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El guardián de las almas inocentes - por J.E.M. Celeste

Web: http://www.laguaridadelailusión.com

Susana esperaba sentada en la cima de un gran tobogán, mientras su familia le daba el último adiós a su querida abuela. La intención de la pequeña no era despedirse sino alcanzar su alma y volver a sentirla a su lado. Durante toda su vida la habían intentado mantener alejada del dolor, pero la realidad es que este forma parte de la vida, pues sin él los humanos no la apreciarían de igual modo.

Aquel parque infantil fantasmal, que nunca tenía el placer de disfrutar de las risas de ningún infante, se sentía feliz de sentir ese pequeño cuerpo sobre él. Había olvidado lo que se sentía al compartir ese mundo de imaginación con los niños, pues pocas veces aparecían por el cementerio y cuando por fin veía uno, su tristeza bañaba con tanta fuerza su alma que le impedía soñar. Y aunque percibía que el pequeño cuerpo que se hallaba sobre él no se estaba divirtiendo, sintió como él, un simple objeto creado con el fin de divertir, calmaba el afligido corazón de la pequeña.

María, su abuela, fue la mujer que la cuidaba siempre que enfermaba, que la animaba siempre que se sentía triste con sus bromas y juegos y que, le cocinaba siempre lo que más le gustaba. Su abuela era para Susana tan importante como su madre, no había contemplado jamás la vida sin ella, por este motivo el día que se vio forzada a vivirla sentí como su inocente corazón imploraba reunirse con ella.

Su nombre gracias a Dios no se encontraba en mi lista, yo solo había venido a salvar el alma de su abuela y hasta después de muchos años no volvería a por la suya. Pero su inocencia no podía entender porqué le había arrebatado a su querida abuela. Sentí como su enfado hacía arder con furia la sangre de sus venas, pero no era yo quien escribía el destino; yo solo guiaba a las almas a su hogar de descanso. Todos me han visto siempre como el malo, pero en la vida, al menos en su diseño original, no existe ningún villano; la naturaleza es sabia. Y del mismo modo, que un día las almas bajan a la tierra para habitar un cuerpo, llega el día que deben regresar a su verdadero hogar. Así es el ciclo de la vida. Pero últimamente este ciclo se ha alterado, y en más de una ocasión me he visto obligado a llevarme almas inocentes que no deberían haberse encontrado conmigo tan pronto. El mundo está en constante cambio y cada vez existen más peligros y sí, más malvados. No soy yo quien decide a quién debo llevarme, hoy en día en la mayoría de ocasiones, la decisión está en manos de los humanos. Yo al ver sus inocentes almas lo único que puedo hacer es agachar mi rostro para ocultar mi profunda tristeza y guiarlas hacia un lugar en el que puedan reposar en paz. ¿Pero cómo explicárselo a una niña de seis años que acababa de perder a uno de los seres más importantes de su vida?

—Susana, hija ya podemos irnos, mi amor —le dijo dulcemente su madre.

—¿Y la abuela?

—Ella siempre estará en tu corazón, más cerca de lo que jamás estuvo de ti.

—Pero quiero verla —dijo con profunda tristeza la niña.

— Y la verás; siempre que cierres tus ojos y pienses en ella. Hija, —dijo mientras alzaba los brazos para tratar de alcanzarla— no todo en la vida se puede ver. Precisamente lo más bello es lo que permanece oculto, pues su resplandor nos cegaría y no llegaríamos a apreciar su belleza.

Aquellas palabras disminuyeron el dolor que sentía la pequeña en su corazón. Susana que se encontraba arropada por los brazos de su madre, dejando de nuevo sumido en la más remota soledad a aquel viejo tobogán, cerró los ojos y sonrió al ver el rostro de su querida abuela.

—¿La abuela será feliz en el cielo, mami?

—Más que nunca, pues desde donde está te verá crecer feliz durante toda tu vida.

Gracias a su madre Susana volvió a amarme. Ahora la pequeña sabía que yo solo había salvado la inocente alma de su abuela de las garras de un mundo cada día más cruel.

Quizás, querido lector, llegado a este punto sepas ya quien soy. Sí, me conocen por muchos nombres, pero solo uno honra mi verdadera existencia: el guardián de las almas inocentes.

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11 comentarios

  1. 1. Dennise García dice:

    Tu texto esta lleno de inocencia, o al menos siento que plasma correctamente el sentir de un niño ante tal suceso.

    El guardián me pareció un personaje muy interesante y totalmente explotable.

    Creo que podría tener más potencial si fuera un poco más largo (ejemplo, profundizar en la relación de Susana con su abuela), pero todos estamos conscientes de que el número de palabras es limitado.

    Así que muy bello, espero leer tu trabajo en futuras escenas.

    Y por si gustas, mi trabajo se encuentra en el 114, ¡Saludos!

    Escrito el 17 abril 2017 a las 18:31
  2. 2. Roster dice:

    Hola J.E.M:
    Es verdad que el personaje del guardián deja huella y hace pensar. El texto está bien construido pero a mi me surge una duda, no se interpretar lo del tobogán y el parque infantil.¿En un cementerio?
    Los lectores nos quedamos con ganas de conocer mas a la abuela, pero la historia acaba de forma interesante ya que si es salvada su alma, habrá sobrados motivos.
    Un beso y hasta pronto.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 09:14
  3. Muchísimas gracias por vuestros comentarios Dennise y Roster 😉

    Denisse en cuanto a que podría profundizar más en la historia tienes toda la razón del mundo, de hecho me costó un gran dolor tener que desechar algunas frases que me sobraban XD pero bueno, si algún día le doy forma, la agrandaré para que conozcáis mejor la figura de su abuela.

    Y Roster en cuanto a lo del tobogán y la idea de columpios en el cementerio, la verdad no he ido a ninguno donde hayan, pero ¿porqué no? XD a mi me encanta ir, aunque voy como mucho una vez al año, al cementerio a visitar a mi abuelo y mi tío, aunque sé que sus almas ya no están allí, lo hago desde bien pequeña. Y creo que no debería ser un lugar tabú, ni terrorífico. Y en cuanto a la figura del tobogán, la verdad es que lo tenia en mente pero no lo puse explícitamente, la idea era que subida allí arriba gracias a su altura la niña se sentía aun más cerca de su abuela.

    En cuanto pueda me paso por vuestros relatos 😉

    Escrito el 18 abril 2017 a las 16:23
  4. 4. Leosinprisa dice:

    Hola Celeste.

    Tengo impresiones encontradas en tu bonita historia, por una parte me cuesta comprender que el guardián de las almas inocentes (¿es a quien llamamos el ángel de la guarda?), se encuentre en el objeto que forma el tobogán. Es un ser etéreo, debería estar o bien diseminado por todo el parque infantil o ser aún más difuso. (Esto es una opinión personal, me parece extraña e incluso, curiosa tu decisión, pero tú eres quien decides como presentar a tu personaje).

    Por otra, la historia me parece maravillosa, con un toque de ingenuidad por parte de la niña que te atrapa al leerla y la conversación que sostiene consigo mismo ese misterioso guardián, un conjunto al cual puedes sacarle mucho jugo, a pesar del poco espacio del que disponemos para nuestras historias.

    En definitiva, me ha gustado mucho, solo me queda agradecerte tus comentarios en mi texto. Un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 10:26
  5. 5. Brian Viveros dice:

    Hola celeste. Estoy un poco confundido sobre si el guardián y el parque representan el mismo personaje. El relato parece estar contado en primera instancia por un narrador omnisciente. Después pasa a ser contado por el guardián, y es ahí cuando comienza mi duda. No sé 🙂 igual es cosa mía, o el guardián es como un dios.
    Puede que falten algunas tildes, o comas que apoyen a la lectura. Aunque son mínimos errores.
    Tu estilo me parece estupendo. Proyectas muy bien la esencia de tus ideas en el contexto. Admiro tu forma de expresión, y la manera en la que atrapas al lector con lo que cuentas.
    Me encantó tu historia, y sí la leería si la pudieras extender un poco.
    Soy el 123 si te interesa criticarme 😉

    Escrito el 19 abril 2017 a las 18:19
  6. Primero de todo quería agradeceros de todo corazón a Leosinprisa y a Brian Viveros el haberos pasado por mi relato. Creo que debo trabajar más cómo expresar mis ideas, pues he visto que muchos os sentís confusos.
    Mirad mi idea no era que el tobogán tuviese alma, ni vida propia, ni tampoco que sea el guardián en forma de tobogán, simplemente con la figura del tobogán acercaba a la niña al cielo y también trataba de dar una atmósfera de soledad y tristeza a ese incomprendido columpio en medio de un cementerio.
    Bien esto por un lado, y después el narrador creo que no ha quedado claro del todo, en todo momento quien narra la historia es la muerte, yo la bautizo como el guardián de las almas inocentes, para dar esa idea de que ella en sí no es mala, todos hemos de pasar por sus brazos, en este caso sí que personifico a la muerte dotándola de sentimientos.

    Espero haberos aclarado algo 🙂 pero si de algo me he dado cuenta es de que debo expresar mejor mis ideas, claro los lectores ajenos a mi no sabéis que pretendía XD a veces no me doy cuenta de esto XD

    Perdonad! De nuevo gracias por leerme!!

    Escrito el 20 abril 2017 a las 15:12
  7. 7. Estel Vórima dice:

    El relato trata un tema profundo, profundo. Tratas de hacerlo desde dos perspectiva, las primera y más evidente la del guardián, que a su vez intenta reflejar lo que piensa la pequeña de seis años. (También se ha colado por ahí la opinión del parque jeje).
    En tu texto de nota por un lado inocencia, por otro lado desconcierto y también dejas ver la búsqueda de consuelo, que todo humano trata de encontrar ante algo que por muy natural que parezca o queramos hacerlo parecer, siempre le causa mucho dolor porque no lo es.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 21:20
  8. Gracias Estel por tu reflexivo comentario. Me ha encantado y ademas me ha ayudado a ver mi obra a través de los ojos de los demás lectoras. Mil gracias en cuanto pueda me paso a leerte 😉

    Escrito el 21 abril 2017 a las 08:28
  9. 9. Menta dice:

    Hola Celeste: Cumplo mi promesa del mes pasado de comentar tu relato cuando pudiera forzar la vista.

    Tu relato me ha gustado mucho. El mundo de los niños me atrae mucho. Yo no me acuerdo de los sentimientos que impulsaban mis acciones en la infancia y cualquier relato que imagina o refleja los pensamientos de esa época me atrapan.

    Tienes razón cuando dices que notas que algunas cosas nos han costado entenderlas. Yo lo que hago es dar mis relatos a “mi gente” y ellos me dicen si se entiende todo o no.

    Felicidades por tu relato y hasta pronto, un saludo, Menta

    Escrito el 21 abril 2017 a las 21:43
  10. Muchísimas gracias Menta 😉

    Tienes razón así lo haré :*

    En cuanto pueda me paso por tu relato!!

    Escrito el 22 abril 2017 a las 09:04
  11. 11. Laura dice:

    Hola J. E. M. Celeste
    Lograste un hermoso relato, dulce, inocente.
    La plaza es un poco extraña en un cementerio, pero puede ser.
    Te sigo leyendo. Hasta el próximo mes

    Escrito el 25 abril 2017 a las 11:02

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