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El jardin de medusa - por André Effroi

Susana esperaba…
El azul del cielo empezaba a tomar un tono rojizo sangriento hasta oscurecerse por completo, y los visitantes habían empezado a abandonar el cementerio al caer la fría noche de la montaña. La oscuridad había sucumbido en el tenebroso cementerio, la luna llena había aparecido con su magnífico resplandor que la caracteriza y Susana aún seguía esperando, pero ¿Que esperaba una indefensa y joven chica en un siniestro y oscuro cementerio por la noche?, posiblemente esperaba a algún amigo o a un familiar que todavía no llegaba para acompañarla a la visita de algún ser amado; pero no era así.

Rodeados de altos pinos cubiertos de nieve, el cementerio se ubicaba en una desolada montaña el cual llegar no era tarea fácil llegar, pues eran 2 largas horas de viaje desde la ciudad y la carretera no frecuentaba tener mucha luz. El cementerio tenía un aire macabro, es normal decir que un cementerio asusta, pero este cementerio poseía algo que los distinguía de los otros, algo que hacía que los niños llorarán cada vez que entraban al cementerio. Lleno de innumerables e inquietantes estatuas de piedra, el cementerio llevaba el nombre de “El jardín de medusa”, y es que cada estatua representaba a cada difunto que se encontraba “reposando” en el cementerio. Las estatuas eran de cuerpo completo y la gran similitud con los fallecidos hacía pensar que habían sido convertidos todos en piedra por la mismísima medusa, tanto así que era normal pensar que ellos realmente eran seres vivos, y posiblemente la intranquilidad de la gente y el llanto de los niños se debía a que a veces las personas tendían a pensar que las estatuas se movieran, o simplemente las estuvieran observando. A simple vista se podía suponer que los difuntos que descansaban en el cementerio, habían sido gente de dinero, pues era sumamente costos pagar los gastos de la ceremonia y pagarle al escultor que tallaba las estatuas

La fría noche de invierno se imponía y Susana esperaba algo en ese cementerio, pero aun así no podía dejar de sentir el miedo que le recorría por cada parte de su cuerpo. Tenía miedo de que alguna de esas estatuas cobrara vida de la nada y la sorprendiera por atrás, y aunque eso no fuera posible, ella estaba segura de que algo iba a pasar esa gélida noche en ese lugar tan desolado. La chica con su larga y hermosa cabellera rubia moviéndose de un lugar a otro, se mostraba frente la tumba de su ya fallecido padre, el señor Alfredo Chavanel, un hombre rico dueño de uno de los capitales más grandes e impresionantes del mundo. Susana al ser hija única del Sr. Chavanel, debía haber recibido al menos una parte de su capital, pero no había sido así. La chica le había guardado un gran rencor a su padre luego de su muerte, pero aun así esperaba a que su padre se levantara de la tumba y le dijera el motivo por el cual la había desheredado, pero era imposible que este hiciera eso, o al menos eso es lo que algunos pensaban. Pero Susana había oído rumores de que en las noches de luna llena cosas espeluznantes ocurrían en el cementerio, cosas como la resurrección momentánea de aquellos difuntos que se suponían que deberían descansar en paz. Posiblemente era eso lo que esperaba Susana, una última plática con su padre, que este le explicara el motivo de la cual la había desheredado.
Ya era medianoche, Susana sentía que los pies le iban a sangrar luego de estar de pie tanto tiempo, por lo tanto decidió que ya era suficiente y se dio la vuelta para terminar de largarse de ese siniestro lugar. Al darse la vuelta para caminar hasta la entrada, una extraña y fría brisa la había abrasado, sintió un frió tan grande que lo sintió hasta en los huesos, como si la hubiese atravesado, y eso que estaba abrigada completamente con un abrigo de piel de oso muy costoso. De repente sintió una gélida y dura mano tocándole el hombro, en ese momento se le erizo la piel, su corazón empezó a latir fuertemente y sus manos estaban sudorosas. Susana trago fuertemente saliva, y aun así temblando del miedo —o del frió— había decidido darse la vuelta. Al voltear, su cara de impacto se había transformado en una mirada pálida y de terror, pues no podía creer que volviera a ver de cerca a su pedrusco padre otra vez con vida.

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8 comentarios

  1. 1. Roster dice:

    Comentario a entrada 125. Escena 43 Susana esperaba André Effroi

    Hola André, aquí estoy dispuesta a decirte mi parecer sobre tu relato.
    La idea me ha parecido estupenda, el cementerio, el frio, las estatuas…Consigues muy bien el ambiente. Mis dudas surgen en el primer párrafo cuando se pregunta “Que esperaba Susana en el siniestro y oscuro cementerio” e, inmediatamente, se dan varias opciones quitando algo de suspenso al tema. Es algo que repites a lo largo del texto, explicas detalladamente y no dejas al lector que imagine. Cuando justo el miedo, a mi entender, da más miedo cuanto más se imagine.
    En el segundo párrafo escribes “eran 2 largas horas” Según la RAE se escribirá con letras los números que es puedan expresar en tres palabras o menos. En textos literarios se entiende.
    Por tu redacción entiendo que debes ser latinoamericano, por lo que quizás las siguientes expresiones, frases o palabras me chocan:
    ”para terminar de largarse de ese lugar”
    “al voltear su cara de impacto se había transformado en una mirada pálida y de terror”
    El final también me deja algo confundida pues Susana, al ver a su “pedrusco padre” no lo podía creer. Hemos leído poco antes que había ido al cementerio a aclarar las cosas con él pero… ¿El padre se había convertido en estatua viviente? Susana había ido al cementerio para aclarar las cosas con su padre ¿no?
    Te repito que la idea es muy buena, nos hace pensar en las relaciones familiares donde los buenos sentimientos sucumben al dinero.
    Espero seguir leyéndote, estoy en el 124 por si te apetece pasarte. Besos:Roster

    Escrito el 17 abril 2017 a las 21:40
  2. 2. Javier López dice:

    Hola André. Coincido con Roster en que buscas una ambientación concreta y la consigues…, a medias. El suspense se va desvelando y pierde eficacia, pese a que el giro final pretende confirmar lo que la protagonista esperaba. Es de noche, hace frío, está sola… eso está claro, pero como empiezas “El azul del cielo empezaba a tomar un tono rojizo sangriento hasta oscurecerse por completo”, y eso no pasa en un rato sino en horas, descuadra un poco el motivo por el que está tanto tiempo allí, no se si me explico. Por lo demás, me gusta el nombre de “Jardín de Medusa” y sus implicaciones. Eso en cuanto a valoración.

    En la parte técnica hay bastantes errores de puntuación, ortográficos y gramaticales menores, que una revisión a fondo seguro detectarías, aunque algunas quizá se deban a tu procedencia y mi desconocimiento. En cualquier caso, te enumero las que más me han chocado.

    En “la luna llena había aparecido con su magnífico resplandor que la caracteriza” o cambias el “su” por “el” o pones algo como “característico y magnífico resplandor”. Si no, no suena bien.

    En “oscuro cementerio por la noche?, posiblemente esperaba ” puntuación doble, incluso la coma no va bien ahí, mejor punto y coma, o punto y seguido, por la pausa. Yo hubiera puesto “por la noche? Posiblemente esperaba…”.

    En “Rodeados de altos pinos cubiertos de nieve, el cementerio se ubicaba en una desolada montaña el cual llegar no era tarea fácil llegar” varias cosas. Si dices “Rodeados”, ¿quienes, el cementerio, nosotros?. Si dices “al cual” mejor. Si es “desolada montaña”, ¿por qué hay pinos?.

    En “que los niños llorarán” es “lloraran” sin acento, subjuntivo, no futuro.

    En “se mostraba frente la tumba” falta “a la tumba”.

    En esta parte metes cuatro “pero” demasiado juntos: “pero no había sido así. La chica le había guardado un gran rencor a su padre luego de su muerte, pero aun así esperaba a que su padre se levantara de la tumba y le dijera el motivo por el cual la había desheredado, pero era imposible que este hiciera eso, o al menos eso es lo que algunos pensaban. Pero Susana había oído rumores” Aparte de demasiado larga, demasiadas subordinadas. Algún punto y algún “no obstante” podrían arreglarlo.

    Como oxímoron queda bien, aunque un poco forzado “una fría brisa la había abrasado”. Una brisa es una brisa XD.

    “con un abrigo de piel de oso muy costoso.” rompe la ambientación y es una pequeña aliteración.

    En “su cara de impacto se había transformado en una mirada pálida” me cuesta creer que una cara se transforma en una mirada XD.

    Espero ayudar con estos consejos y que no te molesten.
    Gracias por pasar por mi relato.

    Un saludo, y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 12:58
  3. 3. amadeo dice:

    André:
    Buen texto. Se lee bien, aunque hay repeticiones de conceptos.
    Mis observaciones y comentarios como lector son:
    1.- Repetido muy cercanos: empezaba, empezado oscurecerse y oscuridad, y otras palabras más. Revisar
    2.- Encontré “demasiados” adjetivos y varios antepuestos al sustantivo. Molestan
    3.- Revisar los tiempos verbales. Hay mezclados presentes y pasados.
    4.- Creo que hay varios temas en este cuento corto.
    5.- La palabra cementerio, se repite “miles” de veces. Ya sabemos que está en un cementerio.

    Final esperado, cuando aparece la estatua del padre.

    Nos seguimos leyendo

    Estoy en el 122, si gustas leerlo y opinar, agradecido
    amadeo

    Escrito el 18 abril 2017 a las 13:43
  4. 4. André Effroi dice:

    Gracias a todos por los comentarios. A pesar de los muchos errores, agradezco que me hallan ayudado con sus recomendaciones; en el próximo taller intentare aplicar lo antes mencionado.

    Saludos, muchas gracias y nos leemos en el próximo taller.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 16:06
  5. 5. Wolfdux dice:

    Hola André,

    hay que corregir el texto con las observaciones que te han dado los compañeros y seguramente la idea lucirá mejor. Un saludo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:24
  6. 6. Brian Viveros dice:

    Que tal André. Me ha gustado mucho la intención que le has dado a tu relato, pero tengo que mencionar al igual que los demás, que hay unos cuantos errores ortográficos que rompen un poco la esencia de la trama. Además de que algunas partes están mal expresadas.
    En cuanto a tu idea sobre “El jardín de Medusa” tengo que felicitarte. Si ignoramos los errores nos encontramos con un texto entretenido y original. Si fuiste tú quien tuvo la idea sobre el cementerio, hay qué reconocer que tienes una imaginación con potencial.
    Con tu creatividad y un poco de esmero podrás encantar a muchos lectores, eso te lo aseguro.

    Estoy en el 123, por si te interesa. Nos leemos.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 04:10
  7. 7. Estel Vórima dice:

    Me ha gustado mucho la descripción. Como presentas las escenas para meternos en el ajo.
    Tal y como lo has planteado está pequeña escena podría servir como prólogo de una historia más larga, ya que tal y como queda la cosa así solo parece un poco incompleto. Por un lado Susana va al cementerio para ver a su padre por los rumores que escuchó, pero luego se siente sorprendida. Además lo de la herencia queda sin resolver, por eso digo que serviría como preludio de un historia que se resolvería más tarde.
    Me gusta cómo te has desenvuelto para presentar la historia. Tu vecina del 215.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 21:28
  8. 8. Laura dice:

    Hola André.
    Ya se han indicado cuestiones técnicas, por lo que no vuelvo. Todo texto merece diez, cien, mil nuevas miradas, y en cada una se encuentra algo que corregir.
    Me encantó la idea del jardín de medusa. Me resultó muy original.
    Te felicito por ella.
    Sigue esribiendo

    Escrito el 25 abril 2017 a las 10:56

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