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El mentiroso - por Gonzalo

Web: http://elmurodelopez.blogspot.com/

Lo respetaba, y ahora puedo confesar que lo admiraba: su capacidad fabuladora, su reacondicionamiento de las vivencias, su saber decir.
Recuerdo que compartimos algún viaje de fin de semana, y recuerdo también, escuchar días más tarde, alrededor de un fuego, historias sobre ese viaje. Resulta que lo vivido por mí (que yo creía ordinario), tenía otros matices, sonaba interesantes.
Lo miraba absorto, yo no estaba hecho para fingir, me resultaba imposible componer un rostro que acompañe una mentira.
El Tano, en cambio, se deshacía en anécdotas que resultaban a las claras incomprobables, pero que por alguna circunstancia uno suponía reales. Y acaso quería que lo fueran.

El Tano reunía en un solo sujeto al narrador y al público: “Una de las claves es prevenir las preguntas distractivas. Por ejemplo: si hablo de mi abuela, menciono la edad al comenzar el relato, porque si no alguien pregunta, y eso interrumpe mi decir. Pienso siempre en el que va a escuchar. Por ejemplo, en casa tengo un diccionario de latín porque muchos humanos se maravillan con esos agregados, fijate vos”.

Tenía relatos cotidianos y algunos ya clásicos. Yo lo interrogaba como un sobrino sobre las vivencias cotidianas, y él me hacía notar que vivimos de “anécdota en anécdota: las personas que nos cruzamos, la cara del mozo, el nombre de una mascota, todo está ahí”.
Es como si tuviera una brújula que en vez de apuntar el norte, lo guiara al futuro recuerdo, separando lo memorable de aquello con destino de olvido. “La otra pata de la historia es el remate. Es el punto que le da valor a las cosas dichas”. Me decía.

La última vez que nos vimos, fue para ver una película, eramos cuatro.
Llegué algo tarde, pero ahí estaba el Tano, con la entrada de cine en la mano, haciendo la fila con los demás, y a la vez unos pasos adelantado. Estaba hablando con una mujer que no conocíamos. Lo observé hacer ademanes recién estrenados, miradas cómplices.
Entonces recordé una historia suya, dónde un tipo (él no decía hombre o muchacho, decía “tipo”) llevaba una vida normal, o más bien común, y conoce a la mujer de su vida. La conoce en un cine. Llega cuando están las luces apagadas y se acomoda en la mejor butaca. El tipo descubre que está sentado al lado de una mujer. No logra reconocer el rostro que iba oculto con el antifaz de la oscuridad. Vieron Titanic o una de esas; y en algún momento ella lo toma de la mano y él siente cada latido del corazón con una intensidad que se lo revela: es ella. El protagonista abandona su familia, su casa, su trabajo, todo esa misma noche y no lo ven más. La esposa gasta años y dinero buscando, pero sería en vano. Estaba en otro lugar, haciendo otra vida. Decía el Tano que lo habían visto pescando en los lagos del sur. Y que había que tener coraje para seguir el corazón de esa manera.

Entramos al cine. La película no era gran cosa pero entretuvo. Se encendieron las luces y busqué por encima del hombro al Tano. Estuvo toda la película justo detrás mío, pero ya no. Pregunté a los demás: nadie lo vio esfumarse en la oscuridad.

Todo, es sabido, ocurre un tiempo atrás, y nosotros, como meros espectadores, asistimos a la repetición. El ensayo no fue para nuestros ojos, si no para los propios. Supongo que ahora el Tano está en un lugar del sur.

Quisiera finales felices, contar cuál es el nombre de esa mujer que enamoró al Tano. Cómo siguió todo. Por qué lo hizo. Pero no sirvo para esto de contar una historia. Ni siquiera puedo escribir un remate.

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9 comentarios

  1. 1. Juan Martín dice:

    Hola Gonzalo.
    El texto está muy bien. Muy bien. Es entretenido; el tono va llevando la lectura, el estilo es correcto. La lectura fluye y uno quiere saber lo que pasa. Eso es la mitad de un texto y funciona perfectamente.

    La otra mitad, sería lo que se le queda a uno pegado después de la lectura. Increíblemente, a pesar de lo exiguo de la consigna, tú lográs en este breve espacio dar la profundidad suficiente como para invitar a una zambullida en la mentira, en la fabulación, en la percepción, en la construcción de la realidad que cada uno hace.

    Así que como el texto está tan bien, pasaré a posibles aportes de menor entidad (he tenido que hilar fino para encontrar algo con qué colaborar a la causa, colega):

    -Choca un poco la expresión “detrás mío”. Entiendo que es un modismo regional que se utiliza, y que el relato tiene la forma del discurso de un personaje que quizás viva en esa región geográfica. Pero ni se menciona región alguna, ni se justifica su uso. He escuchado también frases parecidas como “esa chica gusta mío”, etc. No es correcto. Los posesivos deben calificar un sustantivo, no un adverbio (como es el caso de detrás). Es válido “al lado mío”, pero no “junto mío”.

    -El principio no tiene igual calidad al resto del relato. Da la sensación de que es el comienzo con el que te inspiraste para escribir el relato, pero después, a mi juicio, habría que quitarlo o cambiarlo. Incluso el uso intenso del pretérito imperfecto en esa parte tiene una connotación (referido al momento del relato) que creo que se podría trabajar más.

    -Quizás pueda haber un nombre mejor que Tano para el personaje.

    -‘… dónde un tipo…’ va sin tilde.

    -Que el Tano se refiera a las personas como ‘humanos’ en una confidencia y luego como ‘un tipo’ en sus relatos es un detalle que intriga. Es interesante. Capaz que se podría reforzar el efecto que produce.

    -‘…como un sobrino…’ es una expresión que no se entiende para qué está. Creo que ensucia.

    -‘…futuro recuerdo…’ está bien. Considerar que ‘…siguiente recuerdo…’ hace que la lectura no se detenga allí; lo primero sí hace un énfasis; pequeño, pero lo hace. Está en tus manos ver qué es lo que se quiere.

    Así que nada. A escribir.

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 18:26
  2. 2. Gonzalo #127 dice:

    Hola, Juan Martín:
    Tu comentarios son bienvenidos.
    Si, efectivamente, debería haber utilizado “detrás de mí”. Y también coincido acerca del comienzo del relato.
    El Tano, es un apodo de un personaje real, y acaso esta historia tenga mucho de él. Por eso su elección.
    La metáfora “como un sobrino” habla sobre una relación cercana a la admiración. Pero entiendo que puede estar sujeta a poca interpretación.

    Muchas gracias por el detalle, y ¡salud!

    Escrito el 17 marzo 2017 a las 20:09
  3. 3. José A. Algarra dice:

    Habiendo leído la critica anterior, por mas que añadir en cuando a lo que puedes mejorar en le texto. QUizñas alguna como en exceso p, ej “escuchar,dias”, en todo caso, errores menores.
    El texto , es cierto, te engancha much cuando llega a la mitad, cuando cuentas lo del Tano y l mujer que conoce en el cine. Totalmente de acuerdo con Juan Martin en lo que te indica.
    Bonito texto,
    Un saludo

    Escrito el 19 marzo 2017 a las 12:30
  4. 4. Marula dice:

    Hola Gonzalo. Me encantó tu relato. El Tano, un personaje muy interesante de esos que hoy en día no hay; que utiliza sus historias para entretener, conectarse o brindar algo, mas que para engañar.
    Me gusto que anticipes el final contando una historia narrada por el Tano sobre el hombre que conoce a la mujer de su vida y deja todo. Porque a pesar que parece anticipar, sorprende que le suceda a él! Muy entretenido y fluido, te lleva a seguir leyendo para saber que va a pasar. Leí algo de tu blog, me gusta mucho tu estilo. Espero leerte en la próxima. Saludos!

    Escrito el 23 marzo 2017 a las 16:32
  5. 5. Laura dice:

    Hola Gonzalo.
    Tu relato es muy llevadero y ameno.
    Lo único que me quedó extraño fue el uso de la palabra humano. ¿No era mejor una persona? Porque me hace pensar en que quien no narra no lo es.
    Me maravilló la claridad con que desarrollaste todo el asunto del Tano para inventar historias.
    Realmente, un relato muy bueno.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 01:05
  6. 6. Silvia Peregrina dice:

    Me gusta el redondeo del cuento, cuando el narrador acepta que no puede escribir el remate. Este final da calidad al relato, que de otra manera tiene varias partes difíciles de comprender, por sus saltos demasiado bruscos.
    Se repite ‘cotidiano/a’
    Saludos

    Escrito el 27 marzo 2017 a las 05:19
  7. 7. Gonzalo #127 dice:

    Gracias, Marula: Lindos comentarios.

    Hola, Laura: claramente es la idea con a palabra humano. Es una cita, lo dice el personaje del Tano, no el narrador. Y eso lo posiciona de manera diferente en su mirar. Gracias por notarlo.

    Hola, Silvia: Agradezco tus comentarios. Los saltos buscan ubicar rápidamente en tiempo y espacio al lector. Tal vez le falten nexos que exceden los 750 caracteres.

    ¡Salud!

    Escrito el 27 marzo 2017 a las 12:43
  8. 8. Rita dice:

    Hola, Gonzalo.
    Lo primero, perdón por el retraso. Ha sido una locura de mes. Pero, por fin, estoy aquí 🙂
    Antes de nada, el reto está cumplido pero, a mi modo de ver, algo forzado: “No logra reconocer el rostro que iba oculto con el antifaz de la oscuridad.”. Me parece aquí una comparación un poco forzada por meter el elemento requerido para el reto. Pero es sólo mi opinión.
    En cuanto al relato, la historia es buena y me gusta. Pero la forma en que lo cuentas es algo confusa; como ya te han dicho, los saltos son demasiado bruscos y no sabes si estás en el cine con el Tano y el narrador o con el “tipo” y la mujer de su vida.
    En fin, a ver si puedo ayudarte con los fallos que he visto:
    1. Tienes que estar atento a las comas, colocarlas en el sitio adecuado y no poner demasiadas para no hacer la frase demasiado larga (en este último caso te recomiendo cambiar la coma por el punto y coma). Por ejemplo: “Llegué algo tarde, pero ahí estaba el Tano, con la entrada de cine en la mano, haciendo la fila con los demás, y a la vez unos pasos adelantado.”. Esta frase tiene demasiadas comas. La coma que has puesto antes de “y” está mal colocada. Quedaría así: “Llegué algo tarde, pero ahí estaba el Tano; con la entrada de cine en la mano, haciendo la fila con los demás y, a la vez, unos pasos adelantado.”.
    2. “Resulta que lo vivido por mí (que yo creía ordinario), tenía otros matices, sonaba interesantes.”. Creo que has tenido un despiste en “sonaba interesantes”. O te has comido una letra o has puesto una de más. ¿Qué sonaba interesante? ¿Lo vivido por mí? (Singular: “sonaba interesante”). ¿U otros matices? (Plural: “sonaban interesantes”). Revisando el texto se arregla 😉
    3. “(…) me resultaba imposible componer un rostro que acompañe una mentira.”. Debes mantener el tiempo verbal en todo momento, salvo que el texto lo requiera en un momento dado. No es el caso. Sería así: “(…) me resultaba imposible componer un rostro que acompañara una mentira.”. Narras en pasado, mantente en pasado. Y, aquí, “acompañara” debe ir en condicional puesto que es una hipótesis y no, algo que ha ocurrido.
    4. La palabra “distractivo” no aparece en el diccionaro de la rae, por lo tanto, tienes que cambiar esta frase: “Una de las claves es prevenir las preguntas distractivas.”.
    5. ‘“La otra pata de la historia es el remate. Es el punto que le da valor a las cosas dichas”. Me decía.’. Si vas a utilizar las comillas en lugar del guión (—), hazlo bien. Debes respetar la regla de los diálogos (“Me decía”). Además de otras cosas, debería estar en punto y a parte. Así:
    ‘“La otra pata de la historia es el remate. Es el punto que le da valor a las cosas dichas.”, me decía.’.
    6. “La última vez que nos vimos, fue para ver una película, eramos cuatro.”. La palabra “eramos” lleva tilde: “éramos”.
    7. “dónde un tipo” sin tilde: “donde un tipo”.
    8. “detrás mío” es “detrás de mí”.
    Por último, ¿quién es ese personaje que narra la historia del Tano? Dice que lo respeta, pero no dice siquiera quién es él mismo. Un nombre, algo. Este relato trata sobre el Tano, pero hay un personaje que cuenta su historia. ¿Quién es?
    Igual no es importante, pero me ha chocado porque es como leer a oscuras. Eso es lo que he sentido.
    Bueno, espero haberte ayudado en algo.
    Si te apetece pasarte por mi relato, soy el número 125. Tu opinión y sugerencias son bienvenidos.
    Nos leemos.

    Escrito el 31 marzo 2017 a las 16:49
  9. 9. Gonzalo #127 dice:

    Hola, Rita:

    Muchas gracias por tu detallado aporte.
    Muchos puntos a corregir y tener en cuenta a futuro: Las comas son mi karma. Y claramente debo hacer una revisión buena…

    Sobre “distractivo”, no coincido; pero es un parecer: si nos limitamos a RAE, nos perdemos algunos giros idiomáticos.
    El narrador aquí no interesa. El foco está puesto en el Tano.

    ¡Salud!

    Escrito el 3 abril 2017 a las 14:35

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