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El mentiroso - por Polilla

La lluvia caía sobre las calles formando charcos en las veredas. Los autos dejaban tras de sí una música mojada de ruedas sobre el asfalto. De los bares se escapaba el aroma del café de las tazas humeantes.
Corrió agitada y cogió el tren.
Sacudió su ropa, cerró el paraguas y se sentó junto a la ventanilla.
Su mente se fue igual que el tren que dejaba lentamente la estación. Pitidos, correrías, risas y el ruido de la lluvia cayendo…
Hoy agradecía todo eso, pero hace doce años atrás hubiese sido motivo para llorar porque todo le servía para llorar.
Era un día con expectativas y nerviosismo.
El vaivén del tren era adormecedor, los murmullos eran una música de fondo.
Hace doce años sintió que la vida le era poca, que su alma se marchaba dejándola vacía.
Una noticia en la televisión hizo que se le cayera el plato que llevaba en la mano, sus rodillas se quebraron y se disoció su cuerpo en materia por un lado y en espíritu por otro.
Un zumbido en los oídos y la realidad.
Su marido la dejaba para siempre.

"Un accidente fatal"
"Con víctimas mortales" (silencio sordo y el resto de la noticia)"…el impacto fue frontal. No hay sobrevivientes."

El teléfono. La confirmación. El comienzo del calvario.
El tren paró en la estación. Bajó y subió gente, agitada, riendo con esa risa tonta que nos produce mojarnos con la lluvia.
Ella se distrajo y volvió de sus pensamientos al vagón.

"Cuánto lloré por ti." pensó " Me sequé de lágrimas y de alma!"

Eran la pareja eterna, la mejor del mundo.

"A los sesenta años me dejas sola…"

Ya no le dolía pensar en ello, se había vuelto fuerte aunque un poco solitaria.

"Superé el vivir sin ti, pero esto? cómo se supera?"

No lo sabía pero aun le quedaba una única lágrima y acababa de perderla.
El tren siguió su marcha mientras la lluvia se estrellaba en las ventanillas.
Y ese olor que deja la tierra mojada, esa sensación de querer estar resguardado.

"Por qué no dejé todo en su sitio como hace doce años!"

Después del accidente le dieron su tapado, su maletín, un libro que él acababa de escribir y un diccionario de latín que llevaba consigo.
Daría un seminario en Londres.
Ella dejo todo en su oficina. Cerró la puerta y colgó las llaves en el olvido hasta que el dolor decidiera dimitir.
Hace unos meses dijo que había superado su dolor, la tristeza se había disipado.
La sonrisa empezaba a aparecer en su rostro y el alma había vuelto a su cuerpo.
Cogió las llaves, las miró. Meditó un rato. Tomó aliento. Como en un ritual, abrió la cerradura. Entró.
Doce años sin saber nada de ese lugar. Un olor raro de libros aburridos en los estantes la transportó.
Sus dedos rozaron el escritorio y unas notas, tropezaron con el diccionario de latín que cayó al piso y se abrió.
Al levantarlo vio que se escapaba de entre sus hojas una entrada de cine con un beso rojo. Ella nunca se había pintado los labios de rojo, lo veía imprudente. Una dirección y un teléfono.
Revisó el abrigo. Su mano temblorosa se quedó inmóvil al descubrir algo en el bolsillo interno: un antifaz.
Volvió a sentir esa fractura entre lo terrenal y lo espiritual, flaqueza en las piernas, esa odiosa humedad en los ojos.
Huyó, golpeo la puerta, gritó, sintió un desgarro en su corazón.
Pasó un tiempo corto y volvió a la oficina. Recogió el diccionario y la entrada de cine.
Decidió saber mas.
Durante días busco a esa mujer, siguió sus pasos, tomó café frente a ella, se acercó a hablarle.
Quería saber a qué olía, cómo sonaba su voz, dónde vivía, con quién.
Descubrió que llevaban los mismos anillos.
Percibió su soledad.
Se encontró reflejada en un espejo que le mostraba el alma.

Cómo seguir adelante sabiéndose engañada?

El tren frenó lentamente, un silbato la despertó del ensueño que produce la lluvia. Cogió su bolso y bajó del vagón con la torpeza de quien se ausenta del mundo.
Abrió el paraguas y cruzó la calle. Llegó a la otra acera. Entró en el edificio. No había mucha gente pero todos parecían mirarla.
Se avergonzó, bajó la mirada y pensó en salir de allí. Le sudaban las manos.

"Pude superar tu ausencia y no puedo con esto?"

Se abrió la puerta del consultorio y escuchó su apellido.
Muy a su pesar, entró.

" Doctora Zucarelli, Licenciada en Psicología , comenzamos la sesión?"

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10 comentarios

  1. 1. Rita dice:

    La historia está bastante bien, y muy bien ambientada con el detalle de la lluvia. Una historia triste. Muy bien hecho. En ese aspecto me ha gustado.
    Ahora te señalo algunos mejorables que he visto:
    1. Aquí creo que deberías cambiar el orden de las acciones: “Corrió agitada y cogió el tren.
    Sacudió su ropa, cerró el paraguas y se sentó junto a la ventanilla.”. Lo lógico es primero cerrar el paraguas y, después, coger el tren. Así que invertiría el orden.
    2. Dos cosas aquí: “Hoy agradecía todo eso, pero hace doce años atrás hubiese sido motivo para llorar porque todo le servía para llorar.”. La primera, escribes “llorar” dos veces en una misma frase. La segunda la cambiaría por otra palabra; por ejemplo, “desmoronarse”. Segundo, el relato está escrito en pasado, por lo que “hace” está de más. Eliminaría esa palabra y dejaría la frase así: “Hoy agradecía todo eso, pero doce años atrás hubiese sido motivo para llorar porque todo le servía para desmoronarse.”.
    3. Deberías señalar los recuerdos de alguna manera, hacer una distinción física. De lo contrario, creas confusión. Cuesta distinguir cuándo la protagonista está recordando y cuándo está en el presente.
    4. Veo una incongruencia aquí: “Una noticia en la televisión […]. El teléfono. La confirmación. El comienzo del calvario.”. ¿Cómo sabía que su marido tuvo el accidente antes de que la avisaran? Si la protagonista sabía algo, no lo dices previamente para que lo entendamos.
    5. Con respecto a la forma, esto está mal escrito: ‘”Un accidente fatal”
    “Con víctimas mortales” (silencio sordo y el resto de la noticia)”…el impacto fue frontal. No hay sobrevivientes.”‘. Debería quedar así, suponiendo que lo que está entre paréntesis es el inciso del narrador:
    “—Un accidente fatal. Con víctimas mortales. —Silencio sordo y el resto de la noticia—. […] el impacto fue frontal. No hay sobrevivientes.”.
    Todo en el mismo párrafo y, puesto que, más adelante, utilizas las comillas para lo que piensa la protagonista, te recomiendo que aquí pongas la raya o guión largo, ya que debes hacer una distinción física. Pues que en la acotación del narrador no hay verbo de habla, debe ponerse punto y espacio antes del guión largo; y la primera palabra del inciso, con mayúscula. He entendido que los puntos suspensivos los has puesto porque te saltas una parte de la noticia. Si es así, debe ir indicado como te digo: entre corchetes ([]). Y cerrar simplemente con un punto y a parte.
    6. ‘”Cuánto lloré por ti.”‘. Entre exclamaciones: ‘”¡Cuánto lloré por ti!”‘.
    7. Y hablando de exclamaciones, debes poner tanto la que abre como la que cierra (igual para las interrogaciones): ‘” Me sequé de lágrimas y de alma!”‘. Quedaría así (además de sin separación al principio y con punto tras el cierre de comillas): ‘”¡Me sequé de lágrimas y de alma!”.’.
    8. ‘”Cuánto lloré por ti.” pensó ” Me sequé de lágrimas y de alma!”‘. Debería estar escrito de la siguiente manera, con sus puntos y comas en su sitio: ‘”¡Cuánto lloré por ti!”, pensó. “¡Me sequé de lágrimas y de alma!”.’.
    9. “Ya no le dolía pensar en ello, se había vuelto fuerte aunque un poco solitaria.”. Coma delante de “aunque”. Para que no quede tan larga la frase y con tanta coma, pondría un punto y coma. Así: “Ya no le dolía pensar en ello; se había vuelto fuerte, aunque un poco solitaria.”.
    10. Puntos y mayúsculas: ‘”Superé el vivir sin ti, pero esto? cómo se supera?”‘. Una de las opciones quedaría así:'”Superé el vivir sin ti, ¿pero esto cómo se supera?”. O así: ‘”Superé el vivir sin ti, ¿pero esto? ¿Cómo se supera?”‘.
    11. “No lo sabía pero aun le quedaba…”. Delante de “pero” coma. Y la palabra “aun” lleva tilde: “No lo sabía, pero aún le quedaba…”.
    12. ‘”Por qué no dejé todo en su sitio como hace doce años!”‘. Te faltan las interrogaciones, ya que es una pregunta: ‘”¡¿Por qué no dejé todo en su sitio como hace doce años?!”‘.
    13. “Ella dejo todo…”. Le falta la tilde a “dejo”, puesto que es pasado: “Ella dejó todo…”.
    14. Te has confundido de palabra: “…hasta que el dolor decidiera dimitir.”. La palabra correcta sería “remitir”, con el significado de disminuir, perder intensidad. Sería así: “…hasta que el dolor decidiera remitir.”. Incluso, eliminaría “decidiera”, ya que el dolor no decide nada: “hasta que el dolor remitiera.”.
    15. “la tristeza se había disipado.
    La sonrisa empezaba a aparecer en su rostro y el alma había vuelto a su cuerpo.”. Uniría ambos párrafos en uno, ya que tienen relación entre sí. Para mi humilde punto de vusta, los haces demasiado cortos.
    16. Opinión mía: “de ese lugar.”. Cambiaría “ese” por “aquel”: “de aquel lugar.”.
    17. “…unas notas, tropezaron con el diccionario…”. En lugar de coma pondría el nexo “y”. Así: “…unas notas y tropezaron con el diccionario…”.
    18. “Ella nunca se había pintado los labios de rojo, lo veía imprudente.”. Pondría dos puntos después de “rojo”: “Ella nunca se había pintado los labios de rojo: lo veía imprudente.”.
    19. No sé qué quieres decir con esto (tal vez sea mi torpeza o que me he confundido yo): “Descubrió que llevaban los mismos anillos.”. ¿De qué anillos habla?
    20. Por último, me choca que la protagonista no tenga nombre. Eso conseguiría un acercamiento entre el lector y el personaje.
    En fin, siento haberme alargado tanto, pero espero que todo esto te ayude. Algunas cosas son recomendaciones que puedes elegir seguir o no; otras, con la práctica las pulirás.
    Ánimo y a seguir escribiendo 🙂
    Si te apetece pasarte por mi relato, soy el número 125.
    Nos leemos!

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 04:07
  2. 2. Polilla dice:

    Hola Rita!
    Muchas gracias por detenerte tanto en mi relato!
    No quiero justificarme pero en el punto 1, con respecto al orden de las acciones, la verdad es que lo veo desde otro ángulo, viaje toda mi vida en tren y me ha tocado muchas veces llegar a cogerlo justo. Entre no perder el tren y cerrar el paraguas, normalmente he preferido lo primero, así que me confieso, he cerrado el paraguas estando dentro del tren varias veces… jajajaja Me gusta tomarme licencias y, en lo particular, creo que en ese tipo de cosas a veces hay que saber jugar sin afectar a lo narrado, claro.
    Por otro lado, en el punto 2 uso la palabra llorar dos veces por lo mismo, sé que no hay que repetir pero, en algunos casos se puede romper esa regla si la podemos defender y no queda mal. Estoy intentando dar a entender un profundo dolor.
    “Hoy agradecía todo eso, pero hace doce años atrás hubiese sido motivo para llorar porque todo le servía para llorar.”
    Quiero enfatizar su terrible tristeza pero lo que mas quiero es que quien lo lea lo intuya, no quiero que el lector lo tenga todo servido.
    En cuanto al uso de la palabra “dimitir” lo utilicé con toda la intención, sé que es “remitir”, pero cuando digo “dimitir” le doy al dolor un sentido personal, como si no fuese un sentimiento sino mas bien una persona o cosa, para asentar la sensación de ocupación en su interior… lo siento pero me gusta jugar con esas cosas, no me gustan los cuentos lineales, quiero que quién lo lea vea mas allá…
    Lo del anillo es una manera de dar a entender que él tenía una vida doble donde las dos le importaban por igual, es verdad que en un principio iba a poner “cintillo” pero se me paso… jajaja!
    Mi relato era mas largo, pero, como sabrás no podía enviarlo así, entonces tuve que acortarlo y eso hizo que le quitará algunas palabras o párrafos que hacían un poco mas a la historia.
    Te agradezco de corazón el tiempo que te tomaste por eso quería explicarte un poco esos puntos.
    Tengo la mala costumbre de utilizar los signos de exclamación finales y es algo que ya me han marcado aquí… leo muchos libros donde se utilizan así… pero no pasa nada, la próxima.
    Lo del nombre de la protagonista no me parece necesario, no me gusta mucho poner nombres, me llevó unos días ponerle el nombre a la psicóloga jajaja!
    Gracias Rita, otra vez!
    Pasaré por el tuyo…

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 13:12
  3. 3. Don Kendall dice:

    Hola Polilla,
    Me toca comentar el texto que propones este mes.
    En esta ocasión he leído los comentarios previos (dos solamente), y uno es tu respuesta al previo de Rita.
    Como lector empedernido, coincido con Rita. Como participante del taller respeto y trato de aprender de la forma de trabajar de todas y todos los autores que proponen sus textos. Es por eso que es respetable que como autor/a quieras que el lector haga esto o lo otro. Lo problemático del asunto es que para que el lector haga eso que tú quieres, tiene que estar enganchado previamente. Si como autores no conseguimos la complicidad del lector desde el inicio estamos perdidos, porque si se escapa ya no vuelve.
    Parece que tienes claro el lector objetivo para el que escribes y la fidelidad a como lo haces. En ese sentido no me queda más que animarte, pero con tu permiso te sugiero que medites un poco sobre el cómo llegar al “quiero que” que planteas.
    En resumen, gracias por exponer tu trabajo.

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 14:39
  4. 4. Rita dice:

    Lo del paraguas lo decía porque veo un poco complicado y molesto entrar con el paraguas abierto; además de que, sin querer, puedes sacarle un ojo a cualquiera en un espacio tan reducido. Pero si tú lo has hecho en más de una ocasión, entoncies bien.
    Respeto entonces tu forma de escribir y, como escritora, te respeto. Aunque coincido con Kendall: tienes que ganarte al lector y conseguir que sienta o vea las cosas como tú quieres transmitir.
    No sé en qué libros habrás visto que sólo pongan un signo de exclamación/interrogación; imagino que te referirás a los que están escritos en otros idiomas, porque no creo que exista ninguna editorial que publique un libro en español con un único signo. Por eso te aconsejo que tengas mucho cuidado con esto, tanto como con la ortografía.
    Por cierto, gracias por la aclaración del anillo. Es que yo estaba pensando en una alianza (por el reto del mes pasado xD jaaja); por eso me resultó raro y me confundió… Aunque aprovecho para decir que es raro que un hombre le regale a su amante el mismo anillo que a su mujer.
    Un saludo 🙂

    Escrito el 18 marzo 2017 a las 18:10
  5. 5. Polilla dice:

    Gracias chicos por tomarse el tiempo de comentar mi texto!
    Tendré muy en cuenta las observaciones para el próximo cuento.
    Un saludo a ambos!!!

    Escrito el 20 marzo 2017 a las 09:42
  6. 6. Cesar Henen dice:

    Hola Polilla con gusto te devuelvo la visita.
    Habías comentado en relato que te gustaban las historias muy descriptivas que lograran meterte de lleno a la historia; sin embargo me parece que tu relato tiene ciertos errores y los detallare a continuación:
    No es necesario que pongas así los párrafos, solo haces pausada la narrativa, trata de que sean menos párrafos.
    Otra cosa son los signos de admiración y exclamación se te pasa poner los de apertura.
    Lo que pones entre comillas si son pensamientos debes ponerlos en comillas españolas « ». Tecla alt +174 apertura y alt+ 175 cierre.

    Sobre la historia en sí me parece un poco confusa, hay inicio de una ensoñación “El vaivén del tren era adormecedor, los murmullos eran una música de fondo. Hace doce años sintió que la vida le era poca, que su alma se marchaba dejándola vacía.” Luego, después de la ensoñación dice: “Ella se distrajo y volvió de sus pensamientos al vagón.” Al parecer volvió sus pensamientos al realidad, mas después dice: “Después del accidente le dieron su tapado, su maletín, un libro que él acababa de escribir y un diccionario de latín que llevaba consigo.” Desde allí hasta “Cómo seguir adelante sabiéndose engañada?” Parece que ya está en otro lugar o que aun esta dentro de la ensoñación anterior, pero en realidad esta aun en el tren. Para terminar se baja por fin del tren, entra a un edificio donde tiene una cita con una psicóloga o ¿Ellas es la psicóloga? No lo sé, me perdí en la trama.

    Polilla, ánimo, es interesante la historia, parece una mujer viuda que vivo enamorada, pero luego se enteró de la traición del esposo y eso la confundió demasiado al grado de tener que ir a psicología.

    Solo cuida muchos los detalles tanto gramaticales como de contenido. ¡Saludos!

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 03:52
  7. 7. Polilla dice:

    gracias Cesar Henen!
    Tendré en cuenta tus consejos!
    Saludos!

    Escrito el 22 marzo 2017 a las 10:28
  8. 8. Laura dice:

    Hola Polilla.
    No voy a tomar las acotaciones que ya se te han hecho por quienes tienen un mayor manejo del lenguaje escrito. Confieso que a mí se me escapan por completo a menos que sea algo muy elemental.
    Mi análisis va más a la trama del relato: me quedó algo extraño el quiebre de las rodillas cuando premonitoriamente cree que su marido ha tenido el accidente.
    Creo que lo de víctimas fatales redunda, simplemente con víctimas queda.
    Pormenorizas mucho el principio, la lluvia y el estado de ánimo de la protagonista y repentinamente das con la otra persona con la que su marido ha tenido una doble vida.
    El asunto de los anillos, considero que es la alianza, pero son todas iguales. Y después de doce años podría haber reiniciado su vida “la otra”.
    Me han encantado muchas de tus expresiones.
    Sigue escribiendo.
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 26 marzo 2017 a las 21:55
  9. 9. Tavi oyarce dice:

    Hola Polilla
    Muy tierno tu relato. Las metáforas del primer párrafo muy bien concebidas.

    Jamás renuncias a la melancolía que exige la trama y en el transcurso de la redacción vas dejando pequeñas pinceladas de talento que de todas maneras hay en ti.

    Te atreves con frases que desordenan la gramática y eso me gusta, lo demás sería seguir el curso de los que no intentan innovar.
    Yo te felicito, sigue estudiando y escribiendo.Espero leerte en el próximo mes.

    Escrito el 27 marzo 2017 a las 23:32
  10. 10. Polilla dice:

    hola Tavi
    ¡Muchas gracias!
    ¡¡creo que al fin alguien me entiende!!
    Acepto todas las críticas pero soy un poco rebelde y me rehuso a seguir algunas reglas que se pueden romper sin obstaculizar.
    Porque creo, desde mi punto de vista de artista plástica, en la creatividad y ,la creatividad suele romper las normas.
    Muchas Gracias por entender mi “rebeldía” jajaja.
    Sinceramente participo del taller para alimentar mi creatividad, no pretendo publicar ningún libro.
    GRACIAS POR TODOS LOS COMENTARIOS!!!

    Escrito el 29 marzo 2017 a las 13:50

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