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Abril - por Diego Corin
Abril
La mañana está totalmente despejada, el cielo celeste intenso se camufla en el horizonte con el océano sereno y cristalino formando un techo abovedado increíblemente bello. Todo en una misma pincelada.
Desciendo los doce escalones que me separan de la playa y camino. La arena todavía no tomó temperatura, aún así invade mi cuerpo ésta placentera sensación.
Mi pasión es caminar descalza por la costa cada comienzo del día. Disfruto la ambigua sensación de pasar de la arena seca a la húmeda en apenas unos pasos. Mi secreto es el ritmo, voy pausada, tranquila, respirando al unísono con mí andar, las diminutas olas besando mis pies, dejando efímeras huellas de regalo en cada paso.
Cual esfera naranja, el sol, que apenas comienza a tomar altura, me acaricia con todo su poder, incluso en estos días de Abril. Es mi compañero fiel para éste tango que bailo cada mañana en plena ribera.
Algunas gaviotas me saludan con su vuelo raso, a escasos metros, graznando en un confuso y desordenado revoloteo en donde se pierde también un chorlitejo entrometido.
Esponjosas y abstractas nubes de salitre visten mis pies formando graciosas botas que desaparecen con la ventisca.
Un roedor cruza a la carrera por delante de mí a unos veinte o treinta metros, curiosea en un frasco vacío que apenas toca el agua, levanta la mirada en mi dirección y vuelve a toda prisa al cobijo de su matorral en la cima de la duna. Él también tiene un ritual que cumplir, parece.
Vivir acá me permite esto. Descender la escalera y caminar a lo largo de ésta playa, es el talismán que tengo para la serenidad y la introspección. Es mi alianza con la naturaleza y mi confidente. Es mí guarida al aire libre.
Camino sin reloj porque no me preocupa el tiempo, lo llevo en la piel, sus marcas me visten.
Levanto caracolas mientras respiro muy profundo invadiendo mis pulmones de aire puro y paz. Está fresco pero no lo siento, Abril tiene eso.
La calma que tiene la marea hoy hipnotiza, forma un espejo plateado único que reproduce a la perfección un sol gemelo en su superficie.
No hay otras pisadas pues las mías son las primeras de hoy, las de ayer ya desaparecieron y tal vez nadie se percató de ellas, éstas no durarán mucho en desvanecer su breve existencia.
Con la mirada perdida y a solo unos metros del muelle doy media vuelta, le planto mi mejor perfil al viento para regresar a seguir siendo la viuda de la casa de la playa.
Y mira que a mi no me gusta mucho la playa. El mar sí, el sol, sí (con moderación). La playa no.
He deseado estar en tu lugar, andar sobre la arena aún fresca, del rocío de la noche. He deseado sentirme como tú te sientes. Me has dado una paz y una cierta envidia sana, si es que puede la envidia ser sana alguna vez.
Mil gracias, Diego y enhorabuena.
Quien puede transmitir tal sensación sólo con palabras en, en sí, un verdadero artista.
Saludos cordiales, compañero.
¿Qué tal Diego?
Tu poesía en prosa o tu prosa lírica, como queramos llamarla, me ha emocionado. Este estilo es uno de mis preferidos.
Enaltece el alma y dan ganas de agradecer a la vida que podamos vivir estos momentos.
Te escribo estas palabras de elogio, con el Mediterráneo a mis pies.
Ni me he fijado si faltan o sobran comas, si hay puntos o no.
Es una belleza de poema.
Te seguiré leyendo.
¡Hasta la próxima!
Buenos días, que gran relato. Hermoso y emotivo, plagado de poesía, bellamente escrito, se siente el personaje, es tan real que uno comparte las sensaciones que ella describe, es impresionante como creas la atmósfera, el ritmo y el tono adecuado para contarnos la historia de una viuda solitaria que encara su vida. No sé por qué me recordó tanto el estilo de Virginia Woolf. Gracias. Gran relato.
Estoy en el 232 por si quieres darle una leída. Un abrazo.
Hola gente ….
Realmente disfruto escribir y desde luego leer. Al descubrír Literautas me tomo un tiempo cada día para ponerme en contacto con ustedes.
Gracias por las devoluciones, estaré leyéndolos en breve.
Hola Diego. Tu relato realmente me ha gustado. Las texturas, el aire, las sensaciones. Todo narrado con detalle y poesia,y muy fluido. Mucho gusto de leerte!!
Desde ya agradecido por tu comentario Marula.
Hola Diego
Ante todo darte las gracias por pasarte por mi relato.
El tuyo es un hermoso relato costumbrista que deja un amable sabor de boca tras su lectura.
Yo también quiero un casa en la playa, en una que tenga marea como no podía ser de otra manera. Pero mejor si es con mi mujer y no viudo.
Felicidades.
Hola Diego Corín.
Un hermoso texto poético que transmite paz y serenidad.
Interesante personaje para continuar, con su viudez y su hábito más que saludable, en paz con la naturaleza.
Sigue escribiendo.
Hola Laura….. como tu lo has dicho, es un relato que continúa, tal vez en algún otro reto lo suba a Literautas.
Abrazos y muchas gracias por pasar.
¡Hola Diego!
Muchas gracias por tu cometnario, tan breve y a la vez tan expresivo. Me gustaría ser un poco más así, pero soy incapaz. Aquí vengo a devolverte la visita, y has tenido la mala suerte que vengo de hacer alguna más que debía y me he lanzado directamente a leer tu relato en voz alta. Lo primero decirte que es precioso, pero esta técnica (la de leer en voz alta) me hace ver errores que de otra manera me salto por la belleza del texto. Así que tengo unos cuantos apuntillos. A continuación te pongo los detalles que me han gustado y algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las toas y si no las dejas 😉 :
1. “Desciendo los doce escalones que me separan de la playa y camino. La arena todavía no tomó temperatura, aún así invade mi cuerpo ésta placentera sensación.”
Varias cosas:
a) Pondría “de la playa y del camino”.
b) Tomó está en pasado y te impide cumplir elreto perfectamente, así que creo que lo puedes cambiar a “ha tomado”.
c) ésta es determinante de sensación, así que no debería estar acentuada. Si fuera pronombre no me metería, porque soy la primera que renuncia a dejar de acentuarlos 😉
2. “Mi secreto es el ritmo, voy pausada, tranquila, respirando al unísono con mí andar, las diminutas olas besando mis pies, dejando efímeras huellas de regalo en cada paso.”
Dos cosas:
a) Pondría dos puntos en vez de coma entre ritmo y voy, ya que vas a explicar cómo es el ritmo.
b) Mi andar no lleva tilde.
*Me encnatan las efímeras huellas de regalo 🙂
3. “Es mi compañero fiel para éste tango que bailo cada mañana en plena ribera.”
Tilde en este es incorrecta porque es determinante.
4. “Descender la escalera y caminar a lo largo de ésta playa, es el talismán que tengo para la serenidad y la introspección.”
Eliminaría la coma entre el es y playa, creo que es más fluido si el CD va unido al verbo. Ah y hay otra tilde en el determinante esta… 😉
5. “Es mí guarida al aire libre.”
Mi sin tilde.
6. “No hay otras pisadas pues las mías son las primeras de hoy, las de ayer ya desaparecieron y tal vez nadie se percató de ellas, éstas no durarán mucho en desvanecer su breve existencia.”
Repuntuaría lafrase para darle un ritmo más pausado como es el del realto en general. Así:
No hay otras pisadas, pues las mías son las primeras de hoy. Las de ayer ya desaparecieron y tal vez nadie se percató de ellas. Éstas no durarán mucho en desvanecer su breve existencia.
Esta vez la tilde sí procede porque éstas funciona de pronombre, aunque las reglas modernas dicen que si no hay ambigüedad no se debería poner… De momento es un poco a tu elección, más adelante acabarán imponiendo la recomendación. Yo trato de acostumbrarme, pero sólo lo consigo a medias 😉
7. Tu realto es lento, delicioso, poesía en prosa. Se degusta la playa y sus arenas, sus olas y los destellos naranjas de esa esfera de fuego… Qué bonito te ha quedado. He disfrutado mucho de la atmósfera que creas con las palabras.
8. Has encajado estupendamente las palabras del reto. No se notan según las lees y fluyen dentro deltexto como parte de tu poesía. Ahora tengo ganas d escribir algo así de bonito y delicado.
Bueno, perdona que haya muchas correcciones, pero en realidad debes consolarte pensando que me implico más cuanto más me gusta un texto^^’
Eso quiere decir que tu texto me ha encandilado. Explicas una acción tan sencilla como pasear por la playa llevándonos hasta ella a través de un tapiz de sensaciones. Precioso. Espero no abrumarte con las lentejas, y ya sabes, todas las que quieras las dejas 😉
Un relato hipnótico.
Mis más sinceras felicitaciones 🙂
¡Un abrazo, nos leemos!
Anael….
Que buen trabajo que hiciste.
Tus lentejas riquisimas y abundantes. Leí mi relato en voz alta y “madre de Dios!!” entiendo todas y cada unas de tus correcciones y sugerencias. Hasta me vendría bárbaro tenerte cerca para fortalecer y nutrir mi escritura.
Algún taller a cargo tuyo y me prendo.
Gracias por tu punto de vista ….. abrazo.
Diego, hola.
Tu relato es increíblemente poético. ¡Que gustazo da leerlo!
Te cuento que yo vivo muy cerca de la playa y caminar descalza por la orilla es muy relajante. De verdad que leerte ha logrado transportarme a esa paz que solo te puede conceder el sonido del ir y venir de las olas y la brisa fresca en el rostro.
Sin duda alguna estaré al pendiente de tus relatos para volver a leerte. Gracias por pasarte por el mio y dejarme tus impresiones.
Besos y abrazos para ti.