Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
El mentiroso - por Tavi oyarce
Estábamos sentados en una mesa al fondo del bar. Eran las dos y treinta de la tarde y yo no tenía claridad del porqué estaba allí. «Necesito hablar contigo», había dicho el hombre. «Tengo novedades de tu madre». Debí haberme negado; pero el timbre de su voz avivó mi curiosidad. Quedamos de juntarnos en la plazoleta de Santa Catalina.
Salí de casa a esa hora que el sol baja y se disemina por las calles de Río Blanco. Tenía un mal presentimiento. Un sabor amargo en la boca.
Cuando lo divisé me sorprendí. El tipo era como si mi cuerpo se reflejara en la luna del espejo. Ya de cerca: sus rasgos, cada gesto, el color cobrizo de su piel eran los míos, incluso el tono prepotente de su voz.
Y aquí estábamos después de haber caminado toda la mañana. En un socucho llamado: «El bar de Zolaya». El tipo no dejaba de vigilarme. Era una situación incómoda.
─¿Quién eres? ─pregunté.
Por toda respuesta el hombre levantó la mano:
─¡Cervezas, mesonero! ─gritó.
Apuró un trago. Me observó a través del cristal de la copa y volvió a sorprenderme:
─¡Necesito que dejes de suplantarme! ─dijo como si fuera una verdad irrebatible─. Nuestro desagradable parecido no te da derecho de andar por la vida con la mentira en la boca. Eres un farsante, un sabelotodo. Hiciste de mí un desastre. ¿Qué tenías en la cabeza para atentar contra mi vida?
Todo era muy ridículo. Creí que el hombre deliraba.
Pensé levantarme, salir del local. Olvidarme de su voz odiosa. Pero por algún motivo que no lograba entender permanecí paralizado en el asiento.
De pronto, en el punto preciso que la cordura se desmorona y el instinto libera la bestia: me abalancé sobre el hombre con la repulsa de acallarlo. El tipo no se protegía. Mantenía sus brazos caídos como si mi furia no le afectara. En segundos me vi presionando su tráquea. Esperaba que su vida se extinguiera; que la falta de oxígeno lo ahogara; pero nada de eso ocurrió. Por el contrario:
─¡Detente! ─ordenó.
Reaccioné.
El hombre se puso de pie.
─Observa la puerta de entrada ─dijo. El timbre de su voz tenía una ironía perversa.
Ante mi horror tras el cristal de la mampara vi la figura larguirucha de mamá. «No puede ser ella», me dije. Había fallecido, y lo que tenía frente a mí era una distorsión de la realidad.
─Qué dices ahora, embustero. Te hice llegar la falsa noticia de su muerte solo para desafiarte. Lo que ves allí no es un fantasma: es una mujer de carne y hueso.
Mamá empujó la mampara y avanzó hacia nosotros. Las arrugas se empecinaban en la comisura de sus labios, en el contorno de sus ojos, en su cuello, en sus manos deformadas por la artritis. «Qué lejana su belleza». Yo estaba aturdido. Ella avanzaba serena como si encontrarnos allí fuera habitual.
La angustia me hizo recordar que nunca nos habíamos llevado bien. Decía que yo era un error de la naturaleza, un idiota…
Cuando llegó junto a nosotros besó al hombre en la mejilla.
─Hola, Diego ─saludó─. ¿Por qué invitarme a este socucho ordinario? Sabes lo penoso que es para mí caminar. ¿Qué haces aquí?
─Discutía con Rodrigo ─respondió el mentecato extendiendo el brazo hacia donde yo me encontraba.
─¡Frente a ti no hay nadie! ─exclamó mamá en tono de reproche─ Te lo he repetido una y otra vez. Olvídate de Rodrigo. Él no fue culpable del accidente. Tú sigues vivo… para mi dolor tu hermano está muerto.
Hola Tavi!!!
Llevaba mucho sin leerte, a pesar de buscarte todos los meses, así que en cuanto te he visto me he metido sin pensarlo!!!
Justo bienes en el mes en el que he escrito el peor relato de mi historia, pero bueno, ¡no pasa nada!
Pero bueno, he venido a hablar de tu relato. En cuanto a la historia, la idea de ella, me parece buena, final inesperado resuelto en una frase: ¡maravilloso! No termino de entender la relación del título con la historia.
En el aspecto formal, creo que el cuento está bien llevado.
*En la oración:«Necesito hablar contigo», había dicho el hombre. «Tengo novedades de tu madre» yo habría puesto coma tras “hombre” para que la segunda oración no pareciese inconexa.
*En esta otra: “…el instinto libera la bestia: me abalancé sobre el hombre…” hubiese cambiado los dos puntos por coma.
Un hombre que ante el dolor de haber sufrido un accidente que terminó con su hermano le ve y le culpa de lo ocurrido, ¿un fantasma?, ¿ilusión?, sea como fuere ha funcionado, así que felicidades.
Un beso enorme, me alegro un montón de volver a leerte
Como siempre el desarrollo de la historia es impecable, me gustó el tema con un final muy bien logrado.
Hola Tavi.
Aunque al principio se me ha hecho complicado leer tu texto, el final me ha sorprendido y no me ha dejado indiferente.
Encuentro un abuso del punto y coma en algunas oraciones:
p.ej: “En segundos me vi presionando su tráquea. Esperaba que su vida se extinguiera; que la falta de oxígeno lo ahogara; pero nada de eso ocurrió.”
También hay algunas frases rebuscadas que impiden la comprensión del lector:
p.ej: “yo no tenía claridad del porqué estaba allí”, sería más sencillo decir “no tenía claro porqué estaba allí”. “Salí de casa a esa hora que el sol baja y se disemina por las calles de Río Blanco” es una frase demasiado adornada para indicar el anochecer, “salí de casa a la hora en que el sol se disemina por las calles de Río Blanco” se entiende igual. “El tipo era como si mi cuerpo se reflejara en la luna del espejo”, es lo mismo que “El tipo era como mi reflejo ante un espejo.”
Es cierto que muchas veces buscamos florituras para que el texto quede bonito pero a veces es mejor describir con sencillez. Por lo demás, a partir de estos detalles, el texto se ha vuelto más fluido y ágil.
Hola Tavi oyarce
Sobre la ortografía no tengo nada que objetar, muy limpio tu trabajo.
En cuanto al relato ,me resulta algo extraño que el relato comienza con el protagonista muerto hablando con un supuesto “hombre” extraño para el protagonista y resulte ser el hermano gemelo de él . ¿Cómo es que no sabía que era el hermano y si reconocía a la mamá?
El enfoque de tu historia presentándonos a un supuesto hombre extraño, resultando ser el hermano gemelo del protagonista lejos de hacer un impacto en la historia, solo se ve extraño, quizá si hubieras mostrado el relato desde la perspectiva del hermano vivo hubiera sido mejor, por lo demás sin restarle méritos a tu trabajo , es un Relato excelente donde muestras el sentimiento de culpa por la muerte de alguien cercano.
Nos seguimos leyendo
Gracias por comentar
Hola Tavi
Me gusta tu estilo , como escribes, el tono del relato…. Te coge desde el principio y te mantiene el interés durante todo el desarrollo de la historia.
Lo que me defrauda es el final! (fíjate, como son las cosas, hay gente a la que le parece lo mejor!), a mi sin embargo me ha dejado con mal sabor de boca. Me siento engañada. Parece que se monta un compleja trama entre dos posibles hermanos , con una madre de la que se ha ocultado que sigue viva etc y resulta que al final¡plof! Todo es resultado del desvarío de un loco…
No sé , no me gusta ese tipo de finales…es una sorpresa , sin duda , pero creo que no resuelves , si no que cortas de un plumazo la historia.
Por lo demás, lo dicho , me gusta tu estilo, asi que , te seguiré leyendo.
Nos leemos!
Hola Tavi
Me gusta tu relato y el ritmo que tiene, sin embargo no logro asociar el nombre del cuento con los acontecimientos.
¿Algo que variaría? el enfoque del narrador: pondría en lugar del hermano muerto al hermano vivo.
Por lo demás, me ha gustado!
Un saludo
Hola Tavi
El relato está bien, me gusta. Quizás confunda un poco, en el final, el hecho de que el hermano vivo hable con un “fantasma” (pues la madre no lo ve) y sea el fantasma el personaje que inicia el relato. Al inicio, el muerto está tan tranquilo y el vivo es el que le incita a que le siga, yo pienso que debería ser al revés, es el fantasma el que persigue al hermano vivo hasta la obsesión. Si cambias eso todo tiene sentido: el vivo está tan tranquilo y un hombre le incita a seguirle. Se parece a él. entran en el bar y hablan. LLega la madre y le dice que está hablando solo.
Saludos