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El mentiroso. - por Yoli
Dos amigos están hablando en la habitación de uno de ellos.
—¿Me estás diciendo que Verónica ha aceptado salir contigo esta tarde?, estoy flipando, y más porque pareces tan tranquilo. Mírate, aquí sentado, estudiando… —miró la cubierta del libro y leyó "Diccionario de latín", —¿latín?, ¡por Dios, Ernesto!, ¡pero si eso ya no lo habla nadie!, vaya manera de perder el tiempo.
—Pues a mí me gusta, aunque no lo parezca es…
—¿Y a donde le vas a llevar?
—Al cine. Ya he comprado las entradas, están ahí —señaló con la cabeza la mesilla de noche.
—¿Stars Wars?, ¿estás de coña?, tío, llévala a ver una peli romántica, ¡no, espera!, mejor de miedo, así aprovechas para meterle mano —se ríe con su propia ocurrencia.
—Yo no voy a meterle mano. Además, ella me dijo que le gustaba la saga, así que…
—Ya veo… —estuvo unos segundos en silencio —perdona que sea tan franco, pero te lo tengo que preguntar ¿cómo tú, un empollón escuálido, ha conseguido tener una cita con la chica más buena de la universidad?
—Es que vamos a la misma clase de mates y a ella no se le da muy bien, así que yo le ayudo. —Se sonrojó ligeramente.
—Ya, o sea, que es una especie de agradecimiento, ya veo… bueno, de todas maneras tienes que aprovecharlo y poder ligártela, una ocasión así no se presenta todos los días. Aunque claro, una tía como ella no será fácil de impresionar.
Mientras Ernesto iba terminando el trabajo, Javier se encontraba sentado en la cama, en silencio, pensando y murmurando para si, cuando al mirar una foto que estaba colgada de la pared, y que era del último carnaval, se veía a la hermana de Ernesto con un disfraz de época y un antifaz, empezó a abrir mucho los ojos y la boca.
—¡Se me acaba de ocurrir una idea magnifica para que Verónica se fije en ti! —se levantó de la cama y empezó a caminar deprisa por toda la habitación —¡me disfrazaré de ladrón e intentaré atracaros!, tú te pondrás en medio, intentarás atacarme y yo huiré.
—¿Pero te has vuelto loco?, no pienso hacerlo.
—¿Pero por qué no?, es una gran idea, seguro que así ella te verá como a su héroe. Mucho feminismo, mucha independencia y todo ese rollo, pero en el fondo una tía se derrite al mirar a su chico protegerla.
—¡Pero que dices! si yo no soy su chico… además, ¿y si nos descubre? no solo quedaré como un mentiroso y un imbécil, sino que no querrá volver a verme en la vida.
—Tú tranquilo, no nos descubrirán —se frotaba las manos con entusiasmo —aunque podrías habérmelo dicho antes, lo hubiera preparado todo mucho mejor, pero en fin… ya verás, tú déjamelo a mí. Ahora venga, levántate, que tenemos que ensayar.
Esa misma tarde, Carlos y Verónica van camino del cine. Ella le está diciendo algo de la universidad, pero él se hallaba tan nervioso, que no le presta mucha atención. Entran por un callejón, y a la mitad del recorrido, aparece Javier, que estaba escondido detrás de unos contenedores. Lleva un pasamontañas y les apunta con un cuchillo.
—¡Dadme todo lo que tengáis!, y nada de jueguecitos ¿entendido?
Carlos iba a realizar lo que habían ensayado aquella mañana, pero entonces Verónica empieza a llorar, mientras iba avanzando y diciendo que no les hicieran daño, y antes de que Javier pudiera reaccionar, ella le coge la muñeca, se lo retuerce hacia atrás, obligándole a soltar el cuchillo, momento en que le da una fuerte patada en la entrepierna. Él cae de rodillas, gimiendo del dolor.
Después le pega una patada al cuchillo, se da la vuelta y se acerca a Carlos. Él da un paso atrás, pensando que también le iba a pegar.
—¡Tenemos que irnos!, hay que llamar a la policía. Ya se encargaran ellos de este —él no reacciona, solo miraba como su amigo se retorcía en el suelo.
—No te preocupes, no se moverá de aquí —le mostró una sonrisa picara —es lo que tiene enfrentarse con alguien que posee el cinturón negro de kárate.
Hola, Yoli.
Está genial. Los personajes, las situaciones, lo has recreado todo magistralmente.
Sólo una cosita… me parece que ya te ha ocurrido alguna otra vez. Tienes que fijarte en que el género y número coincidan…
“le coge la muñeca, se lo retuerce hacia atrás”
“Le coge la muñeca, se LA retuerce hacia atrás”. (Le retuerce la muñeca).
Por lo demás nada que decir. Puede que falte alguna tilde, pero en conjunto, fantástico.
Un saludo, compañera. Nos leemos.
Hola Yoli!
Me gustó tu relato. Es ágil, bien llevado, los diálogos y la trama es verosímil con un final que ni los personajes esperaban ni el lector. Muy bien!
Algunas cosas que corregir:
—¿Y a donde “la” vas a llevar?
Faltan algunas tildes:
murmurando para “sí”, magnífica, encargarán, pícara.
—¡Pero “qué” dices! (faltó la tilde)
“cómo” su amigo se retorcía en el suelo.(cómo con tilde)
y más bien karate sin tilde.
Felicitaciones.
Mi relato es el #3
Hola Yoli.
Gracias por leer mi relato.
El tuyo me ha gustado. Tiene un ritmo rápido, los diálogos son verosimiles y el final es interesante.
Yo quitaría la primera frase. Empezaría directamente con el diálogo.
Veo un problema con los tiempos verbales: empiezas narrando en pasado y luego pasa la acción al presente y vuelve al pasado.
Nos seguimos leyendo. Saludos
Hola Yoli:
Me ha gustado mucho tu relato. Muy simpático y natural.
Los diálogos parecen sacados de una conversación real y hacen parecer a los personajes, asimismo, personas que te pudieras encontrar por la calle.
Si te apetece pasarte soy tu vecina de arriba.
¡Felicidades, nos leemos!
Hola
Gracias por tus comentarios a mi relato.
Vamos primero con las cositas que he encontrado para corregir. Hay que prestar atención a los signos de puntuación, a veces es mejor poner punto y seguido que dejar que la frase sea demasiado larga.
—¿Me estás diciendo que Verónica ha aceptado salir contigo esta tarde?, estoy flipando, y más porque pareces tan tranquilo. Mírate, aquí sentado, estudiando… —miró la cubierta del libro y leyó “Diccionario de latín”, —¿latín?, ¡por Dios, Ernesto!, ¡pero si eso ya no lo habla nadie!, vaya manera de perder el tiempo.
Corregido:
—¿Me estás diciendo que Verónica ha aceptado salir contigo esta tarde? Estoy flipando, y más porque pareces tan tranquilo. Mírate, aquí sentado, estudiando… —Miró la cubierta del libro y leyó “Diccionario de latín”—, ¿Latín? ¡Por Dios, Ernesto! ¡Pero si eso ya no lo habla nadie! Vaya manera de perder el tiempo.
—¿Y a donde le vas a llevar? ———– —¿Y a dónde la vas a llevar?
—Al cine. Ya he comprado las entradas, están ahí —señaló con la cabeza la mesilla de noche. —————- Señaló
¡¡Stars Wars, noooooooooooooo, que te canean los fans de la saga!!!!! ¡¡STAR WARS!!!!!!!
—¿Stars Wars?, ¿estás de coña?, tío, llévala a ver una peli romántica, ¡no, espera!, mejor de miedo, así aprovechas para meterle mano —se ríe con su propia ocurrencia.
Corregido
—¿Star Wars? ¿Estás de coña? Tío, llévala a ver una peli romántica. ¡No, espera! Mejor de miedo, así aprovechas para meterle mano. —Se ríe con su propia ocurrencia.
En tu relato hay más cosas para corregir, pero son del mismo estilo que todo lo anterior.
En cuanto al contenido, que es lo más importante, creo yo, porque es donde de verdad se pone a prueba el talento como escritor, pues las faltas y errores gramaticales se pueden corregir, pienso que tu relato es entretenido (inspirado un poco en tantas y tantas pelis de Hollywood) y está bien tramado, con los personajes que parecen personas de la vida real.
Un saludo
Hola otra vez
Perdona, me he fijado en otra cosa que se me había escapado:
(…) leyó “Diccionario de latín”—, ¿Latín? (…)
Mejor así: (…) leyó “Diccionario de latín”—. ¿Latín? (…), con punto entre latín latín.
Un saludo
Saludos Yoli:
Este mes mi musa no ha regresado de vacaciones y el tiempo no sobra, así que no participe. Pero, no deseaba perderme de leer a algunos de ustedes. Y como soy una quisquillosa horrenda, solo comentaré a quien ha cumplido con su cuota de tres comentarios después del suyo. Y tú lo hiciste.
Me gusta comentar lo mejorable primero y luego los halagos.
Creo que este relato no fue muy pasado por tamiz, porque lo veo más flojo que otros de tus escritos en lo formal.
*Durante la lectura noté algo, y en los comentarios eso no te fue mencionado, así que lo marco de primero: Al inicio tenemos a dos amigos, uno de ellos se llama Ernesto y el otro asumimos (después) se llama Javier. Ambos charlando de Verónica. Pero luego tenemos ¡cambio de nombres!Porque vemos a Javier (como asaltante) atacando a Verónica y ¡Carlos! (¿de donde salió ese Carlos?)
*José Luis te marcó muy bien la necesidad de mejor recortar frases. Para que eso te no ocurra, debes mantener un promedio de doce y veinte palabras. Más de eso, la lectura se siente pesada, confusa o cansada. También te corrigió (y a si mismo) esto.
*Con lo que te menciona M.L.Plaza sobre los tiempos verbales, (mea culpa, yo he fallado en eso también), te marco para que los notes:
«Ella le está(estaba)diciendo algo de la universidad, pero él se hallaba tan nervioso, que no le presta (prestaba) mucha atención. Entran (Entraron) por un callejón, y a la mitad del recorrido, aparece (apareció)Javier, que estaba escondido detrás de unos contenedores. Lleva (llevaba) un pasamontañas y les apunta (apuntó) con un cuchillo.»
Todo el relato lo has escrito en narrador omnisciente, pero el inicio era “presente” para volverlo en pasado el párrafo dos (después el primer bloque de diálogos); por lo que al usar verbos “presentes”, modificas tal como si aquello ocurririera en ese momento, para volver al pasado-presente-pasado. Elige toda la escritura en un solo tiempo (presente o pasado) y leélo con atención para no fallar con los cambios verbales.
*El último diálogo. Recuerda que cada raya significa una introducción a una charla o parlamento. En las últimas dos rayas,no tenemos a dos hablando, sino sólo a Verónica. Por lo que ese diálogo debió escribirse así:
—¡Tenemos que irnos!, hay que llamar a la policía. Ya se encargaran ellos de este —él no reacciona, solo miraba como su amigo se retorcía en el suelo. —No te preocupes, no se moverá de aquí —le mostró una sonrisa picara—. Es lo que tiene enfrentarse con alguien que posee el cinturón negro de karate.
Esta última frase no es muy comprensible, creo que mejor sería replantearla como: “Esta es la consecuencia de enfrentarse contra alguien con cinturon negro en karate.” o algo así.
Lo que me ha gustado, es la el componente de la escena que se cumple, con la introducción, el nudo y el descenlace. Los personajes son amenos. La historia no pretende más de lo que muestra, y eso está muy bien; porque se trata de una escena.
No lleva mayor complicación que un plan tramado que salió mal, al menos para Javier.
Presta atención al exceso de comas, las tíldes y algunos espacios en los diálogos que no van. Recuerda que todo lo que es una regla, se aprende.
¡Nos leemos!
Hola Yoli, no me preguntes el porqué, pero estaba seguro que al final la chica iba a darle una buena paliza al amigo. Son estas cosas que uno intuye despues de muchas lecturas y aunque no sea sorprendente, te arranca una sonrisa diciendo: “me lo esperaba, te está bien por fantasma”.
Entretenida lectura con su correspondiente picaresca, nunca invites a una chica a salir sin preguntarle si ha practicado alguna de las artes marciales. Sobre todo por los amigos listillos y por su salud.
No tengo nada que comentarte sobre correción del texto, pues los compañeros ya han expuesto cuantos arreglos podrían hacerse.
Agradecer tu comentario de mi texto, como siempre. Un placer leerte y un saludo.
Hola Yoli.
Relato entretenido, sencillo, que se lee fácilmente.
En cuanto a lo técnico, ya se ha escrito bastante.
Apreciación personal: me ha gustado.
Sigue escribiendo.
Me ha gustado. La historia es sencilla, fácil de leer, como debe ser, y el final ha sido muy bueno, no me lo esperaba y eso es de agradecer. Pero hasta ahí.
Tienes problemillas de forma, problemas con los tiempos verbales y signos de puntuación, etc, nada que no se solucione con repasar el texto unas cuantas veces –que me lo digan a mi-, pero no es eso lo que de verdad me interesa puntualizar.
Verás, ¿Si quitas “Dos amigos están hablando en la habitación de uno de ellos.“, el texto pierde mucho? No lo creo.
Recuerda, menos SIEMPRE es más.
No fuerces el texto. Por ejemplo, “Carlos iba a realizar lo que habían ensayado aquella mañana, pero entonces Verónica empieza a llorar (…)”; tú no hablas así, nadie habla así, debe sonar natural; “Carlos iba a
realizarhacer lo quehabían ensayado aquella mañanaensayaron,peroentonces Verónicaempiezaempezó a llorar (…)”.Sigue escribiendo y te seguiré leyendo.
Un saludo.
… y yo usaría “comenzó“, no “empezó“, eh.
Yoli,
Me has arrancado una sonrisa con tu relato. Espero volver a leerte pronto.
Un beso.
Hola Yoli.
Muchas gracias por pasarte por mi relato y comentar.
El tuyo ha tenido muchas correcciones muy acertadas de los demás compañeros y, la verdad, no veo más que añadir.
Solo decirte que nada más empezar la primera frase me recordó más a la introducción de un chiste que de un relato, y no me gustó. Creo que hay formas más creativas y más impactantes de empezar que seguro te funcionarán mejor.
Aparte de eso el relato me gustó. Lo leí con facilidad ya que los diálogos eran bastante verosímiles e iban caracterizando a los personajes. Y el giro final yo, al menos, no me lo esperaba. Le estuvo bien empleado por pesado, por listillo y por infravalorar a las mujeres. ¡Bien hecho, Yoli!
Nos seguimos leyendo.
Hola, Yoli.
Encantada te devuelvo la visita. Gracias por comentar en mi relato.
¿Qué más te puedo decir que no te hayan dicho ya?
Recuerdo que en otro taller te di un pequeño tirón de orejas, así que esta vez solo voy a comentar las cosas que me han gustado (¡qué bastante te han dicho ya los compañeros sobre las mejoras)
Casi la totalidad de ellos coinciden en que tienes que cuidar la parte formal. En lo que se refiere al argumento de tu historia y su planteamiento todos coincidimos en que está muy bien, por eso tendrás que hacer los deberes y mejorar esa presentación.
Ambientas muy bien tu historia, incluyes un toque de humor al final y los diálogos son naturales. Tienes todos los ingredientes para triunfar, así que ¡adelante!
Te dejo otra vez los enlaces para que no los tengas que buscar:
*Uno, para representar los diálogos de forma correcta https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
* Y otro para corregir los tiempos verbales https://javierpellicerescritor.com/
Un abrazo.
Nos leemos
Hola a tod@s
Muchas gracias a todos por los comentarios. Sé que todavía tengo fallos de tildes (todavía me acuerdo del tirón de orejas, Earendil 😉 ) pero gracias por los enlaces. Me gusta que me lo hagais saber, pues es mi talón de aquiles, me cuesta saber cuando ponerlos o no en según que palabras, aunque falle mil veces, seguiré luchando hasta que lo consiga.
También me fijaré más en los tiempos verbales, no me he dado cuenta hasta que me lo habeís dicho, estaré más atenta.
K.Marce, gracias por decirme lo de los nombres ¡que despiste!
SBMontero, tienes razón, a veces menos es más.
Gracias a todos los demás por todas las correcciones y/o elogios.
Saludos.
Hola: Tu relato me ha parecido fresco y dinámico. Lo único que me ha resultado raro es que la chica primero se eche a llorar y acto seguido le retuerza la mano y le de una patada en los cataplines, claro que a lo mejor era para despistar al atacante. Un saludo.
Hola, Yoli. Ya te lo han dicho casi todo, así que poco puedo señalarte ya. Lo que más me chocó del relato fue esa aparición de un tal Carlos. Eso me descolocó pero al verlo como un error, la historia seguía bien.
Un compañero ha hablado sobre la previsibilidad de la historia. Es difícil escribir algo sobre lo que no se haya escrito ya. También habría que definir el concepto de “previsibilidad”. Tu relato es cotidiano; son dos amigos hablando y planeando algo que termina saliendo mal. ¿Significa que la historia es previsible en plan: “Ésta ya la he visto”? Yo pienso que no. Es el típico plan que uno hace pensando que va a asalir bien y luego sale todo lo mal que puede. Es como cuando organizas una barbacoa con toda la familia en el campo, y el día elegido, llueve. Desde el momento en que la idea pasa por tu mente, sabes que va a llover ese día, porque si algo puede salir mal, saldrá.
Por otro lado, los dos personajes protagonistas, Ernesto y Javier, parecen bien construidos. Me gusta la pasividad de Ernesto, que durante la conversación apenas se inmuta. La horchata que corre por sus venas queda patente en el relato. Lo mismo que el asombro constante de Javier ante la actitud de su amigo, si bien echo en falta un poco más de énfasis por su parte, más signos de exclamación en sus intervenciones. No conocemos a Verónica pero se deja entrever que no es una chica corriente, sino que es VERÓNICA, y Ernesto es más bien “ernesto”. Que ambos terminen liados es tan probable como que el plan de Javier salga bien.
En general, la historia me ha gustado, y como ya te he dicho, desde el principio del plan de Javier, ya tenía una idea de cómo terminaría la cosa, y estaba deseando llegar al desenlace para confirmar mis sospechas. La cosa no podía acabar de otra forma. Aunque a decir verdad el final queda abierto, desde mi punto de vista. Ernesto se marcha con Verónica, se supone que a la comisaría a denunciar el intento de agresión. Mientras tanto, ¿qué pasa por la mente de Ernesto? Ha dejado a su amigo tirado, “malherido”, y encima se ve obligado a denunciarlo. ¿Qué pasa si la policía lo detiene, y el plan sale a la luz? Ése es el verdadero final de la historia. Ésa es la parte que más risas saca, imaginar a ese Ernesto sudando como un pollo en el horno, al que los minutos hasta la comisaría se le deben de hacer eternos. En fin… Te felicito por el relato, Yoli. Muy bueno
Hola Yoli, a mí me ha pasado como a Leosinprisa y a Alfonso, el final no me ha sorprendido, tal vez porque yo también he leído mucho y de historias así se esperan dos finales, el que tú has puesto y uno en el que el ladrón no es el amigo sino un atracador de verdad.
No te desanimes con nuestros comentarios e intenta dar otra vuelta de tuerca al relato.
Un beso.