu mujer no es idiota. Ya sabe nuestro secreto.
—Mañana es su sesenta cumpleaños, y mis hijos vendrán temprano a desayunar. —La besa en el cuello.
—Así que el regalo no es para mí. —Lo mira con un mohín, encogiendo la nariz como un roedor, mientras señala la bolsa.
—Esta vez no. —Ella va a decir algo, pero él la corta besándola con dulzura—. Se lo diré pronto, te lo prometo. Dame un par de semanas más para solucionar lo del acuerdo prematrimonial. —Mira hacia la calle principal al oír frenar un coche—. Ahí está tu taxi.

Ella se despide con la mano desde la esquina y desaparece en el interior del vehículo, que arranca enseguida.

En cuanto Martínez llega a mi altura, me pongo frente a él y le disparo en la cabeza, a bocajarro, antes de que pueda dar la voz de alarma. Con delicadeza y sin hacer ruido, sujeto el cuerpo inerte y lo arrastro tras el contenedor. Uso una pequeña linterna para rebuscar entre sus bolsillos. Le quito la cartera, el teléfono móvil de última generación y un paquete de tabaco. En la mochila encuentro una cajita con su alianza, la recaudación de la noche —algo más de dos mil euros— y una muda de ropa de marca. Dentro de la bolsa de plástico hay un paquete envuelto. Rasgo el papel sin piedad. Es un frasco de perfume muy caro, así que también me lo llevo. Miro al pobre diablo durante un segundo, lo cubro con algunas bolsas, y desaparezco entre las sombras con el botín.

Antes de ir a casa, dejo un sobre para entrega urgente en el buzón de una reconocida paquetería.

****

La señora Martínez desayuna con sus dos hijos, sus nueras y sus tres nietos en el salón. Parece más alegre de lo habitual, a pesar de la ausencia de su marido, aunque mira la hora continuamente. A las ocho en punto suena el timbre de la puerta. Una sirvienta le entrega, minutos después, un sobre.

—¿Madre? ¿Sucede algo? —pregunta su hijo mayor al oírle gritar de alegría.
—Vuestro padre no podrá venir hoy. Negocios, ya sabéis.
—¿Y te alegras?
—Al contrario, Álex, pero su regalo lo compensa. —Le muestra unas entradas para la opereta de “La viuda alegre”—. Creo que esto merece un desayuno especial.

Sus hijos la miran con una sonrisa.

—Por supuesto, madre. —Álex da dos palmadas para avisar a la sirvienta—. Gabriela, saca copas y el mejor champagne que encuentres en el estudio de papá. Creo que ya sabes dónde lo guarda.

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30 comentarios

  1. 1. Rita dice:

    Hola, L.M.Mateo:
    Un placer leerte.
    No sé por qué (igual porque he disfrutado leyendo tu relato) pero me parece un texto casi impecable. Lo he revisado varias veces, así que voy a marcarte, brevemente, el único error que he visto: “oírle” es un leísmo. El pronombre “le”, en esta oración, alude a ella. Sin embargo, al ser un complemento directo debe utilizarse el pronombre “la” para el femenino. “Le” se utiliza para el masculino (aunque, principalmente, “lo”) o para el complemento indirecto. Por lo tanto, debería quedar así:
    “—¿Madre? ¿Sucede algo? —pregunta su hijo mayor al oírla gritar de alegría.”
    Te dejo el enlace de la rae por si quieres echarle un vistazo: http://www.rae.es/consultas/uso-de-los-pronombres-los-las-les-leismo-laismo-loismo
    Bueno, tras lo dicho, lo único que me queda es felicitarte. Me encanta como escribes. No he visto ninguna coma fuera de lugar. El diálogo está muy bien construido, parece natural y se sabe quién habla en cada momento. Los incisos del narrador en los diálogos muy bien colocados; no están de relleno, algo que valoro mucho. En cuanto a las doce palabras, aparecen de forma natural, nada forzadas. Escribes con una fluidez envidiable y el reto lo has cumplido perfectamente.
    Mi enhorabuena, porque, a pesar de que este tipo de relatos no es mi favorito, has conseguido que disfrutara leyendo. Además, me parece muy valiente por tu parte salir de tu zona de confort (sé que no es la primera vez). Me gustó mucho tu relato de ciencia ficción del año pasado y, tras leer esto, me gustaría leer algún relato tuyo más de ciencia ficción o fantasía, ya que mis géneros favoritos son éstos, en ese orden. Pero escribas lo que escribas, te voy a leer siempre, porque me gusta mucho como escribes.
    Me encantaría que comentases mi relato, a ver qué opinas y también si ves algún error, para poder mejorar. Por si te apetece pasarte soy el número 117.
    Gracias por tu relato.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 17:15
  2. 2. Rita dice:

    Por cierto, un honor ser la primera en comentarte.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 17:17
  3. 3. L. M. Mateo dice:

    Muchas gracias, Rita.

    Cierto, peco de leísmo y se me escapa alguno de este tipo en ocasiones.
    Me surgió la duda y consulté RAE para comprobar si el verbo era transitivo (al principio había puesto “oírla”), pero con las prisas (faltaban pocas horas para el cierre) me confundí y en lugar de consultar el verbo “oir”, que efectivamente es transitivo, consulté “gritar” que es intransitivo, jejeje.

    Lo bueno es que este error ya no se me olvida.
    Me alegro mucho de que te haya gustado el texto, y sí, he vuelto a salir de mi zona de confort.
    En cuanto termine de comentar a los tres compañeros que me toca, me paso por tu texto.

    Un abrazo.

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 19:47
  4. 4. Rodrigo Gaete Peñaloza dice:

    Tu escritura es impecable, tomaré tu texto como referencia para ir mejorando poco a poco. La historia, atrayente y bien al punto. Las palabras aparecen sin esfuerzo ni con complicaciones por hacerlas encajar en la trama.

    Una agrado leer su cuento, espero poder verle en los relatos siguientes. Pese a todo, creo que has fallado en una de las palabras porque nos exigían que usáramos todas tal cual estaban y no cambiarlas. Como haces uso de plural de escalera.

    Espero te puedas pasar por mi cuento. Es el número 130

    Escrito el 17 febrero 2017 a las 23:41
  5. 5. Rita dice:

    L.M.Mateo, me alegra haberte servido de ayuda. Fue al leerlo que me sonó extraño y me di cuenta. Es normal que con las prisas pasen estas cosas.
    Te agradezco de antemano que hayas decidido dedicarle parte de tu tiempo a mi relato. Estoy encantada. Espero paciente, sin prisas.
    Rodrigo, volvemos a encontrarnos 🙂
    Es cierto que dijeron que las palabras no se podían cambiar; sin embargo, no dijeron que no se pudieran repetir y entonces cambiarlas. La primera vez que nombra la palabra “escalera” no la cambia, es después. Así que como no dijeron nada de eso, yo creo que lo ha hecho bien.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 02:40
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola, L.M.Mateo:

    Buena narración desde la perspectiva del asesino que nos describe cuanto observa en una impecable puesta en escena. Su lectura ha sido ágil y entretenida, que es lo que cuenta y el desenlace muy esclarecedor, aunque ya sospecharamos por donde iban los tiros (nunca mejor dicho).

    Muchas veces hay generos que nos son más preferidos que otros. Este tiene todo el sabor de la novela negra y no siendo de los que me gustan, has hecho que me agradara leerlo, lo cual es todo un acierto y delata tu buen hacer en esta narración.

    Un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 12:08
  7. 7. charola dice:

    Hola L.M.Mateo:

    Muy bien escrito tu cuento, ágil, fluido, verosímil. Me gustó la trama, vas contando de manera natural y las palabras del reto van siendo incluidas fácil. Se lee de un tirón y te agradezco por eso.

    Para mí no hay ningún error. Sonreí por la opereta precisa “La viuda alegre”. ¡Bien hecho!

    Un placer leerte. Felicitaciones.

    Estoy en el 134.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 15:52
  8. Me encanta el ambiente creado desde el primer párrafo. Y la historia en general. Aunque es cierto que eliminaría “del bolsillo izquierdo” y “de última generación” me sacan de la narración y sobre todo en el primer caso lo hace enrevesado. Y en la frase “Mira hacia la calle principal al oír frenar un coche” no sería mejor “Mira hacia la calle principal al oír cómo frenaba un coche”… o utilizar “al oir el frenar de un coche”… es que suena raro, pero quizá sea correcto.
    Lo digo por “Cuando el complemento directo es una oración subordinada, esta va introducida por que o por como (→ como, 2d): «Oí que abría la cartera y encendía un cigarrillo» (Onetti Viento [Ur. 1979]); «Oí como mi madre y mi mujer entablaban un largo diálogo sobre las virtudes de cierta clase de pañales» (CInfante Habana [Cuba 1986]); nunca por de que (→ dequeísmo, 1b): «Me enfermé […] de solo oír de que al día siguiente iríamos a la casa del canónigo» (LpzPáez Herlinda [Méx. 1993]).”

    Por todo lo demás, ya sabes que te envidio y envidio como escribes.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 19:06
  9. 9. Clau Cruz dice:

    Hola L.M.Mateo:

    Me da gusto que en esta ocasión me haya tocado leerte. ¡Tu relato me ha encantado!
    La historia fluida y ¡caramba! Que manera de acomodar las palabras de modo que no se vean forzadas.

    Felicidades, en verdad que lo he disfrutado.
    Nos seguimos leyendo.

    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2017 a las 19:52
  10. 10. Sandradee dice:

    Hola L.M. Mateo,

    Me ha tocado comentarte y ¡vaya! Es mucho más fácil comentar cuando encuentras errores y los vas anotando que cuando lees una historia impecable que te engancha de principio a final. Me uno a todos los comentarios positivos que has recibido y por mi parte, lo que más me ha llamado la atención es el domino de vocabulario que manejas.

    Sigue así. Encantada de leerte. Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 01:43
  11. 11. K. Marce dice:

    Saludos L.M.:

    Te doy la bienvenida de nuevo, después de notar tu ausencia en entradas pasadas, se hizo falta tu participación.
    Como siempre eres muy pulcra para escribir, te han marcado algunas cosillas, que son nimiedades, para un estilo tan bien redactado.

    Y bien sabes que te respeto mucho como la escritora y correctora que eres, porque he aprendido por ambos lados contigo. La historia me ha gustado, sin embargo, me fue muy previsible. Desde el mismo momento que nos declaras que ese misterioso personaje es un asesino a sueldo, un sesenteñero en romance con una casi niña… es por lógica que la que lo manda es la esposa. Y conociendote, es ahí a donde te sentí menos comprometida. Te juro que esperaba que quien lo mandó a matar fuera la sirvienta por serle “infiel” a ella. 🙁

    Si destaco que has cumplido muy bien el reto, no es fácil escribir en presente sin sentir un “robot” andando por ahí, y has descrito de una forma muy natural que ni se siente. Así que he apreciado la historia, pero es la redacción la que valoro mucho más en tu relato. De verdad, enhorabuena.

    Aprovecho para felicitarte por el mejor logro que has hecho: Tu embarazo. Espero que todo te vaya muy pero muy bien, y que tengas el mejor de los partos. Que tu bebito sea sano, te augurio una maravillosa vida juntos. Un abrazo.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 07:44
  12. 12. L. M. Mateo dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

    RODRIGO, tal y como ya te dice Rita, se exigía que apareciera la palabra en singular, pero en ningún momento se expresaba que debiera ser así en todos y cada uno de los casos en los que usáramos el vocablo.

    CHAROLA, LEOSINPRISA, CLAU, SANDRADEE: muchas gracias por vuestras amables palabras.

    RAFA, mi rey, voy por partes. En el caso de “del bolsillo izquierdo” lo dejé para que quedase claro que la moneda pertenecía a un cadáver (no a que le pagaran en calderilla o vete tú a saber). Tal vez he vuelto a tratar al lector de tonto sin darme cuenta.
    “De última generación”: me parecía necesario, es un añadido tras releer el texto un par de veces. Ten en cuenta que fuera de España no todo el mundo tiene un Android o un Iphone. Aquí conozco muchísima gente que va con teléfonos viejos de los de 20 dólares tipo Nokia, así que decidí especificar teniendo en cuenta que nuestro público no pertenece en su totalidad al mismo país. Es distinto un teléfono móvil (que incluso siendo inteligente puede tener 6 años) que un teléfono “de última generación”, que suele ser el último modelo del mercado (y más caro que un riñón).

    Y ahora sí, te doy la razón con la famosa frenada. Ya sabes que gallegos y valencianos tendemos a comernos algunas palabras, y creo que este ha sido uno de los casos. “Mira hacia la calle principal al oír cómo frenaba un coche” a mí me suena natural, pero gramaticalmente no lo es. La conjunción “que” también la veo imposible aquí, así que lo más fácil es, como bien has dicho “Mira hacia la calle al oír el frenar (la frenada) de un coche/el chirrido de los frenos de un coche/etc”.

    K. MARCE: Gracias, vieja amiga de letras. La verdad es que no pretendía sorprender en este relato, ya dije en los comentarios generales que estoy oxidada y falta de imaginación. Tuve tres ideas, dos de ellas más originales y que no terminaban de encajar ni con las palabras exigidas ni con el reto, así que las descarté. Mi marido me dijo: “¿Entonces, vas a redactar un montón de clichés?”. Y mi respuesta fue: “Sí, y me da igual. Hacer clichés no es malo en ocasiones, nos obliga a perfeccionar su ejecución”. Y así se quedó el texto, lo reconozco. XD
    Valoro mucho tu opinión de que el texto no suene “robotizado” porque por más que lo releo me suena como el lector de Google. XD
    Gracias por ese maravilloso augurio. Serás de las primeras literautas en enterarte del nuevo sobrino :***

    Ya he terminado con los comentarios obligatorios, así que poco a poco iré pasándome por vuestros textos.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 15:30
  13. 13. L. M. Mateo dice:

    Corrección de erratas: “Mira hacia la calle al oír frenar un coche” a mí me suena natural, pero gramaticalmente no lo es.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 16:10
  14. 14. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola L.M. LO primero de todo es felicitarte por un texto tan bien llevado. Me sentía, al avanzar en la lectura, como parte del escenario que se iba plasmando.Podía ver con claridad el contenedor de basura. el callejón de salida, los músicos salir después de una noche de trabajo, la gente que asomaba por los ventanales de los pisos de arriba lanzandoles improperios; un entorno en el cual me sentía a mi anchas.

    Cuando un trabajo logra una comunión tan perfecta con el lector; el texto vale la pena.

    Te felicito.

    Escrito el 19 febrero 2017 a las 23:54
  15. 15. Cryssta dice:

    Tengo muchas visitas que devolver pero se van a tener que esperar porque tú estás primero. ¡Cuánto te he echado de menos!

    Para empezar te doy la enhorabuena por tu embarazo y te deseo que pases una “dulce espera” y cuando vaya a nacer tu retoño “una horita corta”.

    Y ahora al lío.

    Tu relato me ha gustado mucho, ya sabía yo que no me iba a decepcionar. Voy con los mejorables:

    – “Agazapado en la escalera de incendios de un sucio y mal iluminado callejón” es toda una aclaración por lo que yo pondría una coma después

    – dices “retirarán la oferta”, aunque la señora le ofrecería dinero a cambio de matar al marido yo creo que una vez ha aceptado el asesino la oferta ésta deja de ser tal para pasar a un contrato, creo que sería mejor decir “no me pagarán”

    – quitaría la coma detrás de “la sala de baile que vigilo”

    – cuando dices “del bolsillo izquierdo de mi primer trabajo” parece que el trabajo ha sido hacer un traje (ya sabes que soy tiquismiquis, y aunque por el contexto todos lo hemos entendido, tú escribes lo suficientemente bien como para mejorar lo que has escrito). Además especificar que era el bolsillo izquierdo no me parece que aporte nada

    – quitaría la coma tras “riendo y cantando” para dejar solo una aclaración en vez de dos

    – se me hace muy raro un sesentón con mochila y creo que es suficiente con decir “sobre el hombro” sin especificar cual

    – pienso que estaría mejor “que marca sus curvas con un vestido naranja ajustado y lleva largos tacones”

    – quitaría “La besa en el cuello”, el beso en el cuello sería más para iniciar “algo” cuando él ha dicho “hoy no puede ser”, distinto es cuando la besa con dulzura

    – dices que lleva una bolsa de una tienda cara y luego que la bolsa es de plástico, ahora la tendencia es dar bolsas de papel reforzado con asas de cordón, lo digo por si quieres darle más glamour a la bolsa

    – ¿A qué hora desayuna esa familia? ya sé que fuera de España se desayuna más temprano pero a mí se me hace muy raro que en un día que se supone es festivo (están también los nietos) desayunen antes de la ocho (el timbre suena a esa hora y ya están desayunando)

    – siguiendo con el desayuno, no sé cuánto tiempo llevan desayunando (ella mira continuamente el reloj lo cual indica que llevan un tiempo) y tras leer el sobre ella decide que el desayuno tiene que ser especial ¿no es un poco tarde para cambiar el desayuno? ¿champán para desayunar? yo es que estoy acostumbrada al chocolate con churros (esos niños van a salir alcohólicos)

    – otra cosa, se supone que el local cierra sobre la una de la madrugada ¿cómo es que la mujer no demuestra más preocupación si su marido tendría que haber llegado mucho antes a casa o haber dicho que se retrasaría con más antelación?

    Espero que nos sigas deleitando con tus relatos hasta que nazca el bebé que poco tiempo vas a tener luego para escribir.

    Un besazo.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 09:53
  16. 16. Yoli dice:

    Hola L.M.Mateo.
    He encontrado tu relato muy bueno, como siempre que te leo. Es verdad que es un poco previsible, pero eso no significa que sea malo, y en el tuyo no lo és. Me gusta como está escrito, lo he encontrado entretenido y fácil de leer.
    Si quieres leer el mio, soy el 105.
    Por cierto ¡Felicidades por tu próxima maternidad! 🙂
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 12:22
  17. 17. María Kersimon dice:

    Hola, L. M. Mateo, frío como el acero y afilado como una navaja, así es tu cuento. No tengo más que decir, en su género es magistral. La sucesión de hechos que ocurren durante la espera, los transeuntes que pasan por el lugar… todo está justo en su sitio y el final, un broche bien atado. Un aplauso bien grande.

    Escrito el 20 febrero 2017 a las 14:45
  18. 18. LIAH PERSON dice:

    Hola L.M.Mateo, tu relato se envuelve de una atmósfera oscura desde el primer párrafo, y se desarrolla en un tono muy de acuerdo con la trama. Me gusta el modo en que muestras quién es la verdadera instigadora del crimen; una venganza calculada con frialdad y saboreada con gusto en los últimos párrafos.
    Espero poder seguir leyéndote.
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2017 a las 16:10
  19. 19. Marián dice:

    Hola L.M.Mateo. Tu relato me enganchó desde el primer momento. Aunque sea una historia un poco previsible, la forma en que la cuentas consigue trasladar al lector. Y su ritmo tan ágil atrapa, sin duda. Bravo.
    Saludos, (121)

    Escrito el 22 febrero 2017 a las 18:47
  20. 20. Wolfdux dice:

    ¡Chapó! Un relato fabuloso, esta todo perfectamente hilado, felicidades.

    Un abrazo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 11:11
  21. 21. Baltasar dice:

    Encantado, señora L.M.Mateo:
    Créame que ha sido un honor para mí que haya empleado nada menos que 984 palabras en el comentario de mi insignificante relato, al que con sumo gusto trataré de corresponder. Introduzco «insignificante», no por modestia, sino convencido de que lo es; de lo contrarrio, con todos mis respetos por Literautas, estaría publicando mis libros que, por desgracia, ni se me ha pasado por la cabeza, por más que me encante «enredar» en estos juegos. De verdad que le quedo muy reconocido.
    Permítame, señora, que pase a comentar su comentario, que trataré de llevar a cabo con total sinceridad: otra cosa es que en lo que me pueda oponer hierre, pero lo será por desconocimiento. Desde este momento le pido mis disculpas.
    No acabo de entender por qué el narrador en primera persona cree con facilidad confusión en el lector. Creo que no habrá nadie de los que escribimos en Literautas que no haya leído y entendido perfectamente a Daniel Defoe en su Robinson Crusoe. Seguro que también En busca del tiempo perdido, obra en la que Proust centra el relato nada menos que en la subjetividad del narrador. Estoy seguro que ningún «literauta» ha dejado de entenderle. A mí me encanta.
    No, no quiero decir que yo lo haga como ellos. Ojalá.He elegido estos dos autores por ser de todos conocidos, pero usted sabe que son miles las obras escritas desde este punto de vista.
    Pasando a mi problema grave: Jamás creí que no se entendiera que le pedía disculpas por no haberle saludado. Baja alocado. Ni se da cuenta con quién se cruza; pero es Celia. Se conocen y cuando se da cuenta se vuelve, la llama y la pide disculpas. ¿Debí añadir: «perdona que no te haya saludado. Iba distraído?».
    Creo, y creo que usted también, que un escritor no debe ir describiendo cada momento, cada detalle.Eso creo. Pero si es tan grave, perdón a todos.
    Pero no acaba aquí. Parece ser que mi liosa exposición continúa.
    «Volvemos al instante anterior, en el que él, de algún modo es consciente de lo que sucede, nos cuentas cosas sobre Celia, y luego vuelves al momento posterior al saludo, cuando ella ya sube las escaleras y él decide seguirla. Un poco desordenado. Por supuesto, hay antecedentes en la literatura en»- escribe usted.
    Él no es que «decida seguirla». Es que, sí, se le «entreabre» la mente y encuentra atisbos suficientes para comprender que Celia estuvo en ese laberinto de la noche pasada. Quisiera entender que es en este punto en el que se produce «el cambio de giro» que da lugar a la trama, en una especie de flashback (que escribo en cursiva lamentando no se pueda advertir en los envíos).
    NO CUMPLO CON EL RETO.
    Para cumplir con el reto, Literautas nos dejaba enlace de Diana P. Morales diferencias y ventajas de cada tiempo narrativo,sobre cómo escribir en presente. Si lo ha visto, como supongo, el primer ejemplo que toma es el de El Extranjero, de Camus:
    «Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé».
    Es decir, «Hoy, mamá ha muerto. O tal vez (murió) ayer, no sé.
    Tengo la novela de Albert Camús, uno de los grandes, que me encanta, Déjeme que le copie algún ejemplo más. Pongo entre paréntesis los verbos que no van en presente:
    (Tomaré) el autobús de las dos y (llegaré) por la tarde, así (podré) velarla y (regresaré) mañana. (He pedido) a mi patrón permiso. Pero no (parecía) satisfecho.
    En dicho enlace puede leer: Aquí vemos una descripción en (presente) en «El amante», de Marguerite Duras:
    «Llevo un vestido de seda natural, usado, casi transparente. Con anterioridad (fue) un vestido de mi madre, un día (dejó) de ponérselo porque lo (consideraba)demasiado claro. Me lo (dio).
    Repito que dice textualmente: Aquí vemos una descripción en (PRESENTE).
    No sé, pero me parece que algo hemos interpretado mal. O no, no sé.
    EXCESO DE PERÍFRASIS VERBALES – Copio de su comentario
    Exceso de perífrasis verbales, además con la misma estructura (he dicho/ha hecho/he improvisado…): provocan que la lectura y la acción se ralenticen. Todos tendemos a usar perífrasis verbales que, generalmente, se pueden sustituir por verbos simples o incluso por estructuras no verbales.
    ¿Por sintagmas? ¿Seguro?
    Le extraigo de la asignatura: INTRODUCCIÓN A LA LENGUA ESPAÑOLA- Editorial universitaria Ramón Areces, página 164:
    6.Perífrasis verbales
    ¿Qué es una perífrasis verbal?
    • Un conjunto constituido por un verbo auxiliar más un infinitivo, un gerundio o participio y que forman unidad, es decir, funcionan como un solo verbo. Estos verbos auxiliares han perdido su significación principal y aporta matices temporales, aspectuales o modales
    • Perífrasis de infinitivo: ir a + infinitivo
    Vamos a contaros lo que pasó ese día.
    • Perífrasis de gerundio: estar + gerundio
    Está acostumbrándose a lo bueno
    • Perífrasis de participio: ir + participio
    Van vendidos mil ejemplares de este libro
    USO DE LAS COMILLAS
    —Hay otro error muy común en tu texto, y es el de usar las comillas para todo. Efectivamente, has usado las comillas latinas, que es lo correcto. El problema está en que no les has dado un código. Es decir, lo mismo nos marcan los diálogos que los pensamientos del protagonista, y eso genera mucha confusión en los lectores. La cuestión es que el autor marque un código diferente para estas dos acciones (diálogos y pensamientos), que ayuden al lector a establecer un patrón.
    Evidentemente. Siempre uso las comillas angulares, («») llamadas latinas o españolas ─en este comentario hay no pocos ejemplos─. Pues verá, señora, si usted profundizó en el enlace que antes indiqué, observaría que el primer ejemplo de escritura en presente que se nos ofrecía, era, como también dije, El Extranjero, de Albert Camus. Es una obra que admiro tanto que me dio por volver a leerla inmediatamente.
    Permítame copiar un pequeño párrafo:
    «El empleado de las pompas fúnebres me dijo algo que no entendí. Le dije: «¿Cómo?». Repitió señalando al cielo: «Pega fuerte». Contesté: «Sí». Poco después me preguntó: «¿Es su madre la que va ahí?». Repetí: «Sí». «¿Era vieja?». Contesté: «Más o menos», porque no sabía la edad exacta.
    Le invito a que me encuentre una sola , repito, una sola raya de diálogo en el conjunto de la obra. Hay algunas, no muchas, para delimitar incisos.
    Aquí tiene usted contestada su observación sobre el empleo que hice de las comillas. Me pareció interesante esta manera de escribir, y como me gustan los experimentos me pareció ideal para llevarlo a mi relato.
    El inicio del relato está escrito con muchas negaciones. No es incorrecto, pero es preferible escribir en positivo siempre que podamos, sobre todo al principio del texto, donde debemos enganchar al lector.
    Nunca lo oí, Pero puede que tenga su razón de ser.
    En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre NO quiero acordarme
    El caso es que, a consecuencia de la falta de descanso, me he levantado de un humor de perros”. Otro de los pecados que cometemos todos es tratar al lector de tonto. Del párrafo ya se deduce que se levanta de un humor de perros “a consecuencia de la falta de descanso”. Esa explicación entre comas,
    Me va a perdonar, pero jamás he tomado al lector por tonto. Yo, no. En cuanto a que se deduzca, no estoy de acuerdo. Por otro lado, a mi relato le venía de perlas por cuanto luego acontece, aunque acontezca mal, como usted indicó.
    —”Lleva una alianza. Ignoro qué secreto encierra. Es bonita…”. Cuidado, que hasta que llegamos a “simpática” no sabemos si “secreto” y “bonita” hacen referencia a la alianza o a Celia.
    Me ha dado un susto de muerte. Me he tirado de bruces a mi relato en busca de la palabra «simpática» creyendo que estaría , no sé, como seis u ocho oraciones abajo…Perdóneme: creo que aquí se ha pasado de la raya. Con todo respeto.
    Los errores que siguen los paso. Soy muy mal mecanógrafo. Seguro que aquí va a encontrar no pocos fallos iguales o peores.
    ¿Forzado lo del ratón? A mí es un final que me satisface. Imagínese que mi relato lo lee alguien que no sabe nada de las doce palabras.
    Creo que me hubiera sido facilísimo meterlo casi en cualquier párrafo. Lo dejé adrede para el final
    En todo caso, un gran trabajo el suyo.
    Mi más cordial saludo

    Escrito el 23 febrero 2017 a las 23:00
  22. 22. beba dice:

    Hola, LMMateo:
    Me sumo a los aplauso que merece tu relato. Genial por donde se mire: inspiración original, muy buenas descripciones de ambientes u de personas,humor(La Viuda Alegre). El inaltable plus: manejo correcto de la escritura.
    Un abrazo.

    Escrito el 26 febrero 2017 a las 00:41
  23. 23. Lemo dice:

    Hola L.M.Mateo

    Como ves, poco tiempo dispongo este año.
    Tu relato me ha parecido genial, así como el uso de las 12 palabras, allí bien camufladas en su momento exacto.

    Felicidades

    Escrito el 27 febrero 2017 a las 20:03
  24. 24. Roger/NHICAP dice:

    Hola L.M.,
    Se vino encima el fin de mes y no quiero dejar de comentar tu relato.
    Me ha gustado mucho, la idea, la construcción y esa trama bien narrada que da gusto leer. Me parece un trabajo de alta calidad literaria, y quedas anotada en mi lista de favoritos.
    Además, destacaría el inteligente final para rematar la faena.
    Yo interpreto que el hijo mayor es conocedor del encargo de su madre al asesino a sueldo, y quiere humillar a la sirvienta/amante que unas horas antes dejó a Martínez camino de su casa. Le pide que sirva champagne para celebrar que su padre, extrañamente ausente, haya regalado unas entradas a su madre como regalo de cumpleaños.
    Resulta algo exagerado y más a esas horas. Pienso eso para explicarme que el primogénito se dirija a su madre con el tratamiento respetuoso de “madre” y a la sirvienta le mencione a su padre de un modo más familiar, como es “papá”.
    Otra cosa, me encantó leer los estupendos comentarios que intercambiaste con algunos compañeros, me han resultados muy útiles ambos para afianzar conocimientos gramaticales.
    Un detalle nimio: creo que el camarero fumaría un cigarrillo, no un cigarro. En otros países de habla hispana, cigarrillo es nuestro pitillo y cigarro es el puro.
    Hasta la próxima entrega, un abrazo.

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 12:45
  25. 25. L. M. Mateo dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Sigo devolviendo visitas, a paso de tortuga, eso sí.

    Cryssta: algunas de tus sugerencias me han parecido fantásticas, y otras coinciden con las de varios compañeros, así que las aplicaré en el texto.
    Respecto al beso en el cuello: supongo que cada uno percibe el erotismo de un modo distinto. Para mí no tiene el significado que tú le has dado: es más bien un acto íntimo entre dos amantes que se quieren, no necesariamente el inicio de un cortejo sexual.

    Lo mismo sucede con el desayuno: en cada casa hay unas costumbres. En la mía siempre se desayuna temprano (el fin de semana, como tarde, empezamos a las ocho). De todos modos, en ningún momento he dicho que sea fin de semana. En las ciudades de provincias, como la mía, llegar al trabajo y a los colegios es algo que se puede hacer en diez minutos o incluso menos. Vamos, que podría ser un martes cualquiera. 😉

    Roger, tu interpretación de ese final es perfecta. Aunque creo que hay algo que se ha escapado a la mayoría, lo que quiere decir que el error es mío: el asesino manda un sobre en el correo urgente. Es el mismo sobre que reciben en la casa por la mañana: las entradas son el código para comunicar que el trabajo ya está hecho.
    Efectivamente, el hijo lo sabe todo, y esa familiaridad con la criada es una forma de humillación.

    Respecto a “cigarro”, en España es como llamamos a los “cigarrillos”. Aunque sé que en el mundo latinoamericano hace referencia a los puros, lo cierto es que utilizo la variante peninsular (aunque lleve cuatro años ya en zona latina). No es ningún error, es una decisión propia que tiene que ver con la forma de expresarnos en cada país.

    Muchas gracias a todos.
    Seguiré devolviendo las visitas mientras escribimos el nuevo reto.

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 14:43
  26. 26. Roger/NHICAP dice:

    Tienes razón L.M, Efectivamente, los españoles, según la región de procedencia y la edad, empleamos cigarro, cigarrillo y pitillo para referirnos al cigarrillo, palabra esta que se utiliza en los países de habla hispan que conozco.

    Escrito el 28 febrero 2017 a las 17:36
  27. 27. Anael dice:

    ¡Hola L.M. Mateo!

    Lo primero, enhorabuena por tu embarazo, aprovecha para escribir ahora que vas a tener algo más de tiempo que después, que los chiquillos dan muchas alegría pero son una máquina del tiempo… de las que lo roban, no las que te dejan retroceder.

    Me ha gustado mucho tu relato. Frío y directo. Un lenguaje estupendo, fluido, un ritmo impecable y un final que deja helado porla fraldad de la familia. Ortografía y puntuación, perfectas. Sólo hay una cosita que te voy a señalar:

    “Una pareja joven que pasa por el callejón, riendo y cantando, completamente borrachos, interrumpe mis pensamientos.”
    Creo que hay falta de concordancia entre pareja y borrachos, tendría que ser pareja borracha, ¿no? Eso o cambiamos el orden de frase. Aquí te dejo mis dos sugerencias:

    a) Una pareja joven que pasa por el callejón, riendo y cantando, completamente borraca, interrumpe mis pensamientos.

    b) Una pareja joven que pasa por el callejón, riendo y cantando, interrumpe mis pensamientos. Están completamente borrachos.

    He disfrutado con tu relato, no se nota nada las palabras que has tenido que meter obligada y el reto opcional está perfecto. Puntuación de diálogos estupenda (que es una piedra que se nos atraganta a todos), así que mi enhorabuena. Eltexto me ha gustado (el género no es el mío y aún así me ha encantado), creo que el asesino está muy bien descrito y nos mete bien en la historia.

    Espero que la sugerencia te sirva de ayuda 😉

    Si tienes tiempo me encantaría que te pasaras por mi texto (31) a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 🙂

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    Escrito el 1 marzo 2017 a las 21:31
  28. 28. L. M. Mateo dice:

    Hola, Anael:

    Hoy he subido el relato al blog y al releerlo esa frase me chirríaba, algo dentro de mi cabeza me gritaba “Borrachos”, pero se me escapaba el porqué.
    Gracias por iluminar el camino.
    Y es que muchos ojos, ven mejor que dos.

    Tengo que devolver muchas visitas todavía y esta semana voy contra reloj (empiezo la baja el 13 y tengo que dejar bastantes cosillas listas en el trabajo), pero iré pasando durante esta quincena por todos los relatos.

    Un abrazo.

    Escrito el 2 marzo 2017 a las 01:31
  29. 29. Vespasiano dice:

    Hola L.M.Mateo:
    Aunque tarde, no he querido dejar de pasar a leer tu relato que me ha parecido muy descriptivo haciendome ver observando la escena desde una de esas ventanas donde los vecinos “putean” a los borrachos. Yo me hubiera unido a ellos para reprocharles su comportamiento incivico.
    Al comienzo de la lectura me choco ver escrito: “…escalera de incendio de un sucio y mal iluminado callejon…”. Pienso que deberia ser: “…escalera de incendio de un viejo edificio en un sucio y mal iluminado callejon…”
    .
    Paro por aqui. Estoy escribiendo desde mi movil, y ambos no somos de ultima generacion. Asi que borro mas que escribo, me faltan tildes y me sobraran letras.
    Resumiendo, tu relato me ha gustado.
    Felicidades por tu embarazo. Enhorabuena.

    Escrito el 5 marzo 2017 a las 12:33
  30. 30. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola L.M.Mateo, felicitaciones por la buena historia, lo ingeniosa, lo bien escrito y por cumplir el reto. Es un placer venir a leerte. Saludos.

    Escrito el 5 marzo 2017 a las 14:04

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