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Susana esperaba - por Lucho
Susana esperaba, el tiempo seguía su curso, el reloj marcaba indiferente cada segundo, cada minuto. Susana miraba su reloj impaciente esperando que el momento llegara. Le parecía una eternidad. Desde su puesto en el bar, como en una atalaya, buscaba identificar con anticipación lo esperado. No quería que la tomara como algo inesperado. Su carácter así se lo exigía, siempre preparada para cualquier acontecimiento y no gustaba de las sorpresas.
Federico caminaba desprevenido por una de las aceras cercanas al restaurante donde se hallaba Susana. No sentía necesidad de acelerar su marcha, así él estuviera retrasado frente a la cita que había pactado con Susana. Era un hombre bastante calmado y pocas cosas aceleraban su ánimo. Tenía algo que compartir con ella; sabía que era de trascendencia para Susana lo que el portaba en su pensamiento y hoy era el día acertado para compartirlo con ella.
A Susana se le notaba impaciente. Sentada en una de las mesas apuraba un refresco, mientras uno de sus pies se movía incansablemente. Su vista se desparramaba en todas las direcciones, pero Federico no aparecía por lado alguno. Desde hacia varios días traía en su mente clavada una espina, que creía sacar definitivamente de sus pensamientos, una vez conversara con Federico. A pesar de que su ansiedad se hacia exasperante, tenía claro que a su amigo nada lo apremiaba. Dió un sorbo a su refresco, suspiro hondo y trató de relajarse sin dejar de estar atenta.
El tráfico a esa hora era insoportable. Del pavimento se levantaba una ola de calor que inducían a Federico a mantener un paso controlado. No quería llegar agitado donde Susana para mantener el control al momento de darle la noticia. Sabía que ella requeriría de sus buenos oficios en ese momento. Continuó su caminata desprevenida, tal vez con cierto desenfado. En ningún momento advirtió que alguién le seguía.
El humo de los exostos de los vehículos se exparcía por las calles y en algo lograban afectar el interior del restaurante. Susana sintió el ardor que ese humo ocasionaba en sus ojos. Sacó un pañuelo desechable de su bolso y con él los limpio, porque comenzaban a lagrimear. Fijo de nuevo su vista hacia la calle y entre el tumulto alcanzó a ver a Federico que se aproximaba a paso lento. En ese momento todo fue difuso. Alguién se avalanzó sobre su amigo, trató de arrancarle su portafolio, pero este se resistió. Ella alcanzó a observar como el hombre con un cuchillo apuñaleaba a Federico y este se derrumbaba sobre la acera. Ella no intentó pararse de su puesto y correr hacia donde estaba Federico. Esa fue su primera reacción. El hombre del cuchillo se perdió entre la masa de gente que se agolpaba alrededor del herido. Finalmente Susana se apresuró a salir hacia donde se encontraba el corrillo. Cuando se acercó a su amigo, este en medio de jadeos y ojos vidriosos le balbuceó: en el maletín. Ella miró a su alrededor y no lo vió por parte alguna. Había desaparecido. El notó la cara de desconcierto de Susana y le dijo: cuidate en tu trabajo, te están engañando. Se quedó callado y su respiración era entrecortada. Estaba mal herido.
Una ambulancia llegó al lugar y socorrieron a Federico, pero por el seño de los paramédicos, se notaba que las cosas no iban bien. Se prendió la sirena y el vehículo arrancó raudo hacia una de las clínicas cercanas.
Susana regreso a su trabajo cargada de desconfianza y de tristeza con lo que había sucedido a su amigo. Al rato sonó el teléfono donde le anunciaron que Federico acababa de fallecer. Miró a su alrrededor y la invadión un terror nunca sentido. Se sintió sola.
Hola Lucho. Ante todo decirte que has hecho un gran trabajo con tu historia, pasan muchas cosas y llevas al lector a un final impactante. Mis dudas: Ante todo una palabra “exostos” que nunca había oído y la he buscado en el diccionario de la Academia y no figura. Intuyo el significado, pero eso unido a otros giros y acentuaciones me convencen que eres argentino o de la vecindad, por lo que todo adquiere otra dificultad para entender tu intención al escribir. Por otro lado en una sola linea leemos”avalanzó” (se escribe con b) y “alcanzó”, casi rima y molesta.¿Cuando dices “seño” no habrás querido decir “ceño”? Me quedo con la esencia. Espero volver a leerte.
Si quieres, mi relato en el 124. Beso.
Hola Lucho, me gusta mucho tu historia y el final no me lo esperaba.
Consigues que la tensión vaya creciendo según vas leyendo el texto y estás esperando a ver que pasa, sin embargo creo, que lo haces un poquito largo. Quizá lo probaría con un par de frases menos. Enhorabuena!…
Un saludo
Hola Lucho, tu relato está cargado de tensión y es emocionante.Pienso que podrías dinamizarlo recortando la introducción que se repite demasiado y hace que el interés se afloje. El primer párrafo sobre todo resulta un poco largo, sobre todo porque tu relato es elíptico y con final abierto. Es tan solo una opinión, espero que te sirva de algo. El párrafo final me gusto mucho como cierre.Felicitaciones. Saludos.
Hola Lucho, decirte que el relato me ha gustado bastante. La historia, en sí misma, es original e intrigante. Siento decirte, sin embargo, que me ha resultado débil en cuanto a redacción, por contener redundancias y formas algo confusas de expresión. No obstante, te felicito por tu originalidad.
Un saludo.
Hola, el relato está interesante como la primera parte de una historia. Por ser relato corto podrías sacr la introducción y dar más información de los hechos, para que de esa manera no quede un final tan ambiguo.
Eso si, tiene buen ritmo y la trama llama la atención.
Saludos.
Hola Lucho,
Has conseguido crear un relato con tensión y que queda abierto. Ya suponemos que algo pasa en la oficina. Y con tan poca trama, por decirlo de algún modo, has creado una historia que se sigue con atención,lo cual es un mérito.
Ahora bien, creo que los párrafos podrían estar más ordenados, alguna separación entre ellos que facilite la lectura.
Y en algunos, en mi opinión, das demasiada información. Alguna reiterativa.
Por ejemplo:
“Desde su puesto en el bar, como en una atalaya, buscaba identificar con anticipación lo esperado. No quería que la tomara como algo inesperado. Su carácter así se lo exigía, siempre preparada para cualquier acontecimiento y no gustaba de las sorpresas.”
Yo quitaría la segunda frase “No quería que la tomara como algo inesperado”, o quitar la tercera y poner la segunda como “No quería que la pillara por sorpresa”. Algo que no mantenga la segunda y tercera frase porque creo que no añade nada que no hayas explicado ya.
Otras cosas. por ejemplo:
“No sentía necesidad de acelerar su marcha, así él estuviera retrasado frente a la cita que había pactado con Susana. Era un hombre bastante calmado y pocas cosas aceleraban su ánimo.” Aquí empleas el verbo acelerar muy seguido. Yo podría en la segunda: “…pocas cosas alteraban su ánimo.”
Y en esta, parecido:
“Tenía algo que compartir con ella; sabía que era de trascendencia para Susana lo que el portaba en su pensamiento y hoy era el día acertado para compartirlo con ella.” Aquí, “compartir” y no mucho después “compartirlo con ella”. Quitaría eso “compartirlo con ella”, es repetir información. Lo dejaría así:
“Tenía algo que compartir con ella; sabía que era de trascendencia para Susana lo que el portaba en su pensamiento y hoy era el día indicado” (indicado o perfecto mejor que acertado).
También me ha ocurrido lo que a otros con “exostos”. No conocía la palabra, supongo que es nuestro “tubo de escape”.
Saludos
Saludos. Muy original tu historia con un gran final. Cumpliste con el reto, te felicito. Puedes visitar a mi Susana por el 145.
Muchas gracias por los comentarios, todos fueron muy enriquecedores para mi escrito, los tendré en cuenta.
Saludos