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El mentiroso - por Earendil
Aquellos días estábamos especialmente nerviosos. Hacía una semana que no teníamos noticias de nuestro contacto, el Montañero, desde que había subido a las cuevas con los víveres para los centinelas, apostados en su atalaya de la sierra. Cada uno de los colaboracionistas que abrazaban nuestra causa tenía un mote, o nombre en clave, como dirían ahora. Incluso yo tenía un alias; me llamaban el Relojero, por mi buen hacer con los explosivos.
El caso es que nadie había vuelto a hablar con él desde su última escalada. En circunstancias normales no hubiese tardado más de cuatro o cinco días, así que todos nos temimos lo peor. El protocolo de actuación no permitía que tomásemos la iniciativa por nuestra cuenta, no podíamos ir a buscarle sin poner en riesgo nuestras tapaderas ni las de los compañeros. Así que esperaríamos las órdenes de los superiores para saber qué debíamos hacer y qué había pasado con el Montañero.
La espera fue interminable. Tras quince días de ausencia, apareció como si tal cosa. Se había tenido que refugiar en las cuevas con los vigías, pues habían detectado un convoy de militares que se dirigía a la capital. Pensó que era más seguro para todos permanecer inactivo, pues el ejército había desplegado un buen número de soldados para inspeccionar la zona.
―Debe tratarse de un pez gordo ―aseguró el Montañero.
―¿Por qué lo dices? ―preguntamos unos y otros.
―Entre tanto camión militar iba un coche blindado, aunque sin insignias. El Chavo, el de Villanueva de la Sierra, oyó a los concejales de su pueblo que se esperaba la visita del Gobernador de la provincia.
Ante la noticia, algunos resoplamos, otros silbaron, pero todos nos miramos con ese brillo en los ojos, entre el miedo y la excitación que un acontecimientos así podía suponer en nuestras vidas.
Al cabo de unos días, llegó la señal que tanto ansiábamos. Nos veríamos con nuestro contacto en el cine de la calle Caballeros, como siempre. Pero había una salvedad: el Flaco, el mensajero habitual, se había roto una pierna. En su lugar vendría el Mentiroso a traernos las instrucciones. Nadie lo conocía, nadie había oído antes hablar de él y, además, ¿qué nombre era ese para un enlace? Si hacía honor a su mote, ¿qué se podía esperar de una persona que hubiese elegido ese alias?
Con la entrada de cine en el bolsillo y un ejemplar del Guerrero del Antifaz bajo el brazo, como era la consigna, me dirigí a la sesión de las nueve del cine de verano de la calle Caballeros.
―¡No os lo vais a creer! ―les dije a mis camaradas.
―¿El qué? ¿El mensaje? ―preguntó el Manitas.
―No, si el mensaje no lo entiende ni su madre. Ni con un diccionario de latín podríamos traducirlo. Esto es cosa para el Licenciado.
―¿Entonces?
―Me he quedado hecho de piedra cuando el Mentiroso se ha sentado a mi lado en el cine.
―¿Qué lo conocías?
―¿Conocer? ¡Qué va! Apenas era una niña. Apareció como si nada, abanicándose, con su vestido de florecitas azules y su pamela con cinta a juego.
Todos me miraron con cara de estupefacción. Estábamos ante la que podría ser la misión más arriesgada a la que nos habíamos enfrentado. Y, para colmo, ahora resultaba que nuestro nuevo contacto era una jovencita de ciudad. ¿Tal vez nos habían descubierto y nos estaban poniendo a prueba?
La sorpresa no terminó ahí. En el periódico de la provincia apareció la foto del Gobernador, confirmando su presencia en la zona. Me quedé mudo cuando reconocí en la foto a la muchacha del cine, a la que anunciaban como su sobrina.
El Licenciado confirmó nuestras sospechas cuando nos comunicó las nuevas órdenes: Objetivo, el Gobernador. Nunca antes temimos tanto por nuestras vidas. El único eslabón que nos unía con nuestros superiores, el nuevo contacto, era nada más y nada menos la sobrina del objetivo.
Pero la misión fue todo un éxito. Nunca volvimos a tener trato con el Mentiroso, ni tuvimos noticias suyas. Simplemente se esfumó, desapareció igual que había llegado. En verdad sí hizo honor a su nombre, y jugó su baza en la partida sin levantar ninguna sospecha.
Hoy, cuando la he visto salir de la sucursal bancaria, sé que me ha reconocido. Su rostro no se ha demudado lo más mínimo, pero sus ojos han hablado por sí mismos. Un leve contacto visual ha servido para hacer aflorar recuerdos agazapados en lo más recóndito de nuestra memoria, retales de nuestro pasado, temido pero añorado.
Espléndido.
Qué bien retratado. Te sientes prácticamente un maquis, un guerrillero, un soldado. Te metes en la piel del narrador sin ningún esfuerzo. Incluso puedes saborear la nostalgia de la relación con la muchacha.
Si llevara el sombrero puesto, me lo quitaría.
Y doble reverencia, además.
Un cordial saludo, Earendil. Espero seguir experimentando el placer de leer tus letras.
Hasta pronto.
Hola Earendil!
Te devuelvo tu, siempre amable visita, consciente de que no ha sido mi mejor relato, pero el tuyo, ¡chapó! Me ha parecido súper ingenioso el hecho de quitarte del “problema” del título con los de los alias. Nos metes en el ambiente inestable desde el comienzo, a lo mejor mucho nombre al principio, pero nada que con una segunda lectura no se resuelva.
En cuanto al aspecto formal solo he encontrado una cosa:
*En la oración: “¡Qué lo conocías?” añadiría una coma tras el “qué”
No sé qué más decirte además de que has empezado fuerte.A lo mejor yo hubiese preferido una trama mas elaborada, con más “jugo”, pero buen relato.
Un beso enorme, mucha fuerza y cariño!!!
¡Saludos!
Me gustó mucho, es muy original el tema de los alias y que “El mentiroso” haya sido una joven. Los diálogos se sienten naturales y me entretuve mucho mientras lo leía. La verdad es que no encontré nada malo para decirte. ¡Sigue así!
Hola Earendil,
Aquí estoy devolviéndote la visita encantado. Magnifico cuento el tuyo, muy bien relatado, excelente la ambientación. Me ha gustado mucho el juego del mote de mentiroso para el contacto y el hecho sorprendente de que fuera una jovencita y además la sobrina del objetivo.
No se que te puedo aportar en la historia en sí. Tal vez, la desaparición del Montañero pensaba que tendría algo más de transcendencia en el relato. Aunque lo usas bien para introducir la siguiente parte, me daba la impresión al principio de ser más protagonista. Por bueno, como te decía, por apuntar algo.
No he visto nada que me llame la atención o que te pueda decir en el aspecto formal.
Un placer leerte como siempre.
Edu SC
¡Hola! No tengo más que sumarme a los elogios sobre la forma ingeniosa en que resolviste el problema del título. Me gustó mucho. En el plano de la forma no encuentro ningún problema; en el del contenido, tampoco.
¡Saludos!
Me ha encantado. La historia es muy buena, simple, sencilla, como debe ser.
Hay un par de cosillas, simples, nada tremendo, pero que chirrían:
Primero, la expresión no es “Me he quedado
hechode piedra“, es “Me he quedado de piedra“.Y segundo, en vez de “Todos me miraron con cara de estupefacción“, queda mejor “Todos me miraron estupefactos“.
Sigue escribiendo, por favor.
Un saludo.
¡Hola Earendil!
Felicitaciones, me encantó tu relato y lo leí dos veces por puro gusto. Me gustó la trama, los alias, las palabras del reto muy bien colocadas.
Sólo me trabé en una frase:
―¿Qué lo conocías?
Creo que debería de ser así:
―¿Qué? ¿Lo conocías?
Estoy de acuerdo con las observaciones de SBMontero.
Saludos. Nos leemos.
Estoy en el #3.
Hola Earendil:
Me ha gustado tu relato y la forma de narrarlo, me ha tenido todo el tiempo entusiasmada.Muy bien introducido los términos del reto. Un saludo.
¡Hola a todos!
Sé que he tardado mucho en contentar a vuestros comentarios pero, como ya dije en otra entrada, vivo en Valencia y estamos a tope con las Fallas.
Gracias Berdungaar por abrir la lata de los comentarios y por tus elogios, estoy muy agradecida.
A Escritores Anónimos, por devolverme tan rápido la visita y por tus aportaciones, siempre acertadas.
Arsenix, gracias por visitar. En breve pasaré por el tuyo.
A Edu SC, te he despistado con el Montañero, pero necesitaba un nexo para introducir la acción que vendría después. Me alegro que te haya gustado.
Denise, en breve pasaré a hacerte una visita. Ya sabes que siempre lo hago, aunque en ocasiones no dejo comentarios por falta de tiempo. Valoro tus felicitaciones.
SB Montero. Muchas gracias por tus correcciones, que servirán para pulir definitivamente el texto. Me alegro que te haya gustado y que te haya resultado fácil de seguir. Yo no sé qué cable se me cruzó con el tuyo, pero ya te digo, tanta fiesta junta no es bueno para las neuronas.
Charola y Anacinta MT. Pronto os devolveré la visita y gracias a las dos por vuestras aportaciones y vuestros ánimos.
Earendil mi retraso en devolverte la visita también se debe a las fallas.
Te seguiré leyendo porque estoy seguro que aprenderé mucho.
Sobre el texto nada que añadir a lo ya escrito aquí.
¡Enhorabuena!
Hola, Earendil.
Como casi siempre, comento según avanzo en la lectura.
Sé que sueno cansino, más que nada porque lo digo siempre, pero lo considero un detalle básico: evitar SIEMPRE los adv. modales acabados en —mente. Ensucian el texto y le añaden una ‘musicalidad’ nada afortunada.
‘El caso es’, ‘La espera fue’. Repites estructuras en el inicio de esos párrafos. Además, con el verbo ‘ser’ de por medio. Con ese verbo sucede algo similar a lo adv. modales: actúa como comodín y tiende a prodigarse, arruinando textos. La inmensa mayor parte de las veces podrás encontrar otro verbo más visual que los supla. Busca, encuentra y usa 🙂
En ‘nuestra cuenta, no podíamos’ creo que iría mejor un ‘;’ o incluso un ’.’. Si te fijas no se trata de una misma sentencia: por un lado hablas de que no puedes romper el protocolo, y por otro de las consecuencias de romperlo. Se trata de dos temas hermanados pero no del mismo (la coma implicaría que hablas de lo mismo).
Ahora voy a hablar de los retornos de carro, que me tienen algo desconcertado. Hasta ‘La espera fue’ creía que, como algunos otros compañeros, usas el retorno de carro doble para resaltar que estás ente un párrafo nuevo. Otros usan ese recurso ante el miedo (justificado, hay que admitirlo) de que al no haber una sangría de primera línea de párrafo se confunda unos párrafos con otros cuando le punto y aparte está muy a la derecha. Sin embargo al llegar a ‘―Debe tratarse’ me encuentro con un retorno de carro simple. Y lo mismo en las líneas siguientes. ¿Qué ha pasado? Acaso has usado el retorno de carro doble para separar escenas, y dentro de las escenas mantienes el simple. Esa manera de usar el retorno de carro, doble unas veces, simple otras, se repite más adelante en el cuento… pero cuando hay un retorno de carro doble no siempre veo asociado un cambio de escena. ¿Qué pasa? Si me lo explicas te lo agradecería.
En cuando a la historia su final se me hace apresurado. Sin duda se trata de la falta de palabras, pero el que esa misión (la de ‘Nunca antes temimos tanto por nuestras vidas’) se ventile en apenas un línea se me hace muy vago, muy vacío.
En este taller ni yo mismo lo cumplo, lo sé :(, pero siempre he pensado que la mejor manera conseguir un texto de 750 palabras sólido implica centrarse en una única escena y a lo sumo añadirle unas pinceladas de trasfondo. Si te hubieras centrado por ejemplo en el encuentro con el Mentiroso, analizando y describiendo la reacción del protagonista al verla (en el cómo se quiebra la confianza en el éxito de la misión al descubrir que se trata de una niña), quizá hubiera quedado un texto más compacto. Quizá 😉
Los compañeros ya te han comentado otros despistes, así que no los voy a repetir.
No te doy más la paliza.
Un saludo.
Pd: ¿Alguien se apunta a pedir que modifiquen la CSS de los párrafos de los cuentos para que cada párrafo incluya un sangrado en la 1ª línea?
Una historia magnífica, felicidades.
Hola Earendil.
Me ha gustado mucho, está muy bien escrito, con momentos de tensión, y me sorprendio que el mentiroso fuera una niña. Opino como algunos compañeros, te centras demasiado al principio en el montañero cuando al final él no es el protagonista y te ha salido un poco precipitado el final, me hubiese gustado saber porqué la niña hizo eso, pero en general es un buen relato.
Si quieres leer el mio, soy el 27.
Saludos.
¡Hola Earendil!
Muy buena historia, qué sorpresa encontrarme con que el Mentirosoes en realidad una jovencita mentirosa ^^
Quizá para mi gusto tarda un poco en entrar en escena, creo que nos quieres despistar haciendo pensar que el Mentiroso es el Montañero, y al final te quedas sin espacio para desarrollar un poco más la trama de intriga de la Mentirosa (a mí me ha pasado algo parecido en la escena de este mes, he tratado de meter demasiado). Pero vamos, es un detalle menor y completamente opinable.
En cuanto a la forma, ya me han quitado todas las lentejas que había apuntado entre SBMontero y charola, y Juan F. ha añadido unas cuantas que yo ni habría visto, así que esta vez no tengo más que felicitarte por una historia original, intrigante y muy bien desarrollada. Enhorabuena por un gran trabajo.
Si tienes tiempo me encantaría que te pasaras por mi texto a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 😉 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-42/7495#comment-110983
¡Un abrazo, nos leemos!
Hola Earendil, te visito ya que este mes no participo, por simple disfrute. Y he disfrutado. Me ha gustado ver que te manejas en otros géneros aparte de la fantasía. En mi modesta opinión decirte que me parece que te has quedado un poco a medias. No terminas de desarrollar la historia, si bien ha quedado bien introducido el mundo en el que la quieres encuadrar. No se si me explico. No he visto la terna presentación-nudo-desenlace…
Te iba a mencionar los fallitos que te han mencionado SBMontero y Escritores Anónimos, así que no me voy a repetir.
Sigue escribiendo y te veré el próximo mes. Un saludo.
Hola Earendil, en tu texto anterior creí que eras una experta en hipnotismo y ahora me resultas revolucionaria.
Sólo que ambas actividades las desempeñas con soltura. Tu trabajo me fue fácil de seguir sin tropiezos hasta el desenlace. Lo único que me golpeó fue la repetición de la calle Caballeros. En cuanto a otras cosas ya los compañeros te han distinguido con un auscultar del cual todos aprendemos; no solo tu.
Sigue con el taller que en realidad tienes una escritura especial. Enhorabuena.
A Wurunkati, Yoli y Wolfdux.
Os agradezco muy sinceramente que hayáis pasado por aquí a saludar y dejar vuestros comentarios y felicitaciones, siempre bienvenidos.
A Juan F. Valdivia.
Acepto encantada el tirón de orejas, pues has hecho un análisis muy pormenorizado de la parte formal, pues me has hecho ver pequeños detalles que me habían pasado inadvertidos (y eso que lo he escrito yo, je,je)
* He utilizado dos veces los adverbios acabados en -mente: Uno al principio, en la primera línea, especialmente, y otro casi al final, simplemente. Tal vez, el estar separados en el texto me han despistado, aunque dos entre 750 palabras no parece un abuso. Tomo nota para eliminarlos completamente del texto la próxima vez.
* Tienes razón respecto a las estructuras con las que encabezo algunos párrafos, intentaré salirme de esa costumbre.
* En cuanto a la separación de los párrafos, no lo he hecho con ninguna intención por destacar escenas diferenciadas. Siempre me pasa que cuando escribo los cuentos lo hago en otro programa de tratamiento de texto y, cuando edito aquí, aparece todo en un bloque que espanta al lector. Entonces, para que aparezcan un poco diferenciados esos puntos y aparte, me toca darle dos veces al separador y luego queda muy distante.
En cuanto al argumento, veo que coincides con la mayoría de mis comentaristas respecto del final, que aparece poco detallado y un poco precipitado. No sé escribir “escenas”, y entrecomillo la palabra para resaltar la importancia de su significado. De hecho, la sección se llama “Móntame una escena”. Pero, ya ves, me empeño en cuentos y relatos con principio y fin que cuesta sintetizar en tan poco espacio.
Espero que no te haya resultado demasiado aburrido.
El próximo mes lo volveré a intentar.
Un saludo.
Hola Earendil,
Un texto bien construido, quizás algo lento en arrancar como ya te han apuntado y presto en acabar. La palabra “colaboracionista” a mí me ha chirriado un poco porque la tengo vinculada históricamente con los que colaboraban con los nazis y tiene en mi subconsciente connotaciones de “traidor”. Aún así entiendo que no escribes con un trasfondo político en mente sino de acción. La historia se desarrolla a buen ritmo, destapas la sorpresa al final: el personaje de la niña. Funciona bien en la escena como elemento disruptivo, creador de expectación y tensión, ya que no vamos más allá de un divertimento literario que no atañe a valores morales, sino exclusivamente estéticos. Bajo este punto de vista es una historia bien lograda y te felicito.
Hola Earendil,
Gracias por tu comentario y tu crítica cnstructiva. Respecto de tu historia coincido en cuanto a que se trata de un texto bien desarrollado, interesante yy entretenido.Me gustó el factor sorpresa. En cuanto a correcciones, SBMontero ha dado en el clavo.
Saludos y nos seguimos leyendo.
Enhorabuena Earendil, he disfrutado mucho con el relato y la verdad creo que ninguna de mis recomendaciones pueda mejorar este texto. 🙂
¡El mío es el 13 si te apetece pasarte!
Hola Earendil:
No sé si estoy en lo cierto, pero este relato me ha parecido que se desarrolla con los maquis como protagonistas o eso he querido ver.
La expresión colaboracionista para mi gusto la cambiaría por colaborador, ya que la primera evoca a quien colabora con el enemigo.
“…un mote, o nombre en clave, como dirían ahora.” En esta frase yo quitaría las dos comas o bien la letra o y la segunda coma.
El segundo párrafo tiene dos “así que” que me han llamado la atención.
“…y la excitación que un acontecimientos así podía suponer…” es evidente que se te ha escapado la ese de acontecimientos.
“―¿Qué lo conocías?” faltaría una coma después de qué.
“…habíamos enfrentado. Y, para colmo,” Aquí yo quitaría el punto o, si lo prefieres mantener, quitaría la ye y la como que le sigue.
“…Gobernador, confirmando su presencia…” Sobra la coma.
“…confirmó nuestras sospechas y confirmando su presencia” tal vez sería conveniente cambiar uno de los dos verbos ya que están muy próximos.
En cuanto a los motes, posiblemente no son necesarios tantos. El montañero, el Relojero, el Chavo, el Flaco, el Mentiroso, el Licenciado y el Manitas. No es que molesten pero para mi gusto con los tres importantes y otro más sería suficiente. Tal vez te digo esto porque yo no que quedo con los nombres, en las novelas y en la vida real y me cuesta. Por eso tiendo a prescindir.
La historia me ha gustado, has mantenido un buen ritmo y el interés hasta el final y éste con sorpresa del reencuentro y de las miradas tal vez de complicidad, de remover recuerdos que, como dices al terminar el relato de manera magistral son “retales de nuestro pasado, temido pero añorado.” Esta frase me ha gustado un montón. Resume muy bien lo que tantos hicieron en el maquis, la insurrección, la resistencia o la guerrilla.
Hasta otra.
Hola, estimados compañeros.
Ya sé que he tardado un poco en contestar, pero quería hacer mi ronda antes de que vuestros sitios se llenaran de comentarios.
Anael y Javier López. Los dos opináis que la historia ha tardado en entrar en acción. Probablemente por ello da la sensación de quedar a medias, como resalta Javier. Es que me cuenta mucho centrarme en una escena concreta y, al intentar desarrollar una trama más compleja, me quedo sin espacio. Debo aprender a ir más “al grano”, y no dar tantos rodeos. (Gracias especialmente a Javier López por pasarte por aquí sin haber participado este mes. Me siento halagada por tu deferencia.
Osvaldo, agradezco sobremanera tus amables palabras. La verdad, es que he utilizado a una revolucionara anarquista en tres ocasiones en las escenas de los talleres. No sé por qué será, con la pacifista que yo soy. ☺
Gracias, María Kersimon, por tus palabras. No pretendía en ningún momento hacer ninguna reivindicación política. De hecho, no he situado la acción en ningún contexto espacio-tiempo. Sí es verdad que me he inspirado en los maquis, y he dado una pequeña referencia temporal en el dato del cómic el Guerrero del Antifaz, que comenzó a editarse en plena post-guerra española. Pero no era mi intención ir más allá del ejercicio lingüístico, je, je.
Gracias también a Jesús Almibre e Ignacio YZ por devolver la visita y comentar, sobre todo por vuestras felicitaciones. Seguiremos leyéndonos en siguientes talleres.
Gracias Isan, por tu visita y por tus acertadas recomendaciones. En nada, empezaré con la revisión y pulido del texto gracias a todas y cada una de vuestras aportaciones. Me alegro mucho de que coincidas conmigo en la elección de tu frase favorita del texto. Ha sido un broche final que me dejó buen sabor de boca cuando lo escribí. Gracias, compañero.
Un cordial saludo a todos.
Hola, Earendil:
Muy original e interesante tu relato. Pulcro y bien construido.
Hola, Earendil
Ya estoy aquí. Siento llegar tan tarde pero es que no me da la vida.
Bueno, pues parece que en este gallinero también hay un pelín de revuelo ¿no? (no tanto como en el mío).
Sí que es cierto, como bien han dicho por arriba, que centrarse en una sola escena da para exprimir más jugo en estos relatos tan cortos, pero también pienso que no hay nada absoluto, que se podrían escribir historias buenas con 750 palabras. A lo mejor usando ciertas “artimañas”, con elipsis, suprimiendo locuciones largas, economizando palabras, con diálogos y personajes que cuenten “subhistorias”… No sé, lo importante es investigar y sentirse a gusto con lo que uno hace, que para eso estamos aquí, cada uno con nuestro estilo propio y personal, y nadie mejor que nosotros mismos para saber por dónde conducir e investigar.
Yo pienso que tienes gran facilidad para escribir con nitidez, con claridad, lógica… que además te documentas y nos sacas temas interesantes y originales y exploras temas novedosos… En este relato, por ejemplo, el tema tratado, aunque se habla de guerrilleros, no es el “belicismo” o la “pasión” o la “heroicidad”, sino la “añoranza” de quien está narrando y está recordando aquellos años, el final ya lo dice: “… retales de nuestro pasado, temido pero añorado”.
Pero mentiría si no dijera que me quedo con ganas de saber más detalles que justifiquen ese final tan melancólico y bonito. Cuando he leído “Pero la misión fue todo un éxito” me he dicho «¡se lo han cargado! pero ¿cómo?»
La añoranza de aquellos tiempos de subversión y guerrilleros es un tema interesantísimo, sería digno de contar en una historia que permita ahondar más en ella.
Un abrazo
Hola Earendil:
Leeré y comentaré tu relato pero antes quiero agradecerte que hayas leído y comentado el mío. Arnoldo Supiar es un seudónimo inventado (supongo que tu caso también es un seudónimo). No conozco nada de armas (incluso me dan bastante miedo) pero leí hace poco un clásico sobre la batalla de Stalingrado (en este libro se basa la película “Enemigo a las puertas”) y de ahí me viene el dato. Tampoco sabia nada de los montes Tratas y ha sido fruto de investigación. Puede que tengas razón en lo de los tiempos verbales y la próxima vez que intente algo por el estilo meditaré más el efecto. Gracias por los elogios y los ánimos.
Un saludo,
Arnoldo
Gracias, Beba, por pasar a dejar tus impresiones. En breve iré a visitar tu relato.
Gracias, R.J., por devolver la visita. Estoy totalmente de acuerdo con la conclusión que sacas al leer mi relato. La verdad es que cuando empecé a escribirlo los tiros iban por ahí (nunca mejor dicho, je,je, ☺). la narración comenzaba precisamente hablando sobre los recuerdos que guardamos en el subconsciente, olvidados, y que basta un pequeño resorte para que afloren y recordemos una escena nítidamente, como si hubiese sucedido ayer. Pero, como siempre me pasa, me salió el hilo de los guerrilleros, las montañas, y el relato se fue por otros derroteros, teniendo que suprimir la introducción para acoplar el límite de palabras. Solo quedó como muestra de ello el final, que tan bien tú has sabido captar.
Nos leemos en el próximo taller.
Arnoldo. ¡Cómo me alegro que te hayas pasado por aquí! Coincido contigo en que “Enemigo a las puertas” es una gran película. Yo no he leído el libro, pero el filme parece bastante bien adaptado, teniendo en cuenta el resultado. Está bien investigar, ya no por uno mismo, que siempre es bueno, si no porque de la curiosidad nacen ideas asombrosas. Yo he hecho escenas de viajes astrales, ritos iniciáticos, sobre alquimistas, sobre una “Alicia” paranoica…Me gusta buscar temas que no dejen indiferentes, tal vez es un reto que me marca a mí misma.
Estaré encantada de recibir tu crítica y espero leerte en otros talleres.
Hola Earendil, como siempre, un placer leerte. Aunque es demasiado tarde y tan solo puedo comunicarte que me ha gustado tua puesta. Agil, amena, y sorprendente. Nos leemos.
Feli, nunca es tarde para recibir la visita de un compañero.
Te he estado buscando en el listado y veo que no has participado este mes, por lo que agradezco doblemente tu comentario (ya sabes que siempre te leo)
Me alegra que te haya gustado mi relato y te haya sorprendido.
Muchas gracias y un abrazo.
Earendi, gracias por contestar. Espero poder participar este més pero si tengo tiempo cómo no, te seguiré leyendo. Siempre es un placer y tambien aprendo de tu buen hacer.
Que tal Earendil.
Ya poco puedo agregar a tan buenos comentarios que has tenido. A mi tu relato me ha parecido magnifico, con la dosis necesaria de suspenso y cubriendo un tema difícil. El uso de los motes me ha parecido una genialidad.
Felicidades.
Gracias, José Torma por pasarte por aquí y dejar tus impresiones.
Leí en el blog que habías estado enfermo por la alergia. Es todo un detalle que hayas tenido un ratito para visitarme.
Muchas gracias por ello y por tus amables palabras.
Nos leemos.