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El mentiroso - por Guagner
Web: http://martoescribe.blogspot.com
Susana miró por última vez la entrada de cine y se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón, segura de que ya no llegarían a ver la película.
“Encontraron un cuerpo”, le había dicho el comisario por celular. Y ahora, sus planes se habían ido al diablo. Llamó a Dani, y le dijo que no podrían verse, que la perdonara, que algo del trabajo les había arruinado la cita.
Lo notó raro a Dani, más raro que habitualmente. Sólo a ella se le ocurría meterse con un estudiante de filosofía. Lo oyó decepcionado, o preocupado. Y, bueno, esas cosas pasaban: ella era policía y trabajaba en Homicidios. Si él quería de verdad empezar una relación, debía entenderla. La escasez de personal la ponía en acción muy a menudo.
La inspectora Susana Castillo llegó a la escena, una casa sencilla. La recibió uno de los oficiales de la comisaría:
―El caso está resuelto, señora. Entraron a robarle, se resistió y lo boletearon. ―Señaló algo en el piso―. Ahí está el antifaz que usó el chorro.
―Ya veremos.
En la puerta de la casa, otro uniformado la saludó con un gesto de cabeza:
―Clarísimo, señora. Fue un robo que se complicó.
Por fin sola, Susana fue hasta el cadáver. Estaba en el piso del comedor, boca abajo en una posición extraña. Ella lo supo de inmediato: el pobre tipo se había arrastrado hasta ahí. Y, al verlo bien, el corazón se le fue a la garganta. Conocía al muerto, lo conocía bien: era su psicólogo, Wenceslao. ¿Cómo podía ser? Lo había visto el martes, le había contado que lo de “ese chico filósofo” se volvía más serio, hasta le mostró una foto. Wenceslao le había dicho que se lo tomara con calma, pero que no estuviera a la defensiva, que su olfato policial lo dejará en el trabajo y no lo usara en el amor.
Susana se dio cuenta de que a pesar de la sorpresa y la tristeza no estaba llorando. Así de profesional era ella. Sabía que ahora debía excusarse por estar muy involucrada emocionalmente, sin embargo se descubrió siguiendo el rastro de sangre: a Wenceslao lo habían asesinado en la cocina.
Sobre la mesa estaba su celular. ¿Por qué arrastrarse hasta la sala en lugar de llamar al 911?
Susana volvió al comedor y se agachó junto al pobre Wenceslao. Le habían cortado el cuello, por eso no agarró el celular, no podía hablar. Susana siguió otro rastro de sangre que llegaba hasta una biblioteca. Y faltaba un libro.
Giró el cuerpo, en sus manos apretaba el libro abierto, empapado en sangre. Como pudo, Susana se lo arrancó de los dedos rígidos y lo iluminó con la linterna. La sangre se estaba secando ya, y no podía leerse casi nada.
Leyó la tapa: “Diccionario de Latín”. Volvió a la página abierta. Y supo que Wenceslao, con sus últimos pulsos de vida, le había dejado un mensaje.
A ella se lo había dejado.
El libro estaba abierto en la phi.
Susana se puso a llorar.
―Siempre fuiste el mejor, Wenceslao. Resolviste tu propio homicidio.
La inspectora Susana Castillo se secó las lágrimas y salió de la escena.
Llamó a su jefe:
―Señor, pida la orden de arresto para Daniel Orsi, estudiante avanzado de Filosofía en la UBA. Él es el asesino.
Cortó. Volvió a sacar la entrada de cine del bolsillo. Irónico, se dijo, que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”.
Buenos días: Que bien relato has construido, con un ritmo feroz y trepidante, lleno de tensión, emoción y misterio, ojalá lo.desarrollar más por qué da para mucho este cuento, acá por las reglas de.extensión del taller, me imagino no pudiste profundizar en cosas que a mi modo de ver son importantes, cómo las relaciones en ese triángulo emocional, o las razones de los personajes, pero gran relato, disfrute leerlo mucho. Nos leeremos en otra oportunidad.
Exactamente. Es difícil escribir un policial corto, por la forma en que van cayendo las pistas. Pensé en probar acá como venia para después desarrollarlo más de acuerdo a las opiniones.
Gracias, John.
Buenas tardes Guagner, me gustó tu relato aunque no sé porqué desde el principio lo vi un poco previsible. El celular podría dado más pista y él podría haber escrito un mensaje si ya no podía hablar. Pienso que puedes seguir trabajándolo. No seguimos leyendo así vamos formándonos en este rol de críticos literarios.
Saludos.
Clara
Hola Guagner
Podemos decir que has tirado de clásicos, y el resultado es muy bueno, claro que sí. Destaco el ritmo, bien sostenido y las intervenciones, justas. Ha sido un gusto.
Hasta la siguiente
Pierre
que habitualmente > de lo habitual
Podrías arrancar desde que llega a lo del homicidio y contar desde ahí que le había cancelado al novio, es más fuerte si ya está viendo el tomuer en el medio de la sala. Oootra cosa, por un momento flashie que era un trío… o sea entre el novio y el psicólogo se dan masa. que la min vea jueguetes sexuales en el piso… fijate
Es dificilque no sea previsible un cuento-policial, no tenés muchos a quien achacarle el asesinato.
La seguimos.
Abrazo.
Hola Guagner:
Es la primera vez que leo algo tuyo y por lo tanto la primera vez que comento algún relato escrito por ti.
Intentaré hacerlo de la mejor manera posible y con el máximo respeto.
Al comienzo del relato escribes: “Susana miró por última vez la entrada de cine y se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón”. Al final dices: “Volvió a sacar la entrada de cine del bolsillo”. Esta última acción, desmiente que la anterior fuera la última mirada.
Para evitar esto yo hubiera escrito al principio: “Susana miró otra vez la entrada de cine y se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón”
“Lo notó raro a Dani”. Aquí creo que no es necesario repetir: “a Dani”, porque anteriormente has escrito que ha llamado a Dani y se sobreentiende que estuvo hablando con él y por eso lo encontró raro.
“…su olfato policial lo dejará en el trabajo…” Aquí sobra el acento en “dejará”, ya que debe ser “dejara”.
“Irónico, se dijo, que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”. Esta frase, al ser un pensamiento de la inspectora debería estar entrecomillada: «Irónico, se dijo, que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”».
El conocimiento del asesino está muy inteligentemente mostrado al utilizar la letra φ (phi) ya que esta letra es empleada como logotipo para representar a la Filosofía.
Por otro lado debo darte las gracias porque he aprendido la acepción de la palabra “chorro” asignada a un ladrón.
Te puedo decir que tu relato me ha parecido imaginativo y me ha gustado.
Felicidades.
Gracias, Vespasiano.
Me parece que la mayoría de las correcciones son incorrectas.
Fue la última vez, en ese momento.
Lo de dani es un detalle, me parece que suena mejor así.
El acento me lo comí.
Y lo último, no, no va entre comillas. Es correcto así.
Gracias por tomarte el tiempo. 🙂
Hola Guagner, ¿como estas?
La verdad que tu relato me ha sorprendido y bastante gratamente. Soy una gran fan de los relatos de misterio y como no, me encantan los clásicos (y es que quien puede no querer a Poirot con sus pequeñas células grises, o la anciana Miss Marple y su taza de té…) Te digo esto porque tu texto me ha recordado un poco a esos clásicos, en versión más amateur y reducida, pero buena al fin y al cabo para ser, como somos todos, de un principiante.
Vesparsiano ya ha comentado todos los fallos que había visto yo (vaya ojo que tiene el tío…) así que poco más puedo añadir. Lo único que me ha chocado y te iba a comentar (hasta que lo he leído en una de las intervenciones de los compañeros) es la pista de la letra phi, que yo no sabía qué significa filosofía y creo que mucha gente tampoco. Quizá lo habría aclarado un poco más… Asimismo, no termino de entender porque el culpable tiene que ser necesariamente su novio (tenía algún movil, coartada, etc…)
Bueno, en definitiva me ha gustado, por lo que te felicito.
Por si te apetece pasarte, mi texto es el 31. Y ah, se me olvidaba, hace poco he creado mi propio blog de escritura. Te dejo el link por aquí, si tienes un ratito y quieres visitarme, serás buen recibido.
Nos leemos!
https://escribiendoloinefable.wordpress.com
Hola
Gracias por leer mi cuento.
Vamos primero con las cosas que, en mi opinión, podrían mejorar tu relato policíaco. Es solamente mi opinión, nada más:
Lo notó raro a Dani ————– Tal como lo pones, suena un poco raro. ¿No quedaría mejor: Notó raro a Dani?
Lo había visto el martes, le había contado que lo de “ese chico filósofo” se volvía más serio, hasta le mostró una foto. ————– Veo varias ideas que se apelotonan. Igual mejor con un poco de pausa:
Lo había visto el martes y le había contado que lo de “ese chico filósofo” se volvía más serio. Hasta le mostró una foto. —————— también se podría poner punto y coma (…) más serio; hasta le mostró una foto.
Susana se dio cuenta de que a pesar de la sorpresa y la tristeza no estaba llorando. ———- Susana se dio cuenta de que, a pesar de la sorpresa y la tristeza, no estaba llorando.
Giró el cuerpo, en sus manos apretaba el libro abierto, empapado en sangre. ———————- Giró el cuerpo. En sus manos apretaba el libro abierto, empapado en sangre.
Vespasiano tiene razón con lo de las comillas en esta frase, porque “se dijo” expresa un pensamiento: Irónico, se dijo, que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”. —————— «Irónico», se dijo, «que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”».
Para que no haya confusiones, también se podría haber puesto de esta manera: «Irónico, que justo habíamos elegido ver “El mentiroso”», se dijo.
Tu relato policíaco me ha intrigado y, por lo tanto, entretenido. Creo que has desarrollado bien la trama en pocas palabras; has usado las metáforas justas y no has desperdiciado “espacio” contando lo que no resulta interesante. Menos es más. Bien escrito y buen trabajo.
Un saludo
Hola Guagner.
Un relato policial en toda la línea. Pero me quedó algo desprendido el final. ¿Qué otras pistas tiene la oficial para identificar al asesino por tan sólo tres letras?. Podía haber sido algo relacionado con Philarmónica, Philadelphia, por algunas que me surgen. Y la película,tampoco es necesariamente una señal de cómo es uno. Qué seria de Cincuenta Sombras y su audiencia y lectores?
De todos modos, el relato está bien estructurado.
GRacias a todos. Tomaré en cuenta todo esto para la versión final.
Hola Guagner!
Me gustó tu relato. Es difícil hacer un texto policial con 750 palabras y lo has hecho muy bien. Fluido, verosímil, las palabras justas y todo encaja.
Los fallos te los indicó Vespasiano muy bien.
El aporte que yo te daría sería que elimines las comillas inglesas de: ese chico filósofo, diccionario de latín y la película El mentiroso. No son necesarias. Y más bien utiliza las comillas latinas en:«Encontraron un cuerpo» y como te indicó José Luis en: «¡Qué irónico, justo habíamos elegido ver El mentiroso!», se dijo.(Yo lo pondría así).
Felicitaciones Guagner. Nos seguimos leyendo.
Hola Guagner.
Encontré el relato fluído, interesante y me gusta tu estilo. Has dicho que es una primera versión y que tienes que trabajarlo más. En ese sentido, para que sea un relato redondo, creo necesario:
1.- No dar pistas en el planteamiento, ya que lo torna previsible (“Lo notó raro a Dani, más raro que habitualmente”)
2.- Generar pistas contradictorias que solo un gran policía puede dilucidar, porque o si no sería muy fácil y carecería de interés el relato. La única pista es la letra phi, que lleva al asesino. Lo encuentro poco creíble
3.- ¿Por qué Dani mató al psicólogo? Tiene que haber una historia detrás. Todo homicidio tiene un motivo, eso es lo que hace interesante a las novelas policiales. ¿Hay un triángulo amoroso?
Bueno, saludos, me gustó mucho leer tu relato y espero que nos podamos leer pronto.
GRacias, Charola y JAck.
Lo de la motivación de Dani lo estuve pensando, tengo algunas ideas.
Es cierto que falta mostrarlo.
Un relato ameno, facil de seguir, interesante, siempre lo son cuando tratan temas policíacos. Felicidades. Un saludo.
Estoy en el 101 por si te interesa.