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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Susana esperaba - por Agustín

Susana esperaba sentada inmóvil en el columpio. Tenía la mirada perdida en la impenetrable oscuridad que apenas mantenían alejadas las pocas farolas del parque. La espera se le estaba haciendo eterna. El frío había alejado el recuerdo del calor de los rayos del sol sobre su piel. «Manuel tiene que venir» se repetía cada poco tiempo para no perder la esperanza. Aquél era el día que ambos cumplían el medio siglo y habían acordado volver a verse en el sitio en el que se conocieron pasara lo que pasara.

El lugar había cambiado mucho desde entonces. Cuando lo vio le costó reconocerlo hasta que identificó las pequeñas colinas, rastros de los viejos caminos y unos pocos árboles que habían sobrevivido a los cambios. Lo recordaba con más gente pero los tiempos habían cambiado y ahora era un lugar apartado que recibía pocas visitas y menos a la luz de la luna.

El crujir de la gravilla bajo unos zapatos a cierta distancia la sobresaltó. Caminando desde el otro lado del parque la silueta de un hombre se perfilaba bajo el alumbrado. Susana notó como el corazón se le aceleraba aún más: él había venido. Más de treinta años después ninguno de los dos se había olvidado del otro. Pero por un momento le entró el miedo; Manuel también se acordaría de cómo ella le había abandonado. «¿Y si me guarda rencor?». Rezó para que no fuera así. No se hacía ilusiones pensando que él iba a seguir enamorado de ella, aún cuando al revés si fuera de esta forma. Quería creer que su presencia significaba que al menos le guardaba cierto cariño.

Susana perdió de vista al hombre cuando entró en un pequeño jardín rodeado de setos altos. «No me habrá visto» fue la explicación que se quiso dar, «o quizá ha creído que ése es el punto exacto donde nos vimos». Impresionada por esta posibilidad abandonó el columpio y se acercó al jardincito. Por el camino se le ocurrió que podía aprovechar esos setos para acercársele sin que le viera. Podría ver su cara, cuánto habían cambiado sus rasgos, su expresión de expectación ante el reencuentro.

La primera vez que se asomó por encima de las hojas entendió por qué había dejado de verle: estaba arrodillado en el suelo jugando con la tierra. Le pareció curioso hasta que se le ocurrió que quizá se había percatado de que estaba ahí y que estaba jugando con ella. Le gustó esa idea y decidió seguirle el juego. Avanzó un poco más y volvió a mirar.

El cuerpo había cambiado, como era lógico. La figura fibrosa que recordaba había ganado volumen y parecía tener algo de joroba; el pelo corto lo llevaba ahora largo y desaliñado. Incluso el traje oscuro que vestía estaba algo sucio. Susana asumió que su antiguo amor vivía ahora en la indigencia y se sintió un poco culpable. «Quizás juntos nos hubiera ido bien a los dos». No recordaba que su propia vida hubiera sido triste pero tampoco alegre. Los recuerdos eran confusos y estaban teñidos de gris.

Siguió avanzando y espiando hasta descubrir que lo que estaba haciendo era cavar con las manos. «¿Y si no es él?», una situación que no se le había ocurrido plantearse mas ahora no podía parar; debía comprobar quién era aquel hombre.

Terminó el recorrido y levantó la cabeza conteniendo la respiración. Los ojos se le salieron de las órbitas y ahogó un grito con las mano. El hombre tenía la cara roja e hinchada; los ojos verdes había perdido su luminosidad y solo ofrecían una mirada vacía; los dientes estaban sucios y la boca colgaba inerte. Susana tuvo que refugiarse de nuevo tras las ramas porque no aguantaba la visión de ese engendro en el que había reconocido a Manuel sin ningún tipo de duda.

El hombre gruñó y una punzada de dolor le recorrió las entrañas. Se atrevió a echar una última mirada y contempló como su ex novio desenterraba un hueso largo como si fuera un perro. Susana no lo pudo soportar más. Manuel estaba loco y podía ser peligroso. Intentando hacer el menor ruido posible y corriendo como si caminara sobre la brisa se lanzó contra la barrera de oscuridad donde su esencia se disolvió.

El cuerpo sin vida de Manuel, ajeno a lo que ocurría a su alrededor, comenzó a roer el hueso que había encontrado bajo una tapa de madera donde apenas se podía leer «Susana».

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8 comentarios

  1. 1. Alycia dice:

    Hola, Agustín:

    Parece que te comiste la tilde del “sí” en “aún cuando al revés si fuera de esta forma”

    Curioso relato, en el que acuden a una cita programada tiempo atrás un fantasma y un muerto viviente. Sin duda, original.

    Saludos,

    Alycia

    Escrito el 17 abril 2017 a las 22:43
  2. Es interesante el relato. Me gustó mucho su misterio. Al principio pensé que quizá Susana era una vampira jejeje.
    Lo único que puedo acotar es que tengas más cuidado con la ortografía, en cuanto a la concordancia de las palabras y las tildes.
    “los ojos verdes había perdido su luminosidad”, debería decir “habían”.
    Mi relato es el 51, si puedes léelo y dame tu apreciación.
    ¡Saludos!

    Escrito el 18 abril 2017 a las 01:47
  3. 3. Isan dice:

    Hola Agustín:

    Empiezo por alguna cosilla que me ha llamado la atención de forma o de sintaxis y que, según mi criterio, cambiaría.

    “…que apenas mantenían alejadas las pocas farolas…”: ¿a qué se refiere ese plural de ALEJADAS? No es ni a la mirada ni a la oscuridad.

    “…que se conocieron pasara lo que pasara.” Yo pondría al menos una coma después de conocieron.

    “…identificó las pequeñas colinas” parece raro que si antes dices “la impenetrable oscuridad”, ahora vea las colinas.

    “…y menos a la luz de la luna.” Y de las pocas farolas del parque, recuérdalo.

    “El crujir de la gravilla bajo unos zapatos a cierta distancia…” Para mi gusto el orden sería: El crujir de la gravilla a cierta distancia bajo unos zapatos…

    “No se hacía ilusiones pensando que él iba a seguir enamorado de ella, aún cuando al revés si fuera de esta forma.” Esta frase está inconclusa, le falta algo.

    “…quizá ha creído que ése es el punto…” Yo no acentuaría ESE.

    “«¿Y si no es él?», una situación que…” Pondría un punto en lugar de coma.

    “situación que no se le había ocurrido plantearse mas ahora no podía parar…” Encuentro el reflexivo SE dos veces: “se le había” y “plantearse”. Sobra uno, mejor el segundo. Además pondría una coma después de plantearse.

    “ahogó un grito con las mano.” Falta el plural de manos o sobra el plural de las.

    “…los ojos verdes había perdido su…” Falta el plural en habían.

    “…la boca colgaba inerte” No sé si me gusta la expresión ya que no me imagino una boca colgando. Tal vez le iría mejor “mandíbula”.

    “…el menor ruido posible y corriendo como si caminara sobre la brisa se lanzó contra la barrera…” Aquí pondría entre comas “corriendo como si caminara sobre la brisa” ya que es un inciso en la narración.

    Creo que abusas del uso del reflexivo SE. También hay muchos posesivos SU. Pasa lo mismo con QUE. Creo que hay más de treinta. Lo mismo con los gerundios (ando, endo) y los participios (ado, ido). Todas estas cosas me pasaban a mí con frecuencia, incluso hace dos relatos metí unos cuantos QUE en el relato sin advertirlo. Por eso es importante el repaso. Como ves cosas que se arreglan fácilmente.

    En cuanto al fondo, vaya final más impactante. El relato transcurría casi tranquilo hasta que te empiezas a inquietar. Está bien llevado y tiene un final que, sin lugar a dudas, sorprende. Es un buen remate final. Una promesa de quedar de hace veinte años y después de la promesa acaba en asesinato. Al final los dos se encuentran hechos unos zorros.

    Buen relato, pero cuida la forma que tiene tanta importancia como el fondo. Ha sido un placer leerte y un trabajo corregir.

    Un saludo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 19:25
  4. 4. PerePaella dice:

    Hola, Agustín
    Genial tu relato, me ha encantado como nos vas desgranando esta historia terrorífica en que nada es lo que parece. De un relato que parecía de amor nos llevas a una historia sobrenatural de fantasmas y zombis.

    Poco puedo decir del aspecto técnico, ya que arriba lo han dicho todo, y además entre que no tengo demasiada idea y que estaba absorto en la historia no había notado ni la mitad de cosas.
    Felicidades por tu relato y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 09:08
  5. 5. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Agustín

    Vaya texto que nos has dejado, impactante final. Qué miedo y repugnancia lo de roer el hueso ¡madre mía!

    Ayer leí en uno de esos blogs que hablan de los errores comunes de los escritores noveles, y me enteré de algo que desconocía, pues bien, hay un error: la excesiva efusividad en todo lo que se escribe, el blog lo atribuía a los escritores noveles más jóvenes, según éste son ellos quienes más tienden a magnificar (adjetivos, adverbios…). Una cosa que he aprendido aquí y de las más importantes es que, a la hora de escribir, menos es más, y que es mejor sugerir que contar, más en un relato de 750 palabras ya que cada una cuenta, y tenemos que elegirlas bien para no repetir conceptos.

    Te paso el enlace, una imagen vale más que mil palabras : https://convictoryconfeso.wordpress.com/2016/01/25/15-errores-de-estilo-frecuentes-en-narrativa/

    Y te haré también algunas sugerencias, lo bueno de las sugerencias es que son sugerencias 🙂 y que si no nos gustan no se tienen en cuenta, cada uno tenemos nuestro propio estilo y aquí estamos por si podemos aportar algo a los demás.

    * ” Tenía la mirada perdida en la impenetrable oscuridad que apenas mantenían alejadas las pocas farolas del parque.”: esta frase me parece confusa. Me parece bastante larga y pasa que las oraciones demasiado largas pueden llegar a ser muy difíciles, se intenta poner todo lo que se quiere poner en una sola frase y al final se enreda su sentido y se entorpece al lector, como en este caso, por un cambio verbal de número.

    * “Cuando lo vio le costó reconocerlo hasta que identificó las pequeñas colinas, rastros de los viejos caminos y unos pocos árboles que habían sobrevivido a los cambios”: hay una redundancia en esta frase, bastaría un “le costó reconocerlo”, el lector tendría igual información.

    * “… le costó reconocerlo hasta que identificó las pequeñas colinas” la construcción de la frase no termina de cuadrarme, es el mismo ejemplo de arriba: “Reconoció las pequeñas colinas….” o “le costó reconocer las pequeñas colinas…” o reconoció o identificó, o uno u otro.

    * Aparecen tres veces en el mismo párrafo dos verbos iguales “había/n cambiado” y un sustantivo “cambio”. Conviene no repetir palabras tan cercanas.
    * Tercer párrafo:
    – “A CIERTA DISTANCIA”, y “CAMINANDO DESDE EL OTRO LADO”: no aportan, ambos personajes están en un mismo lugar: en el cementerio.
    – Ese “CÓMO”: va acentuado, es interrogativa indirecta.
    – “MÁS DE TREINTA AÑOS DESPUÉS ninguno de los dos SE HABÍA OLVIDADO DEL OTRO “: podrías economizar palabras quitando “más”, me parece algo exagerado decir que “ninguno de los dos se había olvidado del otro”, cuando aún no sabe siquiera si es él, si realmente acaba siendo él, de lo que no se habría olvidado sería de la cita en cuestión.
    – “AÚN”: aquí va sin acento, ya que es adverbio y se pone sin acento cuando se puede sustituir por “incluso”)
    -“cuando AL REVÉS (sería viceversa, lo del revés me suena a jersey) SI (es afirmativa, lleva acento) fuera de esta forma…”
    * Cuarto párrafo:
    – ” Susana LE perdió de vista al hombre”: o LE o “hombre”, los dos es mucho.
    – ” QUERÍA CREER que su presencia” y «… fue la explicación que se QUISO DAR”: repeticiones…
    – “SU EXPRESIÓN DE EXPECTACIÓN”: prueba a leerlo en alto, ¿no se te traba la lengua? ¡Es una cacofonía! Debemos evitar las rimas en la prosa, es un error frecuente en escritores noveles, hay que lograr que suene música limpia, armonía, y para eso hay que leer y leer y leer a los grandes escritores, en esta página recomiendan libros clásicos imprescindibles.
    * Quinto párrafo: Jugando y juego, en el mismo párrafo tres veces.
    – “La primera vez que se asomó por encima de las hojas entendió por qué había dejado de verle: estaba arrodillado en el suelo jugando con la tierra”: ¿En serio le dejó porque jugaba de rodillas con la tierra?

    * ” Siguió avanzando y espiando hasta descubrir que lo que estaba haciendo era cavar con las manos. «¿Y si no es él?», una situación que no SE LE HABÍA OCURRIDO plantearse MAS ahora no podía parar; debía comprobar quién era aquel hombre.”: He leído “se le ocurrió” varias veces algo a lo largo del relato. Y la preposición “mas” aquí no la veo, parece más un lenguaje arcaico.
    * ” Siguió avanzando y espiando…” “levantó la cabeza conteniendo…”: en lo posible evitaría los gerundios, hay reglas sobre su uso y muchas veces no se emplean bien.
    * “Las mano” “ojos verdes había”: despistes…
    * ” había reconocido a Manuel sin ningún tipo de duda”: si lo había reconocido, este mismo verbo implica “sin ningún tipo de duda”, simple economía de palabras, es algo redundante.
    * ” contempló como su ex novio desenterraba un hueso largo como si fuera un perro”: dos “como”, recuerda la armonía y la repetición.

    Los tres últimos párrafos tienen mucha acción y está bien el desenlace, un poco zombi, como yo después de escribir este comentario eh? 🙂
    Sigue escribiendo, Agustín, y leyendo, se ve que te gusta y que escribes con pasión, pero solo la perseverancia y las ganas nos hacen avanzar.

    Un cordial saludo

    Escrito el 20 abril 2017 a las 23:39
  6. 6. Laura dice:

    Hola Agustín.
    Tienes un relato más que interesante.
    Ya te han señalado algunos detalles, todos fácilmente mejorables, por lo que tan sólo agrego…Sique escribiendo!!!
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 23 abril 2017 a las 23:41
  7. 7. Zamorano dice:

    Hola, Agustin.

    Me ha gustado como transformas la historia de amor en una de suspense y terror. Tienes algunos fallitos como ya te han comentado más arriba pero con el tiempo estoy seguro de que los depuradas.

    ¡Saludos!

    Escrito el 24 abril 2017 a las 03:26
  8. 8. Agustín dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios.

    Es el primer texto que publico, más allá de un pequeño círculo de amigos, y no puedo estar más contento con el resultado.

    Escrito el 12 mayo 2017 a las 19:10

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