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Mentiras - por Sandradee
A las doce en punto suena el reloj del campanario. Decide que no puede esperar más y se pone el abrigo de paño; la mañana ha sido fría. Mientras baja la escalera escucha una débil música de tango proveniente, seguramente, de alguno de los apartamentos en el segundo piso. No puede evitar sonreír: mentalmente se transporta a su querida y añorada infancia, en su amada y lejana Argentina.
Cuando llega al bajo se encuentra con la señora Otilia. Genial: a quien menos le apetece ver en ese momento. Es la típica señora mayor que no puede dejar de hablar. En el fondo, a veces, le da lástima. Sabe que es viuda y está sola, y no tiene a nadie con quien conversar, así que normalmente se detiene y la escucha. Pero hoy no es el día más adecuado para ello. Tiene que llegar como sea a casa de Juana antes de que ésta se marche.
– Buenos días, joven – ella se para justo delante de la salida.
– Buenos días, señora Otilia – responde él, rodeándola. – Lo siento, pero tengo que hacer algo muy urgente.
– Vaya… Qué misterio… – se aparta de la puerta – Ya me contarás a que viene tanto secreto…
Él sonríe, amable, y piensa que no, que esto no lo puede saber nadie. No soportaría que, de un modo u otro, esto llegara a oídos de Lucía. No sabía que ese regalo le iba a salir tan caro: un frasco naranja que parecía no tener demasiado valor, se había convertido en una especie de talismán para Lucía, así que lo tiene que recuperar como sea, aunque tenga que romper la alianza con Juana. Seguramente ésta terminará hablando, pero ya encontrará la manera de negarlo todo. De un modo u otro, Lucía siempre se cree sus mentiras. Y no, no se siente orgulloso de ello: cada vez que esto ocurre se promete que será la última vez.
Mientras cruza la calle observa un ratoncillo, aplastado, seguramente atropellado por un coche, y se imagina a sí mismo tan jodido como ese roedor si no recupera el objeto antes de que Juana se marche y Lucía llegue.
Mira su reloj: Las doce y diez. Vamos bien, se dice mentalmente. Sortea contrariado algún charco, fruto de la lluvia de la mañana, y rodea alguna calle cortada por el mismo motivo.
A lo lejos puede observar ya la casa de Juana. Acelera el paso. Las doce y veinte. Diez minutos, solo diez minutos y todo el lío estará solucionado.
Gira la esquina y siente como se le encoge el estómago: el autobús que Juana suele coger, se aleja calle arriba. Todavía le da tiempo de apreciar la voluminosa cabellera pelirroja de la mujer. No puede evitar darle una patada a una papelera para después poner una mueca de dolor. Se pasa las manos por la cara. Pero ya no hay mucho que hacer: ha sido su culpa, esta vez lo va a tener que asumir y quizás hoy sea un buen día para empezar a ser sincero con Lucía.
Hola Sandra, me parece que eres nueva por aquí o no me había tocado leerte, de cualquier forma es un placer leerte.
Te comento un par de cosas, la palabra “esta” no lleva tilde a menos que genere ambigüedad. No es correcto usar el guion que usas para tus diálogos es mejor usar la combinación de teclas ALT+0151 (—) si vas a usar pensamientos o diálogos indirectos usa las comillas españolas («) AlT + 174 apertura y ALT+175 cierre (»)
Referente a tu historia, la misma se llama mentiras pero no nos cuenta en si cuales son las mentiras, solo haces saber al lector que el protagonista es un mentiroso; sin embargo la historia en si trata de un chico que quiere recuperar un frasco naranja que tiene otra chica que le pertenece a otra chica.
No puedo decir que no me gusto; pero si hay aspectos que hay que cuidar.
Un gusto leerte, mi relato es el 139 arriba del tuyo, saludos.
Hola Cesar, sí, es la primera vez que escribo. Muchas gracias por comentar, si estoy aquí es para aprender y corregir los errores que hago. Era uno de mis propósitos de año nuevo: participar en este taller, que llevo siguiendo hace tiempo, cada mes. Esperemos que para final de año haya pulido esas cosillas. Tengo que reconocer que para ser el primero, ha sido bastante complicado montar una historia a partir de esas palabras, pero de eso se trata también, de trabajar la creatividad 🙂 muchas gracias por tu comentario, en cuanto pueda me paso por el tuyo. Nos leemos!
Hola Sandra,
Primera vez, pero has cumplido con el reto del narrador de tiempo presente, que he visto, para muchos no es tarea fácil.
En cuanto a las doce palabras, vi algo forzado lo del ratón.
Por lo demás tu historia fluye bien, con un final que deja muchas preguntas.
Nos escribimos,
Gracias por comentar, M.M. Ariel.
Tienes razón, para mí fue más fácil escribir en presente que montar una historia con esas palabras y encajarlas de una manera coherente.
A seguir practicando. Saludos.
Hola Sandra,
También es mi primera vez en Literautas, así que ánimo.
Me ha gustado tu relato, elaborado en tiempo presente, cosa que a much@s nos ha costado lograr.
Personalmente, me quedo con la duda de la existencia de esos engaños o mentiras. Me ha costado hilar el contenido final. Por lo demás es práctico de leer y rápido. Eso me gusta.
Saludos 🙂
Hola, Sandra:
Aquí llego a paso de tortuga devolviendo las visitas.
Tienes un estilo muy depurado, ortografía correcta (lo poco que he encontrado es por desconocimiento de la forma) y una forma sencilla de relatar las cosas.
El relato me ha gustado, pero la mentira de la infidelidad que se desprende del texto no queda clara en una primera lectura (y ten en cuenta que la mayoría de la gente le dará solo una oportunidad), así que puedes empezar a trabajar por ahí. ¿Queda claro lo que pretendo decir? Si puedes darle tu texto a alguien para que lo lea, hazlo. En este caso, ha quedado un poco confuso.
Respecto a la ortografía y gramática, ya te han llamado la atención sobre el uso de la raya en los diálogos. Tengo que decirte que, además, están mal puntuados. Te lo reescribo de forma correcta:
—Buenos días, joven. —Ella se para justo delante de la salida.
—Buenos días, señora Otilia —responde él, rodeándola—. Lo siento, pero tengo que hacer algo muy urgente.
—Vaya… Qué misterio… —Se aparta de la puerta—. Ya me contarás a qué viene tanto secreto…
La puntuación de los diálogos no es sencilla y lleva tiempo de práctica hacerse con ella. Aquí en Literautas hay algunas entradas sobre la puntuación de diálogos, si no recuerdo mal una es de octubre de 2015. En mi blog hace poco he redactado una serie de artículos explicando cómo puntuarlos. Para ir allí, solo tienes que pinchar en mi nombre.
—”a que viene tanto secreto”. Ese “qué” va acentuado, ya que es interrogativo.
—”Mira su reloj: Las doce y diez.”. No tiene sentido la mayúscula en el artículo “la”. O lo pasas a minúscula o cambias los dos puntos por un punto.
—La recomendación general de RAE es no tildar los pronombres demostrativos ni el adverbio “solo” bajo ningún concepto. Aún así, sigue siendo una recomendación, así que…
—Usas mucho los dos puntos. No está mal, al contrario, pero es uno de esos recursos que llaman mucho la atención y que si se usan a menudo pueden perder su golpe de efecto en un momento concreto. Intenta moderarlos un poco, así cuando de verdad quieras llamar la atención sobre algo podrás usarlos sin que pierdan dramatismo. Esto, por supuesto, es una recomendación personal.
Un abrazo.
Gracias Gema y L.M. Mateo por comentar.
Gema, en breve me paso por el tuyo, muchas gracias 🙂
L.M. Mateo, muchas gracias por tus consejos y dedicación. Tienes razón, los diálogos son algo que tengo pendiente hace mucho tiempo. Le he echado un vistazo a tu blog, muchas gracias por recomendármelo. Me voy a imprimir los tres apartados sobre diálogos y a estudiarlo a fondo, a ver si para el siguiente reto lo hago un poco mejor.
Referente a lo de la infidelidad, es verdad, creí que insinuar y dejar un final abierto a la imaginación era buena idea, y ya veo que no, o al menos no del modo en el que lo he hecho. Lo tendré en cuenta.
El qué sin acentuar, la mayúscula en ese Las han sido errores de falta de corrección. Si lo hubiera leído un par de veces más seguro me hubiera dado cuenta… y el sólo, sí, sabía la nueva norma, pero aún no me acostumbro jeje.
En fin, muchas gracias por tomarte tanto tiempo conmigo, lo aprecio mucho. Por cierto, enhorabuena por tu maternidad, yo también estoy embarazada y me quedan 5 semanas… tengo mucho miedo jeje.
Un saludo.
Uys, cinco semanitas, qué nervios. Si te sirve de consuelo a mí me quedan 8 también, así que iremos casi a la par en lo de dar biberones y cambiar pañales. Además, también soy primeriza, así que entiendo tus miedos a la perfección.
Igual deberíamos mudarnos temporalmente a algún foro de maternidad, jajaja.
Te deseo un parto rápido y sencillo.
Un abrazo.
Hola Sandra:
¡Felicidades! por tu maternidad y por integrarte a este taller.
Las cosas a mejorar, ya te las han señalado muy bien.
Al igual que M.M.Ariel veo que a pesar de ser tu primera participación has cumplido muy bien con el reto y eso está genial, porque en verdad que nos ha puesto de cabeza a muchos.
Ánimo y sigue escribiendo. Se te da bien.
Gracias por tus comentarios a mi relato.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.